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El Departamento de Derecho de la UNISON cuenta con tres nuevos maestros eméritos |
Como reconocimiento a una trayectoria académica que rebasa los 40 años, la Universidad de Sonora nombró a Roberto Reynoso Dávila, Miguel Ríos Aguilera y Augusto Cesar Tapia Quijada, como Profesores Eméritos, máxima distinción que otorga esta institución educativa.
Durante la ceremonia, efectuada recientemente, Jorge Luis Ibarra Mendívil, rector de la UNISON dijo que la institución que dirige encuentra en los maestros la única garantía de preservar, difundir y enriquecer la cultura y el conocimiento, principios básicos que sustentan el quehacer y la razón de la universidad.
Ese reconocimiento, agregó Ibarra Mendivil, constituye un justo reconocimiento a aquellos que durante su vida académica han enriquecido a la universidad y a la juventud que en sus aulas se forma. Además, continuó, su tarea contribuye de manera fundamental al afianzamiento de la identidad y los principios en los que se sustenta la UNISON, institución académica comprometida con el desarrollo económico, social, político y cultural del estado y del país.
El rector de la UNISON subrayó que la importancia del profesor en el quehacer universitario es incuestionable, y agregó que de él depende la calidad y actualidad del conocimiento, la pertinencia de los contenidos de la enseñanza y el afianzamiento de los valores éticos y sociales que enaltecen al hombre y al profesional, y lo comprometen en la búsqueda del bienestar social.
Ibarra Mendívil apuntó que desde la fundación de la carrera de Derecho en la institución los académicos que la conforman han contribuido al desarrollo del campo jurídico en la región, así como al avance y consolidación de las instituciones jurídicas.
Por su parte Roberto Reynoso Dávila, señaló, al recibir la distinción, que "su trabajo docente se ha encaminado a imprimir en la conciencia de los alumnos la firme vocación por la justicia. Asimismo, Miguel Ríos Aguilera dijo que el maestro universitario debe ser, también, un maestro de la vida, un conductor espiritual de conciencias y un capitán que siempre marche al frente de sus soldados: alumnos y exalumnos, enarbolando los estandartes de la ciencia, la verdad, la justicia y la paz.
Por último, Augusto Cesar Tapia Quijada señaló que el compromiso del maestro no es sólo enseñar y aprender lo que dicen las leyes, lo que expresan las doctrinas, sino aplicar el Derecho a la realidad social que nos rodea. Formar profesionales del Derecho, seres humanos entregados en cada caso que patrocinen, en cada sentencia que dicten, y orientados a la búsqueda de la auténtica justicia, concluyó.