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Universidad Tecnológica de Nezahualcóyotl

Una universidad joven, con un proyecto educativo innovador, enclavado en un contexto social que hasta hace poco tiempo era sinónimo de marginación, la Universidad Tecnológica de Nezahualcóyotl (UTN) representa una nueva senda creada en la década de los años noventa, donde las políticas públicas en la materia buscaron nuevas formas de expresión ante una realidad cambiante que requería de nuevas fórmulas.

El itinerario de la UTN es, al mismo tiempo, el de un nuevo proyecto de educación superior pública enfocado a la articulación de diversas variables, muy específicas, en los ámbitos social y económico principalmente. Es una institución que nació distinta y que, por eso mismo, es preciso analizar para enriquecer con sus experiencias al conjunto de instituciones que componen nuestro sistema de educación superior.

La caída de los mitos

Los años noventa del siglo pasado fueron una década marcada por cambios, que aún hoy, nos resulta difícil precisar. Época de caídas de paradigmas, mitos y utopías, la mayor parte de las naciones del mundo se vieron, de pronto, inmersas en una nueva dinámica en sus relaciones. Esta dinámica obligó a los estados nacionales a replantearse muchas de sus políticas públicas, orientándolas hacia el nuevo paradigma dominante, llamado coloquialmente "neoliberalismo" y, en algunos casos, "globalización". A esta nueva etapa, corresponden valores cuyo significado está sirviendo de guía para enfocar diversas actividades que veíamos ajenas al espacio donde se originaron. Tal es el caso de la calidad, la competitividad, la eficiencia, la equidad, la pertenencia, etcétera. El impacto de estos cambios se manifestó rápidamente en la educación superior.

La nueva universidad tendría que responder al reto planteado por la dinámica económica y para ello, requería de un modelo educativo y curricular acorde con ese objetivo, en especial, con el desarrollo industrial y comercial del país, en general, y de ciertas regiones, en particular. La educación superior, entonces, comenzó a tener un alto componente utilitario para satisfacer demandas del entorno económico y, al mismo tiempo, hacer lo propio con el social al ofrecer educación para un segmento de la población en posibilidades de ampliar sus expectativas de vida.

A través de los proyectos y planes de desarrollo de la década de los noventa, se va perfilando la tendencia hacia un nuevo modelo educativo cuya filosofía estará centrada en conceptos que en esos años aparecían ajenos a la educación pública, como excelencia, competitividad, servicio, por mencionar los más significativos. Tanto los planes federales como los estatales harán hincapié en esa visión matizada por la urgencia de enfrentar el cambio mediante la actualización y adecuación de las normas que guiaban a la educación superior.

Esta situación no era más que el reflejo de la urgencia del cambio que se perfilaba en todos los ámbitos de la vida nacional. El modelo de desarrollo mexicano, cuyo esplendor se dio en lo años sesenta, había llegado a su fin, por lo menos en su aspecto económico y social. Las reformas a las políticas públicas están enmarcadas en esta proyección de un nuevo modelo de desarrollo económico, acorde a las tendencias mundiales del momento. El Plan de Desarrollo del Estado de México 1993-1999, proyección del gobierno para el ámbito local, afirmaba que el nuevo papel de la educación sería una de las palancas del nuevo desarrollo, al apoyar la reconversión de los establecimientos industriales hacia la utilización de nuevas tecnologías y la administración eficiente. Al mismo tiempo, se comprometía a: "Vincular la educación media superior y superior con las necesidades sociales y del aparato productivo de la entidad... así como ... incrementar los niveles de capacitación y productividad con el propósito de dinamizar la economía y mejorar las condiciones de vida de la población".

El modelo tecnológico

La actual visión sobre el papel y objetivos de la educación consideran prioritaria su aplicación a la industria y el comercio, aunque sigue siendo importante la generación y transmisión del conocimiento. Tomando en cuenta la experiencia de otros países sobre un modelo educativo enfocado a la vinculación con la economía, la Secretaría de Educación Pública anunció en 1991 la creación de un nuevo subsistema en su estructura, denominándolo Sistema Nacional de Universidades Tecnológicas. La justificación para ello estaba en el sustento de un modelo pedagógico que permitiera crear una opción de educación superior diferente, al responder al cambio cultural y económico requerido, formando profesionales "con una cultura tecnológica y una orientación para el desarrollo".

El nuevo modelo tecnológico, en su ordenamiento jurídico fue concebido como una serie de instituciones que operan como organismos públicos descentralizados de los gobiernos estatales, cuya finalidad es la de ofrecer educación superior tecnológica de dos años, permitiendo a los egresados incorporarse, en poco tiempo, al sector productivo. Ante este plan nacional, el gobierno del Estado de México, reaccionó, como señalamos anteriormente, enfocando sus políticas de desarrollo, hacia una estrategia global que dedicara sus esfuerzos a la atención de los problemas prioritarios: apoyar el desarrollo económico y estimular el crecimiento social y cultural de su población. La creación de nuevas instituciones educativas, en ese sentido, cumpliría una doble finalidad, pues por un lado, atendería una demanda social siempre presente: el acceso a la educación superior y, por otro, contribuiría al desarrollo económico de acuerdo con la nueva visión nacional.

El lugar de la institución, en este caso, también sería significativo. Ciudad Nezahualcóyotl fue durante décadas identificado con las peores condiciones sociales de desarrollo humano en el país. Dicha población, al inicio de los noventa, se había transformado en el municipio más poblado no solo del Estado de México. Sería la primera institución de su tipo en el estado, así como la primera institución de estudios superiores en dicha población. En un acuerdo entre la SEP y el gobierno del estado, el 7 de septiembre de 1991, el Congreso del Estado de México sancionó el decreto de creación de la Universidad Tecnológica de Nezahualcoyótl.

El modelo educativo

La forma de operación de la nueva institución ilustraba el modelo pedagógico que la caracterizaría, en donde el eje rector del proceso educativo incorpora a los planes de estudio de las carreras una orientación teórico/práctica, general/especializado, vinculación universidad/empresa productiva. Se incorporan en su estructura curricular cuatro áreas de formación básica, tales como: ciencias básicas aplicadas, lenguajes y métodos, tecnologías específicas de cada carrera y humanidades, con el fin de formar recursos humanos aptos para dar respuesta a los requerimientos de innovación que surgen de la economía y la sociedad, a través de una preparación científica, tecnológica y humanística. Un aspecto importante de señalar es que para la UTN este es un proceso diferenciado, entre la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación escolar, entre el saber (conocimientos), el saber hacer (aplicación del saber), el innovar (derivación de la aplicación) y el ser, expresado como síntesis de los elementos anteriores, más los valores humanos que generan una conciencia crítica y social ante su entorno.

La UTN ofrece educación superior tecnológica intensiva en dos años, posteriores al bachillerato y carreras profesionales que responden a las necesidades de las empresas de la región. En este sentido, la participación de los empresarios y egresados, coadyuva a mantener un perfil profesional acorde con las necesidades del mercado laboral. Por cada carrera existe una comisión que congrega a representantes de dichos sectores.

Los cursos en la UTN son caracterizados por su intensidad temporal ya que los estudios de tiempo completo se cursan en seis cuatrimestres de 15 semanas cada uno; durante este periodo, los estudios se concentran en aspectos fundamentales del conocimiento; los estudiantes permanecen alrededor de 45 horas a la semana para atender sus obligaciones académicas, principalmente. La flexibilidad curricular es importante para este tipo de estudios ya que facilita la adaptación del alumno al mundo laboral dado los rápidos cambios en la tecnología; la polivalencia es otra de las características que ayudan a generar la adaptación del egresado a un mundo cambiante.

El inicio de operaciones de se dio el 10 de septiembre de 1991 con cuatro carreras (Administración de empresas, Comercialización, Informática, Procesos y producción) y una población inicial de 218 alumnos que fueron atendidos por 25 profesores. Actualmente, la matricula se eleva a 2971 alumnos y dos carreras más: Tecnología ambiental y Telemática.

Desde su fundación, la UTN ha formado a 20 generaciones de técnicos superiores universitarios, al mismo tiempo, ha ido desarrollando una serie de actividades académicas con su entorno, social y económico, así como de colaboración internacional. En el primer plano, la institución ha publicado el primer atlas mercadológico de Ciudad Nezahualcoyótl, donde se cuenta el quehacer comercial, industrial, económico y demográfico del municipio. Sus egresados, según datos de la propia institución, compiten favorablemente en el mercado laboral contra otros de instituciones públicas y privadas. En el plano internacional, la UTN mantiene convenios académicos con instituciones naciones e internacionales como las universidades de Cambridge (Inglaterra), San Diego (USA), y de Ciencias Aplicadas de Tier (Alemania).

Actualmente, la UTN se enfrenta al reto de su consolidación académica e institucional; sin embargo, el crecimiento sostenido de su matrícula, el impacto social de sus actividades académicas, así como el éxito de sus egresados en el campo laboral, son elementos alentadores para el futuro de la institución. (Martín López A.)








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