TRAYECTORIA ESCOLAR:
LA EFICIENCIA TERMINAL
EN LA UNIVERSIDAD VERACRUZANA

RAGUEB CAIN REVUELTA Y CONCEPCIÓN RAMÍREZ MURO
Investigadores del Instituto de Investigaciones en Educación, Universidad Veracruzana

 

I. INTRODUCCIÓN Contenido

En torno a los estudiantes gira la mayor parte de la actividad universitaria, sin embargo existe escasa información sobre ¿cuántos y quiénes son, por qué están allí, qué aprenden realmente y de qué modo desarrollan su carrera universitaria? Existen relativamente pocos estudios y consecuentemente escaso debate sobre los alumnos del nivel superior.

Este trabajo forma parte de un conjunto de estudios que sobre los estudiantes se desarrollan en el Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad Veracruzana y expone una estrategia de investigación centrada en lograr mejores procesos de observación y comprensión del estudiantado. Se relatan las características básicas de los estudiantes en cuanto a su trayectoria escolar en el marco de la estructura formal (el plan; de estudios), en consecuencia se hace referencia a los comportamientos académicos de los estudiantes durante su vida escolar, tales como rendimiento escolar, aprobación, reprobación, repetición, rezago, abandono y deserción, y eficacia. Estas temáticas designan y delimitan fenómenos del proceso escolar íntimamente conectados y que por la misma razón estructuran uno de los aspectos de la problemática común, es decir, las trayectorias escolares.

El estudio de estas cuestiones tienen una especial significación en la medida en que son fenómenos marcadamente extendidos y constituyen problemáticas muy serias, pero relativamente estudiadas y poco comprendidas. No sólo el nivel superior atiende apenas al 11.5 % de la demanda potencial, sino que además, como lo demuestran algunos informes, la mitad de los estudiantes de primer ingreso a la educación superior abandona los estudios a lo largo de su tránsito por las instituciones (Granja, 1983; Carnarena, 1986; ANUIES, 1987; Chain, 1996). La Universidad Veracruzana reporta un índice de eficiencia terminal de apenas 50% en la década de los setenta (Aguilera, 1972), el cual se ha mantenido en los mismos términos en los últimos años (Universidad Veracruzana, 1991).

Para el estudio de los niveles reales de la eficiencia, se han desplegado diversas estrategias de seguimiento generacional y flujos escolares, en los cuales regularmente se reconoce que la comprensión de los registros de eficiencia terminal tiene que buscarse en el conjunto de fenómenos del proceso escolar mismo, particularmente en el rendimiento, los atrasos o rezagos, las deserciones o abandonos definitivos o temporales. Sin embargo, "en la práctica son relativamente pocos los trabajos que analizan las dimensiones del mismo, valoran sus aplicaciones socioeducativas, avanzan en la búsqueda sistemática de su multicausalidad y en la elaboración de programas y propuestas concretas para su prevención y disminución de ritmos" (Allende, 1989: 150).

Por otro lado, es común que el problema se trate a partir de niveles muy agregados de información, fundamentalmente los datos sucesivos de inscripción, por lo cual las estimaciones de la deserción incluyen otros fenómenos como: rezago, atraso, retorno y migración, que si bien están interrelacionados con la primera, requieren ser desagregados, para evitar confusiones y realizar estimaciones más reales (Rodríguez, 1989: 252).

Otro aspecto de las trayectorias escolares de los estudiantes, se refiere al rendimiento, aprovechamiento o logros escolares y, por lo mismo a los éxitos y los fracasos. El rendimiento escolar puede ser entendido "como el grado de conocimientos que, a través de la escuela, reconoce la sociedad que posee un individuo de un determinado nivel educativo" (Vázquez, 1985:113), reconocimiento que se expresa a través de la calificación escolar, asignada al alumno por el profesor. Así, las diferencias de rendimiento se manejan en términos de escalas, la mayoría de las veces numéricas.

El estudio. que aquí se plantea tiene como punto de partida la descripción de la evolución cuantitativa y formal de la trayectoria de los estudiantes en su tránsito por la institución, a partir de considerar la trayectoria en términos de calificaciones, aprobación y reprobación, regularidad e irregularidad, abandono y deserción para, por la vía de indicadores, caracterizar cuantitativamente su expresión particular en la Universidad Veracruzana. Se trata predominantemente del rastreo del desempeño de acuerdo a la información oficial, siguiendo un modo ordenado de recolección de información estadística.

II. LOS NÚMEROS Contenido

Sin duda la primera cuestión en torno a los estudiantes es determinar con suficiente exactitud, cuántos son y dónde están. Esta tarea que se considera indispensable y comúnmente se da por realizada, exige un esfuerzo significativo de recolección y sistematización de datos, pues regularmente se carece de información, se encuentra dispersa o no es validada constantemente y resulta poco confiable.

Los trabajos hasta ahora desarrollados permiten determinar con la suficiente precisión algunas cuestiones. Podemos afirmar sin duda (en el caso de la generación 1991-92) que de 26 mil egresados del bachillerato, 17 mil (68%) fueron demanda real; que se atendió al 58% de ésta, es decir a 9,423 estudiantes, 89% en el sistema escolarizado y 11% en el abierto; que el 32% se encuentra en la capital, el 21% en Veracruz y el resto se distribuye por igual en tres zonas; que el 30% se ubica en carreras del área Económico-Administrativa, el 23% en Humanidades, el 24% en la Técnica, el 19% en Ciencias de la Salud, y el 5% en Biológico- Agropecuaria; que existe una concentración en siete carreras que ocupan el 60% de la matrícula de primer ingreso.

Asimismo, sabemos que los estudiantes de primer ingreso, tienen un promedio de edad de 20 años; que el 51% son mujeres y el 49% hombres, que existen carreras donde predominan las mujeres como Traba o Social (88% y 12%) y otras, como Ingeniería Mecánica Eléctrica (96'Y,, a 4'Yo) donde predominan los hombres, así como aquellas sin diferencias como Derecho. Por último, el promedio global de las calificaciones en el examen de admisión fue de 4.03, con una correlación estadística con el promedio de bachillerato de 0.38.

En breve, existen condiciones para precisar cuántos son, donde están (área, zona y carrera), de dónde vienen (zona y tipo de escuela), un indicador de cómo vienen (promedio de bachillerato), relativamente qué saben (calificación en el examen de admisión), sexo y edad. Cuestiones que sirven de base cuando se desea explicar las trayectorias escolares, principalmente para recolectar y sistematizar información sobre ¿cómo son sus trayectorias escolares formales?, ¿cuáles son las diferentes formas de transitar por la institución? y ¿cómo hacen uso de las posibilidades institucionales para realizar su carrera académica?

Es mucho lo que se ignora de los procesos de deserción, rendimiento, rezago, abandono y la reprobación, en suma de las trayectorias escolares, en otras palabras no existe la capacidad para precisar cuáles, cómo y por qué se despliegan unas u otras trayectorias.

Los intentos por lograr acercamientos más certeros a estos fenómenos, exigen como primera tarea la cuantificación de su magnitud y la determinación de los patrones que se asocian a ellos, como requisito para intentar su explicación. Tal determinación no es trivial, pues existe un grado de dificultad en cuantificarlos con relativa precisión, si se es atento a los movimientos de los estudiantes en su trayecto escolar.

III. EL ENFOQUE Contenido

Para describir la diversidad de carreras académicas que los estudiantes desarrollan en la universidad, es necesario atender a la evolución de los estudiantes en el marco de estructuras formales de aprendizaje e (plan de estudios) En este sentido es importante consignar los ritmos en que se cubren las asignaturas, las materias que se aprueban y reprueban y las notas obtenidas por los estudiantes. Con dicha información se construye una tipología de las trayectorias escolares a partir de las dimensiones tiempo, eficiencia escolar y rendimiento escolar.

A cada una de las dimensiones corresponden indicadores: la dimensión tiempo, refiere la continuidad y/o discontinuidad en el ritmo temporal correspondiente a la generación; continuidad entendida como ritmo normal en los estudios, su indicador es la inscripción actualizada en el semestre que corresponde según el periodo de inicio de los estudios; discontinuidad (o irregularidad) es considerada como atraso en las inscripciones que corresponden al trayecto escolar de su cohorte, su indicador es la inscripción, forzada o no, a cursos que corresponden a semestres anteriores a los de su generación.

La dimensión eficiencia escolar, refiere las formas en que los estudiantes aprueban y promocionan las asignaturas a través de las diversas oportunidades de exámenes, esta dimensión se desagrega en dos categorías: 1) ordinarios, que refiere a los alumnos que aprueban todas las asignaturas correspondientes al programa, utilizando exclusivamente la primera opción de examen de cada curso (denominado examen ordinario), su indicador es la nota aprobatorio en cada asignatura; 2) no ordinario, incluye a los alumnos que en la promoción de una o más materias utiliza opciones de examen consideradas extraordinarias (denominados: exámenes extraordinario, título de suficiencia, regularización y éstos mismos en segunda inscripción), su indicador son las calificaciones aprobatorias en los exámenes correspondientes.

La dimensión rendimiento, alude al promedio de calificación obtenido por el alumno en las asignaturas en las cuales ha presentado examen, independientemente del tipo de examen. Su indicador es la suma del total de calificaciones obtenidas divididas entre el número de calificaciones.

La particular combinación de estas tres dimensiones, tiempo' eficiencia y rendimiento, define los tipos de estudiante en función de la trayectoria escolar que se expresa en una categorización, numerada del 1 al 12.

Por otro lado para lograr una mejor caracterización de las trayectorias escolares y un más detallado el análisis de la eficiencia escolar se determina los índices de aprobación en ordinario, promoción y

Cuadro 1. TIPOS DE TRAYECTORIAS ESCOLARES

Tipo

Tiempo

Eficiencia

Rendimiento

1

Continuo Ordinario Alto

2

Continuo Ordinario Medio

3

Continuo Ordinario Bajo

4

Continuo No ordinario Alto

5

Continuo No ordinario Medio

6

Continuo No ordinario Bajo

7

Discontinuo Ordinario Alto

8

Discontinuo Ordinario Medio

9

Discontinuo Ordinario Bajo

10

Discontinuo No ordinario Alto

11

Discontinuo No ordinario Medio

12

Discontinuo No ordinario Bajo

eficiencia. El primero refiere la relación entre el número de asignaturas presentadas y el número de éstas aprobadas en examen ordinario. El segundo se establece por la relación entre el número de asignaturas cursadas y el número de éstas promovidas, independientemente del tipo de examen realizado. En cuanto a eficiencia el índice se construye por la relación entre el número de asignaturas aprobadas y el número de exámenes requeridos para aprobar tales asignaturas.

El estudio se realizó con una muestra de estudiantes de primer ingreso a la Universidad Veracruzana (UV), los cuales se matricularon en septiembre de 1991 en alguna de las 48 opciones profesionales1. Se trabajó con la información de 1,116 estudiantes escogidos al azar, tomando 10 estudiantes de cuando menos un grupo escolar de cada Facultad. Así, la muestra construida refleja a los grupos de estudiantes de las facultades de todas las opciones profesionales ofertadas en las diferentes regiones que componen a la UV.

Cada estudiante seleccionado se constituyó en unidad de registro, en la cual se incorporaron los datos a partir de la información contenida en el kardex del estudiante. Los indicadores de trayectoria escolar se construyen a partir de recuperar la información de inscripción, aprobación, reprobación y calificaciones de cada estudiante, al mismo tiempo que se considera su situación escolar la cual puede ser: egresado, inscrito, deserción o abandono, baja temporal o definitiva, o sin ningún registro de escolaridad.

IV. LAS TRAYECTORIAS Contenido

En la Universidad Veracruzana de 1,116 estudiantes de la muestra, quienes ingresaron a primer semestre en 1991, 7,529 han logrado promover el total de asignaturas del plan de estudios sin ningún retraso temporal, es decir el 48%; 176 (16%) no permanecen en la institución denominándolos inscritos; 179 (16%) solicitaron baja: 160 definitiva (14%) y 19 temporal (2%); 162 (14%) abandonaron los estudios sin realizar trámite alguno; 70 (6%) no tuvieron ningún registro de escolaridad. Es decir, de acuerdo a la muestra, 411 (36%) estudiantes abandonaron sus estudios, como se observa en la Gráfica 1.

Gráfica 1. DISTRIBUCIÓN SEGÚN SITUACIÓN ESCOLAR

Considerando sólo a los 884 estudiantes de carreras de ocho y nueve semestres, los cuales habrían concluido sus estudios en agosto de 1995 y marzo de 1996, respectivamente, encontramos que han concluido sus estudios (egreso),el 49 %, lo que representa la eficiencia terminal efectiva; aun permanecen en la institución (inscritos), pues han retrasado su egreso, el 14%. Asimismo, el 37% abandonó sus estudios por la vía de baja definitiva y/o temporal, otros sin haber alcanzado ninguna escolaridad o sin realizar ningún trámite. Se puede destacar que la eficiencia terminal podría incrementarse hasta el 63% si los estudiantes que habiendo retrasado su egreso, pero que aun permanecen inscritos, alcanzan a promover las asignaturas que tienen pendientes de aprobación.

A partir de establecer el número que lograron aprobar todas las asignaturas de un determinado semestre su puede reconstruir el flujo de los estudiantes. En otras palabras, se puede determinar que los estudiantes que hasta la fecha no alcanzaron el octavo semestre y que representan el 57 % del total, abandonaron los estudios con una determinada escolaridad, el Cuadro 2 nos muestra en términos absolutos y relativos cómo se distribuyeron por semestres concluidos los estudiantes de la muestra.

De lo anterior es posible derivar el volumen de abandonos entre semestres. Del total de estudiantes de la muestra, el 31% abandonaron los estudios en el paso de 1' a 20 semestre; para el 2' semestre el porcentaje se incremento al 34%; para el tercero ya eran el 36%; para el cuarto la cifra llegó al 39%; en el quinto semestre significó el 40%; en sexto el 43% y en el séptimo llegaron a sumar, 49.5% del total de la muestra.

Por otro lado, un 14 % de los estudiantes abandona sus estudios habiendo promovido entre uno y cuatro semestres, en tanto que un 11% lo hace con entre cinco y siete semestres, es decir más de la mitad de la carrera.

Índices de aprobación en ordinario

La primera aproximación, antes de arribar a la distribución de los estudiantes por trayectorias escolares desplegadas según las dimensiones elaboradas, consiste en establecer los índices de aprobación en examen ordinario, de promoción y de eficiencia. El Cuadro 3 representa la distribución de los índices, agrupados en rangos formados por cuartiles, por lo tanto se señalan los porcentajes de estudiantes que ocupan cada cuartil.

En cuanto al índice de promoción en ordinario, los resultados presentados por los estudiantes se describe (Cuadro 1) en términos absolutos y relativos. En términos del total de los estudiantes de la muestra, los datos señalan que el 19% sólo aprueban en ordinario entre ninguna y el 25 % de las asignaturas que cursan; el 15 % de ellos sólo aprueba en esta condición entre una cuarta parte y la mitad de sus asignaturas; asimismo, el 18% aprueba en ordinario entre la mitad y las tres cuartas partes; en tanto el 37% llega a aprobar en ordinario entre de 75 a 99 % de las asignaturas y únicamente el 10% aprueban en ordinario la totalidad de los cursos, alcanzando un índice del 100%.

Cuadro 3. DISTRIBUCIÓN DE ESTUDIANTES
POR RANGOS DE ÍNDICES DE APROBACIÓN EN ORDINARIO

Rangos

0-25%

25-50%

50-75%

75-99%

100%

Absolutos

218

168

199

414

117

Relativos

19%

15%

18%

17%

10%

Promoción

El comportamiento de los estudiantes, en cuanto a los índices de promoción (Cuadro 4), indica que el 15 % de los estudiantes, promueven de ninguna a la cuarta parte de las asignaturas que cursan; el 5.5 % logran promover de un 25 % a un 50 % sus asignaturas; la misma cantidad promueven entre la mitad y las tres cuartas partes; en tanto 14 % de los alumnos, llegan a promover entre el 75 y 99 % de las asignaturas y la mayoría el 60% logran promover la totalidad de los cursos a los cuales se matriculan alcanzando un índice del 100%.

Cuadro 4. DISTRIBUCIÓN DE ESTUDIANTES
POR RANGOS DE ÍNDICES DE PROMOCIÓN

Rangos

0-25%

25-50%

50-75%

75-99%

100%

Absolutos

218

168

199

414

117

Relativos

15%

5.5%

5.5%

14%

60%

Eficiencia

En cuanto a los índices de eficiencia el Cuadro 5 describe el comportamiento de los estudiantes de la muestra. En este sentido los resultados indican que el 10% tiene un índice de eficiencia de 100%, ello significa que para promover las asignaturas que cursan sólo requieren utilizar el número de exámenes mínimo posible, es decir sólo exámenes ordinarios.

Por otro lado, el 29% alcanza un índice de eficiencia mayor al 75% pero menor que 100%, lo anterior indica que estos estudiantes requirieron hacer uso de cuando menos un 25% más de exámenes que los mínimos necesarios, es decir, para promover 10 asignaturas usaron entre 11 y 12.5 exámenes.

Otro conjunto, que representa el 15%, alcanza un índice de eficiencia en un rango de entre el 50% y el 75%, lo cual indica que requirieron entre y 12.5 y 15 exámenes para promover 10 asignaturas. Asimismo, el 11% del total de la muestra se ubica en un rango de eficiencia entre el 25 % y el 50 %, así que para promover 10 asignaturas tuvieron que hacer uso de entre 15 y 17.5 exámenes. El 8% se mueve en un rango de 1 a 25 % de eficiencia, es decir que para promover 10 asignaturas habrían usado más de 18 exámenes. Asimismo el 15 % de los estudiantes utiliza exactamente el doble de los exámenes necesarios, en tanto que un 12 % requiere más del doble de los exámenes necesarios para promover las materias que cursó.

Cuadro 5. DISTRIBUCIÓN DE ESTUDIANTESPOR RANGOS
DE ÍNDICES DE EFICIENCIA

Rangos

< que 0 %

0 %

1-25 %

25-50 %

50-75 %

75-99 %

100 %

Absolutos

137

167

74

128

174

319

117

Relativos

12%

15%

8%

11%

15%

29%

10%

La descripción de los indicadores permite establecer con mayor certeza, las dimensiones de una problemática que comúnmente se asume que existe, pero que casi nunca es registrada con alguna precisión, y que en términos generales se define como baja eficiencia terminal de la Universidad Veracruzana. En general, el 60% de los estudiantes, promovió el 100% de las materias que cursaron, al mismo tiempo que el 20% no logró promover ni siquiera el 50% de las materias que cursó. Es claro que los índices de promoción se logran con base en bajos índices de eficiencia; en general, uno de cada tres estudiantes requirió del doble o más exámenes que los ordinarios para promover sus asignaturas, sólo un 10% ocupó los estrictamente necesarios; ello quiere decir que la promoción por la vía de los exámenes extraordinarios es una práctica más que común, es casi un estilo de transitar por la UV para un significativo grupo de estudiantes.

Por otro lado, se puede destacar que aproximadamente 49 de cada 100 estudiantes que ingresaron en el periodo 1991-92, logró egresar en el periodo correspondiente a su cohorte, mientras que 14% permanece aún inscrito en la institución sin concluir todavía sus estudios, conformando lo que se denomina irregularidad. Abandonaron sus estudios sus estudios 37 de cada 100.

Distribución de trayectorias escolares

Siguiendo la clasificación señalada en la descripción de la variable trayectoria escolar, la distribución de los estudiantes de la muestra por tipo de trayectoria desplegada se establece en las siguientes gráficas. Se presenta una primera aproximación en relación a cada dimensión de las tres que componen la trayectoria.

Continuos/Discontinuos

De un total de 1,116 estudiantes, 530 han mantenido una trayectoria continua representando el 48%, son aquellos que han logrado promover en el tiempo previsto el total de las asignaturas correspondientes a su plan de estudios. Por otro lado, 516 el 46 %, no han logrado mantener continuidad en sus estudios, y corresponden tanto a quienes hemos denominado inscritos en la medida en que pertenecen a la institución, como a los estudiantes que abandonaron los estudios sin mayor trámite y los que solicitaron baja definitiva o temporal.

Para el conjunto de los estudiantes de la muestra, la proporción de cada categoría señala que no existe un predominio de aquellos que siguen el ritmo temporal correspondiente a su generación, pues casi la mitad de los estudiantes han perdido la continuidad de sus estudios.

Ordinario / no ordinario

En carácter de ordinarios, es decir quienes no hicieron uso de exámenes extraordinarios para promover las asignaturas que cursaron, se encuentran 117 alumnos que representan el 12 %, en tanto que en carácter de no ordinario, que se refiere a quienes sí utilizaron una o más opciones extraordinarias para promover asignaturas se encuentra 929 alumnos, es decir el 82%. Además 70 de ellos, - el 6%, no generaron ninguna escolaridad.

Promedios: alto / medio / bajo

Los promedios obtenidos por los estudiantes en las asignaturas que cursaron, en términos globales indica que 251, el 22 %, obtiene un promedio alto y 491, el 44%, se ubica en un promedio medio, mientras que 304, el 27 % obtiene un promedio bajo. En otras palabras, el rendimiento, entendido como el promedio de calificaciones obtenido por los estudiantes, se caracteriza mayoritariamente como medio y bajo con tres cuartas partes de los estudiantes en esta categoría. Consecuentemente, no sólo enfrentamos una eficiencia terminal de apenas un 50%, si no en todo caso esta se combina con las bajas notas obtenidas de un significativo número de estudiantes

Trayectorias

Con base en la categorización de las trayectorias escolares de los estudiantes que hemos señalado antes, que combina la continuidad-discontinuidad, con el carácter de ordinario, no ordinario, así como el promedio alto, medio y bajo, en la Gráfica 9 se presenta, para e conjunto de la muestra, la distribución de frecuencias en términos de tipo de trayectoria escolar a la que pertenecen. . No se incluyen los estudiantes que no generaron ninguna escolaridad

En la gráfica anterior destaca que 9 % del total se ubica en el tipo correspondiente a continuo ordinario, concentrándose en rendimientos de nivel alto (8 %) y medio (I%), no existen estudiantes que combinen su carácter continuo y ordinario con un promedio bajo.

En la categoría de continuo no ordinario (4, 5 y 6) los porcentajes se distribuyen en rendimientos altos (11%) pero principalmente en medios (25%), mientras que bajos, es decir tipo 6, apenas representan el 2 %. En este sentido, los estudiantes continuos se caracterizan fundamentalmente por una carrera de rendimiento medio (55%) y alto (41%) solamente el 4% tiene un rendimiento bajo.

Por otro lado, se reitera que aproximadamente un tercio de los estudiantes desarrolla su trayectoria con calificaciones que regularmente tienden a ser bajas, al mismo tiempo que más de las tres cuartas partes utiliza las opciones extraordinarias.

Los datos permiten afirmar que es menos probable encontrar tanto estudiantes continuos ordinarios con bajos promedios, como continuos no ordinarios con promedios altos. Existe una clara tendencia a que la mayor proporción de los continuos tengan un carácter no ordinario. En otras palabras, se presenta una tendencia a que la continuidad en los estudios esté asociada al rendimiento (promedio) y la eficiencia. Lo anterior se confirma por el hecho de que la mayor proporción de estudiantes con una trayectoria discontinuo se concentren en los tipos 11 y 12 que representan el 43 % y se caracterizan por un promedio bajo y el carácter de no ordinario.

Trayectoria de egresados

Por otro lado, del total de egresados, 432 (19%) lo hizo con una trayectoria eficiente, es decir que no requirió de utilizar exámenes extraordinarios, mientras la inmensa mayoría lo hace con una trayectoria no ordinaria (81%); de ellos, el 60 % mantuvo una eficiencia de entre 75 y 99%, es decir, que por cada diez asignaturas promovidas requirió entre 11 y 12.5 exámenes. Asimismo, un 21 % de los estudiantes egresados se movió en un rango de eficiencia de entre 50 y 75 %.

Más de una tercera parte de los estudiantes (58%) combinó el carácter no ordinario con promedios bajos y medios; destaca que una cuarta parte (23%) si bien en alguna ocasión promovió alguna asignatura con exámenes extraordinarios, logró mantener un promedio de notas alto.

Por último, considerando a los 539 estudiantes que han mantenido una trayectoria continua, un 19% lo ha realizado sin reprobar ninguna asignatura, 18% reprobó a lo largo de la carrera 1 o 2 cursos; un 10 % llegó a reprobar entre 3 y 4 al mismo tiempo que un 17% habría reprobado entre 5 y 7 cursos y aproximadamente el 12% lo hizo entre 8 a 10 cursos, consecuentemente un 31% concluyó sus estudios habiendo reprobado 11 o más asignaturas.

Cuadro 6. PORCENTAJE DE ESTUDIANTES CONTINUOS
SEGÚN NÚMERO DE ASIGNATURAS REPROBADAS

Asignaturas reprobadas

0

1-2

3-4

5-6

7-8

9-10

11 ó más

% de estudiantes

20 %

19 %

10 %

11 %

10 %

7 %

33 %

Trayectoria, deserción, repetición (inscritos), bajas temporales y definitivas

Con la intención de ofrecer una visión más clara de las trayectorias académicas, los estudiantes de la muestra también pueden ser agrupados en función de su situación académica. En este sentido, los alumnos pueden ser clasificados como: a) Inscritos, aquellos que se encuentran inscritos, es decir que no han cubierto el total de las asignaturas que corresponden a su plan de estudios (se presentan los datos correspondientes a las carreras de ocho y nueve semestres); b) Baja temporal, aquellos que formalmente han solicitado separarse de los estudios sin pérdida de sus derechos académicos; c) Baja definitiva, que se refiere a los alumnos que solicitan su separación definitiva de los estudios universitarios; d) No inscritos, son quienes sin mediar ningún trámite administrativo han abandonado sus estudios. El análisis de cada grupo en particular muestra claramente las diferencias entre éstos. Se presenta la distribución porcentual según trayectoria de los estudiantes de cada agrupación definida por la situación académica.

Continuos

 

Ordinarios

No ordinarios

 

a

m

b

a

m

b

Total

Continuos

17 %

2 %

0 %

2 %

58 %

21 %

100 %

Discontinuos

Ordinarios

No ordinarios

 

a

m

b

a

m

b

Continuos

0

0

0

0

29

71

Bajas

0.5

2.2

0.5

0.5

8.5

87

No inscritos

1.5

2.5

0

0

11

85

Los cuadros anteriores señalan una clara tendencia en la que los estudiantes cuya situación académica es de inscritos, baja temporal o definitiva, deserción o repetición, se agrupan en los tipos de bajo promedio y carácter no ordinario.

Todo lo anterior señala que en buena medida las bajas temporales y definitivas así como el abandono y la repetición están asociados al rendimiento bajo, reprobación en ordinario y la escasa eficiencia.

CONSIDERACIÓN FINAL Contenido

Abordar el estudio de las trayectorias escolares desde una perspectiva descriptiva que permita cuantificar los fenómenos de eficiencia, reprobación, deserción, rezago, eficacia y rendimiento, es desde nuestro punto de vista importante para el conocimiento de las trayectorias escolares y constituye el punto de partida para estudios que intentan explicar los factores que las determinan.

Lo anterior es aún más significativo cuando se reconoce que se carece de descripciones de este tipo. No es difícil sostener que resulta indispensable realizar estudios de tipo explicativo que identifiquen las causas, factores, variables o aspectos de la realidad, que influyen en las trayectorias escolares, si se quieren comprender los fenómenos en cuestión, especialmente para diseñar políticas y acciones que los atiendan. Sin embargo, también debemos reconocer, que hoy carecemos de cuando menos aproximaciones cuantitativas relativamente contables que nos permitan abordar las trayectorias escolares ya que no se han desarrollado procedimientos, mecanismos de recolección de datos y sistematización de información estadística.

En este sentido asumimos que la construcción de indicadores, mecanismos de recolección de información y su adecuada sistematización constituyen un primer paso indispensable para realizar estudios sobre las trayectorias ya sea para cuantificar y por esa vía dimensionar la importancia de la eficiencia y el rendimiento; o por otro lado, realizar estudios explicativos que intentan encontrar las variables asociadas a las trayectorias, lo cual permita, a partir de bases más firmes, apoyar el diseño de estrategias para su atención.

BIBLIOGRAFÍA Contenido

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