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Noticias de las Afiliadas |
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Por espacio de dos días los participantes analizaron y discutieron las causas por las cuales las universidades deben funcionar como una empresa de servicios educativos y por qué es necesario iniciar su transformación ante el fenómeno de la globalización. Durante su intervención, José Joaquín Bruner, director del Programa Educativo de la Fundación Chile, señaló que los escenarios internacionales actuales exigen la modificación de los esquemas tradicionales de formación de las instituciones de educación superior de Latinoamérica, pues es necesario que éstas se adapten al avance vertiginoso que vive el conocimiento hoy en día. Para lograr esta trasformación, continuó, las instituciones deberán contar con programas educativos estandarizados, así como con mecanismos de acreditación continua de las habilidades y destrezas de los profesionales. Explicó que las naciones latinoamericanas requieren de novedosos sistemas educativos que permitan la formación de cuadros profesionales con altos márgenes de calidad y competitividad internacional. Actualmente-dijo- diversos países europeos trabajan en la creación de programas educativos iguales, a fin de contar con carreras similares que permitan a los profesionistas trabajar y desempeñarse con éxito en cualquier parte de ese continente. Otro aspecto que deberá fortalecerse dentro de las IES es la vinculación con los sectores sociales y productivos y trabajar intensamente para incrementar la confianza de los empresarios y llevarlos a invertir en la educación y en el desarrollo tecnológico. Bruner comentó que el avance del conocimiento es cada vez más rápido, ya que por ejemplo, la primera vez que este se duplicó fue en 1750, la segunda en 1900, la tercera en 1950 y actualmente sucede cada cinco años. Los especialistas esperan, apuntó, que para el año 2020 el conocimiento se duplique cada 73 días, fenómeno ante el cual será necesario instrumentar mecanismos adecuados para la acreditación continua de conocimientos y habilidades. Para concluir, recalcó la importancia de modificar los planes y programas de estudio en Latinoamérica para evitar el exceso de diversidad, y señaló que es prioritario instituir el concepto de formación a lo largo de la vida que permita al profesionista vivir dentro de una dinámica de constante actualización. Por otra parte, el responsable de las Relaciones Exteriores del Comité Nacional de Evaluación de las Universidades Españolas, José Ginés Mora dijo que ante el mundo globalizado, es necesario que las universidades funcionen como una empresa de servicios educativos, con mayores mecanismos de control social, de competitividad y de rendición de cuentas, factores que permitirán atender con calidad la creciente demanda. La masificación que han vivido las universidades en los últimos años, las ha obligado a contar con nuevos esquemas que respondan a las necesidades de los estudiantes y a la realidad cambiante de las naciones, dijo. Aseguró que, actualmente, requieren de la autonomía a fin de contar con estructuras más organizadas y poco centralizadas que le den a los modelos mayor flexibilidad, además de adoptar, en mayor medida, modelos de gestión empresarial. Un modelo en red que agrupe a todas las universidades públicas de una nación, representa una de las opciones más viables en términos de eficiencia y vanguardia, concluyó Ginés Mora. Por su parte, Carlos Pallán Figueroa, ex secretario general ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, dijo que cada día es más evidente que los sistemas educativos a nivel mundial han dejado de ser pertinentes y ya no responden a las necesidades científicas y tecnológicas de la actualidad. Indicó que los principales retos para la transformación educativa son el reordenamiento estatal, el aseguramiento de la calidad a través de la certificación profesional y la acreditación de instituciones, elementos que permitirán que se refleje una mejora e incremento en la productividad nacional así como en el crecimiento del país. Sólo con acciones de este tipo, continuó Pallán Figueroa, será posible incrementar la cifra de estudiantes matriculados en el nivel superior y de esta manera abatir la proporción que al respecto guardan países europeos. Se pronunció por la necesidad de aumentar la contribución de las universidades al desarrollo del sistema educativo como conjunto con el propósito de fortalecerlo desde sus primeras etapas y que, al llegar a niveles superiores, los alumnos cuenten con una plataforma más sólida. Por último, Galo Burbano López, secretario ejecutivo de la Asociación Colombiana de Universidades defendió la autonomía académica de las universidades públicas de Latinoamérica, pues a través de ella se concibe un margen de libertad importante para el quehacer institucional.
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