LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA
EN EL BACHILLERATO
Carmen Villatoro Alvaradejo
Profesora de Carrera CCH-UNAM.
Contenido del Artículo:
Los estudiantes de bachillerato, inscritos en cualquiera de los sistemas que hay en el país, obligatoriamente tienen que cursar de dos a cuatro semestres de historia: alumnos que desde el tercer año de primaria han asistido a clases de esta asignatura, en las que han abordado tópicos que van desde el origen del hombre hasta la caída del Muro de Berlín. Entonces surge la pregunta: ¿Es la enseñanza de la historia en el bachillerato sólo repetición de temas ya estudiados o, en el mejor de los casos, una profundización de los mismos? Si bien el bachillerato comparte con los ciclos anteriores metas educacionales, también es cierto que en este ciclo se persiguen objetivos diferentes. En las páginas siguientes se expresan algunas ideas y propuestas en torno al sentido específico de la enseñanza de la historia en el bachillerato. El ciclo que nos ocupa fue definido por el Congreso Nacional del Bachillerato, en mayo de 1982, como una fase de la educación de carácter esencialmente formativo e integral y no únicamente propedéutica. La finalidad esencial del bachillerato, se dijo, es "generar" en el joven el desarrollo de una primera síntesis personal y social que le permita su acceso tanto a la educación superior como a la comprensión de su sociedad y de su tiempo, así como su posible incorporación al trabajo productivo". Se plantea propiciar en el bachiller la adopción de un sistema de valores propios, la adquisición de los instrumentos metodológicos para su formación y acceso al conocimiento científico y se señalan como fines específicos de este ciclo, entre otros, proporcionar al educando una cultura integral básica acorde a la época en que vive; fomentar la participación crítica, activa y consciente del alumno en la transformación de su medio social y cultural, y dotarío de los instrumentos metodológicos para el manejo de las ciencias y para el desarrollo del autoaprendizaje para su formación.(1) En el programa para la Modernización Educativa 1989-1994 se propuso para este ciclo: " En cuanto a los planes y programas resulta imprescindible que la educación de nivel medio superior proporcione la formación humanística, científica y tecnológica necesaria para que el estudiante se integre a una sociedad en desarrollo, refuerce su identificación con los valores nacionales y su comprensión de los problemas del país". En otro párrafo leemos: "Es necesario que la metodología propuesta por los planes y programas lleve al estudiante al desarrollo de su capacidad para aprender por sí mismo de manera crítica y sistemática."(2) La enseñanza de la historia en los diferentes niveles educativos, de acuerdo con los planes y programas de estudio, tiene como finalidades las siguientes: Crear una conciencia histórica en los alumnos, entendida ésta como la comprensión de la idea de cambio, de que persona y sociedad son producto de su pasado; el presente se explica en función del pasado y el hombre es el actor de la historia. Es también misión de la enseñanza de esta disciplina que nos ocupa, desarrollar en el alumno una actitud de responsabilidad ante la colectividad, facilitarle la comprensión de su realidad social y dotarlo de instrumentos metodológicos que le permitan aprehenderla y junto con todo esto desarrollar en el educando una actitud critica.(3) Para hacer realidad los objetivos oficiales planteados para el ciclo del bachillerato y para la enseñanza de la historia, se proponen las siguientes pautas: El conocimiento histórico en la vida del hombre. El convencimiento de que el conocimiento histórico es esencial en la vida del hombre. Que el saber histórico no sólo es un placer intelectual, sino que el hombre es por definición un animal histórico. Que el conocimiento de lo que el hombre ha hecho a través del tiempo, permite entender lo que el hombre es. La historia es nada menos la ciencia que hace inteligible el presente que vivimos, lo explica a partir de la comprensión de hechos pasados y establece conexiones con diversos aspectos de la realidad actual. Los hechos pasados afectan nuestro presente. Para evitar que el pasado nos oprima y nos condicione irremisiblemente, es necesario comprenderlo. El hombre es el sujeto de la historia. Es importante para cualquier reflexión sobre la enseñanza de la historia, no olvidar que el hombre es el sujeto de esa historia que estudiamos, y por lo tanto cada uno de nosotros somos los actores de la historia de nuestro tiempo. En este sentido, el conocimiento histórico permite al hombre actuar en su sociedad de manera más consciente. Esta es la mejor motivación para estudiar historia. Fomento de una conciencia crítica. La historia es decisiva para la cohesión de un grupo social. No es gratuito que esté presente casi siempre en el currículo escolar. Juega un papel privilegiado en la creación y mantenimiento de la conciencia nacional y, claro, también del "status quo"; el estudio del pasado permite la cohesión de la comunidad y por ende de un país. Sin embargo, la enseñanza de la historia también tiene como finalidad fomentar la conciencia crítica, y es este el sentido que debemos impulsar en el bachillerato. El conocimiento histórico puede convertirse en critico y cuestionador de la realidad presente y llegar a ser un instrumento del pensamiento progresista y de cambio. Luis Villoro, al respecto, afirma que: "... al mostrar que, en último término, todas nuestras reglas de convivencia se basan en la voluntad de hombres concretos, la historia vuelve consciente la posibilidad de que otras voluntades les nieguen obediencia... Desde Herodoto, la historia al mostrar la relatividad de las costumbres y creencias de los distintos pueblos, ha sido estímulo constante de crítica a la inmovilidad de las condiciones operantes".(4) Historia integral. En el bachillerato, que es la época de las grandes sumas, de las síntesis, no cabe la división en historia económica, política o de la cultura, se debe estudiar "historia" a secas. La historia es la ciencia que tiene por objeto la explicación integral de la evolución de las sociedades humanas. Tiende a "reconstruir la imagen global de la sociedad, es ante todo una ciencia de síntesis".(5) Este enfoque integral tiene como objeto de estudio no sólo los hechos relacionados con el gobierno, las hazañas de los grandes hombres y las guerras, sino incluye los demás elementos de la sociedad, es decir al pueblo como un todo, su vida, sus valores, expresiones, ideales y cambios. Uso de material de apoyo diverso. Bajo este enfoque la clase de historia debe utilizar como material de apoyo, no sólo libros de texto, documentos, ensayos históricos, sino que se deberá ampliar a la prensa, la novela histórica, el cine tanto documental, como el de ficción con tema histórico, los museos, la arquitectura, los monumentos, la música, el folklore.(6) El uso de estos materiales, sometidos previamente a juicio crítico sobre su validez para el tema que se estudia en clase, permite al alumno acercarse más a todo el ambiente histórico de una época; conocer los vestidos, costumbres, edificios, personajes, música, bailes, lenguaje. Al respecto Victoria Lerner apunta: " Lo más importante de estos métodos es que dan a cuenta de una historia distinta, a la cultura escrita o de élites. A través de las novelas, vgr., captamos cómo vivían grupos marginados, mujeres, niños, bandidos. campesinos, obreros, etc. Sus vivencias cotidianas, valores y conflictos, se recrean en forma única, con una intensidad conmovedora".(7) Visión general del desarrollo de la humanidad y en especial de su país. Es importante brindar al estudiante de bachillerato una visión general del desarrollo de la humanidad y en especial de la historia de su país, ya que en los ciclos anteriores el alumno se enfrentó a un conocimiento parcializado. La educación media superior tiene por objetivo específico que el alumno adquiera un conocimiento de la historia que le permita comprender en forma integral el desarrollo social y explicar su presente a partir de la comprensión del mecanismo de la historia. Se hace necesario estructurar los programas de historia bajo este criterio y brindar al alumno del bachillerato una visión global de la misma. Es importante mencionar el caso específico de la historia de México. Esta no ocupa un lugar destacado en los programas de primaria o secundaria, por lo tanto el estudio sistemático de la historia de México se realiza hasta el bachillerato. En la revisión de programas de historia de diferentes bachilleratos del país, detectamos que los temas relativos al estudio del México prehispánico, la Conquista y la Colonia no están contemplados. Se hace urgente una revisión de los programas en este sentido. Estudio del tiempo. La historia explica las transformaciones que sufren las sociedades; concepto esencial en el estudio de esta disciplina es el de cambio, ya sea éste gradual o violento. La historia también estudia lo que aparentemente permanece, en contraste dialéctico con lo que se transforma. La enseñanza en el bachillerato debe centrarse en lograr que el alumno entienda esta idea de cambio, y para ello es necesario cuidar de manera especial el problema del concepto tiempo. Independientemente de la corriente históriográfica a la que pertenezca el profesor, no puede dejar de lado la cronología. Esto no significa obligar al alumno a memorizar fechas y más fechas, sino que el alumno adquiera una conciencia del tiempo real, ya que con ello empezará "a pensar" históricamente y esto significa: " 1) Que se ubique de otra manera en el momento que le ha tocado vivir a él y al resto de la humanidad... 2) ... entender que la conciencia del tiempo implica captar dos elementos esenciales del conocimiento histórico: lo permanente, frente a lo transitorio o cambiante"...(8) Subjetividad del conocimiento histórico. La explicación histórica no es tampoco estática. Está reconstruyéndose continuamente. En el Congreso Nacional para la Enseñanza de la Historia de 1945 se planteó que los alumnos debían conocer diversas interpretaciones de la historia, analizarlas, y a partir de la reflexión y racionalización de ellas constituir la suya propia, la que les permita una mejor explicación de la sociedad en que viven.(9) Estos puntos de vista siguen siendo válidos. Es necesario revisar con los alumnos las dificultades a que se enfrenta el historiador en la búsqueda de la verdad y el alto grado de subjetividad del conocimiento histórico. Un pasaje de la autobiografía intelectual del historiador Galbraith ilustra a esta idea de cambio: " la historia... es un conocimiento en cerebros vivos, una conciencia del pasado, común a educadores y educandos, una búsqueda siempre cambiante de la verdad, al ir corrigiendo errores e ir descubriendo cosas. El pasado mismo ha muerto; y los libros que escribimos son tumbas de erudición, a menos que vivan en la conciencia de sus lectores... La principal tarea del historiador... consiste en transmitir este sentido del cambio caleidoscópico a su público. Si lo logra, sus propias opiniones nunca serán definitivas." (10) El espacio. Otra categoría histórica es la de espacio. Los hechos históricos sedan en un punto geográfico, que además no ha sido el mismo siempre, aun cuando esté localizado en el mismo lugar. El uso de mapas y sobre todo de mapas históricos es muy importante para la comprensión de un proceso histórico, así como las visitas a los sitios mismos donde se desarrolló un acontecimiento, cuando esto sea posible. Estudio de procesos y acontecimientos. En la enseñanza de la historia global, de síntesis, que estudia principalmente procesos, que presenta al alumno explicaciones sobre el desarrollo de la sociedad, tienen cabida tanto las generalizaciones como el estudio del acontecimiento mismo. En nuestro sistema educativo se ha pasado de la enseñanza memorística de fechas, nombres de héroes, gobernantes y de batallas, a la enseñanza de generalizaciones, muchas veces huecas. Es necesario recobrar en la enseñanza de la historia el estudio del acontecimiento, siempre que tenga significado en la explicación del proceso que se está estudiando. Un gran maestro de historia de la Escuela Nacional Preparatoria, Eduardo Blanquel, dijo en una entrevista sobre el tema: "La historia sin hechos, sin fechas, no es historia. Ese sería uno de los grandes defectos que le encuentro a esas interpretaciones excesivamente generales, sociologizantes, que finalmente no se prueban en la realidad. El historiador es un hombre que viaja de los hechos concretos a una realidad general". (11) Estudio de la historia más cercana al alumno. Para interesar al alumno en el estudio de la historia, es necesario presentarle la historia que le sea más cercana. El historiador hurga en el pasado para comprender el presente. De los millones de hechos que conforman el pasado, la historia estudia aquellos que responden a inquietudes del presente; la historia no es el estudio de un pasado muerto, sino de un pasado que cobra significado a partir del presente. Indagarnos en el ayer las causas y explicación de situaciones que hoy nos apremian, preocupan, queremos exaltar, preservar, destruir o corregir. Lo "actual" del conocimiento histórico está en función de la pertinencia de la pregunta que se hace al pasado para explicar nuestro presente. Resulta importante revisar los programas de las asignaturas frecuentemente y actualizarlos para que respondan a las inquietudes vitales del mundo actual. Esta revisión constante se hace hoy más urgente que nunca, dados los cambios bruscos que se han sucedido en el terreno social en el mundo. Es importante hacer notar en este tema que la historia no surge de una necesidad individual de conocimiento, en cuyo caso se hablaría de autobiografía y no de historia. Se indaga en el pasado a partir de preocupaciones colectivas. Al respecto, Arnaldo Córdova señala: "No hay historia independiente de la conciencia colectiva del hombre, por eso la historia aparece siempre como discusión y reelaboración del pasado, por eso tiende siempre al futuro, como explicación del pasado en las formas de la utopía y del mito. De ahí su fuerza como forma de adquirir la conciencia social.(12) Transmitir la metodología de una corriente de interpretación El estudio de la historia en el bachillerato se distingue de otros ciclos escolares porque incorpora el manejo de las metodologías que se utilizan en el análisis histórico social. El alumno adquiere conocimientos y habilidades necesarias que le permiten adentrarse en la problemática que enfrenta el historiador en el análisis de las sociedades pasadas, inclusive los programas de historia de este ciclo señalan expresamente que con el conocimiento histórico se busca la comprensión científica de la historia y la fundamentación racional de esta comprensión. Es necesario, por lo tanto, que los programas de historia del bachillerato incluyan el estudio de algunas de las teorías y métodos de análisis de la realidad histórica, por ejemplo el materialismo histórico o el estructural-funcionalismo. Las experiencias de aprendizaje deben corresponder a este enfoque. Se proponen actividades en clase que permitan al alumno revisar el trabajo del historiador, acercarlo a las fuentes originales, confrontar diferentes enfoques sobre un mismo tema, reconstruir un proceso. Es también necesario que los alumnos se familiaricen con el discurso histórico, que manejen la terminología utilizada en esta ciencia. Para ello será necesario que en la clase se recurra a la lectura de obras de los historiadores más calificados. En este punto, el Mtro. Blanquel decía: " yo pienso que en el ámbito universitario, al menos, la única forma de enseñar y aprender historia es a través de la investigación personal y la discusión en el trabajo de seminario, preferentemente a partir de la lectura de fuentes primarias. Debe desterrarse la cátedra y los cursos en los que el maestro recita una serie de consideraciones acerca de problemas generales".(13) NOTAS Contenido (1).- Congreso Nacional del Bachillerato. México, SEP, 1982. (2).- Programa para la Modernización Educativa 1989-1994. Poder Ejecutivo Federal, 1989. (3).- Educación Primaria. Plan de Estudios y Programas. México, 1972, Educación Media Básica. México, SEP, 1974. El bachillerato en México. Planes de estudio. México, Colegio de Bachilleres. 1981. Programas Maestros del Tronco Común. México, SEP, 1982. (4).- Luis Villoro. "El sentido de la historia", en Historia ¿Para qué ? Siglo XXI, pag. 45. (5).- Julio Valdeon. En defensa de la historia. Madrid. (6).- Véase la obra: "La enseñanza de Clío ", prácticas y propuestas para una didáctica de la historia, compilada por Victoria Lerner Sigal, México, SICE- Instituto Mora, 1990. (7).- IBIDEM, p. XXII y XXIII. (8).- Victoria Lerner. " El manejo de los contenidos en la enseñanza de la historia. El factor tiempo y el factor espacio", en La enseñanza de Clío. op. cit. p. 213. (9).- Véase "Resoluciones de la Conferencia sobre Enseñanza de la Historia en 1944 y conclusiones a que se llegó en el primer seminario para el estudio de la técnica de la enseñanza de la historia en 1945", en Rafael Ramírez y otros. La enseñanza de la historia en México. México. Instituto Mexicano de Geografía e Historia, 1948. (10).- Vivian H. Galbraith. "Reflexiones", en Curtis. Taller de la Historia. FCE. p. 30. (11).- "Revista del Consejo Nacional Técnico de la Educación". Vol. VIII, 4ta. época, No.42, 1982. (12).-" La historia maestra de la política, "en Historia ¿para qué? p. 131. (13).- Entrevista citada. |