WALTER BELLER, BERNARDO MÉNDEZ Y SANTIAGO RAMIREZ. El Positivismo Mexicano. UAM-Xochimilco, Ciencias Sociales y Humanidades, México, 1985, 383 pp.
En este libro se pretende examinar diversos aspectos de la his-
toria educativa en México. El periodo analizado abarca desde la
restauración de la República en 1867 hasta el derrumbamiento político
del porfiriato.
Los autores desarrollan un marco general de los antecedentes históricos del positivismo mexicano. Se hace un breve repaso de la filosofía de Augusto Comte, señalando las diferencias entre sus trabajos juveniles y la llamada "segunda carrera" de Comite. En México, tuvo una influencia considerable su Curso de Filosofia Positiva pero se conocieron poco sus trabajos posteriores. En nuestro país, Gabino Barreda difunde la influencia comteana a través de la Escuela Preparatoria, adecuándola al ambiente liberal que predominaba. El trabajo reseñado incluye también las relaciones y conflictos entre juarismo, lerdismo, positivismo y el declinamiento del positivismo barrediano después del ascenso y consolidación de Porfirio Díaz. Los autores argumentan que el positivismo dominante en el porfiriato no es el comteano-batrediano. Para tal efecto, se examina la polémica educativa de la Escuela Preparatoria y la importancia del positivismo heterodoxo de Porfirio Parra. En realidad, los "científicos" porfiristas se alejan de la lucha ideológica educativa y se acercan al poder político pero ya más influidos por Spencer y Stuart Mill que por Comte y Barreda. Los investigadores señalan que la amalgama ideológica de la nueva tecnocracia porfirista combina el liberalismo, la herencia positivista de Barreda (corno discurso) y la influencia cada vez más determinante del evolucionismo y la economía política inglesa. Los autores del presente libro han realizado un esfuerzo por iniciar una reinterpretación de aspectos importantes de la historia política y educativa. Y es que después del conocido estudio de Leopoldo Zea sobre el positivismo en México, publicado a principio de los años cuarenta, pocos estudiosos han abordado críticamente las tesis de Zea, que pasaron a ser verdades aceptadas por todos. De las indagaciones del trabajo se concluye que el positivismo no es la ideología dominante del porfiriato ni tampoco la clave de la ideología de la burguesía mexicana. Este trabajo estimula tareas de un estudio imprescindible para entender el desarrollo de la ideología educativa. Los conflictos ideológicos y políticos entre los liberales, los positivistas barredianos y la nueva tecnocracia porfirista resultan atrayentes para reflexionar sobre los antecedentes de la tecnocratización del poder político y el refonnismo social en México. GONZÁLO VÁZQUEZ T. |