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Instituciones de educación superior de México y Centroamérica suscribieron la Carta de Puebla

   Dentro del marco del Plan Puebla Panamá y como principal conclusión de la Conferencia Internacional “La educación superior en Centroamérica”, diez y nueve instituciones de educación superior de la región suscribieron la declaración denominada Carta de Puebla, en la que se pronunciaron a favor del intercambio de experiencias y la cooperación académica.

El Plan, creado con el propósito de promover y fomentar la participación de los países centroamericanos e instrumentar acciones conjuntas que contribuyan al desarrollo integral de la región, incluye entre sus puntos fundamentales: Elevar el nivel de desarrollo humano y social de la población; Lograr una mayor participación de la sociedad civil; 3.- Lograr un cambio estructural en la dinámica económica; Alcanzar un manejo sustentable de los recursos naturales y el ambiente; y Modernizar y fortalecer la capacidad de las instituciones de la región.

Durante la conferencia, celebrada en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, los rectores de la universidades de San Carlos de Guatemala, de El Salvador, de Costa Rica, de Panamá, de la Nacional de Educación a Distancia de Costa Rica, de la Pedagógica Nacional Francisco Morazán de Honduras, la Nacional Autónoma de Nicaragua-León, la Tecnológica de Panamá, la Nacional de Costa Rica, la Autónoma de Chiriquí, la Nacional de Ingeniería de Nicaragua; y de México, las universidades autónomas de Chiapas, Campeche, Guerrero, Yucatán, Benito Juárez de Oaxaca y de Ciencias y Artes de Chiapas, señalaron que la educación, y particularmente la de nivel superior, es un componente esencial de las estrategias y acciones para mejorar la calidad de los habitantes de la zona sur-sureste de México y del istmo centroamericano.

Los firmantes declaran que el documento suscrito constituye una base para la realización de la misión de cada una de las instituciones involucradas, y de promover la cooperación interinstitucional y la solidaridad entre las sociedades de cada país partícipe, además de orientar esfuerzos para contribuir a la solución de los problemas sociales de la región.

La Carta agrega que una educación superior de calidad, vinculada a la investigación, la trasferencia tecnológica, así como a la proyección social y la prestación de servicios técnicos de alto nivel, permite romper con las disparidades entre regiones y superar los rezagos y brechas en su desarrollo socioeconómico.

Puntualiza que a partir de las premisas de que el desarrollo de las personas y de las comunidades, de los pueblos indígenas, de las sociedades urbanas y rurales debe ser integral, la educación impartida en las instituciones comprendidas en esta región deberá ser la matriz para crear programas de lucha contra la pobreza y para el desarrollo productivo con equidad y sustentabilidad.

Asimismo, en el documento se comprometieron a influir, a través de la investigación y la generación del conocimiento, en la aplicación de políticas económicas que conduzcan a las sociedades de los países involucrados a elevar su calidad de vida; así como impulsar el desarrollo tecnológico mediante planes y programas específicos y acordes a las necesidades urgentes de la región y a combatir los altos grados de analfabetismo, carencia de información y la dependencia en materia científica y tecnológica.

Los firmantes se comprometieron con una perspectiva estratégica del desarrollo humano sostenible, sobre la base de la optimización del uso de sus recursos, del intercambio de experiencias académicas, para el mejoramiento institucional en el campo de la docencia, la investigación, el desarrollo científico y tecnológico y la vinculación social de su quehacer.

Concientes de que la ciencia y la tecnología, la generación de conocimiento, así como la cultura y el desarrollo humanístico no pueden quedarse enclaustradas en sus campi, las instituciones se pronunciaron a favor de que éstas trasciendan en beneficio de las sociedades y que acompañen a la participación de la sociedad civil en la consolidación de su propio desarrollo sostenido y sustentable.

Afirmaron que el trabajo conjunto realizado por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) y el Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA), se ha constituido en una plataforma ejemplar y en la base para una profundización y ampliación de los programas de intercambio académico y de cooperación científico-técnica entre las universidades de esta zona.

Reiteran que las propuestas que se realicen deberán orientarse a potenciar la riqueza humana y ecológica de la región mesoamericana a fin de alcanzar un desarrollo sustentable que respete la diversidad cultural y étnica, basada en una estrategia integral de cooperación y conjunción de esfuerzos.

Finalmente señalan la importancia de que presidentes y jefes de Estado de México y Centroamérica incorporen explícitamente a la educación, en todos sus niveles, dentro del Programa de Desarrollo Humano que forma parte del Plan Puebla Panamá y que se destine, para el desarrollo de la educación, por lo menos el 7% de los recursos y presupuesto de inversión total anunciados para implementar el Plan y de dicho porcentaje recomiendan destinar el 20% a la educación superior.

Además piden a los dirigentes de Estado apoyar los esfuerzos de cooperación entre las instituciones de educación superior, potencien su desarrollo e incorporen las capacidades y recursos humanos para llevar adelante los programas de desarrollo integral de la región.

Por último, las instituciones firmantes declaran su compromiso de establecer lazos académicos permanentes a través de convenios específicos en el campo del intercambio académico, la investigación científica, tecnológica y humanística, de la formación de personal académico y de todo proyecto estratégico que sea en beneficio de la cooperación académica y del desarrollo social y cultural de nuestros países.

 

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