El común denominador de la educación
superior debe ser la mejoría de la calidad: Reyes Tamez Guerra
(Texto completo de su discurso)
Es para nosotros un gran honor reunirnos una vez más con ustedes
en esta XXXII Asamblea General de la ANUIES, con la distinguida presencia del señor licenciado Vicente Fox Quesada, Presidente
de la República.
Yo quiero agradecer la hospitalidad del estado de Durango, particularmente a la
Universidad que ha venido haciendo esfuerzos académicos y administrativos para su desarrollo.
Y también quiero aprovechar esta oportunidad para saludarlos a todos ustedes y expresarles
el compromiso de la Secretaría de Educación Pública, para trabajar estrechamente con ustedes, como lo hemos venido haciendo en
todos estos programas de superación institucional, que están llevando a cabo y que han permitido y continuarán permitiendo
ofrecer servicios cada vez de mayor calidad que es el propósito central de la preocupación que tenemos en el Programa Nacional
de Educación, y ofrecer niveles crecientes de calidad educativa que respondan realmente a las exigencias del desarrollo nacional
y que respondan también a los retos de competencia internacional.
El pasado 28 de septiembre, durante la presentación del Programa Nacional de Educación
2001-2006, expresamos que en las sociedades contemporáneas la educación es considerada como el medio idóneo para impulsar el
desarrollo humano y el progreso social con justicia y equidad.
Que ella actúa como vínculo entre la continuidad de generaciones, culturales y tradiciones
intelectuales, y que es el instrumento político social por excelencia, para fortalecer la soberanía nacional, combatir la
ignorancia, enriquecer la cultura y contribuir a mejorar la calidad de vida de los individuos, de los grupos y de las sociedad
en general.
Estos conceptos dan sustento al conjunto de la política educativa que abarca los
diferentes tipos, niveles y modalidades de educación, que va desde el preescolar hasta el posgrado.
Es precisamente en este contexto que advertimos el lugar estratégico que ocupa la
educación superior, como consecuencia de su ubicación en el extremo terminal del largo camino de la educación formal.
Ello significa, en primer lugar, una responsabilidad especial de los universitarios en el
sentido de la solidaridad que deben hacia la sociedad, que ha invertido en ellos una parte significativa de sus recursos.
También significa la capacidad de revisar los principios, normas y prácticas que regulan
su funcionamiento, para poderlos mejorar, corregir, cuando sea necesario, e introducir innovaciones en ellos cuando se presente
la oportunidad.
Para ello se requiere tanto de una sociedad como de un sistema de educación superior que
tomen en consideración la lenta maduración de las inversiones en educación, que se capitalizan paralelamente al desarrollo
biológico de los individuos y las generaciones.
Aun en estos tiempos de transformaciones aceleradas de los conocimientos científicos y
tecnológicos y de sus aplicaciones, la educación debe seguir inexorablemente los procesos de transformación del niño en hombre.
Las ideas de educación para la vida, enseñanza basada en el aprendizaje, la educación
virtual y a distancia, entre otras, expresan elementos de esa sociedad, el conocimiento que se desarrolla entre nosotros y que
nos sugiere el instrumento más valioso que tiene la humanidad en su capacidad de raciocinio y que para sacar el mejor provecho
de él es necesario que se ejercite constantemente.
Por ello, en el Plan de Educación hemos insistido en la necesidad de contar con un sistema
de educación superior abierto, flexible, con alta capacidad de respuesta que pueda enfrentar los retos; hace un momento el señor
secretario general ejecutivo de la ANUIES hablaba del reto de la cobertura. Tenemos muy claro que tenemos que buscar con mayor
creatividad cómo lo podemos hacer, sabemos el problema al que nos enfrentamos.
En México tenemos un 20 por ciento de jóvenes entre 19 y 23 años que tiene oportunidades
de cursar estudios de educación superior. En el mundo la cifra es de menos del uno por ciento, 0.9 por ciento.
Optimizar el uso de la tecnología
Si quisiéramos seguir los sistemas tradicionales para enfrentar este reto, necesitaríamos
crear una universidad que atendiera a 35 mil estudiantes por semana en el mundo. Sabemos de esto, y de que hay una necesidad,
sobre todo en los países que menos recursos económicos tienen, para enfrentar este reto.
Por eso, con creatividad tenemos que enfrentar este reto, hacer un uso óptimo de la
tecnología. Sabemos que muchos de ustedes han hecho esfuerzos importantes por avanzar en el uso de la tecnología, en sistema
abiertos, semiabiertos y de educación a distancia y que, sin descuidar la calidad de la educación que se ofrezca, nos permitan
enfrentar los retos que tenemos en el país.
* Títulos y subtítulos de la
redacción
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