La
Universidad del nuevo milenio requiere, más que nunca, de
estabilidad: Carlos Salazar Silva
(Texto
íntegro de su discurso)
Señoras
y señores:
Me complace
darles la más cordial bienvenida a esta Casa de los
universitarios colimenses, orgullosamente pública y popular.
Hace seis
meses tuve el alto honor de asumir la presidencia del Consejo de
Universidades Públicas e Instituciones Afines, que hoy se
reunirá para discutir y evaluar los principales avances de la
universidad pública en los últimos años.
En esta
reunión del CUPIA daremos seguimiento a los acuerdos tomados en
la reunión de trabajo celebrada en marzo de 1992, en nuestras
instalaciones del puerto de Manzanillo, y que fuera dirigida por el
Presidente de la República, Ernesto Zedillo Ponce de León,
cuando fungía como Secretario de Educación Pública.
Los retos
del año 2000 ya no son los de 1990; aquellos eran todavía
los problemas de la improvisación, del populismo y hasta del
rezago tecnológico. Estos, los de hoy, son los problemas de la
excelencia, de la expansión y la pertinencia. Así de
intensas han sido las acciones de transformación de las
universidades públicas durante la última década.
Aquí,
deseo enfatizar, las universidades públicas están
trabajando en un proyecto común de transformación,
sustentada en la filosofía del esfuerzo y la superación.
Tal vez el cambio más profundo que se está desarrollando
en ellas, sea la formación de profesores en programas de
especialización, maestría y doctorado.
Sabemos que no basta con esto.
Para lograr la calidad de la docencia a la que aspiramos todos,
aportamos nuevos perfiles profesionales al mercado laboral; ofrecemos
las más altas expresiones de la cultura a nuestros estudiantes
y libertad en la cátedra. en la investigación y en la prácticas
cotidianas de la universidad pública.
| Por eso, la Universidad del
nuevo milenio requiere más que nunca de estabilidad, pues lo
que más daña a una institución educativa es la
ausencia de condiciones adecuadas de estudio y de trabajo.
Reitero: al formarse los jóvenes en los valores de la
universidad pública, nuestras instituciones cumplen con la misión
de la Universidad, al tiempo que realizan una contribución
significativa en el desarrollo de una mejor vida social.
La
construcción del mundo vital de la academia está
sustentada en la razón y en el conocimiento, en su crítica
y síntesis constantes, en el interés por el
perfeccionamiento humano, y en un horizonte de expectativas de
civilización que hace posible constituir formas superiores de
convivencia y establecer una mejor calidad en la vida de la sociedad.
En síntesis,
en la medida en que la formación del espíritu científico
de los jóvenes, o las virtudes del humanista, ocurren dentro de
una universidad activa, éstos tendrán la alternativa de
considerar la construcción del futuro como un compromiso
personal con la sociedad en su dimensión más amplia,
desde una perspectiva más ética y con una culta visión
de su entorno.
En este
sentido, los invito a trabajar unidos en torno a los grandes objetivos
que deben guiar a las acciones de transformación de la
universidad pública en el nuevo milenio, para que enfrente con éxito
los desafíos del futuro en un clima de respeto, estabilidad y
unidad.
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