RESEÑAS

VILLAVERDE, ANIBAL (compilador) Instrucción programada y máquinas de enseñar (trad. Enrique Macaya) Ed. Humanitas, Buenos Aires, 1965. 231 páginas.

  Se trata de una crestomatía cuya selección de artículos, fué realizada por Aníbal Villaverde. Son artículos aparecidos en revistas de la UNESCO,  PHI DELTA KAPPA, Archivos de ciencias de la educación, temas nuevos en educación y Panorama. Reune autores como A. Lumsdaine, B. F. Skinner, P. K. Komoski, D. Cook, D. Nasater, D. Norman Crowder y H. S. Broudy. Está dividido el texto en tres secciones. La primera (Conceptos básicos y descripción general), evidencia un seguimiento fiel de las ideas y criterios que condujeron a la creación de las técnicas de programación. Por ello se hace mucho hincapié en las "máquinas de enseñar", que prácticamente han desaparecido. En la segunda parte (Problemas técnicos y temas especiales), se incluyen los artículos, de franca controversia, que aparecieron cuando se realizaban comparaciones entre las técnicas de programación ramificada y lineal y se disputaba sobre quién había sido el primero, Crowder o Skinner. En la tercera parte (Opiniones, críticas y perspectivas), tres capítulos se ocupan de señalar las limitaciones, problemas y perspectivas de las máquinas de enseñar y de las técnicas de instrucción programada, y un capítulo aborda el tema de qué opinan los alumnos sobre la instrucción programada, para concluir con un apéndice en el que se enumeran los pro y los contra de las máquinas de enseñar. 

Este libro es de gran utilidad para los profesores que impartan la materia, pues da razón completa del contexto en que se inició esta corriente tecnológica, así como también de la inútil controversia entre Skinner y Crowder para determinar quién había sido el primero y cuál técnica de programación es mejor. Lo único faltante en este sentido son las referencias a Sidney Pressey, quien en 1926 presentó varios artículos sobre las máquinas y su uso para revolucionar la enseñansa.

Por otra parte, son muy aleccionadoras las respuestas de los alumnos a cuestionarios abiertos en los que expresan su opinión sobre las ventajas y desventajas de la forma y efectividad de la instrucción programada.  Se señala que, si bien resultó eficiente, en cuanto a que mayoría de los estudiantes comprendieron y retuvieron la información, casi todos terminaron fastidiados de la mecanización que producía la repetición ad nauseam de los mismos episodios didácticos. Es comprensible que en su inicio la técnica de instrucción programada adoleciera de múltiples defectos y que los primeros autores (creadores de los primeros paradigmas) cayesen en el error de repetir una estrategia probada como eficaz en algunos casos, pero que en un texto de una gran cantidad de secuencias pedagógicas resultaría aburrida e inmotivadora.

Para maestros y alumnos el texto es muy esclarecedor por los cuatro ejemplos de programación que incluye (tres de programación lineal y uno de programación ramificada). El primero, consiste en un programa para la enseñanza de la operación aritmética de elevar mentalmente al cuadrado números de dos cifras que terminen en cinco, evidencia la simpleza -que no sencillez- con que se elaboraron los primeros programas; simpleza que causó el repudio de muchos profesores a esta forma de enseñanza. En cambio, los ejemplos de programación de unidades de la materia de física pueden tomarse como modelos a seguir, sobra todo el de "Elementos de la estructura atómica". Es una lástima que no incluyan los objetivos que se inten lograr con dichos programas. Sin embargo, el profesor puede inferir los objetivos a partir de los cuadros criterio.

En suma, es un libro para profesores que deseen contar con los artículos que iniciaron la tecnología educativa conocida bajo el término "instrucción programada", que algunos autores dan en llamar "enseñansa programada".

JOSE HUERTA IBARRA.