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	LA UNIVERSIDAD EN EL SISTEMA ESPAÑOL DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA   A raíz de la aprobación de la Ley de Fomento y Coordinación General de la Investigación Científica y Técnica, promulgada el 14 de abril de 1986, la organización del Sistema de Investigación y Desarrollo Español, comenzó a tener mayor auge, después de su inicio hacia los años 80, aunque no fue sino hasta la aparición de la Ley de la Ciencia, que la investigación recibió un verdadero impulso. Cabe agregar que si bien estas disposiciones fueron favorables para la consolidación del Sistema, también jugaron un papel determinante para la creación del sistema, la entrada del país en la Unión Europea y la promulgación de la Ley de la Ciencia.  La promulgación de esta ley permitió que aumentaran considerablemente los recursos públicos destinados a esta actividad, los cuales provenían principalmente de aportaciones estatales, de recursos de las comunidades Autónomas y los retornos europeos.   Esta nueva actitud dio pie para la elaboración del Plan Nacional de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico (PNID), instrumento público de planificación, coordinación y gestión del esfuerzo en esta materia, siendo el más reciente el del periodo 2000-2003. Iniciada esta dinámica, el gobierno español propició la creación de organismos como la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología, responsable de la programación de las actividades de investigación de los organismos dependientes de la Administración del Estado, a través del Plan Nacional de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico"; y el Consejo General de la Ciencia y el Consejo Asesor para la Ciencia y la Tecnología, coordinador de las políticas de investigación y desarrollo y la vinculación de la comunidad científica.  De igual manera, se estableció el Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI) cuyas funciones son: la evaluación del contenido tecnológico y económico-financiero de los proyectos en los que intervienen empresas de contratación con las universidades, organismos públicos de investigación y la promoción de la explotación comercial de las tecnologías desarrolladas por ellas.  Finalmente, en enero de 1998, se creó la oficina de Ciencia y Tecnología (OCYT), como unidad de soporte a la CICYT para la planificación, coordinación y evaluación de las actividades ministeriales y organismos públicos Sistema público de Investigación y Desarrollo  La aprobación, en 1983, de la Ley de Reforma Universitaria (LRU), reconoce a la universidad española como centro docente y de investigación, dejando de esta manera de ser instituciones dedicadas esencialmente a la docencia.  El sistema de investigación de las universidades públicas españolas se caracteriza por un alto porcentaje de investigadores con grado de doctor (más de la mitad de ellos) y la presencia de personal auxiliar de apoyo (una persona por cada 6 investigadores). Las actividades de investigación y desarrollo en las universidades públicas españolas abarcan la totalidad del espectro científico, y cerca del 79% de los investigadores están ubicados en las áreas de las Ciencias Exactas y Naturales, Ingeniería, Tecnología, Ciencias Agrarias y Ciencias Médicas, en las que invierte el 80% de los recursos provenientes de las empresas, mientras que el 77% proveniente de la Unión Europea se orienta a los Programas Marco de la Unión Europea. Por otra parte, los Organismos Públicos de Investigación (OPI), no se orientan a la generación de ciencia y tecnología, y dependen de la administración central. Los OPI son el grupo más importante de los centros públicos no universitarios de investigación, y sus recursos provienen de aportaciones de los presupuestos estatales y de otras fuentes procedentes de entidades públicas y privadas. Sistema privado de investigación y desarrollo.  En España, el principal indicador para cuantificar el nivel de esfuerzo en innovación tecnológica de las empresas ha sido el volumen de gasto interior en materia de investigación, ya que se trata de un dato fácilmente disponible y del cual existen series históricas que permiten analizar su evolución.  De los 305,309 millones de pesetas de financiamiento empresarial, sólo un 5,2% fue destinado a esta actividad, llevada a cabo por las universidades y otro 1.8% a la realizada en otros centros de la administración pública; aún así, el ritmo de aumento de estos recursos es considerable en los últimos años. Infraestructuras de apoyo a la innovación en España  Mecanismos de mediación entre el sistema público de investigación, el sector empresarial y las administraciones públicas: Parques científicos tecnológicos. Difusores y catalizadores del proceso de innovación, especialmente con relación a las pequeñas y medianas empresas (PYMES), en los que la universidad tiene una presencia activa importante Los campus de incubadoras de iniciativas innovadoras y empresariales. Los egresados disponen por breves periodos de la infraestructura física necesaria para verificar su proyecto.