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INTRODUCCIÓN Contenido
Las preguntas que aquí nos planteamos sobre el carácter científico de praxeología,
su vocación, el papel que puede jugar en el campo de las ciencias humanas y sociales, particularmente en
ciencias de la educación, nos llevan, en un principio, a intentar definir esta nueva disciplina. En efecto,
el término praxeología es poco conocido y poco claro porque es usado en acepciones y con relación
a campos diversos. El filósofo polaco T. Kotarbinski subraya este hecho al principio de una de sus conferencias
sobre el origen de la praxeología(1) oponiendo los seres vivos, que sólo nacen una vez, a las palabras,
que nacen varias veces. Por ello, nos invita a recurrir a la historia con el fin de intentar reconstruir en sus
grandes líneas la génesis de la praxeología.
UN SIGLO DE HISTORIA EUROPEA Contenido
Se cree que la praxeología aparece en Francia a fines del siglo pasado, bajo la pluma de L. Bourdeau,(2)
a partir de una exigencia: la de reconocer, contra la clasificación de Auguste Comte, una "ciencia
integral" que coordine todas las otras, y de las cuales se trataría de rehacer la unidad.
Quince años más tarde, A Espinas(3) utiliza este vocablo para designar a una "ciencia general",
"con las formas más universales y los principios más elevados de la acción en el conjunto
de los seres vivos capaces de moverse".
El término de praxeología se vuelve a encontrar en estudios económicos, en un periodo que
se extiende de 1926 a los años cincuenta, primero en la URSS,(4) luego en Australia,(5) y sobre todo en
Polonia, donde T. Kotarbinski, en su Tratado del buen trabajo, la define como "teoría general de la
acción eficaz". En su obra expone los principios fundamentales de esta ciencia.(6) Este segundo periodo
de la historia de la praxeología corresponde a la necesidad de contar con una racionalización de
la producción industrial y a la urgencia de ajustar a ella los comportamientos humanos. Es, por otra parte,
significativo que en esta Epoca un investigador americano se haga esta pregunta la economía y las ciencias
del comportamiento una frontera desierta.(7) El tercer periodo que distinguimos principia en los años sesenta.
Se asiste entonces a un desarrollo y a una diversificación de la reflexión praxeológica en
diferentes países europeos; en Inglaterra, donde son traducidas las principales obras polacas, en Francia(8)
en Noruega.(9) Hoy la referencia a la praxeología se encuentra en trabajos tan diferentes como los de psicólogos,
sociólogos, matemáticos, teólogos, filósofos, investigadores en ciencias de la educación.
LA FUNCION IDEOLOGICA DE LA PRAXEOLOGIA Contenido
La multiplicidad de las perspectivas praxeológicas dificulta proponer una definición unitaria para
esta disciplina.
En cada uno de los campos donde la praxeología aparece, da a los conocimientos producidos un modo de acción
sobre lo real.
Por lo tanto, se hablará más bien de "ciencias praxeológicas", cuya vocación
es elaborar técnicas que controlen la actividad social.(10) En efecto, el desarrollo de las sociedades industriales
se juega en una racionalización de la actividad de producción y suscita investigaciones que apuntan
a poner la ciencia al servicio de este objetivo. Esto conduce a una tecnocratización, incluso a una deshumanización
de la acción.
Por otra parte, crece cada vez más la posibilidad de concebir modelos formales a partir de los cuales deducir
una acción óptima en cuanto a los efectos esperados. Todo ocurre como si, escribe H. Desroche,(11)
el práctico estuviese a las órdenes del lógico, como si una "logopraxia" estuviese
sustituyendo la "praxeología" naciente. La función ideológica de la praxeología
aparece renegablemente, y las palabras de Karl Popper, citadas en el epígrafe, recogen su sentido completo.
¿Habría que considerar, en consecuencia, a la praxeología como una pseudociencia. que pretende
dar cuenta de la acción humana construyendo, al igual que la cibernética, modelos simulados?(12)
CONOCIMIENTO PRAXEOLOGICO Y GESTION DE PROYECTOS Contenido
Si no se logra ir más allá de esa visión de la praxeología, resultará difícil
no poner en duda su calidad científica, y no desconfiar de ella como de un peligroso instrumento de manipulación.
Ahora bien, ciertos trabajos proponen otra idea de praxeología. El individuo puede ser llevado al lugar
que le corresponde, al centro de su acción; se le puede reconocer la libertad de actuar sin estar determinado
por un modelo impuesto del exterior, movido, al contrario, por un proyecto singular, generador de su acción.
En efecto, es importante no imponer a los hombres "criterios de preferencia lógica", pero eso
no basta, se les debe permitir conocer "la naturaleza lógica de las preferencias que ellos sienten".
Este "conocimiento praxeológico" se elabora en la relación dialéctica entre la experiencia
familiar del mundo y sus estructuras objetivas.(14) Importa mucho tener presente que, partiendo del análisis
de la experiencia, se puede dar razón, a la vez, tanto de los principios que guían la acción
como de la eficacia de la misma y tal vez, en último término, de las estructuras objetivas en las
que se inscribe la acción.
La praxeología no será tanto una ciencia que genere un saber nomológico, sino más bien
una práctica social de reconocimiento de los proyectos individuales o colectivos. No debe pues proveer modelos
preestablecidos, sino dar sentido y movilizar recursos para la acción. Se le definirá como una gestión
de los proyectos y se le reconocerán, entonces, usos posibles en el campo de las prácticas educativas
y de formación.(15)
¿ACCIONES DE FORMACION O FORMACION A LA ACCION?
Contenido
En este terreno nos parece que hay también dos concepciones opuestas de esta disciplina.
La primera, sobre el modo de la referencia, de la justificación. La praxeología, en esta perspectiva,
sirve de garantía ideológica a las prácticas normativas orientadas a integrar a las personas
en el sistema de producción asegurando la mejor gestión posible de los recursos humanos. Es, a la
vez, un medio de legitimación y una técnica manipuladora de eficacia real. Numerosos organismos practican,
por así decirlo, esta praxeología. Ciertos la reivindican de manera explícita. Se puede citar,
como ejemplo, al Science System Department de la Universidad de Londres, creado en 1968 por K. Mac Pherson; esta
unidad de enseñanza y de investigación se inspira directamente en la praxeología a la que
considera como una ciencia sistemática.
El segundo uso de la praxeología, en ruptura con el precedente, se asigna, como objetivos, discernir los
proyectos individuales o colectivos y facilitar su realización en un contexto dado. Esta disciplina puede
revelarse como un instrumento útil en las manos de un formador experimentado y consciente de esos objetivos.
La formación integra la experiencia de los sujetos en una pedagogía de proyecto; torna posible sinergias
formativas e involucra al sujeto en la elaboración misma de la formación. En este cuadro autorizado
por la institución, las personas en formación están en capacidad de afirmar su proyecto singular.
En este cuadro praxeológico se pone de manifiesto la formación cooperativa cada estudiante construye,
paso a paso, su formación, con la ayuda de un tutor, cuya tarea es facilitar la emergencia del proyecto
que lleva el sujeto en formación.
Es posible, para un formador que lo decide, introducir en las formaciones, financiadas por empresas, tales principios
y tales modalidades. Esas formaciones, lejos de adaptar a los sujetos al sistema cultural y de organización
de la empresa, son más bien susceptibles de convertirse en agentes importantes de transformación.
Ahora nos proponemos presentar la concepción que prevalece en los estudios cooperativos. Se pueden distinguir
tres dimensiones u órdenes en el proceso de la formación así concebida. Primero, el orden
de lo imaginario y de lo vivido, después la objetivación e institución de un conocimiento
a través de un discurso: finalmente, creaciones solidarias que corresponden a la reinversión cooperativa
en un proyecto, conocimientos válidos por la experiencia.
AUTOFORMACION Y DESARROLLO PERSONAL Contenido
Se puede decir que toda formación es ante todo un acto existencial, es "producir su vida".(17)
En este sentido, un enfoque biográfico es necesario tanto para descubrir rupturas y cruzamientos en la existencia
del sujeto como para captar la emergencia creativa de un proyecto.(18)
Es lo que se propone hacer la autobiografía razonada que Henri Desroche llama, a semejanza de la práctica
socrática, método mayéutico, y que opone a un modelo didáctico o programado. Considerando
a los que aprenden como "educandos", El escribe "¿cuál es en efecto la situación
de un adulto que quiere aprender a leer de un modo científico? Está impregnado y pleno de un potencial
cultural y praxeológico; dicho potencial, él lo ha acumulado (...) a lo largo de una experiencia
de vida estudiosa, informal más que formal, como vida social y profesional. Está movido por la necesidad
y/o la aspiración de "dar a luz" esta experiencia en una expresión adecuada para explicarse
y comunicarse, volver a cambiarse o volver a invertir".?(19) Aquí la práctica educativa es una
técnica autogeneradora(20) de investigación por sí y sobre sí que se manifiesta como
investigación-acción. El orden de lo imaginario da lugar a una "imaginación": es
decir, una imaginación autocreativa.
LA OBJETIVACION DE LA EXPERIENCIA Contenido
Para integrarse en la acción, la imaginación debe entrar en el orden del discurso, encontrar un modo
de formalización con los riesgos que eso implica (deformación de la experiencia). Se trata de sacar
de ésta un saber que pueda ser válido como capital que de créditos en la acción. Esta
formación por la experiencia constituye un paso hacia la acción y no un fin. Está tomada sobre
todo del sentido de una experiencia que muestra la fuerza hermenéutica del relato de vida.
Se comprenderá que esta concepción praxeológica de la educación se sitúa casi
en el lado opuesto de la educación formal, donde el saber transmitido es instituido más que instituyente,
y donde la acción es más reproductora que innovadora. La razón de ello es, según H.
Desroche, que hay en cierto sentido recuperación de la praxis por el logos. Por lo tanto, hay que adaptarse
a la crítica de este uso perverso de la praxeología para construir lo que debería ser una
verdadera praxeología una "praxística"; es decir, una activación de los conocimientos
producidos.
CREATIVIDADES SOLIDARIAS Contenido
La tercera dimensión de la formación, desde el punto de vista de la praxeología, es la inserción
del saber en una estrategia. La experiencia busca su modo de socialización y de reconocimiento a través
de una activación de los saberes adquiridos. La idea de una praxeología del conocimiento está
aquí tal vez esbozada.(22) El orden social no se realiza como imposición del exterior pero sí
como un movimiento que instituye una utopía o más bien una ucopía, término medio entre
lo imaginario y lo social.(23) Es el punto que nos parece más importante se pasa de la autoevaluación
a una coevaluación (por ejemplo, con otras "personas-proyectos" o personas-recursos) reconocer
que cada adulto, en virtud de su experiencia vivida, es portador de una cultura que le permite ser simultáneamente
alumno y profesor en el proceso educativo en el que participa.
UNA HERRAMIENTA PRAXEOLOGICA Contenido
Actualmente trabajamos en la elaboración de un instrumento de observación e intervención que
permita visualizar las acciones de un sujeto, que dé lugar a la práctica de ruptura por alejamiento
frente a lo vivido y a la objetivación de saberes que pueden ser movilizados para efectuar un proyecto.
Realizado el balance individual, la intersección de perfiles vivenciales de varias personas permite encontrar
afinidades y crear colectivamente las condiciones de posibilidad de un desarrollo de proyectos, sean individuales
o colectivos. Se trata de una práctica aplicable a la evaluación y a la gestión de proyectos.
La idea es que en realidad sólo se puede realizar un proyecto de manera cooperativa.
Este método puede ser útil en la concepción de formaciones cuyo objetivo es responder a las
necesidades expresadas por el proyecto de vida de un individuo o de un grupo. La captura del saber por experiencia
indica en un alumno, un aprendiz, una persona en reciclaje, etc., los recursos -tanto en términos de contenido
como de métodos incorporados- en movimiento en el transcurso de su formación.
Fundar una práctica formativa en tales principios y premisas no es indiferente en lo que concierne al desarrollo
de la formación misma. En efecto, ¿quién está a la altura de enseñar que se
trata de sostener los nuevos aprendizajes por integración de las experiencias vividas? Esto conduce transformaciones
importantes en los métodos pedagógicos, y plantea múltiples preguntas: ¿en qué
se convierten las disciplinas?, ¿qué dispositivos de formación inventar que tomen en cuenta
principios praxeológicos que hagan óptima la acción? La evaluación en forma de balance
vivencial que inaugura la formación termina poniendo en tela de juicio los modelos existentes.
Por su intención, esta perspectiva no es nueva, es la que, en muchos aspectos, anima notablemente las pedagogías
llamadas activas. La idea de una educación creativa que se propone echar abajo los muros que separan a la
escuela de la sociedad, de tomar en cuenta, en la formación permanente, la experiencia acumulada por cada
uno, lo que nos parece una verdadera invención de la praxeología aplicada a la formación,
es hacer de la cooperación la dinámica del proceso de formación, de su definición -al
momento del balance- tanto en su ejecución como en su evaluación.
Se podría resumir el aporte de la praxeología a la formación en cinco puntos:
1. Formalizar y hacer operativos los saberes que integran la experiencia en la acción (es el objetivo de
la praxeología del conocimiento).
2. Organizar el recorrido identificando rupturas, intersección de proyectos, elaboración de estrategias
solidarias.
3. Hacer óptimo el acto formativo con una intervención mínima. En este sentido, formar es
facilitar la independencia del sujeto, tornar posible su autoformación, atenuar los efectos de las jerarquías
sociales contribuyendo a la identificación y al reconocimiento de las competencias y de los conocimientos
mutuos. En el debilitamiento así obtenido del carácter normativo de la institución, cada uno
termina en consecuencia por referir a sí mismo sus propias dificultades y conduce a reencuadrar su acción.(25)
4. Derrumbar las barreras que existen entre las disciplinas, particularmente en ciencias humanas, en pro de una
formación óptima, centrada en una evaluación eficaz de las necesidades del sujeto.
5. Abrir las instituciones gracias a un dispositivo de redes que operen sinergias cooperativas y coeducativas.
Un caso ejemplar de esto es la creación, desde 1978, de un instituto cooperativo interuniversitario, "asociación
regida por la ley de 1901, que apunta a la promoción de una "Universidad cooperativa internacional
como universidad abierta en una red europea de educación e investigación permanentes en prácticas
y praxeologías sociales".
La praxeología en cuestión, tanto en el campo de la economía como en el de la formación,
corresponde hoy, a nuestro parecer, a la interrogación de las ciencias humanas y sociales sobre ellas mismas
y sobre su propio desarrollo. La emergencia de esta disciplina puede ser en efecto un instrumento que regula el
ajuste continuo de la acción humana al dinamismo de la coyuntura. La educación misma realiza ajustes
entre el saber y el saber-hacer; recorridos individuales y evolución social requieren, más que de
una práctica, de la intervención de la praxeología. Es tiempo de pensar en la educación
bajo la categoría de práctica social; es el medio de actuarla y es bajo esta condición que
podrá integrarse en dinámicas creadoras.
Traducción de OFELIA ESCUDERO-CABEZUDT
y Revisión de RICARDO SANCHEZ PUENTES
NOTAS Contenido
(1) Academia Polaca de las Ciencias, fasc. 58, Varsovia, 1965.
(2) L. BOURDEAU Théorie des sciences. Plan de science intégrale, Germer Baillière; París,
1882.
(3) A. ESPINAS, Les origines de la technologie; París, Alcan, 1897.
(4) E. SLUCKI, Ein Beitrag zur formal Praxeologischen Grundlegung der Ökonomik, Univ, Kiev, 1926,
(5) L. VON MISES, L'action humaine; traité d'économie, Génova, 1940. Trad, fr. París,
PUF, 1983.
(6) TRAITE DU BON TRAVAIL, Lodz, 1955, Esos principios son los siguientes: la preparación, la instrumentación,
la optimización y la organización de la acción.
(7) Título de un artículo de K. E. Boulding publicado trad. fr. en la revista Diogène (julio
de 1956).
(8) R. DAVAL, La praxéologie... Sociologie du travaill, abril-junio de 1963, París, PUF 1981.
(9) G. SKIRBEKK,Praxeology, ananthology, Universitetsforlaget, Bergen, 1983.
(10) J. HABERMAS, Logique des sciences sociales et autres essais, trad. fr, París, RJF, 1987, p. 29.
(11) A. MOLES, ROHRNER, Théorie des actes, vers une sociologie des acteurs, París, Casterman, 1977.
(12) Una comunicación de W. Gasparski, director del Instituto de Praxeología de Varsovia, fue leída
en el 4º Congreso Internacional de Cibernética: París, 10-14 de septiembre de 1984.
13) A. KAUFMANN, L'homme d'action et la science introduction élémentaire à la praxéologie,
París, Hachette, 1968.
(14) P. BOURDIEU, Esquisse d'une théorie de la pratique, Génova, Droz, 1972.
(15) Nos oponemos en esto a L. von Mises, quien afirma "el carácter formal y a priori de la praxeología"
(op. cit. p. 36).
(16) La formación cooperativa ha sido desarrollada por H. Desroche en el cuadro de la formación de
adultos y se apoya hoy en una organización compleja, en una red que comprende a la vez colegios cooperativos
en comunicación con universidades y universidades cooperativas internacionales itinerantes. Tiene un poder
que instituye (cf. H. Desroche: Le projet cooperatif. Son utopie et sa pratique. Ses appareils et ses réseaux.
Ed. Ouvrières, 1976; cif. igualmente el RHEPS. (Red de Altos Estudios de las Prácticas Sociales),
1979-1989, Achives de Sciences Sociales de la Cooperation et du Développement, núm. 89, París,
1989.
(17) G. PINEAU y M. MICHEL, Produire sa vie: autoformation et autóbiographie. París, Edilig, Montreal,
A. St. Martin, 1983.
(18) Los praxeólogos polacos utilizan el término projektant que se puede traducir como "sujeto
del proyecto" o, mejor, "persona-proyecto" (H. Desroche).
(19) De la autobiografía al alumbramiento de proyectos; en ASSCOD. núm. 73, julio-septiembre 85,
p. 10.
(20) Este enfoque no es exclusivo de la formación continua con adultos; es igualmente importante en la formación
inicial aun si no se constatan esfuerzos importantes en ese sentido.
(21) H. DESROCHE, Apprentissage 2. Education pennanente et créativité solidaire. Ed. Ouvriéres,
1982.
(22) Una perspectiva evocada por uno de los últimos números de la revista Prakseología, Varsovia,
noviembre, 1989.
(23) Voyage en Ucoopie, Esprit, núm. 2, feb. 1966, p. 230.
(24) UNESCO, Nairobi, 1976.
(25) Cif. el método analítico de Argyris y Schön presentado en el cuadro del 4o. Simposio de
la Red Internacional de Investigación-Formación en Educación Permanente (RIFREP), bajo el
título "Efficacité dans l'action" (París, 19-22 de mayo de 1989).
BIBLIOGRAFIA Contenido
DUMONT, Jean-Luc. "La praxéologie; quelle science pour quelles practiques dans le domaine de la formation?".
En Les nouvelles formes de la recherche en éducation au regard d'une Europe en devenir. Direction: J. Ardoino
et G. Mialaret. Association Francophone Internationale de Recherche Scientifique en Education, París, MATRICE-ANDSHA,
1990, pp. 86-92.
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