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PROLOGO
El presente trabajo intenta mostrar la vinculación e importancia que para el desarrollo tienen la educación
universitaria y la investigación científica y tecnológica.
En forma breve, se pasa revista a las principales teorías que han tratado de explicar y, en su momento,
conducir el proceso de desarrollo, examinándose las consecuencias de dichas teorías en el campo particular
de la universidad y la investigación en América Latina.
La teoría de la dependencia es considerada como el marco teórico adecuado para abordar el tema
enunciado. Dos preguntas están presentes en el transcurso del trabajo: a) ¿es posible la existencia
de universidades desarrolladas en países subdesarrollados o dependientes?; b) ¿es posible (y cómo)
sacar a América Latina del atraso científico y tecnológico en que se encuentra? La primera
pregunta lleva a tratar temas como: función social de la educación en la universidad en países
dependientes, papel social de la universidad, caminos para que esta última se ligue al desarrollo nacional.
La segunda, por su vez, permite abordar: la investigación en América Latina y sus deficiencias, tecnología
y su papel, fenómenos sociales como la llamada "fuga de cerebros". Finalmente se intentan esbozar
algunas soluciones para los problemas antes contemplados.
PARTE I: Marco teórico
1. ENFOQUES MAS RECIENTES EN TORNO AL DESARROLLO DE AMÉRICA LATINA
Estudiar a la universidad en América Latina significa en buena parte estudiar a la propia sociedad latinoamericana
a través de una de las instituciones representativas de su superestructura cultural. Los procesos y fenómenos
típicos de las universidades vienen a encuadrarse por tanto en los fenómenos y procesos más
amplios relativos al desarrollo de la sociedad latinoamericana.
De esta forma es menester exponer, brevemente, las principales teorías que intentan explicar el desarrollo
de América Latina para luego proceder al estudio de la propia universidad.
En los últimos quince años surgieron diversas corrientes doctrinarias que abordando la problemática
de América Latina, intentaron ofrecer una explicación al desarrollo de esta sociedad, sirviendo muchas
de esas ideas para la implementación de políticas concretas en la región. Tales corrientes
pueden dividirse en tres grupos: concepción linear, dualismo estructural y teoría de la dependencia.(1*)
(*) Al final de este trabajo se presentan las notas y referencias bibliográficas.
(N. de la R.)
1.1 Concepción linear o de modernización
Según esta concepción, el subdesarrollo no es más que una fase en el camino del desarrollo,
fase que todos los países pueden y deben alcanzar.
El camino del desarrollo es básicamente el mismo, y los países más atrasados deben repetir
los pasos de los más desarrollados haciéndose a su semejanza. Dentro de esta concepción las
ideas más representativas son las de Walt W. Rostow. En su libro Las etapas del crecimiento (2) expresa
cómo es posible seguir el camino del desarrollo a través de cinco etapas o estadios. Los países
de América Latina, ubicados en la segunda o tercera etapa, precisan transformar sus sociedades a partir
de la modernización de técnicas de producción.(3)
La importancia de las ideas rostownianas reside en que fueron adoptadas como parte de la filosofía política
de los gobiernos de Kennedy y Johnson, generando proyectos tan importantes como el de la"Alianza para el Progreso"
que, para los efectos del desarrollo de América Latina, sirvió para probar la falacia y alejamiento
de la realidad de esta teoría. Además, es patente que Rostow, al abordar la modernización
de las sociedades, elude el problema social y político ahí implicado y lo reduce a un problema cultural
y tecnológico, presuponiendo que las diversas clases sociales tendrían siempre intereses convergentes.
1.2 Dualismo estructural
La posición más típica dentro de esta corriente, y la que goza de mayor influencia, es
la de la CEPAL.(4)
Según la concepción cepalina, el subdesarrollo es una situación particular, cualitativamente
diferente; no una diferencia de grado, de renta per cápita, ni tampoco una etapa dentro de un camino linear
para el desarrollo. Trátase, pues, de una diferencia estructural.
La economía de los países subdesarrollados es una economía dual. Por un lado, existe un
sector de elevada productividad orientado hacia el exterior, dotado de dinamismo; a él corresponde la producción
de bienes primarios para la exportación. Por otro lado tenemos un sector "primitivo" de baja productividad
o de subsistencia.
El anterior cuadro integra lo que se ha dado en llamar modelo primario-exportador. Dentro de ese modelo va a
surgir la industrialización, orientada, igualmente, hacia el exterior. Como el sector industrial tiene una
elevada productividad, esto va a significar, asimismo, un desarrollo hacia adentro, el cual deberá estimular
el desarrollo del capitalismo en sectores tradicionalmente de baja productividad, como el agrícola. De esta
forma resulta congruente que, al lado de la industrialización, la CEPAL proponga la reforma agraria para
complementar la modernización.
El auge de las tesis cepalinas se logró, precisamente, dentro de lo que se llamó "periodo
de substitución de importaciones". La gran burguesía industrial de los países de América
Latina será la clase que, asumiendo una postura nacionalista, dirigirá los esfuerzos para el desarrollo
nacional.
1.3 Hacia un nuevo enfoque
La concepción linear recibió muchas críticas. La más fuerte de ellas fue la histórica,
manifestada por el destino y fracaso de la ALPRO, organismo que sintetizaba las tesis rostownianas.
A su vez la posición dualista fue sometida a una doble crítica, doctrinaria e histórica:
no existe salida al subdesarrollo dentro del capitalismo y, en los países en los cuales prosperó
al "desarrollismo", bien pronto quedó evidenciado que la existencia de una gran burguesía
nacionalista era poco más que ilusoria, ya que los intereses de esa clase no eran distintos de los de las
clases dominantes en los países metropolitanos.
La dependencia aparece como una nueva alternativa para explicar el desarrollo de América Latina. De acuerdo
con ella y según Gunder Frank "es el capitalismo mundial y nacional el que produce y continúa
a engendrar el subdesarrollo". La existencia de países desarrollados y subdesarrollados debe abordarse
como constituyente de dos fases de un mismo proceso; esto es, el proceso de desarrollo capitalista. Considerando
la dependencia como el cuadro teórico específico para el presente trabajo, a continuación
hacemos un desarrollo más completo y pormenorizado de este particular enfoque.
2. TEORIA DE LA DEPENDENCIA
Diversos autores,(5) en los últimos diez años, han utilizado en sus trabajos el concepto
de dependencia, no como una categoría formal más en el análisis del desarrollo de América
Latina, sino como una categoría de análisis surgida de un proceso histórico concreto y como
respuesta a la necesidad de explicar su desarrollo.
Esta categoría, como ha explicado Vasconi,(6) se incorpora así a un cuerpo teórico
que intenta lograr una explicación comprensiva del desarrollo capitalista, tal como éste se expresa
en las áreas subdesarrolladas y periféricas que existen dentro del sistema capitalista internacional.
2.1 El sentido de la dependencia
De acuerdo a la teoría de la dependencia, y en atención a las circunstancias de América
Latina, el capitalismo viene a ser la causa externa a la cual pueden (y deben) imputarse de modo directo las características
asumidas por las estructuras económicas-sociales de la región.(7) Sin embargo, este capitalismo
implantado por la vía de la dominación va a tener un destino distinto al del país metropolitano:
pasará a formar parte del sistema capitalista mundial, sólo que con funciones de subordinación
y con calidad de dependiente. Una de las principales razones para explicar dicho proceso la encontramos en la siguiente
explicación:
"si la expansión capitalista incorporó a este sistema a las áreas periféricas,
convirtiéndolos por ello en capitalistas, en estas áreas no van a reproducirse los procesos que se
registraron históricamente en las naciones centrales o dominantes, sino que se asistirá al surgimiento
de un modo de producción singular, un Modo de Producción Capitalista Dependiente..., éste
se hallará sujeto a las leyes generales de todo el sistema capitalista pero adquirirá caracteres
específicos al funcionar dentro de las limitaciones impuestas por la condición general que constituye
la dependencia".(8)
La actual América Latina tiene sus raíces en los procesos de conquista y colonización de
los siglos XVI y XVII. Los diversos modos de producción y formas culturales prehispánicas desaparecieron
o fueron asimilados en el régimen de dominación colonial. Por tal razón, Vasconi afirma que
"para el caso de América Latina, la dependencia aparece como elemento constitutivo de sus sociedades
nacionales".(9)
Coincidente con lo anterior, indica Ianni: "Las naciones de América Latina son histórica
y constitutivamente dependientes. . . fueron creadas como colonias por las metrópolis europeas surgidas
con la expansión del mercantilismo." (10) De este modo, durante cuatro siglos, esos lazos han
sido una constante en el proceso de desarrollo de las sociedades nacionales de América Latina, habiendo
cambiado, no obstante, la personalidad de los beneficiarios de dichos lazos.
Un intento de conceptuación de la dependencia lleva a proponer que ésta expresa el modo de relacionamiento
entre las diferentes partes componentes del sistema capitalista con el centro dominante de ese sistema.(11)
Lo cual permite afirmar que, tratándose de América Latina y el sistema capitalista mundial, más
que hablar de relaciones de nación a nación o región a región, es pertinente hablar
de un sistema compuesto por unidades independientes, involucrando en esta interdependencia la presencia de relaciones
de dominación-subordinación.(12) Ese conjunto de relaciones dominación-subordinación
califica plenamente el tipo de relación entre países desarrollados y subdesarrollados.
3. DEPENDENCIA: ESTRUCTURA Y SUPERESTRUCTURA
Los trabajos sobre la dependencia en América Latina han sido sumamente importantes para analizar procesos
como los de formación del poder político nacional, desarrollo de la industrialización, estructura
de clases sociales, etc. Sin embargo, parece haber un vacío por lo que se refiere al análisis de
los procesos educacionales, los cuales se encuadrarían dentro del estudio de la superestructura de las sociedades
de la región.
Autores como Vasconi(13) y Silva Michelena (14) han insistido en aplicar las nociones de la teoría
de la dependencia al estudio de las instituciones educacionales -de nivel superior, principalmente- de América
Latina. Sin embargo, como acertadamente indica Latapí,(15) dichos esfuerzos han quedado incompletos,
pues, o han jugado el papel de marcos explicativos sin penetrar en los procesos de carácter sociológico
de las universidades, como es el caso de Vasconi; o han descendido al diseño de modelos académicos
muy bien fundados, quedando inexplorada la parte relativa a la interacción con los procesos sociales.
Señalada la dificultad, nos contentaremos con precisar varios conceptos considerados importantes para
un estudio de la universidad en América Latina. Ellos son: modo de producción, formación social
empírica, infraestructura, superestructura e ideología.
Consideremos el concepto de modo de producción como "una totalidad compuesta por una infraestructura
y una superestructura, cuyas leyes de funcionamiento permiten explicar básicamente las características
que asumen las formaciones sociales empíricas".(16)
De acuerdo con esto, los diversos países o sociedades nacionales de América Latina integrarían
formaciones sociales empíricas con características propias e individuales provenientes, precisamente,
de un modo de producción capitalista dependiente (MPCD).
Sobre la infraestructura (que está compuesta por las fuerzas productivas o las relaciones técnicas
y sociales de la producción) se levanta una superestructura, dentro de la cual aún es posible distinguir
algunas dimensiones específicas: lo jurídico-político-institucional, por un lado, y lo ideológico
por otro. La función de la superestructura, en un determinado modo de producción, es permitir la
reproducción constante de aquél, sea mediante la coacción (estado y otras instituciones),
sea a través del cumplimiento espontáneo de las funciones a que se requieren de los miembros de una
sociedad, mediante la internalización de ideologías específicas.
Siguiendo a Althusser, la ideología es "un sistema (que posee su lógica y rigor propios)
de representaciones (imágenes, mitos, ideas y conceptos, según los casos), dotado de una existencia
y de un papel histórico en el seno de una sociedad dada".(17)
Ese sistema de representaciones, al darse dentro de un modo capitalista de producción, que presupone
la división de la sociedad en clases, tiende a llenar dos funciones básicas: a) asegurar la dominación
de una clase sobre las otras, y b) asegurar la explotación económica, razón de ser de dicho
modo de producción.
Cuando estas funciones de la ideología las traspasamos a un MPCD, al mundo de nuestras sociedades nacionales
o países dependientes, la ideología alcanza funciones bien concretas, congruentes con la situación
específica:
- funda una superestructura que legitima la relación de la clase dominante local con el "centro dominante
internacional".
- Luego, en el orden interno, esta misma clase social legitima su propia posición de dominio al operar
como instrumento de dominación con relación a las clases y a los grupos subordinados.
4. UNIVERSIDAD Y DEPENDENCIA
Cada una de las corrientes mencionadas (concepción linear dualismo estructural, teoría de la dependencia)
independientemente de su posición frente al desarrollo de América Latina, deriva consecuencias para
el "desarrollo cultural" o superestuctural en el cual encontramos a la educación y específicamente
a la universidad.
Para la concepción linear, en tanto el problema social es de "modernización", las universidades
van a cumplir con su parcela particular difundiendo técnicas modernas. Sin embargo, esta posición
es acremente criticada:
"nada puede parecer más obvio que recurrir a las más modernas conquistas de las ciencias
y de las técnicas para salir del atraso. . . Si como muchos creen, el subdesarrollo fuera una etapa en el
camino del desarrollo, la cosa sería clara; sería preciso concentrar el esfuerzo de todos los recursos
que pudiéramos disponer para abreviar el camino del progreso... pero lamentablemente el problema es mucho
más complejo. En primer lugar, el subdesarrollo es la contrapartida del desarrollo; además, hay países
pobres en razón de que hay otros países ricos y viceversa".(18)
Para el dualismo estructural, la universidad sería una entidad más, luchando por el crecimiento
de la economía "hacia adentro". Además, la universidad podría colaborar en varias
de las reformas sociales necesarias, como la agraria. Sin embargo, la antigua objeción aquí mencionada
subsiste: el identificar a la clase promotora de reformas sociales con la gran burguesía industrial nacionalista
sólo hace repetir una falacia ya que esta clase nunca ha existido históricamente en contradicción
con las clases dominantes de los países metropolitanos.(19)
De ahí mismo el escaso poder de la universidad para que, aun deseándolo, pueda influir sistemática
y planeadamente en el desarrollo de los países.
Finalmente, la teoría de la dependencia trae para el estudio de la universidad y el desarrollo varias
consecuencias:
1° EL examen de la universidad debe considerar a la dependencia como una categoría básica
de análisis, sin la cual es imposible ubicar sociológicamente el estudio de la universidad y el desarrollo.
2° El estudio de la universidad se hace, o debe hacerse, dentro de la especificidad que resulta ser
el MPCD, del cual participan los países de América Latina.
3° La dependencia no es sólo un elemento constitutivo para las sociedades sino también
para las instituciones educacionales (y, particularmente, la universidad) de América Latina.
Dentro de la teoría de la dependencia, y de acuerdo a las ideas ya enunciadas, creemos que sólo
tiene sentido hablar de universidad cuando los productos de ella (profesionales, producción científica,
servicios) están tratando de romper el MPCD; o bien, intentan la posibilidad misma de crear una capacidad
científica autónoma al servicio de las necesidades de la sociedad donde actúa esa universidad.(20)
PARTE II: La universidad en América Latina
5. DISPARIDAD Y ASINCRONIA
El conjunto de situaciones derivadas del MPCD lleva al análisis de la educación, concretamente
de la universidad y del medio social en el cual surge ésta. La relación sociedad-universidad estudiada
en los moldes estrictos del MPCD peculiar de nuestros países permite, asimismo, observar que esa relación
está definida por las notas de disparidad y ASINCRONIA. Trataremos de explicarlas.
La disparidad, interpretando a Coombs,(21) es una distorsión entre los sistemas educativos y su
medio ambiente, es el factor principal generador de crisis educacionales. La universidad de América Latina
tiene esa nota de disparidad en virtud de las siguientes características:
- Fuerte incremento de las aspiraciones populares en materia educativa. Muñoz (22) se refiere a
estas aspiraciones y afirma que son "crecientes", debido al particular rol que en los países subdesarrollados
juega la educación: se reduce a un "valor simbólico", en razón de que:
- opera como un símbolo de estatus, diferenciando socialmente a los individuos
- es un artículo de consumo de viejas élites
- proporciona un saber de tipo "cultura general"
- no se liga al trabajo o a las actividades económicas puesto que desconoce o no toma en cuenta la realidad
económica y ocupacional
- es pues, ante todo, un artículo de consumo.
- Aguda escasez de recursos. Esta impide a las universidades responder eficazmente a las nuevas demandas.
- Inercia inherente a la propia universidad. Origina una adaptación muy lenta de su régimen interno
a las nuevas necesidades externas.
- Inercia de la sociedad misma. El comportamiento tradicional, costumbres, patrones de empleo, estructura institucional,
etc., que no ha permitido utilizar óptimamente la educación y el poder que la misma proporciona para
incrementar el desarrollo nacional.
La asincronía institucional ha sido definida de la siguiente manera: "las diferentes instituciones
y grupos de instituciones experimentan los cambios inherentes al desarrollo económico (cualquiera que sea)
con diferente velocidad, de suerte que llegan a coexistir instituciones propias de distintas fases o etapas"
(23)
De acuerdo con dicho concepto la ASINCRONIA viene a reforzar la razón iii) para caracterizar la disparidad.
Se refiere al caso de la universidad que ha quedado desfasada frente a los requerimientos y necesidades de la sociedad
en la cual se encuentra. Esta situación no es privativa de la universidad sino que se extiende a los diversos
niveles educacionales, puesto que: "El sistema educativo de América Latina va muy a la zaga de los
progresos económicos y los cambios sociales."(24)
6. ¿ES POSIBLE LA UNIVERSIDAD DESARROLLADA?
Recapitulando varias de las ideas anteriores, podríamos afirmar lo siguiente: El MPCD configura un tipo
de educación (universidad y sus productos) a través de las instituciones y de la ideología.
Esta educación se define por dos notas características en las cuales disparidad y ASINCRONIA vienen
a ser, como ya se vio, elementos típicos para caracterizar a la universidad en América Latina. De
ellos, a su vez, se desprende un conjunto de características específicas que permiten definir el
modelo actual de universidad latinoamericana.
Tomando en cuenta todo lo anterior, nos replanteamos y hacemos nuestro un antiguo interrogante formulado sobre
la universidad latinoamericana: ¿Es posible que haya universidades desarrolladas en los países subdesarrollados?
(25)
Antes de intentar responder a lo anterior, interesa saber: ¿cuál ha sido y/o cuál es el
papel que juegan las universidades dentro del desarrollo nacional y regional?
7. PAPEL SOCIAL DE LA UNIVERSIDAD
Dentro del MPCD nuestros países se han orientado predominantemente, en relación al desarrollo,
por la concepción linear o el dualismo estructural. La educación, consecuentemente, ha jugado un
papel acorde con dichas opciones; así, las universidades desempeñan un papel conservador en la sociedad.
Como observa Yopo:
"la función que cumplen es la de socializar a las nuevas generaciones en las formas tradicionales
de pensar y de actuar. Los valores que transmiten son, o tienden a ser, aquellos que sirven como base de legitimidad
a una sociedad capitalista estratificada, dividida en clases antagónicas y controlada por minorías
que monopolizan el poder cultural, económico, institucional, político y social".(26)
Del mismo modo, la universidad tiende a reproducir las condiciones del medio social en que está enclavada.
Surgida de un medio en el cual se postula la "democratización" e igualdad de oportunidades, produce
resultados que o bien "perpetúan la desigualdad" (27) o concentran los beneficios en un
solo sector de la población, como se ha mostrado en el caso de México.(28)
De esta forma, puede llegar a parecer imposible la existencia de una universidad desarrollada en un país
subdesarrollado, sobre todo cuando, como indica Ribeiro,(29) las universidades están sometidas a
un doble desafío: por un lado, alcanzar la más alta calificación científica-técnica
de sus cuadros; por otro, lograr la mayor eficacia en el cumplimiento de los requisitos sociales de formación
del mayor número y más amplia variedad de profesionales de nivel superior.
8. UNIVERSIDAD Y DESARROLLO EN PAISES DEPENDIENTES
Podemos concebir el desarrollo como un proceso de cambio social; esto es, un proceso deliberado que persigue
como finalidad última la igualación de las oportunidades sociales, políticas y económicas
tanto en el plano nacional como en relación con sociedades con patrones más elevados en bienestar
material.(30)
La universidad que va a actuar en ese proceso de cambio social debe ser una universidad esencialmente diferente
a la de los países desarrollados. Hasta ahora la universidad ha seguido los moldes de disfuncionalidad que
caracteriza a la educación de los países desarrollados. ¿Cuáles son ellos? Para observarlos,
debemos analizar primero el papel que juega la educación en los países desarrollados para luego remitir
ese análisis a nuestros países.
En los países industrializados (31) la educación ocupa un lugar central: responde a las
necesidades y demandas del sector económico, suministrando mano de obra especializada, cuadros profesionales
y técnicos idóneos. Esto se explica sobre la base de que la sociedad industrializada se orienta sobre
la tecnología industrial moderna, basada en la utilización de determinadas materias primas y fuentes
de energía, alta división del trabajo, alta calificación educacional y técnica y una
renovación constante de los equipos y métodos de producción. Dentro de ello, el sector educacional
asume los siguientes caracteres y funciones:
- Opera como un vasto campo de entrenamiento y reclutamiento de mano de obra especializada y de cuadros técnicos
y profesionales.
- Se constituye en un centro de innovación e investigación científica, necesario para el
mantenimiento del sector económico.
- Difunde el conocimiento elemental hasta las capas más bajas a fin de aumentar la productividad de estos
sectores.
- En cuanto al contenido, se trata de una educación con énfasis en las funciones de tipo cognitivo
que difunde conocimientos adecuados para el desempeño de roles ocupacionales con algún grado de especificidad.
En los países subdesarrollados o dependientes, la educación juega un papel diferente.(32)
Se aísla del sector ocupacional constituyendo un orden institucional autónomo. Con frecuencia sus
contenidos son importados sin las modificaciones correspondientes al nuevo orden social. Esa educación se
constituye en un campo de adquisición de símbolos de prestigio y un canal de movilidad social por
sí mismo, constituyéndose en instrumento político social de la clase media emergente. La educación,
en suma, tal y como se dijo anteriormente, alcanza un "valor simbólico".
Ese mismo proceso se ve muy claramente en los modelos norteamericanos y europeo de universidad. Mientras en
Estados Unidos se efectuó un esfuerzo consciente para que la universidad sirviese a las nuevas necesidades
técnicas, ampliando la formación científica de los cuadros profesionales y aumentando la gama
de especializaciones para atender los reclamos de la producción; por su parte, las universidades europeas
permanecieron ajenas a ese proceso y continuaron con la formación tradicional. Las universidades latinoamericanas,
comenta amargamente Darcy Ribeiro, "se dieron el lujo" de tomar partido y apoyar el modelo europeo.(33)
La consecuencia de todo ese proceso fue que mientras los países subdesarrollados de América Latina
se encaminaban hacia la industrialización, no sólo faltaron los cuadros técnicos capacitados
para las tareas de implantación y comando de los nuevos procesos productivos, sino además la aptitud
para tratar dinámicamente a las nuevas máquinas y conversores. Resultado: no sólo se importaron,
y se importan, masivamente plantas industriales, sino además el personal técnico necesario para su
instalación y mantención.(34)
Si es deseado, el cambio social debe contemplar en ese proceso deliberado las modificaciones necesarias de la
universidad latinoamericana actual, a fin de estar en condición de enfrentar los desafíos de las
situaciones de dependencia.
9. CAMINOS INSTITUCIONALES PARA LIGAR LA UNIVERSIDAD AL DESARROLLO
Los problemas vinculados a la universidad y el desarrollo abren una nueva perspectiva para su tratamiento, la
cual desecha el criterio de abordar los problemas de la universidad como una institución aislada. En dicha
perspectiva deberían tomarse conjuntamente los problemas provenientes del sector económico y los
de suficiencia o dependencia tecnológicas.
Los primeros incluirán, principalmente, formación de cuadros profesionales y mano de obra especializadas.
Los segundos hacen mención a la inexistencia de un sistema de producción (o aplicación) de
nuevos conocimientos, o sistemas científicos y tecnológicos de carácter nacional.
La pregunta ya planteada ¿es posible la existencia de universidades desarrolladas en los países
subdesarrollados?, puede tener una respuesta, si se unen los polos del problema. Ellos serían universidad-sistema
científico tecnológico-desarrollo social (nacional y/o regional). Así pues, sólo tiene
sentido plantear los problemas de la universidad dentro de un conjunto más vasto.
Un pensamiento en esta línea se afinó desde 1967 en una Reunión Latinoamericana de Jefes
de Estado, celebrada en Punta del Este:(35)
- "La política científica debe responder a objetivos generales y de conjunto.
- "La ciencia no puede ser el objetivo como tal, sino con referencia a las necesidades educativas y a las
del desarrollo agrícola o industrial.
- "Los resultados de la investigación deben dirigirse hacia el mejoramiento y utilización
de materiales locales para su industrialización.
- "La imprescindible necesidad de crear una base científica adecuada a través de la educación
universitaria para poder promover la investigación tecnológica y absorber con buen juicio la tecnología
extranjera.
- "La política científica y tecnológica debe orientarse, hasta donde sea posible, de
forma tal que tome en cuenta la abundancia relativa de los factores de la producción en América Latina,
sobre todo con objeto de hacer más productivo el capital, que es el factor escaso, en lugar de elevar la
productividad del trabajo por medio de tecnologías ahorradoras de trabajo."
Así pues, resulta evidente que el camino para que la universidad se ligue al desarrollo es el de participar
dentro de la investigación, produciendo nuevos conocimientos y formando parte de un sistema nacional científico
tecnológico. Por esa vía, la universidad internamente estará "haciendo conocimientos",
en vez de trabajar con conocimiento hecho. Además, a nivel nacional, esto parece tan importante que hay
quien afirme que "la planeación económica y la planeación científica son cosas
que se exigen recíprocamente, y (que) la prioridad debe corresponder a esta última".(36)
PARTE III: El desarrollo: Dependencia tecnológica, universidad e investigación
10. ¿ES POSIBLE LA INVESTIGACION EN LOS PAISES DEPENDIENTES?
Tal y como fue planteado en relación a la universidad, ahora surge un interrogante semejante. Diversos
estudiosos (37) han tomado esa cuestión como punto de partida para sus trabajos: considerando el
estancamiento socioeconómico actual de América Latina, ¿se puede hacer algo, ahora, para impulsar
su desarrollo científico y tecnológico?- o bien, ¿cómo sacar a América Latina
del atraso científico y tecnológico que incide tan decisivamente sobre sus posibilidades de desarrollo?
La respuesta y solución a lo anterior ha estado girando entre dos diversas posiciones.(38)
- Existe, en el mundo desarrollado, un enorme volumen de conocimiento técnico disponible para los países
subdesarrollados. Ese conocimiento puede adquirirse tanto por patentes como por radicación de instalaciones
industriales modernas provenientes del extranjero. Estos centros modernos de producción impulsarán
el progreso tecnológico por efecto de demostración o influencia del medio ambiente.
- La investigación tecnológica en los países desarrollados está dirigida a la creación
de tecnologías que hacen uso intensivo del capital. En América Latina se necesitan tecnologías
intermedias, con mayor uso de mano de obra; por tanto no conviene introducir tecnologías sumamente avanzadas.
Como crítica a la primera posición, nada tan gráfico como las palabras de Víctor
Urquidi: "América Latina ha estado importando tecnologías por más de 450 años
y sin embargo, aún ahora, los oasis del modernismo tecnológico se destacan en un vasto desierto de
atraso o ignorancia." (39)
Durante décadas los países de América Latina han tenido esa misma opción en materia
tecnológica y generalmente se han decidido por la primera de las alternativas. Así, ahora, las preguntas
iniciales nos llevan a examinar lo que ha sido y es la investigación en América Latina.
11. INVESTIGACION EN AMÉRICA LATINA. SUS DEFICIENCIAS
Una característica observada anteriormente, a propósito de las universidades de América
Latina, se muestra patente también para la investigación: la ASINCRONIA institucional. La poca investigación
que se realiza, paradójicamente, guarda muy poca relación con las necesidades más apremiantes
de la región; y en lo referente a la investigación básica realizada en universidades, ella
no guarda relación con las necesidades de la industria o con los problemas generales del desarrollo económico.
La CEPAL reconoce esta característica cuando asegura:
"La investigación tecnológica se ha desarrollado como un apéndice de la investigación
universitaria de carácter especulativo, como una forma de complementar la enseñanza teórica
con el entrenamiento práctico, más que con la intención de atender directamente las necesidades
de los medios industriales."(40)
Así pues, las características que se le asignan a la educación en los países subdesarrollados,
tal y como fue expuesto antes (supra punto 8), aparecen ahora nítidamente relacionadas con la investigación.
Otro de los factores que contribuye para esa ASINCRONIA institucional por parte de la investigación en
América Latina, son sus bajos presupuestos. Se ha estimado (41) que América Latina destina
a investigación y desarrollo científico y tecnológico, apenas un 0.2 por ciento de su producto
bruto, y que esa cantidad se circunscribe a seis países de la región; mientras que países
como Estados Unidos, Inglaterra, URSS, gastan, respectivamente, 2.8, 2.7 y 2.3 por ciento. Sobra comentar la desproporción
tan evidente.
12. LA TECNOLOGIA Y SU PAPEL. SUS POSIBILIDADES EN AMÉRICA LATINA
Sólo tiene sentido plantear el problema tecnológico en América Latina en relación
a un propio desarrollo independiente. Este tipo de desarrollo requiere, a su vez, un tipo de tecnología
que se aparte de los patrones de la de los países desarrollados. Un tipo de tecnología que sea -como
ya se observó- de tipo intermedio, más barata y acorde con las posibilidades de la región,
que tome en cuenta un mayor uso de mano de obra más que el ahorro de ella. Es decir, dicha tecnología
debe ser compatible "con los objetivos de elevación de los niveles del empleo productivo".(42)
Uno de los problemas tecnológicos más serios confrontados por los países dependientes o
subdesarrollados es el de adaptación acrítica de esa misma tecnología. Amílcar Herrera
describe muy gráficamente este problema:
"la mayor parte de la industria latinoamericana está basada en la transferencia de técnicas
de un país más desarrollado, sin que vaya acompañada de mayor investigación, ni espíritu
crítico en esa adaptación; ello provoca en pocos años, no solamente una disminución
de la productividad relativa de la industria en sí, sino que sus productos son eliminados del mercado por
la aparición de otros nuevos de mejor calidad a menor costo... al mismo tiempo el técnico que, en
los tiempos en que se instaló la industria, se hallaba al día en su especialización, pierde
su espíritu creativo, transformando su labor en rutina o emigrando si tiene mayores aspiraciones (43)
Si bien la adaptación de tecnología es necesaria, requiere una serie de prerrequisitos. Aquí
volvemos de nuevo a la interrelación universidad-investigación-desarrollo:el traspaso eficiente de
tecnología sólo se puede efectuar, si el país recipiente ha alcanzado también un alto
grado de desarrollo científico.(44) Y ese desarrollo científico se alcanza si existen programas
de formación sistemática de profesionales, técnicos y mano de obra especializada, encuadrado
dentro de un sistema científico tecnológico con objetivos propios, claros, que intentan romper la
dependencia tecnológica.
La adaptación y la "copia" no SON desdeñables, pero tampoco son fáciles de realizar.
Ambas pueden ser un buen camino, pero se requiere de un sistema científico-tecnológico para que prosperen
y fructifiquen esos esfuerzos. Un país atrasado en el campo de la ciencia difícilmente tendrá
acceso a los productos de la ciencia moderna.
13. "FUGA DE CEREBROS"
Otro de los problemas relacionados con las posibilidades del desarrollo científico y tecnológico
de América Latina es la llamada "fuga de cerebros", por llamar de alguna forma a la emigración
de profesionales latinoamericanos a los países desarrollados, principalmente a Estados Unidos.
Sintéticamente el problema se puede enunciar de la siguiente forma: los sistemas educativos de América
Latina forman, interna o externamente, a un gran costo social y económico, a profesionales y personal técnico
altamente especializado; ese personal, en lugar de quedarse para coadyuvar en las soluciones a los problemas de
su nación, prefiere emigrar a países que ofrecen mejores condiciones de realización profesional
o económica.
Se ha calculado que de 1961 a 1970 emigraron de América Latina a USA cerca de 60,000 profesionales y
técnicos. De ellos el 12 por ciento (7,520) eran originarios de México, país que tuvo el más
grande éxodo en términos absolutos.(45)
Examinando la relación entre graduados y emigrados se obtienen los siguientes porcentajes: Colombia 10.2
por ciento, México 5.6 por ciento, Venezuela 3.8 por ciento, Chile 3.3 por ciento, Argentina 2.9 por ciento,
Brasil 0.6 por ciento. Estos datos provienen de los países que tienen más altas tasas de graduados
y más altos índices de migración.(46)
Independientemente de lo que significa en inconveniencias para la ciencia y la tecnología de la región,
lo anterior produce perjuicios muy concretos en materia económica. Tomando en cuenta los gastos directos
para la formación y los ingresos no percibidos (o renunciados) por la educación de los profesionales
emigrados, el costo de cada uno de ellos alcanza 20 mil dólares.(47) Si aunado a esto cuantificamos
los beneficios que podrían esperarse de los profesionales al actuar en sus respectivos países, se
alcanzarían cifras sumamente altas en el costo de formación de profesionales.
Sin embargo, y a pesar de lo anterior, el problema de fuga de "talentos" no puede abordarse tan estrechamente
reducido a los límites de simple migración y costos económicos. Es también un problema
político y de motivación personal. Como lo expresa Herrera:
"Un científico de alto nivel se quedará en América Latina, a pesar de las ventajas
materiales que se le ofrezcan fuera de la región, si se siente motivado en su trabajo por otros objetivos,
además de los puramente intelectuales. Esta motivación sólo se la puede dar el convencimiento
de que su tarea representa un aporte positivo para la solución de los problemas de la comunidad a que pertenece."
(48)
El problema además de individual es político, ya que supone decisiones básicas del gobierno
sobre la creación y mantenimiento de un sistema científico y tecnológico congruente con las
metas nacionales de desarrollo. Como se lee en un informe del Instituto Venezolano de Investigación Científica:
"Si la ciencia ha de ser como es en realidad hoy, un instrumento de desarrollo intelectual y de acción
material positiva, su matrimonio con la política, en el sentido noble de la palabra, es inevitable."(49)
14. POSIBLES SOLUCIONES
Tal y como se indicó antes, los planteamientos hechos en los puntos 6 y 10 sintetizan buena parte de
los problemas de los países que hoy enfrentan el desafío del desarrollo.
En el primero de los casos se requiere de la existencia de la universidad desarrollada, pues sólo así
podrá salvarse la actual brecha científica y tecnológica. Ya no es posible sostener que sea
"preciso esperar que nuestros países alcancen un nuevo equilibrio en un plano más alto del desarrollo,
para que sólo entonces, como por reflejo mecánico, nuestras universidades se consoliden y organicen
debidamente".(50) De esta forma la respuesta es o debe ser positiva.
De la misma manera, y en el segundo de los casos, estimamos que sí es posible sacar a América
Latina del atraso científico y tecnológico en que se encuentra.
Ambas respuestas positivas no obstante requieren una serie de presupuestos de diversa índole, a saber:
- La conciencia por parte de los países de que forman parte de un MPCD y que existe además la intención
de lograr un tipo de desarrollo independiente.
- Materializar dicha intención a través de la decisión política de configurar un
sistema científico y tecnológico propio, volcado hacia la creación, "copia" y readaptación
de tecnología a las necesidades nacionales.
- La universidad a través de su función educativa e investigadora formará una unidad armónica
dentro de ese sistema científico y tecnológico.
- Todo lo anterior debe estar plenamente insertado en planes muy claros de desarrollo nacional.
Sin lo anterior, será difícil pensar en la posibilidad de lograr una universidad desarrollada
y de sacar a América Latina de su atraso científico, volviendo imposible, además, la expectativa
de romper la dependencia tecnológica.
Oportuno es recordar, sobre el problema aquí tratado y la posibilidad de solución, las palabras
consignadas en el epígrafe de este trabajo: "...la problemática del subdesarrollo plantea uno
de los desafíos intelectuales más grandes que una sociedad haya enfrentado en la historia. Como en
todos los grandes desafíos históricos anteriores, las soluciones las pueden dar solamente los protagonistas;
y esto es tan cierto en el terreno de la creación científica como en todos los otros campos de la
actividad humana".
PARTE IV: Epílogo
15. PRINCIPALES CONCLUSIONES
- El marco teórico adecuado para el presente trabajo resulta ser el de la teoría de la dependencia,
considerada como una "categoría básica de análisis" que intenta lograr una explicación
comprensiva del desarrollo ca pitalista tal y como éste se manifiesta en las áreas subdesarrolladas.
- El Modo de Producción Capitalista Dependiente (MPCD), permite caracterizar a los llamados países
subdesarrollados o dependientes. Asimismo, este MPCD tiene implicaciones particulares para un estudio de la universidad
y la investigación en América Latina.
- Por tanto, se ha abordado el estudio de la universidad, igual que el de la investigación, considerándola
como una de las instituciones representativas de la superestructura cultural en las sociedades latinoamericanas.
- Las notas de disparidad y ASINCRONIA sirven para caracterizar plenamente el tipo de universidad vigente como
a la investigación que se realiza en América Latina. De ellas se desprende que la universidad ha
tenido como función institucional, hasta ahora, socializar a las nuevas generaciones en las formas tradicionales
de pensar y de actuar, transmitiendo valores que sirven como base de legitimidad a una sociedad capitalista estratificada.
La investigación, por su parte, guarda escasa relación con las necesidades sociales y aparece desvinculada
de los procesos educacionales que se dan en la universidad.
- Buena parte de la situación anterior deriva de las características que asume la educación
en los países subdesarrollados: aislada del sector ocupacional y económico se constituye en campo
de adquisición de símbolos de prestigio y en un instrumento de movilidad social.
- Los bajos presupuestos destinados a la investigación, así como su falta de contacto con los problemas
del desarrollo económico, nos explica las principales deficiencias de este rengión en América
Latina. Esa situación ha contribuido a la dependencia tecnológica, la cual, a su vez, se constituye
en una gran traba para lograr el desarrollo.
- Una posible salida es crear una base científica adecuada a través de la educación universitaria
para poder promover investigación tecnológica y absorber críticamente la tecnología
extranjera.
- El problema, con todo, no deja de ser de acción política. Esto es, fuera del ámbito de
los problemas propios de la universidad y la investigación científica y tecnológica. No obstante,
si esta decisión política se materializa, debe crear un sistema científico tecnológico
dentro del cual participe armónicamente la universidad -produciendo nuevos conocimientos y adaptando tecnologías-;
todo ello, con vistas al desarrollo y encuadrado en planes más amplios, sociales y económicos de
ámbito nacional. Sólo a través de ello se podrán vencer las limitaciones derivadas
del MPCD.
NOTAS Y REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
(1) La exposición de estas teorías se hace siguiendo, en lo fundamental ideas de José
Cresostomo de Souza: "Teorías do subdesenvolvimiento e comprensao critica da sociedade brasileira",
Cadernos do CEAS (núm. 31) Salvador, Brasil, 1974.
(2) ROSTOW, WALT W. Las etapas del crecimiento, Fondo de Cultura Económica, México.
(3) Además de las ideas de Rostow, se cuenta con las de: Hoselitz, Hogen y Maccleland, mencionadas
por R. Stavenhagen en "Estructura social y subdesarrollo", Sociología y subdesarrollo,
Ed. Nuestro Tiempo, México, 1973.
(4) Citado por C. DE SOUZA, op. cit., p. 35.
(5) Entre otros se puede encontrar a: Octavio Ianni, Fernando H. Cardoso, Enzo Faletto, Aníbal
Quijano, Teotonio dos Santos, Alonso Aguilar, etc. Para una sistematización de esto, véase a: F.
H. CARDOSO, "Notas sobre el estado de los estudios de la dependencia", Problemas del Subdesarrollo
latinoamericano, varios autores, Ed. Nuestro Tiempo, México, 1973.
(6) VASCONI, TOMAS AMADO. "Dependencia y superestructura (nota para un programa de trabajo)",
Revista Mexicana de Sociología, vol. XXXI, núm. 4, 1969, P. 802.
(7) Toda esta parte relativa a la dependencia se ha estructurado teniendo presente y resumiendo ideas
de T. A. Vasconi, del estudio ya citado.
(8) Resumen de pp. 800-801, VASCONI, ibídem.
(9) Todo este punto recoge y resume ideas contenidas en VASCONI, ibídem, p. 801.
(10) Véase: IANNI, OCTAVIO. Imperialismo y cultura de la violencia en América Latina,
Siglo XXI, México, 1970, P. 15.
(11) Ibídem (nota 11: VASCONI, op. cit., p. 801 ) .
(12) Ibídem.
(13) Aparte del ya mencionado, los trabajos más difundidos de este autor serían: Educación
y cambio social, CESO, Universidad de Chile: Santiago, 1968. "Ideología, lucha de clases y aparatos
educativos en el desarrollo de América Latina", Cuadernos de Educación (12-13), Caracas,
1974.
(14) SILVA MICHELENE, HÉCTOR Y H. R. SONTAG. Universidad, dependencia y revolución,
Ed. Siglo XXI, México, 1970.
(15) LATAPI, PABLO. Universidad y Sociedad: un enfoque basado en las experiencias latinoamericanas,
s/d mimeografiado, México, 1976, PP. 12, 14.
(16) VASCONI, op. cit., p. 805.
(17) Ibídem.
(18) SADOVSKY, MANUEL. "La computación en el mundo moderno, realidades y perspectivas en
América Latina", p. 112, América Latina, Ciencia y Tecnología en el desarrollo de
la Sociedad, varios autores, Ed. Universitaria, Santiago de Chile, 1970.
(19) R. STAVENHAGEN, op. cit.
(20) HERRERA, AMILCAR. "Notas sobre la ciencia y la tecnología en el desarrollo de la sociedad
latinoamericana", p. 13, varios autores, 1970, op. cit.
(21) COOMBS, PHILLIP. La crisis mundial de la educación, pp. 10-11, Ed. Península,
Barcelona, 1973.
(22) MUÑOZ, EDUARDO. "La asincronía institucional economía- educación:
algunas consecuencias en las actitudes frente a la educación", p. 16, ANALES Flacso, núm. 1,
1964, Santiago de Chile.
(23) MUÑOZ, EDUARDO, op. cit., p. 13.
(24) URQUIDI, VICTOR. "Fomento de la Ciencia y desarrollo económico en América Latina",
op. cit., varios autores, 1970.
(25) RIBEIRO, DARCY. "Política del Desarrollo autónomo de la Universida Latinoamericana",
Revista Mexicana de Sociología, núm. 2, 1968.
(26) YOPO, BORIS. "Educación, Universidad y Desarrollo", p. 40, Revista de la Educación
Superior (I, núm. 3), ANUIES, México, 1972.
(27) HALSEY, A. H. "La educación y las transformaciones sociales", p. 79, El Devenir
de la Educación, II, UNESCO, SEP Setentas, México, 1974.
(28) Barkin, David, citador por SCHIEFELBEIN, ERNESTO. "Un modelo tentativo para la descripción
del fenómeno universitario en América Latina", p. 20, Revista de Educación Superior
(II, núm. 2), ANUIES, México, 1973.
(29) RIBEIRO, DARCY. "La universidad latinoamericana y el desarrollo social", p. 446, Elites
y desarrollo en América Latina, S. M. Lipset y A. Solari, Paidós, Buenos Aires, 1967.
(30) Sunkel, Oswaldo. Citado por AMILCAR HERRERA, varios autores, 1970, op. cit., p. 21.
(31) Resumen de ideas contenidas en pp. 14-15 de EDUARDO MUÑOZ, op. cit., 1964.
(32) Resumen de ideas de E. MUÑOZ, pp. 15-16, op. cit.
(33) RIBEIRO DARCY. "La universidad latinoamericana y el desarrollo social", p. 423, op.
cit., 1967.
(34) Ibídem, p. 423.
(35) Incluido en: URQUIDI, VICTOR, "Fomento de la ciencia y desarrollo económico en América
Latina", varios autores, op. cit., 1971, p. 41; el subrayado es nuestro.
(36) MEDINA ECHEVERRIA, JOSÉ, p. 214, op. cit.
(37) Véase a VICTOR URQUIDI, p. 20, y AMILCAR HERRERA, p. 33, op. cit., 1970.
(38) A. HERRERA, p. 21; VICTOR URQUIDI, citado por A. HERRERA, p. 22, op. cit.
(39) VICTOR URQUIDI, citado por A. HERRERA, p. 22, op. cit.
(40) A. HERRERA, Ibídem, pp. 14-15.
(41) Para cifras relativas a esto véase: JOSÉ MEDINA ECHEVERRIA, p. 206, op. cit.-
VICTOR URQUIDI, Op. Cit., p. 41; PABLO LATAPI, Mitos y verdades de la educación mexicana, p. 147,
Centro de Estudios Educativos, México, 1973.
(42) A. HERRERA, op. cit., p. 22.
(43) Ibídem, p. 23.
(44) Ibídem, p. 24.
(45) LATAPI, PABLO, op. cit., p. 219.
(46) Ibídem, p. 220.
(47) Ibídem, p. 221.
(48) A HERRERA, op. cit., p. 35.
(49) Citado por A. HERRERA, ibídem, p. 35.
(50) HERRERA, FELIPE. Prólogo, p. 15, La educación avanzada y el desarrollo de América,
BID, Washington, 1965.
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