11	Servicio Social
	El III Coloquio Internacional de Servicio Social Comunitario reunió a 120 instituciones para definir criterios de mejoramiento académico y social de esta acción    Analizar la políticas públicas y su articulación con los programas de servicio social comunitario, fue uno de los objetivos del III Coloquio Internacional de Servicio Social Comunitario que en el mes de octubre se llevó a cabo en la Rectoría General de la Universidad Autónoma Metropolitana. Asimismo, se abordaron los aspectos éticos del servicio social como objeto de evaluación, las perspectivas metodológicas para la elaboración y evaluación de programas y proyectos de servicio social, y las estrategias y mecanismos de evaluación en los proyectos de servicio social comunitario. En el evento, que contó con la asistencia de 500 funcionarios de 120 instituciones educativas públicas y particulares, así como de organismos gubernamentales y no gubernamentales, permitió además, definir los criterios para el mejoramiento académico y el impacto del servicio social comunitario en su entorno social. También se contó con la participación de especialistas de España, Venezuela, Guatemala, Ecuador e Inglaterra, quienes dictaron conferencias magistrales y participaron en debates que contribuyeron a clarificar el contenido de los proyectos y hacia qué sectores en específico deben de dirigirse para cumplir cabalmente con su propósito. Durante la ceremonia inaugural, Reyes Tamez Guerra, secretario de Educación Pública, indicó que la formación de profesionales en el nivel superior debe de hacerse de manera integral, meta que sólo se alcanza si se conjuga la calidad académica con la calidad humana. Educación que debe estar, continuó, conformada por principios, valores y la voluntad de servir a los demás. Aseguró que el servicio social es pieza fundamental en los programas de formación superior, pues no es un mero trámite a realizar, sino que se debe de plantear como un elemento clave en la formación profesional de los alumnos. Al intervenir, Josefina Vázquez Mota, secretaria de Desarrollo Social, hizo un llamado a los involucrados en la organización y operación de los programas de servicio social para construir una política de Estado para la juventud y con la participación de la sociedad civil, la academia y el gobierno, a fin de aprovechar cabalmente el trabajo de casi 300 mil prestadores potenciales de servicio social que año con año genera el sistema educativo nacional. Apuntó que el Programa de Servicio Social Comunitario no siempre ha funcionado en beneficio de las comunidades más necesitadas y en ocasiones se le ha visto como proveedor de mano de obra barata para empresas e instituciones. Por ello, continuó, debemos realizar una revisión exhaustiva y reorientar el Programa a fin de que cumpla con los fines para los que fue creado. El servicio social, apuntó la Secretaria, es la gran oportunidad que tienen los jóvenes para encontrarse con la realidad. Aquellos profesionistas que no brindan un servicio social en sus actividades cotidianas corren el riesgo de convertirse en mercenarios o en pasivos en un país al que le urge contar con ciudadanos comprometidos y responsables del bien colectivo, finalizó. Incorporar el servicio social a la currícula Por su parte, Jorge Luis Ibarra, secretario general ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), apuntó que esta Asociación ha centrado su atención en la conformación de la Comisión Nacional de Servicio Social, instancia que, a través de planteamientos y objetivos específicos, permitirá elevar el impacto académico y social del servicio. Unos de los primeros resultados de los trabajos de esta Comisión ha sido la producción de materiales y un documento relativo a los indicadores y parámetros de evaluación de los programas y proyectos de servicio social. En la actualidad, agregó, está en preparación un documento básico en el que plantea la posibilidad de incorporar el servicio social a la currícula universitaria, decisión que le daría mayor impulso a esta actividad. Dijo que desde 1950 el servicio social ha sido objeto de estudios, propuestas y recomendaciones por parte de la ANUIES, como el documento analítico y propositivo denominado El servicio social en las instituciones de educación superior: propuesta para un replanteamiento. Ibarra Mendívil señaló que el reto de hoy es ampliar las bases de innovación y la creatividad de estos programas, así como romper el aislamiento social y la falta de relación que esta práctica tiene con otras formas de servicio comunitario y de desarrollo de la actividad social en el país. En síntesis, el servicio social es un puente entre los sectores de la sociedad que permite construir una visión de retos comunes, un espacio privilegiado para la acción en el desarrollo, concluyó Ibarra Mendívil. En su participación, José Luis Gázquez Mateos, rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana subrayó que el servicio social representa una oportunidad de evaluación para hacer visible el éxito conseguido en la formación de los estudiantes. Asimismo, agregó, es una forma de ponderar la pertinencia de nuestro quehacer educativo ante las necesidades más urgentes que aquejan a la sociedad, construyendo un termómetro social que permite leer las carencias que se deben atender de manera prioritaria. Puntualizó que es urgente el fortalecimiento de una cultura de la evaluación, pues en la actualidad resulta de vital importancia cuidar el funcionamiento institucional, haciendo de la observación y la reflexión una tarea cotidiana.