CONSIDERACIONES SOBRE LA ATENCION A LA DEMANDA:
EL CASO DE LA UNIVERSIDAD AUTONOMA METROPOLITANA

MARCO AURELIO NAVARRO LEAL (*)
ALFONSO RESENDIZ NUÑEZ (**)

(*) Jefe de Departamento de Programación y Evaluación. UAM.
(**) Director de Planeación. UAM.

Contenido del Artículo:
Introducción
1. Demanda social versus demanda económica
2. La creación de la UAM
3. Evolución de la demanda social en el área metropolitana
4. Atención a la demanda real
5. A manera de conclusión

 

Introducción

Cuando en la planeación educativa y en la búsqueda de otras opciones para las universidades se toca el punto de la "atención a la demanda", se tiende a divorciar a las demandas sociales de las demandas del sector productivo.

Dado que no es posible optar por una y rechazar la otra, puesto que ambas conviven y se debaten en el seno de las instituciones reflejando y reproduciendo las contradicciones de la sociedad en que están inmersas, se hace necesaria la reflexión sobre los ámbitos que hay que cubrir en la definición de políticas orientadas a la búsqueda y construcción de otras opciones. Hacia esta búsqueda es adonde se encaminan estas líneas al revisar el caso de la Universidad Autónoma Metropolitana.

Por demanda económica o del sector productivo, comunmente se ha entendido la cantidad y tipo de recursos humanos profesionales requeridos por los planes de expansión del sistema productivo. Por demanda social se entiende, en la mayoría de los casos, el conjunto de los deseos, aspiraciones o solicitudes de los diversos grupos sociales para ingresar al sistema educativo. Estas dos visiones han generado sendos enfoques de planeación educativa y dentro de ellos se han diseñado e instrumentado una diversidad de modelos operativos.

A este respecto, la Ley Orgánica de la UAM en su artículo segundo señala que ésta tendrá por objeto "Impartir educación superior (...) procurando que la formación de profesionales corresponda a las necesidades de la sociedad", además de "organizar y desarrollar actividades de investigación humanística y científica, en atención, primordialmente, a los problemas nacionales y en relación con las condiciones del desenvolvimiento histórico". En este sentido, el objeto de análisis se presenta en términos globables, es decir, sin hacer distinción exclusiva hacia los requerimientos de una u otra demanda; la amplitud de los términos es susceptible de redefiniciones y precisiones a través del planteamiento de objetivos generales y políticas institucionales.

1. Demanda social versus demanda económica

El problema fundamental que el rubro de la atención a la demanda encierra -identificando sus posiciones más radicalizadas o polarizadas entre sí- estaría descrito por la siguiente disyuntiva aceptar a las aspirantes a ingresar a la UAM según las necesidades de recursos humanos del sector productivo a un mediano plazo, o abrir las puertas a quien lo demande.

En términos tan radicalizados, el problema no existe. Sin embargo los planteamientos se sitúan en matices que tienden hacia uno u otro polo, es decir: ni existen pronósticos confiables sobre la cantidad y tipo de recursos humanos requeridos a corto, mediano o largo plazo por el sector productivo, y tampoco se cuenta con la capacidad instalada para atender a todos los aspirantes, cuando menos en la forma escolarizada que ha prevalecido.

2. La creación de la UAM

La UAM nace, políticamente, bajo el signo de la demanda social. Surge como una respuesta del Estado mexicano a la problemática planteada por el desenvolvimiento del país en las últimas cuatro décadas: las políticas de desarrollo inspiradas en el crecimiento económico fincado en la sustitución de importaciones, trajeron como consecuencia el crecimiento del sector industrial, principalmente en la ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, que se erigieron rápidamente en polos industriales y en consecuencia en puntos de confluencia de grandes corrientes migratorias que buscaban cabida en ese entonces creciente mercado laboral.

La producción en ese sector requería de mano de obra calificada y la población demandaba capacitación para integrarse a aquélla, de tal forma que el sistema educativo tuvo que crecer en estos polos a un ritmo y escala mucho mayores que en el resto del país, provocando como consecuencia, grandes disparidades regionales en la distribución de servicios educativos.

Para 1973, la concentración de la demanda de servicios educativos de nivel superior es tal, que en un estudio realizado por ANUIES y que diera pie a la creación de la UAM, se detectó que la demanda de primer ingreso a nivel licenciatura, en el área metropolitana de la ciudad de México, comprendía, para ese año, aproximadamente a la mitad de la demanda nacional, y para atenderla se requería de una capacidad adicional a la instalada, de más de un 50 por ciento de plazas escolares. En esa tendencia, se calculaba que para 1980 la capacidad instalada sería de aproximadamente 50 mil plazas, mientras que la demanda estaría cercana a 95 mil.(1)

(1) ANUIES. "Estudio sobre la demanda de educación de nivel medio superior y superior (primer ingreso) en el país y proposiciones para su solución." Revista de la Educación Superior, Vol. II, N° 2, 1973.

La UAM se crea formalmente como estrategia para ampliar la capacidad instalada, pensando que cada una de sus tres unidades podría albergar a un máximo de 15 mil estudiantes, ya que "algunos estudios de la Comisión Carnegie de Estados Unidos indican que éste es el tamaño máximo que permite todavía una buena administración de las universidades y una buena comunicación entre los integrantes de cada una de las comunidades".(2) Además, se calculaba que esa cifra se alcanzaría para el otoño de 1980.

(2) González Cuevas, O. "Una experiencia en la planeación, organización y dirección de universidades." Revista de la Educación Superior, N° 45, enero-marzo de 1983, p. 67.

3. Evolución de la demanda social en el área metropolitana

El escenario presentado por ANUIES en 1973, sin embargo, ha sufrido grandes cambios. Nuevos factores han alterado el panorama:

  • La ampliación y diversificación del nivel medio superior que con su ensanchada modalidad estrictamente terminal intenta canalizar una sección del egreso de este nivel hacia el mundo del trabajo.
  • La expansión del nivel superior en la provincia, que ha frenado relativamente la migración de demandantes hacia esta capital.
  • La expansión relativa de las instituciones privadas de educación superior que operan en la región.
  • La expansión de la UNAM al crear las ENEP en forma casi paralela a la creación de la UAM.

La introducción de estos factores en el último sexenio ha originado, por un lado, una fuerte expansión en el egreso del nivel medio superior, y por otro, un descenso en las cifras relativas del primer ingreso a la licenciatura en el área metropolitana. El concepto de demanda social potencial referido a estudios de licenciatura y utilizado al inicio de la década de los setenta para referirse al egreso del nivel medio superior, ha perdido toda su vigencia al existir ahora alternativas distintas en el tránsito de un nivel educativo a otro.

Si en el ciclo escolar 1978-79 ingresó al nivel licenciatura un 94 por ciento del egreso del nivel medio superior en el Distrito Federal, en el ciclo 1 982-83, este porcentaje fue de 83 por ciento; (3) y esta tendencia resulta ser congruente con la política educativa anunciada en la administración sexenal anterior que buscaba a nivel nacional y en el largo plazo, obtener un mayor índice de técnicos medios por cada profesional.

(3) Cálculos nuestros realizados a partir de series estadísticas de la SEP y de ANUIES.

En esta tendencia, sin embargo, la UAM parece ser de las instituciones menos afectadas, ya que su participación en el primer ingreso a licenciatura, en el área, continúa su incremento relativo: en el ciclo escolar 1976-77, participó con un 9 por ciento; en 1978-79 con un 10.28 por ciento; en 1980-81 con un 13.6 por ciento, y se calcula que en el ciclo 1983-84 participará con más de un 18 por ciento, ya que mientras que en la UNAM, el IPN y las instituciones privadas la población de primer ingreso tiende a disminuir, en la UAM tiende a incrementarse. Esta situación es observada por el Plan Nacional de Educación Superior 1981-1991,(4) en los siguientes términos:

(4) CORPES. Plan Nacional de Educación Superior. Lineamientos generales para el periodo 1981/1991. SEP-ANUIES, México, 1981.

"El subsistema de educación técnica disminuyó su participación relativa (...). En esto influyó principalmente, siguiendo la tendencia histórica, la reducción, en términos relativos, de la población escolar del IPN, lo cual constituye un fenómeno no compensado por la participación de las escuelas técnicas restantes, pese a que éstas mantuvieron durante el mismo periodo un crecimiento superior al 15% anual." (p. 86)

Así, la disminución del primer ingreso al IPN encuentra explicación en términos del subsistema de educación técnica, ya que por una parte, el mismo Instituto decide mantener estable la atención a su demanda, pero por otra, esta última se ve mermada por dos factores: la creación de los CONALEP, que intentan desviar, o cuando menos postergar, una porción de la demanda potencial de estudios tecnológicos hacia el sistema productivo. Otro factor se percibe a través del incremento de los institutos tecnológicos: de 18 que existían al inicio de los setenta, pasaron a 69 establecimientos al finalizar la misma década, de tal forma que la migración de estudiantes de provincia hacia el IPN fue disminuida.

Por lo que respecta a la reducción del primer ingreso en la UNAM, ésta puede encontrar explicación en términos similares a los del IPN. El plan mencionado consigna que durante la década de 1970-1980:

"La UNAM fue el subsistema que disminuyó más drásticamente su participación en cuanto a su atención relativa a la demanda, no obstante que en términos absolutos su población (total) se duplicó durante ese periodo." (página 86)

Por otra parte el citado documento menciona que:

"El grupo de universidades ubicadas en los estados de la República registró mayor dinamismo en la matrícula total, al pasar de 36.5 % en 1970 a más del 51.2% en 1980, con una tasa superior al 15% anual." (P. 86)

De ahí entonces que la reducción mencionada al igual que el IPN se encuentra también, en parte, en el factor de disminución de la migración de estudiantes de provincia, al definir como política general que no se admitirían alumnos a carreras que se impartieran en su estado de origen por la universidad correspondiente.

Un dato que apoya esta presunción "es el relativo a la descentralización de la educación superior. A principios de los años setenta el 55% de la población se atendió en el D. F., en 1978 este porcentaje bajó a 45 y en 1980 a 33." (5)

Las perspectivas de la UNAM para el futuro se encuadran en la misma tendencia. El mencionado Plan explica que:

(5) Gago Huguet, Antonio. "El juego de la papa caliente, o cómo aprendimos a darle la vuelta al problema de la relación entre la oferta y la demanda de educación superior en México." Revista de la Educación Superior, Vol. X, Nº 2 (38), México, 1981.

"Con respecto al total nacional, el subsistema UNAM con una población escolar que representó en 1980 el 17.6% de ese total, pasaría en 1990 a un 7.1%, lo que significaría disminuir en casi tres veces su importancia relativa, a lo largo de la década. Esto se debería principalmente a dos causas: el límite institucional de la población escolar de la Ciudad Universitaria -en operación desde hace varios años- y la discreta tasa de crecimiento del 3.3 por ciento en las Escuelas Nacionales de Estudios Profesionales que se encuentran fuera de la Ciudad Universitaria. Considerada la cifra de 160 mil estudiantes de nivel superior como meta institucional, ésta se alcanzaría en el año 1983-1984, debiendo mantenerse la misma cifra para los años futuros" (p. 92)

Ante estas perspectivas de la UNAM y el IPN, parecería que el futuro de buena parte de la demanda se encuentra en manos de las instituciones privadas y de la UAM, ya que con respecto a las primeras, el Plan 1981-91 afirma que:

"Las instituciones privadas casi triplicaron su población escolar entre 1970 y 1980, registrando una tasa de crecimiento del 12.5% anual (...). No obstante que hubo congruencia en el crecimiento del alumnado, se observó lo que parece ser una improvisada y anárquica proliferación de las instituciones privadas durante la década: de 50 existentes en 1970, se pasó a más de 100 en 1980, muchas de las cuales registran un número insignificante de alumnos pero cuentan con una infraestructura física suficiente para acelerar su crecimiento. Finalmente, es conveniente destacar el alto grado de concentración con que surgen las instituciones privadas, dándose más de 50 en el Distrito Federal y las restantes principalmente en las áreas metropolitanas de Monterrey, Guadalajara y Puebla." (p. 87)

Ya en presencia de la crisis, las puertas de estas instituciones parecen abrirse para menos personas, pero por otra parte, cabe destacar también la participación de instituciones educativas civiles y militares pertenecientes al gobierno federal, que si bien en estos momentos padecen cierta desorganización académica y escasa capacidad instalada, en un futuro se pueden llegar a convertir en una fuerte opción para los egresados del nivel medio superior.

Por lo pronto, en el futuro inmediato, parecería ser que la UAM es la institución del área que presenta mayores posibilidades de expansión; sin embargo existen limitantes institucionales relacionadas con las aspiraciones profesionales de los demandantes.

4. Atención a la demanda real

Por demanda real se entiende aquí, el número de personas que siguieron sus trámites de ingreso a la UAM hasta la presentación de su examen de selección.

En el ciclo escolar 1974-75, la UAM inició actividades incorporando a 4,223 alumnos seleccionados de entre 4,836 aspirantes; y para el ciclo escolar 1982-83, se incorporaron 11,234 nuevos ingresantes seleccionados de 24,246. Estos datos parecen reflejar una contradicción: aún no alcanzada su plena capacidad de 15 mil alumnos por unidad, la UAM absorbió poco menos de la mitad de sus aspirantes, aunque es necesario considerar que una buena parte aún no cuantificada) de éstos, siguen sus trámites de ingreso en varias instituciones de educación superior a fin de asegurarse un lugar.

Esta contradicción, sin embargo, es aparente y encuentra explicación en la concentración de los aspirantes en torno a las áreas y carreras que con mayor antigüedad y frecuencia han sido ofrecidas por las universidades mexicanas, dejando de lado las carreras y áreas profesionales nuevas o "innovadoras" que la UAM ofrece. De tal forma que, en los años de existencia de esta Universidad, se ha visto cómo unas Divisiones y carreras han tenido una enorme expansión frente a otras que se mantienen atendiendo demandas mínimas.

Estos distanciamientos interdivisionales son el reflejo de acumulaciones de aspirantes, en las carreras cuyo mercado de trabajo se delimita por el antiguo prestigio de las profesiones liberales, y en las carreras cuyo mercado se ubica en los sectores más modernos de la economía, y que además se encuentran fuertemente concentrados en la capital de la República. En 1981 la demanda se distribuyó de tal forma que en la División CBI de Azcapotzalco, el 84 por ciento de los aspirantes se concentraron en Ingeniería Electrónica, Ingeniería Industrial e Ingeniería Civil, mientras que Ingeniería Ambiental absorbió sólo un 2 por ciento.

En CBI Iztapalapa sucede lo mismo, ya que solamente en Ingeniería Electrónica e Ingeniería Química se concentró casi un 60 por ciento de los aspirantes a la División.

En el mismo año, en la División de Ciencias Sociales y Humanidades de Azcapotzalco, solamente en Administración y Derecho se concentró un 78.3 por ciento de la demanda. Para Administración, Iztapalapa absorbió un 50 por ciento de la demanda, y para CSH-Xochimilco un 93 por ciento de los aspirantes a la División deseaban ingresar a Administración, Comunicación y Psicología.

La carrera de Administración solamente, atrajo la atención de un 40 por ciento de la totalidad de aspirantes a las tres Divisiones de CSH.

En CBS Iztapalapa, la carrera más demandada fue Biología (44 por ciento) y en Xochimilco, Medicina (40 por ciento). En Ciencias y Artes para el Diseño de Azcapotzalco, Arquitectura fue demandada por un 53 por ciento y en Xochimilco por un 55 por ciento de los aspirantes a la División.

El cuadro número 1 muestra la distribución de los aspirantes a las carreras de la UAM para el ciclo escolar 1982-1983 (de otoño 82 a primavera 83). Como se puede observar, la carrera de Administración, ofrecida por las tres Unidades, concentró al 18.55 por ciento de la demanda total (una notoria diferencia respecto al resto de las carreras), correspondiendo la cifra más cercana a Medicina, con u n 6.99 por ciento.

Aunque con algunas excepciones, se puede observar una tendencia general: conforme disminuye el número de aspirantes van apareciendo las carreras nuevas o "innovadoras" y las carreras dedicadas a las ciencias puras.

Todo lo anterior demuestra que, si bien la demanda de primer ingreso a la UAM ha aumentado considerablemente en los últimos años, gran parte de ella no puede ser atendida a través de las carreras a que aspira, no sólo por la posible saturación de ciertos espacios académicos, sino por la orientación de recursos que esto implicaría, en perjuicio de otras carreras también socialmente necesarias.

Así, obedeciendo a la orientación de las aspiraciones profesionales de su demanda social, las Unidades y Divisiones de la UAM podrían prever, organizar y distribuir sus capacidades y recursos; pero de este modo, las carreras llamadas "tradicionales", por ser más numerosas, absorberían mayores recursos que las carreras llamadas "innovadoras", por ser menos pobladas.

A una buena parte de aquellas carreras ya se le ha fijado límites poblacionales y de ahí, entre otras causas, la explicación de que la UAM no haya alcanzado su meta de 45 mil estudiantes para 1980. Sin embargo, se insiste en que si bien la UAM no ha fijado topes poblacionales utilizando como criterio los requerimientos de recursos humanos del sector productivo, sí lo ha hecho considerando las aspiraciones profesionales de sus demandantes en torno a ciertas áreas y carreras ya "saturadas".

Sin embargo, las aspiraciones profesionales de los demandantes no son sólo el reflejo agregado de vocaciones individuales, sino también el reflejo desfasado del prestigio social que ciertas profesiones liberales adquirieron en mercados laborales de otro tiempo, conviviendo con los actuales procesos ideológicos provenientes de la estructura y relaciones del mercado laboral moderno. La UAM, desde el momento que atiende a la demanda social, indirectamente está atendiendo a una demanda económica, y al hacerlo, refleja y reproduce la estructura de las profesiones.

5. A manera de conclusión

La demanda social, signo del origen de la UAM, no puede constituirse en el enfoque exclusivo bajo el cual ésta deba planificar su desarrollo. A través de los aspirantes se atiende también a una gama de demandas económicas manifestadas en la distribución de la elección de carreras.

Optar exclusivamente por la racionalidad moderna, que busca planificar bajo el enfoque de los pronósticos de recursos humanos requeridos para el sector productivo, además de utópico en épocas de crisis, resultaría indeseable, en tanto que sus metodologías, aplicables solamente a la estructura laboral del sector moderno, no consideran suficientemente a las carreras y disciplinas de las ciencias sociales y humanidades.

La definición de políticas de atención a la demanda requiere de análisis y prácticas que rebasen las posiciones estereotipadas tendentes a independizar a la demanda social de la demanda económica. El problema no se agota con los cálculos de logística para optimizar las tasas de absorción ni con campañas masivas de "orientación vocacional"; la reflexión requiere de planteamientos que tengan en cuenta los intereses de los empleadores, las contradicciones y sus efectos en el mercado laboral. El rubro de la atención a la demanda es un rubro de política institucional.

Cuadro N° 1

DISTRIBUCION DEL TOTAL DE ASPIRANTES A LAS CARRERAS
OFRECIDAS POR LA UAM PARA EL CICLO 1982-83

Carreras

Relativos (%)

Administración

18.55

Medicina

6.99

Ing. Electrónica

6.98

Derecho

6.76

Economía

4.35

Ciencias de la Comunicación

4.34

Sociología

4.08

Arquitectura

4.04

Diseño Gráfico

3.39

Psicología

3.27

Biología

3.19

Computación

2.89

Odontología

2.59

Psicología Social

2.49

Agronomía

2.42

Ing. Química

2.30

Veterinaria

2.31

Ing. Industrial

2.04

Ing. Civil

2.00

Ing . Mecánica

1.64

QFB

1.50

Ing. Alimentos

1.40

Ing. Eléctrica

1.33

Diseño Industrial

1.31

Humanidades

1.22

Ciencias Políticas

0.96

Ing. Biomédica

0.74

Ing. Bioquímica Ind.

0.68

Antropología Social

0.54

Ing. Energía

0.52

Ing. Física

0.45

Matemáticas

0.42

Ing. Ambiental

0.37

Nutrición

0.36

Enfermería

0.34

Ing. Metalúrgica

0.34

Física

0.25

Química

0.18

Ing. Hidrológica

0.13

Diseño Asentamientos Humanos

0.12

Total:

100.00