La Universidad Michoacana
distinguió a Jaime Labastida Ochoa con el doctorado Honoris Causa
El H.
Consejo Universitario de la Universidad Michoacana de San Nicolás de
Hidalgo entregó el grado de doctorado Honoris Causa a Jaime
Labastida Ochoa, como un reconocimiento a su destacada trayectoria.
Durante su discurso de agradecimiento,
Labastida Ochoa se ocupó de los grandes momentos y de las ideas
fundamentales que la historia de la filosofía ha producido y puntualizó
que ante los índices de violencia que vive el mundo los cimientos de la
civilización moderna se han visto minados.
En el marco de la ceremonia, los
destacados pensadores Adolfo Sánchez Vázquez y Jorge Ruiz Dueñas
expusieron reflexiones de los trabajos filosóficos y literarios del
galardonado.
Sánchez Vázquez afirmó que en los
trabajos La palabra enemiga y La lengua poética resalta no
sólo su preocupación por la reflexión y el análisis, pues indaga y
recorre los senderos del fenómeno poético al igual que lo hicieron
pensadores, teóricos y filósofos como Platón, Aristóteles, Hegel,
Jackobson, Lotman, Heideger y Della Volpe. Grandes creadores que sin ser
poetas se ocuparon del acto creador de la poesía.
Continuó señalando que Labastida
Ochoa está a la altura de Octavio Paz o de Machado, pues todos ellos
piensan y ubican a la poesía en un alto nivel teórico. Todos ellos
-agregó-, se sitúan más allá de la nebulosa ideológico-estética y se
orientan, a través de la vía reflexiva, a buscar una respuesta
teóricamente fundada sobre la esencia poética, es decir “tienen en la
mira al fenómeno poético, como corresponde a una exigencia propiamente
teórica en su generalidad”.
Comentó que no hay poesía fuera o al
margen del lenguaje, pues ésta habita en el propio lenguaje y no se puede
alejar de él porque la poesía es lenguaje, pero un enguaje trabajado,
organizado de tal manera que evoque y convoque realidades.
Por su parte, Jorge Ruiz Dueñas dijo
que para Jaime Labastida el ejercicio poético y la poesía misma no es
sólo un acto de escritura, sino una posibilidad para oír, para dialogar
con el y lo otro, sin olvidar, además, que su valor y riqueza nace del
silencio, de lo más profundo de la existencia, ahí “donde está viva la
muerte y nos hace volver hacia nosotros”.
Más adelante, Lisandro Otero,
escritor y periodista, apuntó que el galardonado siempre se ha
responsabilizado de los riesgos del uso de la palabra y que su producción
literaria e intelectual se caracteriza por su intenso compromiso social, el
respeto de la dignidad humana, todas ellas características de un quehacer
ciudadano que coexiste con la inteligencia y la habilidad de acercamiento a
“nudos espinosos”.
Labastida Ochoa detecta las
contradicciones que reinan entre el individuo y las exigencias de la
sociedad e ilustra el padecimiento político que ha nutrido el drama natural
de nuestra época. De sus textos y declaraciones -agregó-, se desprenden
advertencias como la de Víctor Serge: “el mundo es intolerable, pero
solamente podemos vivir en él si alentamos el deseo profundo de construir
otro, aún sabiendo que ese proyecto también habrá de fracasar”.
Asimismo, el periodista Humberto
Musacchio destacó que el periodismo de Jaime Labastida “niega en la
práctica un lugar común del análisis de prensa: la inmediatez. Él ha
respondido al desafío de la letra impresa, porque además de rigor y
cultura su lenguaje está inmerso de poesía y con ella, la canción
elocuente de las voces precisas y el encantamiento de la expresión bella”.
En la ceremonia estuvieron presentes
el rector de la universidad, Marco Antonio Aguilar Cortés. Blanca Cárdenas
Hernández, directora de la Escuela de Letras, así como funcionarios del
gobierno del estado y miembros de la comunidad universitaria.
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