Calidad
en la educación, exige la sociedad, para que nuestros
hijos tengan mejores oportunidades de progreso: Ernesto Zedillo
Texto completo del
mensaje presidencial
pronunciado durante la ceremonia en la que
fue presentado el Programa de Educación 1999.
Me
da mucho gusto que mi esposa y yo estemos con ustedes, en la
presentación del programa de trabajo de la Secretaría
de Educación Pública para 1999.
Celebro
que en este acto hayamos premiado a cuatro brillantísimos
estudiantes de nuestro Sistema de Educación Pública
que han destacado a nivel internacional por su desempeño académico.
Una vez más, mi reconocimiento a ustedes.
Todos
los jóvenes aplicados son modestos y humildes, ¿se dan
cuenta?
De
las muchas tareas que los mexicanos nos hemos propuesto, una
especialmente noble es construir un sistema educativo de cobertura
suficiente y calidad adecuada.
Pocos
esfuerzos nacionales como el de la educación, constituyen una
verdadera tarea de todos, una tarea que todos estamos cumpliendo.
Gracias
a este trabajo común, en los últimos años la
educación en México ha crecido y ha mejorado:
Ha
mejorado porque hoy tenemos más escuelas y más aulas.
Porque
más niños y jóvenes reciben educación, y
un número cada vez mayor termina ciclos escolares completos.
Porque
los sistemas de formación de maestros son más
extensos, y hemos dado un fuerte impulso al sistema de actualización
de los mentores, que juntos establecimos hace algunos años.
Porque
los libros de texto gratuitos son mejores, se entregan con toda
oportunidad, y ya cuentan con ellos los alumnos de secundaria que más
los necesitan.
En
estos años la educación en México ha crecido y
es mejor, porque a través de programas especiales llega a
lugares más alejados y pobres; porque son muchos más
los desayunos escolares que todos los días se distribuyen, y
porque se apoya a cada vez más niños y jóvenes
para que terminen su primaria y su secundaria, y no tengan que
abandonar sus estudios por necesidades económicas.
En
suma, la educación en México es hoy mejor, porque
llega a más personas y llega a donde nunca había
llegado.
Hoy
nuestras metas son más altas que antes, y podemos y debemos
lograr todavía más.
En
los últimos cuatro años, los mexicanos hemos sostenido
una enorme inversión en aulas y otros espacios educativos; en
libros y materiales didácticos; en instalaciones y equipo
para la educación a distancia; en la formación
continua de nuestros maestros.
Debe
llenarnos de aliento el saber que estamos cumpliendo las metas que
nos fijamos desde el inicio de esta Administración, y que en
algunos casos ya se han rebasado.
Cuando
en agosto próximo empiece el ciclo escolar 1999-2000,
habremos llegado a 29 millones de alumnos y se habrán
incorporado a los salones de clase 30 mil profesores más.
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