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La
Universidad Tecnológica de Tabasco intensifica el intercambio
académico y cultural
En
el marco de los trabajos del proyecto Intercambio Cultural y Educativo
del Consorcio Internacional para el Desarrollo Económico y
Educativo, al cual pertenece la Universidad Tecnológica de
Tabasco, esta institución recibió, en fecha reciente, la
visita de la Misión del Scottsdale Community College de
Phoenix, Arizona.
La misión estuvo
integrada por expertos de las áreas de hotelería y
hospitalidad, de educación y de artes culinarias, quienes
compartieron sus experiencias con profesores, alumnos y funcionarios
de la institución. Cabe señalar que la División
de Turismo, que funge como líder del proyecto, se propuso como
principales objetivos la obtención de material didáctico
para ambas instituciones en materia de hospitalidad y restaurantes; la
transferencia de conocimientos tecnológicos; el intercambio
educativo y cultural de profesores y estudiantes, entre otros
proyectos.
Asimismo, la UTT recibió
la visita de Isao Oshima, experto en Política Industrial de la
Agencia de Cooperación Internacional del Gobierno del Japón
(JICA), quien colabora en el Proyecto para la Creación del
Centro de Investigación Aplicada y Desarrollo Tecnológico
del Estado de Tabasco (CIADET).
A su vez, dos profesores de la
institución realizaron estancias en el Japón, recibiendo
apoyos de la JICA para realizar trabajos relacionados con el CIADET.
La Universidad Tecnológica también atendió la
visita de altos funcionarios del Polk Community College de Florida, la
cual tuvo como objetivo establecer políticas de vinculación
entre ambas instituciones. Los funcionarios visitantes y de la
UTTacordaron abordar a los empresarios en pequeños grupos para
realizar con ellos negociaciones de importación y exportación
de productos tabasqueños.
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La Universidad
de Occidente impulsa el Programa Mochicahui, Nuevas Fronteras
La Universidad de Occidente, en el estado de
Sinaloa, se comprometió, desde su fundación, a atender en
su conservación, estímulo, y protección el caudal
cultural hereditario de su patrimonio étnico. Por ello, creó
en 1982 el Departamento de Etnología, que en 1984 se transformó
en el Instituto de Antropología, y en 1989 en el Instituto de
Investigaciones Antropológicas y Sociales.
Para cumplir con este compromiso, la
Universidad estructuró el Programa Mochicahui, Nuevas Fronteras,
concebido por un grupo de especialistas como una estrategia orientada a
desarrollar una zona "intermedia", tomando en cuenta el
recurso humano, la vocación natural regional, la investigación
y la aplicación de la ciencia.
Este es un proyecto tipo de reanimación
de una comunidad indígena, sustentado en el desarrollo social,
punto en donde la educación moderna juega un papel protagónico
al formar profesionales críticos, innovadores, y creativos para
transformar la realidad.
Cabe resaltar que además este programa
se estructuró como un proyecto educativo; es decir, se consideró
el hecho de que muchos habitantes de las comunidades indígenas
carecen de educación escolar. Por ello, y ante la necesidad de
involucrarlos en el proceso educativo, además de comprometer en
este proceso a la sociedad misma, se diseñó un modelo en
el que, partiendo del ambiente propio de las comunidades, el alumno de
estos grupos indígenas se relaciona con el conocimiento, buscando
aprovechar los recursos que ofrece la Universidad.
El modelo también busca integrar en el
proceso de enseñanza-aprendizaje no sólo al estudiante,
sino también a los familiares, y trabajar en conjunto con un
grupo de apoyo académico.
Se destaca en el proyecto, que una de sus
principales intenciones es lograr que los alumnos de origen indígena
se conviertan en verdaderos Titulares Académicos, en una dinámica
que lleva a que las aulas tradicionales desaparezcan, y en la cual los
profesores se transforman en asesores y/o tutores, mientras que toda la
estructura universitaria pasa a ser facilitadora.
Esta nueva opción, cuya filosofía
es formaser para la vida y para la paz, contó en su primera
generación (1999) con 350 titulares, procedentes del sur de los
estados de Sonora y Sinaloa, que en un 80% pertenecen a los grupos étnicos
yolem'me mayo y yolem'me yaqui. La totalidad de esta matrícula
recibió una beca del 100% que cubrió el importe de la
colegiatura. Además se instaló una residencia estudiantil
universitaria para albergar a 130 de los titulares más
necesitados.
La segunda generación ingresó en
el segundo semestre del año 2000, y estuvo integrada por 330
titulares. Ambas generaciones tendrán la opción de cursar
estudios del nivel 5, lo cual les permitirá lograr las
competencias necesarias para desempeñarse profesionalmente o
bien, optar por continuar sus estudios a nivel licenciatura.
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