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Y en el uso de la palabra haré seis breves reflexiones:

Primera, iniciamos el siglo con una paradoja: entre más modernos, menos humanos. La humanidad se aleja de la construcción del espíritu y pretende destruir la vida, haciendo añicos cualquier propuesta de utopía y nosotros queremos seguir militando en el humanismo.

Segunda, son las instituciones de educación superior las que van al encuentro de los pasos perdidos, cumpliendo finalmente con su misión, ofreciéndole a la sociedad la esperanza de que los sueños de convivencia armónica y respeto al Estado de Derecho son posibles en la libertad y en la justicia.

Tercera, nuestras casas de estudio han formado a los mejores hombres de México, nuestro quehacer desvanece la sombra de la ignorancia para difundir la luz del conocimiento y con el contagio de la sabiduría, nuestra juventud ha cambiado su destino y el destino de quienes los rodean.

Cuarta, las instituciones de educación superior nos dirigimos ahora a un mismo punto al ubicar en el centro de nuestros objetivos a la divulgación de los significados de los valores del hombre universal y proporcionar el avance de la ciencia.

Quinta, buscamos la coincidencia de nuestra misión con las políticas educativas de los gobiernos federal y estatal. A nuestros egresados los tenemos cerca y la vinculación con todos los sectores sociales es permanente, porque queremos trabajar juntos. Lo que hagamos unidos será en beneficio de nuestra nación.

Sexta, en la ANUIES tenemos la confianza de que nuestro camino es cierto, contamos con el baluarte de la razón histórica y el de la auténtica convicción de que lo que le transmitamos a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos no perecerá jamás.

* Títulos y subtítulos de la redacción

 


La educación superior es estratégica para el desarrollo de las personas y los pueblos: Jorge Luis Ibarra Mendívil

(Texto completo de su discurso)

    La Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de educación superior, se complace con su presencia en esta Trigésima Segunda Asamblea Ordinaria, y les da la más cordial y amistosa de las bienvenidas.

Durante sus más de 50 años de existencia, nuestra Asociación se ha distinguido por ser un actor de la mayor importancia en la definición de políticas públicas, para la educación superior.

En los últimos años, hemos observado la enorme expansión de la matricula que cubre ya a 2.2 millones de estudiantes y se extiende por todo el territorio nacional.

Este crecimiento, sin embargo, apenas alcanza a cubrir al 20 por ciento de los jóvenes en edad de estudiar este nivel; es bajo en la cobertura de posgrado, es incipiente en educación continua y permanente, y se ofrece por instituciones y subsistemas muy heterogéneos de calidad y con recursos muy desiguales.

Desde hace una década, las instituciones de educación superior en México, y particularmente las universidades públicas mexicanas, iniciamos una transformación inacabada aún, de la cual nos sentimos orgullosos.

Los rasgos más distintivos de este proceso fueron: la reforma de estructuras orgánicas, la reorganización de la vida académica y administrativa, la conformación de cuerpos académicos más sólidos, el fortalecimiento de mecanismos de gestión y planeación, la adopción de la cultura de la transparencia y de la rendición de cuentas y el uso de nuevas tecnologías.

Esto, le dio a la universidad mexicana estabilidad y le permitió recuperar la confianza de la sociedad.

Como expresión de la voluntad de cambio de las universidades y de las instituciones de educación superior, nuestra asociación realizó un intenso trabajo de estudio y reflexión para prefigurar el futuro de la educación superior.

La idea central es mejorar al sistema y a las partes que lo integran para servir mejor al país y a las regiones y entidades que lo componen.

Se busca transitar de un sistema relativamente cerrado, a uno más abierto, de gran calidad, innovador, equitativo, dinámico y articulado que responda al cambio científico, tecnológico, económico y social de México y del mundo.

Nuestra propuesta ubica a la educación superior del siglo XXI en el contexto de la sociedad del conocimiento en la cual, la educación en general y particularmente la superior, ocupa un lugar estratégico para el desarrollo de las personas y de los pueblos.

Esto es así porque el fenómeno de la globalización es irreversible y somete a pruebas y retos enormes a países, gobiernos, individuos y sobre todo, a los sistemas educativos y científicos.

Hoy que la competencia es mundial, la exigencia de competitividad para los países y empresas es un hecho cotidiano e ineludible.

Los objetivos de la educación como política de Estado

La competencia entre naciones es, en principio, la competencia de sus sistemas educativos, científicos y tecnológicos.

De ahí que elevar la calidad de la educación en todos los niveles y formar la inteligencia del país, es un asunto prioritario y un tema de la más alta política de Estado.

* Títulos y subtítulos de la redacción

 

 

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