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INTRODUCCIÓN Contenido
En la última década la preocupación de los funcionarios, administradores de la educación
y planificadores sociales, ha generado una serie de estudios para atender las estructuras orgánicas de las
universidades e instituciones de educación superior. Los estudios consisten en instrumentar un proceso organizacional
llamado departamentalización, que responda a las necesidades reales de cada institución. Con estas
propuestas de administración educativa se pretende responder con eficacia, eficiencia y calidad al quehacer
institucional encomendado; fundamentalmente en materia de servicios académicos como lo son la docencia,
la investigación y la vinculación con la sociedad. En concreto, la propuesta mantiene un espíritu
de producción académica y rendimiento laboral. Todavía sostiene algunas interrogantes: ¿En
qué consiste la departamentalización?, ¿qué fundamenta la propuesta?, ¿cuáles
son los beneficios que reporta?, ¿de qué manera se distingue de otros modelos?, ¿cómo
surge la propuesta?, etc. Preguntas que encuentran respuestas diferentes según sean las condiciones históricas
de los centros de enseñanza y los enfoques teóricos de abordaje.
Para este ensayo consideramos conveniente hablar de departamentalización referida a las instituciones de
educación superior; en tal sentido, este trabajo es un producto colateral de una investigación en
proceso realizada en el CIIDET. Consiste en un documento en donde se tiene el estado del arte respecto a la departamentalización
a nivel internacional. Asimismo, se establecen las principales características de este proceso en diversas
instancias nacionales. No pretendemos hacer un análisis conceptual exhaustivo de la departamentalización;
únicamente queremos identificar un procedimiento administrativo de control organizacional, para comenzar
a desprender paulatinamente las distintas alternativas que podrían resultar como intentos de hacer operativa,
en una institución de educación, la propuesta.
PROCEDIMIENTO Contenido
Para desarrollar el presente trabajo se revisaron los documentos que apoyan la estructura administrativa de algunas
instituciones de educación superior (ES) con una estructura departamental y artículos que apoyan
este tipo de organización.
Inicialmente se describe un grupo de artículos que se ha promovido por parte de instituciones de educación
superior con el objeto de presentar un sistema departamental apropiado para la estructura académico-administrativa
de cada una de las instituciones incluidas en el trabajo. A continuación se presenta un análisis
de la información obtenida a través de las fuentes antes citadas.
ORIGENES Y CARACTERISTICAS DE LA DEPARTAMENTALIZACION
Contenido
La organización departamental en las universidades tiene su inicio en los Estados Unidos. Esta forma de
estructura académico-administrativa responde a la necesidad de agrupar distintas unidades que se encarguen
de llevar a cabo la investigación y la docencia en campos específicos del saber. Zamanillo (1980:27)
señala que el tamaño de las universidades hace altamente complejo el manejo de las mismas. Es importante,
entonces, que tanto la estructura académica como la administrativa se desconcentren para dar solución
a los problemas de manera más particular. Es así como la estructura departamental permite delegar
funciones en áreas tales como formación de graduados, investigación, el desenvolvimiento de
la disciplina y otros: "Al margen de los aspectos puramente académicos es indudable que la organización
académica por departamentos es una respuesta a los problemas administrativos y a la ineficiencia que van
aparejados con el gigantismo y la centralización de algunas instituciones de educación superior".
En general se menciona que la estructura departamental permite que los recursos sean óptimos, así
como el uso de los mismos.
Una de las características del proceso es la descentralización de la toma de decisiones. Este proceso
es a su vez un beneficio para hacer óptima la estructura organizativa de la institución y un problema
en su implantación, por la consiguiente pérdida de poder, misma que tiende a ser considerada como
negativa en muchos casos, lo que produce resistencia al cambio.
La ventaja de la organización departamental es que reduce considerablemente la estructura jerárquica
y más bien agrupa a los individuos por intereses comunes. De esta manera se establece un marco en donde
los "conocedores" de un área revisan sus planes de trabajo, determinan las líneas de investigación
-que estarán vinculadas con la docencia- y fomentan la comunicación entre profesores y estudiantes
de diferentes carreras.
Un aspecto importante en la estructura departamental es que el grupo de profesores investigadores se encuentra
en el mismo espacio físico en donde pueden intercambiar permanentemente, de manera formal e informal, experiencias
y expectativas relacionadas con un área común de trabajo. La relación permanente entre miembros
de un mismo campo de conocimiento hace que se incremente la eficiencia del grupo para resolver problemas.
Otro aspecto es que los profesores investigadores se relacionan en un ambiente de igualdad. La jerarquía
en los puestos no existe en el Departamento, excepto por el director del mismo. Este tipo de relación incrementa
la cohesión del grupo y favorece la sana competencia entre los departamentos.
Los departamentos son relativamente autónomos. Dado que están integrados por los miembros conocedores
de un área, ellos tienen la capacidad de determinar cuáles son las investigaciones que deben desarrollarse
en el Departamento, qué tipo de materias deben ofrecerse y qué características deben tener
los recursos humanos que lleven a cabo tanto las investigaciones como los cursos.
Zamanilio (1980:30) concluye que un departamento académico tiene como finalidades el desconcentrar la toma
de decisiones; incrementar la productividad de conocimientos científicos; rebasar las fronteras del conocimiento
científico mediante la investigación de problemas específicos y formar nuevas generaciones
de científicos y profesionales partiendo de una selección de estudiantes más rigurosa.
Zamanillo también señala en su artículo algunos aspectos administrativos que se deben considerar
en un modelo departamental. Primeramente menciona que el control administrativo debe traducirse en "coordinación".
Este aspecto se relaciona con el aspecto rígido, de la organización "tradicional" y con
el aspecto flexible que se sugiere en la organización departamental.
Comenta que, dada la estructura compleja y flexible de un departamento, las deficiencias que se detecten no pueden
ser corregidas rápidamente, de manera que no alteren su funcionamiento.
Por su parte, el director del departamento se elige, fundamentalmente, por sus características académicas.
Esta situación hace que en ocasiones los directivos tengan limitaciones administrativas importantes, situación
que hay que considerar en una nueva estructura departamental. Y "desde el punto de vista de adaptabilidad
institucional a las necesidades de desarrollo científico y de la formación profesional, es indudable
que en teoría -es decir, sin contar con las presiones que generan tanto los intereses personales como los
de los grupos que actúan en el ámbito universitario este tipo de organización es tan flexible
que permite dar respuesta a gran cantidad de problemas que resultan insolubles en instituciones organizadas de
manera piramidal" (pag. 33).
LA EXPERIENCIA DE INSTITUCIONES NACIONALES Contenido
La Universidad del Valle de Atemajac presentó en 1991 un modelo de departamentalización académica.
De acuerdo con este documento, el modelo departamental elegido es el que ha mostrado la mayor eficiencia en el
sistema nacional de educación superior.
La primera diferencia con respecto al modelo de facultades y escuelas es que los departamentos se agrupan por áreas
del conocimiento y no por profesiones. Los departamentos son independientes de las carreras. Es decir, los estudiantes
de diversas carreras acuden a un mismo departamento para recibir la instrucción de una materia que les es
común. En este modelo las coordinaciones curriculares se encargan de analizar las distintas instancias que
tienen que ver con las profesiones que ofrece la universidad. Asimismo, realimentan a los departamentos con la
información obtenida con el objeto de que las materias que ellos ofrecen respondan a las necesidades detectadas
en las diferentes instancias vinculadas con cada una de las carreras de la universidad.
Los departamentos y las coordinaciones curriculares se encuentran, en el organigrama, al mismo nivel e integran
la Dirección General de Educación Superior.
Inmediatamente debajo de la dirección se encuentran las divisiones. Hay tres: la División de Ciencias
Sociales y Humanidades, la División de Ingenierías y la División de Ciencias Económico-Administrativas.
LA DIVISION DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES SE SUBDIVIDE EN:
DEPARTAMENTOS
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COORDINACIONES
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Comunicación
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Ciencias y técnicas de la comunicación
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Psicología
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Psicología
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Filosofía y educación
|
Filosofía y educación
|
Diseño gráfico
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Biomédicas
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Nutrición
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LA DIVISION DE INGENIERIA INCORPORA LOS SIGUIENTES DEPARTAMENTOS Y COORDINACIONES:
DEPARTAMENTOS
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COORDINACIONES
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Diseño
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Ingeniería y arquitectura
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Construcción
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Ingeniería industrial
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Ciencias exactas
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Lic. en sistemas computacionales
|
Computación
|
Ingeniería en computación
|
Producción
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Ingeniería electrónica
|
Electrónica
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Posgrado
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Y LA DIVISION DE CIENCIAS ECONOMICO-ADMINISTRATIVAS PRESENTA:
DEPARTAMENTOS
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COORDINACIONES
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Administración
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Administración de empresas
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Contabilidad
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Contaduría pública
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Economía y finanzas
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Administración empresas turísticas
|
Mercadotecnia
|
Administración de recursos humanos
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Turismo
|
Mercadotecnia
|
|
Economía y finanzas
|
|
Posgrado
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Las dos instancias que forman una división son independientes y se agrupan en comités: el Comité
de Desarrollo Docente y el Comité de Desarrollo Curricular. Los dos comités deben trabajar paralelamente.
Con esta estructura se trata de hacer óptimos los recursos de la universidad. En el proyecto de departamentalización
se planteó la necesidad de una prueba piloto previa a su aplicación global definitiva a la estructura
orgánica de la universidad.
Otra experiencia considerada se refiere al proceso de departamentalización de los institutos tecnológicos.
Aun cuando los fines y la estructura misma de un instituto es diferente a la de una universidad, nos pareció
importante considerar esta experiencia, ya que se trata de una institución de educación superior.
Se propone una estructura departamental con el objeto de articular los niveles educativos que atienden los tecnológicos:
articular las funciones de docencia, investigación y extensión, e integrar las disciplinas del tecnológico,
así como facilitar el trabajo interdepartamental e interinstitucional.
En este sentido, la departamentalización se establece como una forma adecuada de asumir las distintas actividades
del tecnológico de manera integral.
En el documento de presentación del modelo se señala que: "Este tipo de organización
permite interrelacionar especialistas de áreas departamentales, de tal forma que en dichas áreas
se dé un enfoque de producción académica con las materias que imparten los profesores, de
manera que de las mismas se deriven tareas de investigación que propicien fortalecer la extensión
de ámbitos de aplicación y difusión del conocimiento "(SEP, SEIT, DGIT: mayo, 1, 1990:5).
Dentro de la argumentación de apoyo al modelo, entre otros aspectos, es importante señalar que: la
acreditación de asignaturas se relacione directamente con actividades de investigación; se establezca
la interrelación de materias; esta interrelación de materias coadyuve en la generación de
ingresos y apoyo al desarrollo académico de los docentes para facilitar su ingreso al Sistema Nacional de
Investigadores; se establezcan proyectos de vinculación con el sector productivo, relacionados con las áreas
de trabajo de los profesores, para favorecer el desarrollo profesional y económico de los mismos; y que
se ubique a los practicantes profesionales en áreas relacionadas con las asignaturas que cursan, ya sea
para reforzar el conocimiento o para aplicar algo de lo que se domine. En su experiencia se dividieron dos áreas;
una sustantiva, que incluye a las funciones académicas de docencia, investigación y extensión;
y una adjetiva, que incorpora a las funciones auxiliares de planeación, administración académica,
administración de la docencia, administración de la investigación, administración de
la extensión y servicios administrativos. En el organigrama la planeación y la administración
de la extensión dependen directamente de la Dirección y/o de la Subdirección de Planeación
y Extensión; y la administración de la docencia y la investigación se encuentran bajo la responsabilidad
de la Dirección y/o de la Subdirección Académica, con el apoyo de los departamentos académicos,
y los servicios administrativos se encuentran bajo la responsabilidad de la Dirección y/o la Subdirección
de Servicios Administrativos, también apoyadas por los departamentos.
En el documento también se señalan una serie de ventajas que se tienen con el proceso de departamentalización.
Inicialmente se menciona la característica de que el docente desarrolla tanto las actividades relacionadas
con el proceso de enseñanza-aprendizaje como las de investigación y extensión.
Un aspecto que se enfatiza en el documento es que la organización es más horizontal. La organización
es más participativa y el desarrollo de los profesores está vinculado con aspectos relacionados con
la administración de las actividades sustantivas del centro de estudios. En la pag. 9 se menciona que la
forma de vincular debe darse con criterios académicos, por ejemplo:
La ubicación de practicantes profesionales.
La justificación de visitas a empresas.
La incorporación de profesores visitantes.
La ubicación de maestro-huésped.
La vinculación del egresado se dé con sus departamentos académicos, tanto por su ubicación
profesional como por el grado académico obtenido.
El maestro preferentemente se vincule e investigue con las materias que imparte como una forma de acumular experiencias,
sin necesidadde diversificar su carga de trabajo, además de evitar la improvisación y dar continuidad
(planes a corto, mediano y largo plazo) a la atención de un mismo bloque de materias (máximo tres
diferentes) en sus ámbitos de docencia, investigación y extensión.
Por lo general, el sistema departamental establece una organización más igualitaria en todos los
niveles. Tanto las materias como los recursos humanos se presentan a un mismo nivel sin importar el estatus académico-administrativo
o el semestre en el que se está trabajando.
En lo particular, la departamentalización influye para incrementar la interdisciplinariedad y la cooperación
de los recursos humanos de diversas especialidades. Se propone "una organización más horizontal
ubicando organizacionalmente departamentos académicos que conciban un desarrollo articulado de las funciones
de docencia, investigación y extensión" (SEP, SEIT, DGIT, 1990, p. 12).
El modelo sugiere que las actividades académicas, las asignaturas, el servicio social, las prácticas
profesionales y la titulación se lleven a cabo en el nivel individual, interdisciplinario e interinstitucional.
Se enfatiza el que exista una vinculación entre el trabajo teórico, desarrollado en el aula, y los
aspectos prácticos. Es decir, que se establezca la relación entre lo aprendido en el aula y las actividades
fuera de la institución.
De acuerdo con lo encontrado por Machuca (1991), el modelo apoya la interrelación del proceso enseñanza-aprendizaje
con las actividades prácticas del estudiante; en otras palabras, lo que debe ser la congruencia de la capacitación
dentro de la universidad y el mercado de trabajo. La universidad debe facilitar el aprendizaje de las actividades
prácticas relacionadas con el área de trabajo en donde se insertan los egresados. Asimismo, se establece
la necesidad de que el trabajo académico, dentro del aula, se relacione con actividades de investigación.
La departamentalización, entonces, favorece estas relaciones que se sugieren como muy importantes para obtener
los productos perseguidos por una institución de educación superior.
La organización departamental, que en ese documento se presenta, incluye las siguientes estructuras Dirección;
Comité de Planeación; Subdirección de Planeación y Extensión; Consejo Editorial;
Departamento de Planeación, Programación y Presupuesto; Departamento de Gestión Tecnológica
y Vinculación; Departamento de Comunicación y Difusión; Departamento de Actividades Extraescolares;
Centro de Cómputo; Centro de Información; Subdirección Académica; Comité Académico;
Departamento de Ciencias Básicas; Departamento de Sistemas de Computación; Departamento de Metal-Mecánica;
Departamento de Ingeniería Civil; Departamento de Ingenierías Química y Bioquímica:
Departamento de CienciasEconómico-Administrativas; Departamento de Ingeniería Industrial; Departamento
de Eléctrica y Electrónica; Departamento de Proyectos Académicos Interdepartamentales; Departamento
de Posgradoe Investigación; Subdirección de Servicios Administrativos; Departamento de Recursos Humanos;
Departamento de Recursos Financieros; Departamento de Recursos Materiales y Servicios: Departamento de Servicios
Escolares, y Departamento de Mantenimiento de Equipo.
Una última experiencia obtenida dentro de las instituciones nacionales respecto a la departamentalización
es la del Instituto Tecnológico de Sonora. En esta institución los departamentos se concentran en
las áreas que desarrollan actividades de investigación. El área docente presenta una coordinación
que controla las actividades de tres maestrías.
En este caso la característica de la estructura departamental de considerar en un mismo recurso las actividades
de investigación, docencia y extensión, no se puede observar. Sin embargo, esta estructura está
en proceso de desarrollo.
En los documentos obtenidos a través de la búsqueda computarizada en el banco de datos Eric no se
encontró referencia alguna respecto a la estructura departamental. Así se esperaba, dado que esta
estructura existe en los Estados Unidos desde el inicio de las universidades. Sin embargo, al incluir el indicador
respecto a la administración educativa, se obtuvieron varios artículos que, si bien no se dirigen
a justificar la estructura departamental, se refieren a las características de algunos aspectos de la organización
departamental.
RESUMEN Contenido
En síntesis, con la idea de contribuir con la definición administrativa de la departamentalización,
podríamos decir que:
Encuentra sus propios procedimientos y formas de instrumentación en función de las características
e historias específicas de las instituciones específicas que la requieren.
La finalidad general es tomar más eficaz y efectivo el servicio académico.
Busca agrupar al personal docente y de apoyo por áreas académicas que le den unidad a las actividades
sustantivas (docencia, investigación y vinculación con la sociedad) de la organización escolar.
Logra que los recursos sean óptimos, evita la duplicidad de funciones y prevé un desarrollo institucional
adecuado en las distintas áreas que la conforman.
Permite que el personal docente aproveche tiempo y espacios institucionales y contribuya a definir lo que hoy consideramos
mejorar la calidad en la educación.
Mejora notablemente el proceso de control administrativo, la planeación y la evaluación institucional.
Quedan pendientes otras prácticas y funciones que se desprenden de la departamentalización; es el
caso de las necesidades de capacitación y formación de recursos humanos que requiere este proceso.
Tema que trataremos posteriormente como una exigencia inherente a esta forma de administrar una institución
educativa.
BIBLIOGRAFIA Contenido
INSTITUTO TECNOLOGICO DE SONORA. La Departamentalización en el Instituto Tecnológico de Sonora, ITSON,
1991.
MACHUCA Víctor. Congruencia de la capacitación de la educación superior, UNACH, 1990.
SEP, SEIT, DGIT. La Departamentalización Académica en los Institutos Tecnológicos, SEP, SEIT,
DGIT, 1990.
UNIVERSIDAD DEL VALLE DE ATEMAJAC. Modelo de Departamentalización Académica. UNIVA, 1991.
ZAMANILLO, Eleuterio "La Organización Departamental en las instituciones de educación superior",
Revista de Educación Superior, ANUIES, Vol. IX núm. 3(35). Julio-Septiembre, 1980.
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