El gasto para una educación
de calidad, manejada con cuentas claras, es una de las mejores inversiones sociales
Entre las actividades de la vida nacional que han mantenido un
proceso de continuidad ascendente, destaca sin duda la educación superior.
Desde el incremento de la matrícula, y por tanto de la cobertura; la diversidad de los
planes y programas de estudio, principalmente la oferta e impulso de los estudios de posgrado; hasta los esfuerzos que hoy
realizan las instituciones de educación superior hacia la pertinencia, la mayor calidad y la equidad, son algunos de los avances
que destacan como muestra de este proceso que la sociedad mexicana ha encargado a nuestras instituciones.
El trayecto no ha sido fácil; para aludir únicamente a los tropiezos económicos, y de
ellos los más recientes, recuérdense los descensos presupuestarios ocasionados por las crisis que padeció la economía nacional
en 1982 y en 1994, traducidos en menos recursos para el gasto social y entre éste, desde luego, la educación superior.
Sin embargo, a pesar de esos y otros momentos críticos para la educación superior, sus
instituciones avanzan porque tienen claridad en sus objetivos como sistema, y en lo particular se dirigen hacia un horizonte
claro y posible, definido en sus programas integrales de fortalecimiento.
Los principales temas que atañen a este desarrollo del sistema y de cada una de las
instituciones de educación superior, ocuparon la atención de los titulares que integran el Consejo de Universidades Públicas e
Instituciones Afines (CUPIA) reunidos durante la XVIII Sesión Ordinaria de este órgano colegiado de la ANUIES.
El análisis y las propuestas de solución para los asuntos de las jubilaciones y pensiones,
así como para la construcción de un nuevo esquema de financiamiento, ocuparon el mayor tiempo de la reunión, en la que también
se expuso y discutió el objetivo de los Programas Integrales de Fortalecimiento Institucional para contar con un esquema
educativo de buena calidad, se presentó el acuerdo de la SEP sobre revalidación y equivalencia de estudios y la experiencia del
CENEVAL a este respecto, y se sometió a consideración la propuesta de cooperación entre ANUIES y BANCOMEXT.
Por otra parte, el pleno del CUPIA emitió un comunicado a la opinión pública, a la Cámara
de Diputados del Congreso de la Unión y a las Legislaturas estatales, en donde expresa que el gasto en educación superior es la
mejor inversión que nuestro país puede hacer para su desarrollo, por lo que demanda un aumento, en términos reales, de los
recursos públicos federales y estatales a la educación superior.
Con este mismo objetivo, otra instancia de la ANUIES, su Consejo Nacional, participó en
varias reuniones con comisiones de las cámaras de Diputados y de Senadores; todo lo cual fructificó con un considerable
incremento respecto al presupuesto originalmente asignado, tanto para las instituciones nacionales como para las universidades
estatales.
El esfuerzo que el sistema de educación superior ha realizado durante varias décadas
deberá continuar, y cristalizar en el establecimiento de políticas de Estado que consideren la asignación de presupuestos
suficientes para el buen desempeño de los programas de educación superior que beneficien a la sociedad; a ésta habrá que
mantenerla informada de la aportación que realizan nuestras instituciones, y del buen empleo de los recursos, a fin de que el
conjunto social reconozca con claridad que invertir en educación, y en educación superior en este caso, no es un gasto, y sí una
inversión para su propio beneficio.
|