Ninguna política educativa estará completa
sin la debida atención a la educación superior:
Ernesto Zedillo Ponce de León
Me da mucho gusto regresar a este noble edificio para
reunirme con las compañeras y los compañeros del sector educativo.
Nos reúne el interés de que este año,
el esfuerzo de todos para fortalecer la educación de los niños, jóvenes y adultos, en cada
una de las regiones de México, se fortalezca.
Debemos redoblar nuestro esfuerzo porque con el año
2000 entramos a una nueva época, de nuevos y mayores retos para los mexicanos.
Para enfrentar estos nuevos retos aquí en México,
como en todo el mundo, la educación será un instrumento fundamental.
La educación será la base de la prosperidad,
justicia y democracia de toda nación y, a la vez, seguirá siendo el medio más importante para
la superación de cada hombre, de cada mujer, así como para el progreso de cada familia y cada comunidad.
De ahí que en este sexenio los mexicanos nos hemos
propuesto sentar bases muy firmes para contar con un sistema educativo acorde con nuestra historia, nuestra cultura
y nuestras aspiraciones.
Esas bases firmes son la cobertura, la calidad y la equidad.
Cobertura, calidad y equidad, para todos los mexicanos, y especialmente para quienes menos tienen, para quienes
viven en condiciones de pobreza y de marginación. Cobertura, calidad y equidad, para mejorar las oportunidades
educativas y para adecuar la instrucción, la formación y la capacitación a nuestras necesidades
de desarrollo.
Crecimiento de la matrícula*
Hay resultados alentadores que nos deben estimular
para fijarnos metas cada vez más altas
Se estima que en el ciclo escolar que arranca en agosto
próximo, nuestro sistema educativo estará atendiendo a 29.6 millones de estudiantes. Esta cifra representará
un incremento de más de 3.2 millones respecto al periodo 1994-1995.
Atender esta matrícula en crecimiento constante,
requerirá que en este año tan sólo se incorporen a nuestro sistema educativo 25 mil maestros
y se abran 5 mil nuevas escuelas.
Con ello, en 6 años el número de maestros
en todos los niveles educativos habrá aumentado en 220 mil, más de una sexta parte de todos los que
daban clases en 1994.
A la vez, habrá 35 mil 500 nuevas escuelas, una
quinta parte más de las que había en 1994.
El gasto educativo para este año será de
casi 218 mil millones de pesos. Esto significa que de cada peso que programa gastar, el gobierno federal en el
año, 27 centavos serán para educación. Se trata, afortunadamente, de la proporción
más alta en nuestra historia.
Quiero hacer hincapié en que, pese a las restricciones
presupuestales que hemos debido enfrentar durante los últimos años, el gobierno de la República
ha hecho su mayor esfuerzo para que los recursos destinados a la educación crezcan, año con año,
más que el presupuesto en su conjunto.
Federalización
Para seguir avanzando en la cobertura y en la calidad
de la educación, seguiremos fortaleciendo la federalización que iniciamos en 1992, con el concurso
decidido del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, y que ya comprende los servicios de educación
básica en toda la República, excepto el Distrito Federal, y que ahora abarca la infraestructura escolar,
la educación para adultos y la educación profesional técnica. La federalización del
CAPFCE, el INEA y el CONALEP ha quedado también prácticamente concluida.
Un claro indicador de la fuerza que ha cobrado el federalismo
educativo, es que este año los estados y municipios ejercerán directamente más del 70 por
ciento del presupuesto federal para educación.
Aunque la población en edad escolar no ha aumentado
en los últimos años y, de hecho, empezará a disminuir a partir del año 2000, la matrícula
ha crecido prácticamente en todos los niveles:
En el nivel preescolar, durante esta administración,
la matrícula habrá aumentado más de 12 por ciento.
Más de 14.7 millones de niños y niñas
cursarán la primaria. Esta cifra es similar a la del ciclo previo, y la estabilidad que comienza a observarse
se explica, tanto por los factores demográficos, como por el descenso en la reprobación, que tiende
a disminuir el número de alumnos de esta edad en primaria.
La secundaria es el nivel de educación básica
donde están ocurriendo y se esperan mayores incrementos. La matrícula para este año se estima
en 5 millones 450 mil estudiantes. Ello representa un aumento de más de 20 por ciento respecto al año
escolar 1994-1995.
Este sexenio está siendo el primero en el que
antes del inicio de cada año escolar se han entregado los libros de texto gratuitos a cada escuela y a cada
maestro en toda la República.
Para el año escolar en curso se elaboraron y distribuyeron 163 millones de ejemplares, 62 millones más
que en 1994.
Un avance muy importante ha sido el de los libros de
texto para educación secundaria. Ya los están recibiendo de manera gratuita 4.7 millones de los alumnos,
el 95 por ciento del total de estudiantes de secundarias públicas.
El gobierno de la República tiene un muy firme
compromiso con el mejoramiento de las condiciones de vida y trabajo de las maestras y los maestros.
Para apoyar al magisterio del país, durante esta
Administración Federal empezamos a establecer los Centros de Maestros. En este año esperamos cumplir
la meta sexenal de llegar a 500 Centros.
Adicionalmente, se ha fortalecido la infraestructura
y los Programas de Actualización y Superación para el Magisterio, y se ha iniciado una profunda reforma
de la educación normal.
El esfuerzo en la cobertura y la calidad de la educación
básica está dando sus primeros frutos. Por lo pronto, comenzamos a contar con evidencias empíricas,
de que los alumnos están adquiriendo y utilizando mejor sus conocimientos, señaladamente en materias
como español y matemáticas, como ya lo señalaba el secretario Limón.
Más y mejor educación preescolar, primaria
y secundaria, significa que más jóvenes quieren seguir avanzando a los ciclos de educación
media superior y superior.
Así, por ejemplo, para el próximo ciclo
escolar se espera atender a casi 3 millones de estudiantes en la educación media superior. Esta cifra representa
un aumento de 26 por ciento, respecto al ciclo 1994-1995.
Compromiso con la educación superior pública
Sabemos que ninguna política educativa estará completa sin la debida atención a la educación
superior.
El gobierno de la República ha mantenido y mantendrá
un firme compromiso con la educación superior pública. Queremos una educación superior pública
de calidad, que responda a las aptitudes y vocaciones de nuestros jóvenes; que esté a la altura de
los requerimientos del desarrollo nacional; que esté comprometida con el libre despliegue de las ideas,
el avance de la ciencia, la aplicación del conocimiento y la difusión de la cultura.
Ya el rector de la Universidad Autónoma de Nuevo
León, el rector Reyes Tamez Guerra, ha formulado ante ustedes una serie de reflexiones de la más
alta pertinencia respecto a los retos que enfrentan las instituciones de educación superior en nuestro país;
reflexiones que yo suscribo plenamente.
Esa es la educación superior que necesita México
y que merecen los mexicanos y las mexicanas.
Por eso el gobierno de la República ha respetado
y seguirá respetando la libertad de cátedra e investigación, y la autonomía universitaria.
Por eso este Gobierno ha sido y seguirá siendo
enteramente respetuoso de las decisiones de los universitarios para mejorar sus instituciones.
Por eso, también, este Gobierno ha procurado multiplicar
las oportunidades de educación superior para los jóvenes de nuestro país.
Hoy la matrícula de educación superior
es cercana a los dos millones de estudiantes, 43 por ciento más que en el ciclo escolar 1994-1995.
Al inicio de esta Administración, en el país
había 120 institutos tecnológicos públicos y siete universidades tecnológicas públicas.
En este sexenio se han creado 41 nuevos institutos tecnológicos y 31 universidades tecnológicas,
a las que esperemos se sumen, antes de diciembre de este año, otras cuatro. Se trata de más de 75
nuevas instituciones públicas de educación superior para los jóvenes mexicanos, muchas de
ellas establecidas en regiones donde había muy pocas o nulas oportunidades para la formación profesional.
Un factor de justicia social
Para que la educación sea efectivamente un
factor de justicia social, un factor de equidad, es indispensable que los niños que viven en condiciones
de pobreza puedan iniciar, seguir y completar bien sus estudios.
Esta es la razón de los apoyos compensatorios
del PROGRESA a las escuelas con mayores rezagos y carencias, y de los esfuerzos que se llevan a cabo en favor de
la educación indígena.
Esta es la razón, asimismo, de los modelos de
educación para la población infantil migrante, de los cursos de posprimaria que imparte el CONAFE
y de los servicios de educación inicial para más de 580 mil niños de comunidades pobres, dispersas
y alejadas.
Para apoyar a estos niños, durante el año
2000 se distribuirán 2.2 millones de becas del PROGRESA y 4.3 millones de paquetes de material didáctico
especial. Al mismo tiempo, 90 mil maestros recibirán cursos de actualización y 36 mil recibirán
incentivos a su desempeño en localidades de difícil acceso.
Durante la actual Administración, la atención
a los niños indígenas en preescolar y primaria bilingüe habrá crecido casi 17 por ciento.
Para ellos, en este año se seguirá impulsando la participación de los padres de familia y
se seguirán elaborando y distribuyendo materiales didácticos, así como libros de texto gratuitos
en más de 40 lenguas indígenas.
El 2000, Año de la lectura
En general, nuestro sistema educativo ha combatido
con buen éxito el analfabetismo, pero no ha conseguido formar suficientes lectores. Los alumnos aprenden
a leer y escribir, pero generalmente no se aficionan a la lectura; esto constituye un desperdicio de recursos y
una muy lamentable desventaja, lo mismo para la población que para el país en su conjunto.
Sabemos que los mexicanos deberíamos ser lectores
más constantes y más capaces, pues la lectura nos ayuda a analizar y discernir, a entender a los
demás, a dar fundamento a nuestras opiniones y propuestas y a enriquecer nuestra visión del mundo.
Por estas razones, el gobierno de la República designó el presente ciclo escolar como Año
de la Lectura, con la intención de promover esta actividad dentro y fuera de la escuela. En los planteles
escolares y las instituciones culturales, y a través de los medios de comunicación, este programa
está dirigido a todos los grupos sociales en todo el país y está abierto a las más
variadas iniciativas.
En este marco, el Programa Rincones de Lectura, hasta
ahora vigente sólo en las primarias, comenzará a extenderse a la educación secundaria. Fuera
de las escuelas se está intensificando la creación de salas y círculos de lectura, se está
dotando a las principales bibliotecas con fondos especiales de novedades editoriales, se están multiplicando
los espacios de lecturas literarias en la radio y en breve se iniciarán actividades de lectura en espacios
públicos en todo el país.
Si todos logramos hacer del año 2000 el Año
de la Lectura, a partir de ahora cada nuevo año será un año más dedicado a la lectura.
Señoras y señores:
De cara al nuevo siglo, frente a la necesidad de ofrecer
a los mexicanos una educación acorde con los retos que nos presenta el mundo de nuestros días, aprovecharemos
por igual las técnicas de educación audiovisual y la informática, de los libros y otros materiales
impresos.
Todos estos medios y los que nos ofrezca el porvenir,
son igualmente necesarios y valiosos, pero no debemos olvidar que todos ellos parten del único recurso que
nunca se podrá desplazar ni sustituir: la vocación de servicio, la entrega, la palabra de nuestras
maestras y nuestros maestros.
Con su palabra, con su dedicación, con su ejemplo,
ellas y ellos transmiten los conocimientos, las actitudes, los valores con los que seguirán formando a nuestros
niños y a nuestros jóvenes como buenos hijos, buenos alumnos, buenos trabajadores y buenos ciudadanos.
Como padres de familia, como maestros o como alumnos,
todos tenemos parte en la tarea educativa, que es la más importante para construir el México que
queremos.
Por eso los convoco una vez más a redoblar nuestro
esfuerzo, a las autoridades estatales y municipales; a las muy respetadas y queridas maestras, a los muy queridos
y respetados maestros, que son la columna vertebral de nuestro sistema educativo; a las madres y a los padres de
familia, que cada día participan con mayor responsabilidad y entusiasmo en la vida de las escuelas.
A las niñas y a los niños, a los jóvenes,
los invito a que aprovechen sus estudios, respeten y quieran a sus maestros, respondan a los esfuerzos de sus papás
y sus mamás, cuiden sus escuelas, sus libros, sus materiales de estudio.
Así, con el trabajo y la voluntad de todos, podremos
superarnos, podremos edificar un México próspero y justo, podremos avanzar unidos y con confianza
a la conquista del porvenir.
*Los subtítulos son de la Redacción
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