9

Asamblea General


En estos cincuenta años hemos avanzado al ritmo de las transformaciones que ha vivido nuestro país y el mundo: Jorge Luis Ibarra Mendívil

En el marco de esta solemne ceremonia, y por tercera ocasión, la Universidad de Sonora es el escenario privilegiado y honroso de un evento de la mayor trascendencia para la educación superior de nuestro país, al ser designada sede de la Décima Segunda Asamblea General Extraordinaria de la ANUIES, dedicada a conmemorar el Cincuentenario de su fundación, ocurrida en esta misma institución el 25 de marzo de 1950.

Texto Integro de su Discurso

En ese momento, nuestra universidad apenas llevaba ocho años de existencia e iniciaba una fecunda y rica vida académica, alentada por el empuje y la visión de sus fundadores y los anhelos y expectativas del pueblo de Sonora, con miras a apuntalar el futuro desarrollo socioeconómico de la entidad y como baluarte para el progreso y ensanchamiento del horizonte cultural y espiritual de la sociedad sonorense.

La fundación de la ANUIES representa un momento crucial para el progreso de la educación superior.

La asociación naciente en aquel año asumía el enorme desafío de aglutinar voluntades en un panorama de esfuerzos incipientes, dispersos y sumamente heterogéneos, para sentar bases firmes sobre las que se fuera constituyendo un ideario, un acervo teórico y metodológico y una agenda de compromisos que permitieran dar sentido y coherencia al desarrollo de las instituciones de educación superior.

Se buscaba que esas mismas bases emanaran de la reflexión y el consenso entre las instituciones afiliadas y el resto de las agencias e instancias involucradas y pusieran atención a las complejas determinaciones del contexto histórico-social para marchar en consonancia con el desarrollo del país y del mundo.

Los efectos y logros de la Asociación han sido evidentes y sin ellos no sería posible entender ni explicar la evolución de la educación superior en su conjunto.

Compartir experiencias nos fortalece

La Universidad de Sonora está orgullosa de haber formado parte de las instituciones fundadoras de la ANUIES y de haber participado en ese esfuerzo conjunto a lo largo de los cincuenta años transcurridos. Compartir las experiencias, abrirse a la reflexión y el debate sobre nuestros problemas comunes y concertar líneas de acción nos ha enriquecido y fortalecido como institución.

Hemos avanzado durante estos cincuenta años al ritmo de las transformaciones que ha vivido nuestro país y el mundo, pero también hemos sido en cierta medida agentes y copartícipes en la definición del sentido y la orientación de los procesos vinculados a nuestro quehacer y nuestra función en la nación y la sociedad.

En este camino la Universidad ha contado con el apoyo y la comprensión del pueblo y del Gobierno del estado de Sonora y del Gobierno Federal. A ellos, a nombre de todas las generaciones que aquí nos hemos formado, incluyendo, estoy seguro, a la del señor gobernador, expreso mi gratitud.

Hemos experimentado en estos años una enorme expansión de la educación superior, pasando por incontables ajustes y reformas, viviendo a veces la sobrepolitización de la vida universitaria y superando conflictos, tensiones y resistencias al cambio, pues las universidades, como centros de reflexión y análisis y como ámbitos privilegiados para la libertad de pensamiento, se constituyen en crisol y caja de resonancia de los conflictos que afectan a la vida social en su conjunto.

Reconociendo que algunas instituciones viven hoy una de sus más severas crisis y que la educación superior en su conjunto vive y vivirá en los próximos años serias redefiniciones, y tomando en consideración tanto las condiciones adversas en que tuvieron que operar, como las inevitables determinaciones del contexto sociopolítico que ejercen presión de modo sensible en la vida universitaria, podemos no obstante dar cuenta de un balance general muy favorable y promisorio para la educación superior en su evolución durante estos cincuenta años.

Ciertamente, hoy contamos con mejores elementos para diagnosticar, evaluar y diseñar nuestros planes de desarrollo en función de los grandes requerimientos de la sociedad y tenemos a la vista una mejor visión y conexión con el panorama nacional y mundial de la educación superior y con la problemática y necesidades de nuestro pueblo, que configuran la agenda nacional para buscar mejores niveles de vida y bienestar. En estos y otros avances significativos ha estado presente la ANUIES, con el gran acierto de reunir voluntades, iniciativas y esfuerzos en lo que nos une e identifica como instituciones de educación superior, pero preservando el margen necesario para que cada institución de acuerdo a sus particularidades y, en su específica relación con su entorno, sea agente de su propio destino histórico y pueda responder con iniciativa y creatividad a los desafíos que enfrenta para el cumplimiento de sus elevados fines.