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Un
Nuevo Horizonte
Para La Formación Moral:
s.
CLAUDIA
GARCÍA
BENÍTEZ*
ENEP Aragón, UNAM
Resumen
Somos seres axiológicos por definición, tenemos intrínsecamente
esta capacidad en nosotros; valorar y decidir es un privilegio y también
nuestra angustiante condena. Hans Georg Gadamer le llama “un saber
phronético” al conocimiento moral que determina nuestros quehaceres
sociales, no desde un dominio técnico y manipulador que cosifica
al mundo, sino desde la evaluación de un acto específico
en el contexto de una situación dada, y en la que se valora cada
detalle. En los últimos tiempos la educación en valores ha
tenido impulso y gran interés por parte de las escuelas e incluso
por las universidades por la situación que vive el mundo actual,
explicada por algunos como una evidente crisis de valores que hay que enfrentar
de algún modo efectivo, y que debe reorientar las naturales tendencias
axiológicas de los individuos y las sociedades si se desea su
bienestar.
Es en este contexto en el que analizaré el libro Educar la libertad.
Más allá de la educación en valores de Martín
López Calva. La obra se compone de once capítulos y al principio
de cada uno, aparece un ejercicio de apoyo para el profesor y alumnos.
Este ejemplar plasma la inminente preocupación que se vive en el ámbito
educativo. Nos transmite la visión de una sociedad cada vez más
desolada con graves carencias materiales, morales y espirituales, pues,
pareciera que la educación ha perdido el rumbo y no se sabe qué finalidades
debe cumplir y hacia donde orientar sus acciones.
Martín López Calva es arquitecto aunque no ha ejercido de
manera formal. Estudió una maestría en Educación Superior
en la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT), y otra en Humanismo
Universitario en la Iberoamericana de Puebla. Después realizó un
doctorado en Educación también en la UAT y fue becado el último
año de sus estudios para tomar cursos optativos y concluir la tesis
en The Lonergan Institute en el Departamento de Filosofía del Boston
College. Y es allí donde conoce la postura del filósofo canadiense
Bernard Lonergan para desarrollar el libro que estoy analizando. Desde
1988, Martín López Calva es académico de tiempo completo
en la Universidad Iberoamericana de Puebla, y se ha dedicado de lleno al
trabajo en la educación superior.
El libro Educar la libertad, parte del pensamiento que el deseo de vivir
humanamente es la base del mundo de los valores. Tenemos dentro de nosotros
una estructura vital que nos lleva a elegir lo que valoramos.
El problema no es tan sencillo de resolver como
tan sólo el enseñar
y transmitir los valores. Martín López “va más
allá” y se detiene en analizar qué es lo que nos “empuja” a
decidir, la respuesta es sencilla: un profundo anhelo de vivir. Señala
que los seres humanos somos inacabados y que necesitamos “ir construyéndonos”,
lo cual implicará que haya decisiones y cierta necesidad de valoración,
optamos por lo que vale la pena. Así, el proceso de construcción
de la humanidad tiene dos dimensiones: adaptarnos al mundo, y también
contribuir a que éste sea propicio para la realización
del deseo de vivir de todos.
Para el autor la postura de la educación en valores resulta ambigua,
confusa y simplista. Su propuesta consiste en Educar la libertad, y señala
que: “el deseo de vivir es educable y tiene que ser educado si
se quiere que la humanidad y cada ser humano vayan caminando hacia una
adaptación más humana al mundo y del mundo. Esta es la
clave para la educación en valores en la cual nos concentraremos
en este libro (...)”(19).
Quiero detenerme aquí para comentar, que tuve la oportunidad de
contactar al Dr. Martín López con el fin de completar la
presente reseña con algunas de sus apreciaciones. Básicamente
le pregunté ¿por qué cambiar de nombre a la educación
en valores? a lo cual contestó: “Pensé, desde la óptica
lonerganiana, que el asunto no es educar en valores, sino educar la libertad
humana para que sea una libertad cada vez más atenta, inteligente,
razonable y responsable, es decir, más auténticamente humana
y menos caprichosa. Se trata entonces de entender la tendencia al valor
como un dinamismo humano educable y de formar para la toma de decisiones
en un mundo incierto y plural, más que en un modelo valorativo
determinado que hoy no es claro. La perspectiva a la auto apropiación,
presenta un horizonte integral e integrador para la formación
moral de los estudiantes”.
A lo largo de la obra, Martín López muestra su habilidad de escritor
para exponer lo novedoso de la postura. La exposición de su discurso
es sencilla, sin dejar de ser profunda, de ahí su habilidad para asirnos
de capítulo en capítulo “sin dejar caer” el interés,
presentándonos su propuesta que enmarca un nuevo horizonte para la formación
moral desde el aula. Asimismo, hace una dura crítica a la educación
que se vive día a día: “...tal parece que la educación
no educa, al menos no en el sentido más amplio y profundo de la palabra
(...) es más bien un proceso de instrucción en el que se transmiten
contenidos de modo rutinario, un plan de capacitación en el que se enseñan
modos mecánicos de hacer cosas prácticas, un proyecto de adoctrinamiento
en el que se trata de ir imponiendo modos de ver la vida que perpetúen
la manera actual de vivir y de ser en sociedad...” (25). El objetivo
de la educación es educar nuestro ser con y para los demás, y
dejar de lado el egocentrismo.
Las perspectivas metodológicas de la educación
en valores
En el libro se especifican tres enfoques metodológicos desde los que
se enseñan los valores. El autor los retoma del libro de Juan Escamez
La enseñanza de actitudes y valores. A continuación presento
un cuadro con estas tres perspectivas que López Calva expone por separado.
Consideré conveniente hacer los siguientes cuadros para entender y comparar
cómo cada uno de estos enfoques concibe de manera particular qué son
los valores, cuál es el papel de la escuela, la función del maestro,
las estrategias y herramientas didácticas, así como las limitaciones
de cada perspectiva para “enseñar los valores” (31-47).
GRÁFICA EDUCACIÓN EN VALORES
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Educación en valores |
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Visión neoconservadora
Inculca los valores socialmente aceptados por la tradición Transmite
particularmente los valores occidentales |
Clarificación de valores
Surge de la heterogeneidad de los valores entre sujetos y culruras. Tiene como base el respeto a la pluralidad y diferencias entre seres humanos |
Visión del razonamineto moral
Se basa en el enfrentamiento de situaciones complejas en donde
se realiza un juicio moral, se asumen posturas y se toma
una decisión |
La estructura dinámica de la experiencia humana
Una vez evidenciadas los alcances y limitaciones de estas tres perspectivas,
ahora nos adentraremos a analizar por qué es necesario ir “más
allá de la educación en valores”. El deseo de vivir
provoca que seamos sujetos en continua construcción y que seamos
seres valorativos que toman decisiones. Para ello, López Calva
retoma de Bernard Lonergan, el pensamiento de que la experiencia humana
no es caótica sino que posee una estructura dinámica, la
cual tiene cuatro niveles de operaciones (el empírico, la inteligencia,
la razón, la libertad). Cabe señalar que esta estructura
es compleja, es un proceso de auto apropiación de uno mismo, es
una búsqueda de autenticidad, pero se puede obstaculizar por deformaciones
físicas o neurológicas que obstruyen la reflexión,
la inteligencia y la deliberación. Asimismo, esta estructura dinámica
tiene modalidades de operación que Lonergan ha llamado patrones
de experiencia, los cuales son:
Patrón biológico, es la relación de las secuencias
de sensaciones, recuerdos, imágenes, emociones, y movimientos
corporales, responde a estímulos del medio, los sentidos son los
canales hacia el exterior.
GRAFICA UN NUEVO HORIZONTE
Enfoque metodológico para educar valores |
Neoconservadurismo |
Clasificación de valores |
Teoría del desarrollo del juicio moral |
Los valores son... |
- Objetivos
-Transculturales
-Transhistóricos -Universales |
-Subjeivos (se comparten a través del diálogo y el consenso)
-No pueden aplicarse a todas las culturas, son cambiantes -Son el resultado del momento histórico de una persona o comunidad. -Se construyen y comparten de acuerdo a los parámetros de buen comportamiento. |
Más que definir qué son los valores, este enfoque presenta una
visión dualista |
Los valores se adquieren a través de... |
Formular y definir los valores universales que se desean inculcar
a través del proceso educativo. El asunto de los valores no estaría
a discusión, ni son democráticos. |
Que cada individuo dentro de su cultura tome conciencia de los
valores propios, explicitándodolos, relexionando y viviéndolos por
desición propia. |
No enseñandolos o promoviéndolos sino que los estudiantes enfrenten
la vida para saber cómo actuar en determinadas situaciones y respondan
a dilemas, dando razones válidas sobre sus posturas, desiciones y
asumiendo consecuencias. |
Función de la escuela |
La tarea estará a cargo de los directivos y profesores que analizarán
y plantearán la manera sistemática para inculcar los valores en el
aula. |
Facilitará los espacios para que los alumnos clarifiquen sus propios
valores. |
Facilita los procesos por los cuales cada sujeto sea capaz de desarrollar
su razonamineto moral, así como su capacidad de formar y asumir juicios
morales cada vez más autónomos. |
Papel del docente |
Es el instructor de valores, pues enseñara e inculcara valor que
se ha planteado. |
Es el facilitador de procesos de clarificación valorativa, individual
y grupal en el aula. |
Es el moderador y guía en el proceso de reflexión y razonamiento. |
Estrategias |
El testimonio del profesor será importante para la enseñanza de
los valores sea efectiva, asi trata que el estudiante lo comprenda
y se convenza de que es importante aceptarlo y vivirlo. |
Mediante la autorreflexión cada alumno descubre, explica, analiza
valores asume y cuáles rechaza. A través del diálogo, el estudiante
interactúa con otras formas de valorar distinta a la suya y llega
a sus propias conclusiones. |
A través del dilema moral presenta la situación y después plantea
algunas preguntas relevantes que susciten la reflexión personal y
el diálogo grupal. Los alumnos enfrentan situaciones complejas y
muy ceranasa la vida real y que implican razonamineto moral para
asumir una postura y tomar una decisión. |
Repesentantes teóricos |
Mardones, Rokeach |
Raths y Simon |
Kohlberg |
Limitaciones |
Los valores no se pueden inculcar tal y como se enseña una clase
de matemáticas. Es una instrucción de tipo conceptualista que no
garantiza una formación moral de los alumnos. Se visualiza la formaión
moral como un asunto de aprendizaje de valores aislados entre si
y como una oposición de un valor contra un antivalor. Existe el peligro
de caer en el maniqueísmo. |
Si esta perspectiva se lleva al extremo tiene un serio riesgo de
caer en el relativismo, pues "absolutizar" la dimensión subjetiva
llevaría a "aceptar" cualquier conjunto de valores válidos. El exceso
de libertad y pluralidad y la falta de criterios más objetivos llevan
a afirmar que "cada quien tiene sus valores" y no importa lo que
se elija, pues se está convencido de que es valioso y humanamente
constructivo. |
El acento recial y lógico es una de las principales limitaciones
de este enfoque, pus se debe trabajar con cuidado para no descuidar
los elementos afectivos centrales de la vida de todo estudiante,
en especial en la infancia y adolescencia. |
Patrón estético corresponde a la liberación del
goce espontáneo para disfrutar la vida y se vincula con la creatividad.
Patrón intelectual nos impulsa a buscar el conocimiento que nos
rodea, con el ejercicio implícito de conocer y preguntar.
Patrón dinámico, tiene que ver con la construcción
del propio drama y nuestra contribución en el escenario de la
humanidad. López Calva dice: “El patrón dramático
constituye el horizonte del sujeto que enmarca sus intereses y aspiraciones
y da sentido a su desarrollo biológico, estético o intelectual.
Este patrón es dinamizado por el irrestricto deseo de elegir bien(...)” (65).
En suma el proceso de la toma de decisiones pasa por todos los niveles
y ahora surge la pregunta ¿cómo realizar a plenitud el
deseo de vivir humanamente?
Un nuevo horizonte: educar la libertad
Primeramente, la educación de la libertad partirá de un
ejercicio serio de introspección, el cual consiste en reconocer
que las decisiones son actos de libertad, evitando el capricho o conceptualismo. “No
se habla pues de una libertad absoluta, sino de la libertad humana, no
de una indeterminación, sino de la posibilidad, más o menos
probable según el caso de la autodeterminación. Por ello
se trata de una libertad educable” (75).
Para educar la libertad se apela a la conciencia y a nuestra capacidad
de deliberar, valorar y decidir. De las categorías arriba mencionadas
se hace un entramado de conceptos que nos transmite que educar la libertad
es algo complejo de entender . Sin embargo, la decisión responde
a un deseo espontáneo del nivel empírico. López
Calva dice que es necesario distinguir los sentimientos como tendencias
no intencionales y como expresiones intencionales, pues las primeras
influyen más para acelerar o bloquear el flujo, y las respuestas
premeditadas, actúan como facilitadoras de la toma de decisiones. “Educar
la libertad debe ser un proceso orientado a que cada educando desarrolle
la capacidad de distinguir, diferenciar y enriquecer el entramado de
sus afectos, mediante el descubrimiento y la aceptación de sus
tendencias no intencionales, para hacerlas más ricas apropiando
sus sentimientos intencionales, para ser cada vez más capaces
de decidir sobre el sentido de su propia existencia, pasando de la educación
del deber a la educación del querer” (91).
Como se dijo antes, busqué la ocasión para dialogar más
particularmente con Martín López acerca de algunas inquietudes
que surgieron a lo largo de la lectura, pues no deja de ser atractivo
conocer de este autor cómo se llevaría a cabo su propuesta
axiológica en la universidad, a lo que él contestó:
-Puede pensarse que en la universidad ya no se educa en lo moral. Sin
embargo, la prolongación de la adolescencia de la que hablan Labaké y
otros autores, parece decir que los universitarios de hoy aún
son educables en esa dimensión. Por otra parte, la vida universitaria
es un proceso importante en el que los estudiantes van formando una posición
ante la sociedad, una visión de su profesión y del papel
social de ésta, una postura política, etc. y todo esto
implica formación moral o ética. Me parece además,
que la crisis del cambio de época que estamos viviendo hace que
la cuestión ética sea un asunto importantísimo en
la educación universitaria si queremos lograr otro tipo de profesionistas
que contribuyan al cambio social hacia la justicia y la humanización
y la paz en un momento de globalización económica muy excluyente,
de incertidumbre, de guerra, de intolerancia. La educación universitaria
hoy tiene que ver, como dijo Touraine, con el conocimiento puro (que
no es neutral axiológicamente), el conocimiento aplicado (que
siempre tiene consecuencias éticas) y el conocimiento implicado
(que contempla plenamente esta formación moral). Sin embargo,
esta formación moral debe ‘estar a la altura de nuestros
tiempos’ y entonces tiene que ser formación para moverse
en un mundo plural e incierto, y no en valores fijos”.
En el mismo contexto, le pregunté lo siguiente: ¿Crees
que sea viable impulsar este proyecto en la educación superior?
-“Creo que es un cambio viable aunque difícil y lento porque
implica un cambio en la cultura universitaria y un cambio en las estructuras
organizativas de la universidad además del cambio de las personas.
Allí está la clave para el cómo lo promovería:
Diseñando programas que incidan en el cambio de los actores universitarios,
principalmente de los profesores entendidos como educadores, es decir,
una inversión fuerte y apuesta por la formación docente,
pero con una perspectiva distinta más acorde a esta visión
dinámica y desde el sujeto más que en teorías, metodologías
o conceptos. Impulsar los cambios que contribuyan en la reestructuración
o reinvención progresiva de la universidad como institución
social, en la formación de directivos, en el cambio estructural,
etc. y por último, diseñando programas que trataran de
influir progresiva y gradualmente en un cambio en la cultura universitaria
(en los significados y valoraciones que determinan los modos concretos
de vida en la universidad). Son cambios lentos, pero viables a partir
de minorías convencidas de este enfoque y que vayan tratando de
construir significados comunes”.
De nuevo, López Calva señala en su obra que los valores
son modos concretos de relacionarnos con los bienes, los cuales contribuyen
a construir “el drama de la humanidad”. El deseo de vivir
se encuentra no en los objetos, ni en la realidad sino en la relación
del sujeto con los bienes, entendiendo por bien al “sujeto en permanente
búsqueda de desarrollo” que afectará de una u otra
manera a la colectividad en su proceso de decisión en la que se
participa “...con honestidad y humildad porque nadie tiene el bien
absoluto en sus manos y nadie puede ser ejemplo de perfección” (102).
El autor finaliza su obra mencionando a los docentes que no hay recetas
o técnicas específicas en su propuesta. “Educar la
libertad...tiene que ser educar sobre el pantano para limpiar ese fangal
y descubrir que en él hay cosas valiosas y que en uno mismo hay
elementos que pueden ensuciarlo más. La docencia que persigue
educar la libertad es la que prepara para vivir en el pantano, porque
esa ciénaga sobre la que pretende hacer que volemos no nos es
ajena ni podemos evadirla y tampoco es solamente un pantano sucio y resbaloso.
Hasta sumergirse en él con la esperanza inteligente para descubrir
sus transparencias de manantial misterioso, imperfecto y desafiante,
hecho del material de nuestras aberraciones, pero también de nuestros
más profundos sueños ...” (pp.119-120).
se aceptan colaboraciones
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