¿PRIVATIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR O DISTRIBUCIÓN TÁCITA DE LA DEMANDA?

ADRIÁN DE GARAY*
* Profesor-investigador del Área de Sociología de las Universidades del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana, Azcapotzalco.

INTRODUCCIÓN
Contenido

Existe acuerdo entre los científicos sociales de que a partir de 1982 nuestro país ha sido testigo de un profundo y paulatino proceso de modificación de sus estructuras económicas, jurídicas, políticas, sociales y culturales. Transformaciones que obedecen a una multiplicidad de factores y causas tanto de carácter interno como externo, pero que en su conjunto están delineando un país distinto. Una de las expresiones de que nuestra Nación entraba a una nueva época, tiene que ver con la llegada a la presidencia de la República de Miguel de la Madrid, a finales de dicho año, quien encabezó el quiebre entre dos modos de concebir el papel del Estado y la forma de ejercer el poder político; la transición entre el fin del Estado de Bienestar y el inicio de la construcción de un Estado nuevo, comandado por el advenimiento de una clase política dispuesta a desplazar de manera definitiva al viejo populismo mexicano. El llamado neoliberalismo llegaba así para quedarse, pues el sexenio de Carlos Salinas y los casi cuatro años de gobierno del actual presidente Ernesto Zedillo han representado, independientemente del ascenso político de la oposición de centro-izquierda y pese a la resistencia de algunos sectores del PRI, el triunfo y relativa consolidación de un grupo gobernante con otro proyecto de Nación.

La reducción o total renuncia del gobierno federal a participar en distintas y diversas ramas de la actividad económica y financiera, así como en las políticas de bienestar y desarrollo social son signos característicos del nuevo proyecto gubernamental. La desnacionalización de la banca, la denominada desincorpo-
ración o privatización de empresas paraestatales, algunas de las cuales dejaron de ser estratégicas o prioritarias para el gobierno mexicano, acompañado de una política de franca apertura a los capitales extranjeros, como han sido los Acuerdos del GATT y el TLC, son rasgos inequívocos de un proceso de cambio que se ha ido gestando en los últimos 15 años.

La educación en general, y en particular la educación superior, no ha sido totalmente ajena a los procesos de reforma del Estado. Desde mediados de la década pasada hemos transitado hacia una política gubernamental que ha puesto su centro de interés en la evaluación y calidad de los servicios educativos de las instituciones públicas. Pero, a diferencia de lo que ha ocurrido en otras áreas, para el conjunto del sistema de educación superior no se puede sostener que haya existido un proceso de privatización como afirman diversos analistas. Privatizar la educación significaría que el gobierno federal vendiera instituciones educativas públicas por considerarlas costosas e ineficientes, o no prioritarias, política inexistente hasta la fecha. De lo que hemos sido testigos es de una relativa y desigual retracción de las instituciones públicas, así como de una apreciable presencia de instituciones privadas de diversas características, magnitudes y con un heterogéneo desarrollo regional. El Gobierno mexicano le ha otorgado licencia a cientos de instituciones privadas para atender y ampliar la cobertura del sistema educativo, estimular la competencia, la especialización y la diversificación de la oferta en el mercado educativo superior.

En este sentido, una de las formas en que se pueden vislumbrar estas transformaciones, consiste en observar la dinámica de expansión y diferenciación de que ha sido objeto el sistema de educación superior. Con este propósito, el presente artículo pretende aproximarse al caso de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM), atendiendo a tres dimensiones analíticas, a saber: el número de instituciones y su naturaleza pública o privada, la matrícula estudiantil de licenciatura y un acercamiento al comportamiento de las instituciones privadas en los últimos 15 años.

LAS INSTITUCIONES
Contenido

Al iniciar la década de los ochenta, específicamente en 1982, la Zona Metropolitana de la Ciudad de México contaba con 68 instituciones de educación superior, 55 de las cuales pertenecían al sector privado, esto es, el 80.9%, y las 13 restantes al sector público: 19.1%. Quince años después, mientras que el sector público sólo fundó tres instituciones, el sector privado vio nacer a 58 establecimientos. Esto significa que en un periodo de tiempo relativamente corto la iniciativa privada duplicó su participación, de tal suerte que en 1997 el 87.6% de las instituciones de educación superior en la ZMCM se concentraba en el sector privado. Después de la importancia e impacto regional y nacional que significó durante la década de los setenta la fundación de la Universidad Autónoma Metropolitana y de la Universidad Pedagógica Nacional, así como la creación de las Escuelas Nacionales de Estudios Profesionales (ENEP), dependientes de la Universidad Nacional Autónoma de México, el gobierno se ha limitado a crear tres Institutos Tecnológicos en los últimos 15 años en la ZMCM.

La disminución en el ritmo de crecimiento institucional del sector público parece ser característico de la ZMCM y probablemente de algunas otras regiones del país, pero no se puede extrapolar a todo el territorio nacional, ya que, de acuerdo a la información oficial, el esfuerzo gubernamental por ampliar su oferta educativa en el nivel superior continuó impulsándose en los últimos 15 años, periodo en el cual se fundaron alrededor de 100 instituciones públicas a nivel nacional. En este sentido, al menos, no puede hablarse de que haya existido una política expresa del gobierno federal por privatizar la educación superior en México, aunque existe una tendencia a contraer su participación en ciertas regiones, a diferencia de lo que ocurría en las décadas de los sesenta y setenta.

Cuadro 1
Instituciones de educación superior en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México por sector
1982 -1997

Sector

1982

1997

  ABS. & ABS. %
Público

13

19.1

16

12.4

Privado

55

80.9

113

87.6

Total

68

100

129

100

Fuente: Anuarios estadísticos de la ANUIES

La iniciativa privada, por su parte —que inició su desarrollo de una manera importante en la década de los setenta— ha continuado en los últimos 15 años expandiendo su oferta educativa en el país y particularmente en la ZMCM, tanto por la creación de nuevos establecimientos, como a través de la apertura de varios campus de aquellas instituciones que ya existían tiempo atrás. En este último caso se encuentran el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, la Universidad del Valle de México, la Universidad Anáhuac y la Universidad Tecnológica de México.

En síntesis, entre 1982 y 1997 el sistema de educación superior en la ZMCM se caracterizó por un reducido crecimiento de nuevas instituciones o de la ampliación de campus del sector público, en tanto que el sector privado creció hasta el punto de duplicar el número de establecimientos existentes en la región. Sin embargo, conviene detenerse con un poco de detalle a observar el comportamiento de este último, ya que las 113 instituciones con las que contaba hasta el año pasado se caracterizaban por un alto grado de heterogeneidad desde muy distintos puntos de vista.

Una manera de vislumbrar la diversidad institucional de las escuelas privadas, consiste en agrupar por un lado a las instituciones que contaban en 1982 y en 1997 con una matrícula superior a los dos mil alumnos y que ofrecían programas de licenciatura en dos o más áreas de conocimiento distintas, a las que llamaremos Seleccionadas y, por otro lado, conjuntar a todos aquellos establecimientos educativos que no cumplían dicho criterio, ya fuera por lo reducido de su matrícula, o por la ausencia de diversidad en sus programas de licenciatura o por ambos motivos.1  Como puede observarse, el Cuadro 2 es revelador de la diferenciación imperante dentro de las instituciones privadas: la mayoría de los establecimientos son escuelas de nivel superior con un perfil educativo constreñido a un solo campo del conocimiento y/o con una matrícula total que no alcanza los dos mil estudiantes. En el lapso de tiempo analizado se fundaron 54 instituciones de este tipo y representaban en 1997 al 92% del conjunto. En contraparte, el número de las instituciones Seleccionadas pasó de cinco a nueve, ninguna de ellas de nueva creación, y su peso proporcional representaba el año pasado sólo el 8% dentro del total de establecimientos privados en la ZMCM.

Cuadro 2
Instituciones de educación superior privadas en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México por tipo de establecimiento*
1982-1997

Tipo

1982

1997

 

ABS.

%

ABS.

%

Seleccionadas

5

9.1

9

8.0

Otras

50

90.9

104

97.0

Total

55

100

113

100

* Las instituciones Seleccionadas son aquellas que tienen una matrícula de licenciatura superior a los dos mil alumnos en 1997, y que cuentan con carreras en dos o más de las áreas del conocimiento establecidas por la ANUIES.
Fuente: Anuarios estadísticos de la ANUIES.

De esta aproximación pueden empezar a delinearse algunas hipótesis sobre el comportamiento de las instituciones privadas en la ZMCM. En primer lugar, parece obvio que sólo un pequeño número de establecimientos ha asumido el reto de conformar organizaciones académica y administrativamente complejas atendiendo a la magnitud de sus matrículas. En segundo lugar, son muy pocas las instituciones privadas que ofrecen programas de licenciatura en varias áreas del conocimiento.2  Particularmente llama la atención la presencia de carreras en las que se requiere de una infraestructura y equipamientos costosos para sostenerlas con un mínimo nivel de calidad académica; nos referimos a las licenciaturas que pertenecen a las áreas de Ingeniería y Tecnología y Ciencias de la Salud, campos del conocimiento que, hasta antes de la década de los años ochenta, eran patrimonio casi exclusivo de las instituciones públicas.

En tercer lugar, de las nueve instituciones Seleccionadas cinco de ellas son organizaciones educativas claramente ligadas a entidades o grupos católicos, lo que le imprime una variante adicional a la educación superior privada. En cuarto lugar, las instituciones Seleccionadas cuentan con una importante tradición educativa, varias de las cuales se fundaron hace varias décadas, e incluso cuentan con varios campus no sólo en la ZMCM sino también en distintas regiones del país.

Por último, se han incorporado al sector privado una multiplicidad de pequeños establecimientos de educación superior, los cuales están absorbiendo una determinada demanda estudiantil, proporcionando, al parecer, una vía de acceso a la educación superior a grupos sociales medios y bajos. En su gran mayoría se trata de escuelas que concentran su oferta educativa en el área de Ciencias Sociales y Administrativas y algunas otras en el área de Educación y Humanidades, por lo que no requieren de una considerable inversión de recursos económicos para instalar laboratorios, talleres o aulas especiales.

La heterogeneidad de los 104 establecimientos privados agrupados bajo la denominación de Otras es enorme. Existen instituciones que pese a lo reducido de su matrícula y el ofrecer una limitada oferta de programas, cuentan con un reconocido prestigio y tradición en determinadas áreas del conocimiento o campos profesionales. Por citar algunos ejemplos: La Universidad de Las Américas, campus Ciudad de México y la Escuela Libre de Derecho. Pero también existen, hay que decirlo, pequeñas escuelas que incluso carecen de reconocimiento oficial por parte de la Secretaría de Educación Pública o por la UNAM, aunque legalmente pueden hacerlo. Se trata de establecimientos que operan bajo una lógica exclusivamente de lucro, sin el más mínimo sentido de la ética y cultura académica y profesional.

 

LA MATRICULA DE LICENCIATURA
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Con relación al volumen de la matrícula de licenciatura, el dominio del sector público en la ZMCM continuaba siendo mayoritario para 1997, si bien, como veremos más adelante, el sector privado registró un incremento en su población escolar que es preciso atender analíticamente. Mientras que en 1982 el 82% de los estudiantes universitarios pertenecía al sector público, 15 años después disminuyó su participación al 66.9%. Evidentemente, la diferencia de magnitud de la población estudiantil entre uno y otro sector sigue siendo importante, pero no es trivial que el sector privado pasó, en el lapso de tiempo estudiado, de representar un poco menos de una quinta parte de la matrícula a una tercera parte: del 18% al 33.1%.

Es un hecho que una importante proporción de la demanda de jóvenes que pretende ingresar a la educación superior está siendo captada por la cada vez mayor diversidad de instituciones privadas. Esta situación no está ligada exclusivamente a un proceso de desconfianza social por el papel de las instituciones públicas y de su capacidad para formar a las nuevas generaciones, particularmente a los hijos de las élites mexicanas, las cuales han optado por incorporarse, en su gran mayoría, a las escuelas Seleccionadas. Desde nuestro punto de vista, el crecimiento de la matrícula del sector privado en los últimos años también se explica por el cada vez mayor número de aspirantes no admitidos en la UNAM, la UAM y el IPN; instituciones que, con el objeto de mejorar la calidad de su docencia, han establecido límites precisos a su ritmo de crecimiento —especialmente en las licenciaturas más demandadas—, con lo cual han contribuido, sin buscarlo, a la generación de un mercado estudiantil que está siendo absorbido por las instituciones privadas de todo tipo.

Ante la existencia de una población de jóvenes que aspira a ingresar a los estudios superiores en la ZMCM, el Gobierno mexicano a permitido la creación y proliferación de escuelas privadas, antes que apostar a la fundación de una nueva institución universitaria. En este terreno, ciertos sectores de intelectuales, muchos de ellos miembros o simpatizantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD), han sugerido, sobre todo a partir de la llegada al gobierno de la Ciudad de México de su candidato, Cuauhtémoc Cárdenas, la fundación de la Universidad Autónoma del Distrito Federal. Sin embargo, hasta el momento de escribir este artículo no existían indicios de que el primer gobierno electo del Distrito Federal tuviera el propósito de concretar dicha propuesta.

Cuadro 3
Matrícula de licenciatura en las instituciones de educación superior en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México por sector
1982-1997

Sector

1982

1997

 

ABS.

%

ABS.

%

Público

223,167

82.0

252,834

66.9

Privado

48,862

18.0

125,260

33.1

Total

272,029

100

378,094

100

Fuente: Anuarios estadísticos de la ANUIES

En este contexto, es importante señalar que no todos los estudiantes de las instituciones privadas provienen de las élites y/o de los no admitidos en las instituciones públicas. Diversos establecimientos privados han generado, por distintos caminos e historias particulares, sus propias clientelas estudiantiles, mismas que optan por incorporarse a determinadas escuelas como primera opción educativa. Incluso, ha ido creciendo la proporción de instituciones privadas de educación superior que, de manera similar a lo que ocurre en la UNAM, cuentan también con estudios de bachillerato. Estas escuelas alimentan sus propias clientelas universitarias ofreciéndoles facilidades de acceso, como puede ser la dispensa del examen de admisión —donde existe— o descuentos especiales en el pago de inscripciones y colegiaturas. En muchos casos se trata de establecimientos privados que están reclutando importantes cuotas de estudiantes provenientes de los sectores medios y bajos.

Por otra parte, no queremos dejar de mencionar el hecho de que la ubicación geográfica de las instituciones de educación superior en la ZMCM, se está convirtiendo en un factor importante en las estrategias de la población para cursar estudios de licenciatura; no en balde un cierto número de instituciones privadas ha encontrado sus nichos de mercado en los municipios conurbanos, zonas en las que el crecimiento poblacional en los últimos 15 años ha sido vertiginoso, por ejemplo: Naucalpan, Tlanepantla, Ecatepec y Cuatitlán Izcalli. En esta perspectiva, valdría la pena elaborar un mapa donde visualmente pudiéramos relacionar las delegaciones políticas del Distrito Federal y los municipios conurbanos, con la densidad de población y la oferta de establecimientos educativos de nivel superior. Seguramente nos llevaríamos algunas sorpresas.3

Revisemos ahora con más detalle el ritmo de crecimiento de la matrícula por sector educativo. Si bien las instituciones públicas contenían en 1997 a las dos terceras partes de la población estudiantil, de los 106,065 nuevos espacios creados en los últimos 15 años para estudiantes de licenciatura, el sector público solamente contribuyó con 29,667, lo que representa el 28%. Esto es, la gran mayoría de los espacios educativos abiertos entre 1982 y 1997 fue producto de la expansión de las instituciones privadas en la ZMCM, las cuales aportaron el 72% restante, con una tasa de crecimiento que ascendió al 156.3% (Ver Cuadro 4). Aunque no somos del todo partidarios de las proyecciones y estimaciones estadísticas —la experiencia del PROIDES nos lo confirma— será importante seguir de cerca lo que está ocurriendo en el sistema de educación superior. No sería remoto, de continuar las tendencias actuales, encontrarnos dentro de diez o 15 años con la novedad de que la mayoría de la población estudiantil del nivel superior en la ZMCM se encuentre en los establecimientos privados.

Cuadro 4
Espacios creados para estudiantes de licenciatura en las instituciones de educación superior en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México por sector
1982-1997

Sector

Nuevos Espacios

T.C.

 

ABS.

%

%

Público

29,667

28.0

13.3

Privado

76,398

72.0

156.3

Total

106,065

100

39.0

T.C.= Tasa de crecimiento en el periodo.
Fuente: Anuarios estadísticos de la ANUIES.

De lo anteriormente expuesto, queremos insistir en que no se puede derivar simplistamente que la educación superior, al menos en la ZMCM, esté viviendo un proceso de privatización producto de una política expresa del gobierno federal. En la medida que las grandes instituciones del sector público han definido, desde hace varios años, una política de crecimiento más cauta y regulada que en el pasado, asociado a una política del gobierno federal que no parece tener la pretensión de crear nuevos establecimientos, se han generado las condiciones para que prospere la proliferación de escuelas privadas, o que continúe en ascenso la matrícula de algunas instituciones privadas consolidadas.

En este sentido, conviene preguntarnos ¿de qué manera se comportó el sector privado para generar la mayoría de los nuevos espacios educativos en los últimos 15 años? Regresando a la clasificación institucional que establecimos en el apartado anterior, distinguiendo a las instituciones Seleccionadas de las Otras, en el Cuadro 5 puede apreciarse que mientras en 1982 las cinco instituciones Seleccionadas absorbían al 58.5% de la matrícula de los establecimientos privados, para 1997 su peso proporcional ascendió al 65.7%; esto es, tan solo nueve instituciones privadas de la ZMCM captaban a la mayoría de la población estudiantil inscrita en escuelas privadas, mientras que las restantes 104 instituciones concentraban al 34.3% de los estudiantes del sector.

De hecho, el 70% de los nuevos espacios educativos creados por el sector privado entre 1982 y 1997 fueron producto del esfuerzo y empeño organizacional, así como de la aceptación social de las llamadas instituciones Seleccionadas. De tal manera que el crecimiento acelerado del número de establecimientos privados en la ZMCM, no se corresponde con una distribución interinstitucional homo- génea de su matrícula. Pese a una mayor competencia entre la amplia oferta de instituciones privadas, en los últimos tres lustros han sido las escuelas con mayor tradición educativa las que han captado al mayor número de jóvenes que optan por ingresar al "sistema" privado.

 

 
Cuadro 5
Matrícula de las instituciones de educación superior privadas en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México por tipo de establecimiento
1982-1997

Año

1982

1997

 

ABS.

%

ABS.

%

Seleccionadas

28,597

58.5

82,324

65.7

Otras

20,265

41.5

42,936

34.3

Total

48,862

100

125,260

100

Fuente: Anuarios estadísticos de la ANUIES.

 Ahora bien, si como lo hemos mostrado, casi tres cuartas partes de la población que ingresó a la educación superior entre 1982 y 1997 en la ZMCM lo hizo en establecimientos privados, siendo a su vez la mayoría asimilada por las instituciones Seleccionadas, surge una pregunta obligada, a saber: ¿cuánto le cuesta a las familias, económicamente hablando, sostener los estudios de sus hijos e hijas en las escuelas privadas? En términos generales, para el segundo semestre del presente año existen cuatro rangos en los que se puede ubicar al conjunto de las instituciones privadas atendiendo al costo de inscripción y colegiaturas: 1) Para la casi totalidad de las instituciones que hemos denominado Otras, el costo mensual oscila entre 800 y 1,500 pesos. 2) Para dos de las nueve instituciones Seleccionadas y algunas de las Otras, el costo mensual oscila entre 1,600 y 2,200 pesos. 3) Para dos más de las Seleccionadas el costo mensual oscila entre los 3,000 y 4,000 pesos. 4) Y para cinco de las nueve escuelas Seleccionadas restantes el costo mensual oscila entre 4,200 y 5,500 pesos.4

Como puede notarse, la diferenciación y segmentación del "sistema" privado también ocurre con relación al pago de los servicios educativos que ofrecen los establecimientos. Sin embargo, llama la atención que para la mayoría de los estudiantes que actualmente cursan una licenciatura en el sector privado, el costo de sus estudios se ubica en los dos rangos más altos del Sistema; es más, ninguna de las instituciones Seleccionadas, aquellas que contenían en 1997 al 65.7% de la matrícula del sector privado, se localizaba entre las escuelas más económicas. Evidentemente, para ciertos sectores sociales el pago de las colegiaturas de sus hijos e hijas no representa un sacrificio familiar, pero para muchos padres de familia puede significar la necesidad de establecer diversas estrategias —desde incorporar a los jóvenes al mercado laboral, hasta reducir la calidad de vida de la familia—, con objeto de poder sufragar los gastos educativos de sus descendientes.5 

 

LAS INSTITUCIONES PRIVADAS SELECCIONADAS
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En este apartado queremos ofrecer al lector una mirada aproximada al comportamiento de las instituciones Seleccionadas, las cuales, como ya sabemos, fueron las que mostraron mayor dinamismo en su crecimiento en los últimos años, al mismo tiempo que constituyen, hoy por hoy, las nueve instituciones privadas que en mayor medida han diversificado su oferta de programas de licenciatura; adicionalmente, aunque no será abordado en este trabajo, se trata de establecimientos que, en su mayoría, han impulsado y consolidado el desarrollo de programas de posgrado.6 Estamos hablando de instituciones que gozan de un prestigio social importante en el sistema de educación superior en la ZMCM, y varias de ellas a nivel nacional e internacional.

Como puede verse en el Cuadro 6, la Universidad del Valle de México se ha convertido en la institución privada de la ZMCM con el mayor número de estudiantes, gracias a la generación de 11,233 nuevos espacios educativos en los últimos 15 años; tiempo en el que amplió a ocho el número de campus, mismos que se distribuyen estratégicamente en distintas zonas geográficas de la ZMCM. Por su parte, la Universidad Tecnológica de México —que recientemente inauguró un segundo campus— fue el establecimiento que más contribuyó en la generación de nuevos espacios dentro de las instituciones Seleccionadas con el 26%, cuestión que le permitió pasar del quinto al segundo lugar por su número de alumnos. Estas dos instituciones privadas representaban en 1997 el 42.4% de la matrícula de las instituciones Seleccionadas y el 27.9% del conjunto de los alumnos inscritos en el sector privado. ¿Estamos ante la presencia del inicio de un fenómeno de "masificación" de la educación superior privada? Las experiencias brasileña y colombiana, son un claro ejemplo de que no es descabellado formular dicha pregunta, pero sólo el tiempo podrá permitirnos contestarla. Hay que añadir que la Universidad del Valle de México y la Universidad Tecnológica de México son, de las instituciones Seleccionadas, las que mantienen las cuotas más bajas por los conceptos de inscripción y colegiaturas a sus estudiantes, lo que probablemente esté siendo un factor importante para permitir su acelerado crecimiento (un costo incluso inferior o similar a lo que buena parte de la clase media paga por sus hijos en la educación básica y media superior privada).

El caso del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey también merece una atención particular. No sólo se incorporó a las instituciones de la ZMCM que hemos denominado Seleccionadas; más aún, para 1997 ya se había convertido en la tercera institución privada más importante por el volumen de su matrícula, siendo el establecimiento con la más alta tasa de crecimiento del sector en el periodo analizado. Con dos campus en la ZMCM, el comunmente llamado TEC contaba hasta el año pasado con 25 sucursales en todo el país, en 19 estados de la República. Sin duda, estamos frente a la red de instituciones educativas privadas más importante de México. Ante las limitaciones del sector público para continuar expandiéndose al ritmo de la demanda, el ya tradicional empuje de los grupos empresariales y comerciales que representan al sistema TEC, han decidido intervenir más consistentemente en este mercado, ofreciendo un servicio en continua demanda; tratándose, no obstante, de ser una de las instituciones cuyas colegiaturas se ubican dentro del rango más alto del nivel de educación superior, pero también, uno de los establecimientos cuyos egresados son generalmente bien aceptados y cotizados en el mercado laboral.

Cuadro 6
Crecimiento de la población escolar de licenciaturas en las instituciones privadas seleccionadas en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México.
1982-1997

Matrícula

Nuevos Espacios

Instituciones

1997

1982

ABS.

%

T. C.(%)

Universidad del Valle de México

18,151 [1]

6,918 [2]

11,233

23.0 (2)

162.3

Universidad Tecnológica de Méx.

16,793 [2]

4,065 [5]

12,728

26.0 (1)

313.1

Tecnológico de Monterrey

11,376 [3]

999 [9]

10,377

21.3 (3)

1,038.7

Universidad Iberoamericana

9,994 [4]

7,677 [1]

2,317

4.7 (7)

30.2

Universidad La Salle

7,225 [5]

5,068 [3]

2,157

4.4 (9)

42.6

Universidad Anáhuac

7,147 [6]

4,869 [4]

2,278

4.7 (7)

46.8

Universidad Intercontinental

4,122 [7]

1,309 [7]

2,813

5.8 (4)

68.2

Instituto Tecnológico Aut. de Méx.

4,108 [8]

1,534 [6]

2,574

5.3 (5)

167.8

Universidad Panamericana

3,408 [9]

1,076 [8]

2,332

4.8 (6)

216.7

TOTAL

82,324

33,515

48,809

100%

145.6%

* Instituciones de Educación Superior que ofrecen licenciaturas en dos o más áreas del conocimiento, de acuerdo a la clasificación de la ANUIES, y con una población total en 1997 mayor a los dos mil estudiantes.

[ ] Lugar ocupado conforme a la magnitud de su matrícula.

( ) Lugar ocupado por la cantidad de espacios educativos abiertos en el periodo.

T.C.= Tasa de crecimiento en el periodo.

Fuente: Anuarios estadísticos de la ANUIES.

En claro contraste a la expansión de las anteriores instituciones, la Universidad Iberoamericana, la Universidad La Salle, la Universidad Panamericana y la Universidad Anáhuac, mostraron un crecimiento menor en los últimos tres lustros. Ninguna de las cuatro contribuyó con más del 5% del total de los nuevos espacios educativos abiertos por las instituciones Seleccionadas, razón por la cual descendió su posición entre las mismas, conforme al volumen de la matrícula de licenciatura que manejan. Resalta el caso de la Iberoamericana que de ser el establecimiento privado con el mayor número de alumnos de la ZMCM en 1982, pasó a ocupar el cuarto lugar en 1997. Por la información estadística disponible y en conversaciones personales con altos directivos de la institución, desde principios de la década la UIA, plantel Ciudad de México, decidió limitar el crecimiento de su matrícula a no más de diez mil alumnos; de esta forma puede explicarse, en parte, el hecho de que si bien desde 1992 dicha institución rebasó los nueve mil inscritos, se hubiera mantenido por debajo de los diez mil hasta el año pasado. ¿Existe también una política en La Salle, la Panamericana y la Anáhuac por acotar el crecimiento de la población estudiantil de licenciatura, conforme a sus planes de desarrollo? No lo sabemos, pero sería importante indagarlo para así poder plantear algunas conjeturas con mayor conocimiento de causa, porque de ser cierto que hay una política expresa al respecto, se reforzaría el argumento de que estamos ante un sistema educativo altamente heterogéneo y segmentado; no sólo entre el sector público y privado, sino también al interior de cada de uno de ellos, hasta el punto de que en las mismas instituciones Seleccionadas pueden apreciarse diferencias importantes.

Por otra parte, el planteamiento de que instituciones como la Universidad Iberoamericana, la Universidad La Salle o la Universidad Anáhuac, están empezando a perder terreno frente a otras, como la Universidad del Valle de México o la Universidad Tecnológica de México, debido al elevado costo de sus colegiaturas, no se corresponde con la evidencia que hemos indicado en relación al Tecnológico de Monterrey. Las cuotas del Tecnológico de Monterrey, ubicadas en el rango más alto, no parecen haber sido un impedimento para que continuara expandiendo su matrícula; además de que, por ejemplo, en el caso de la Universidad La Salle sus cuotas no se sitúan en el rango más alto. En este sentido, contar con información sobre la demanda real de cada institución y los finalmente admitidos nos ayudaría a despejar muchas interrogantes.

Finalmente, nos pareció interesante plantear, aunque evidentemente se trata de una temática sobre la que también ignoramos muchas cosas, el carácter confesional que inspira a diversas instituciones privadas. No sobra recordar la influencia que ha tenido la iglesia católica en la educación mexicana, forma parte de nuestra historia educativa desde hace varios siglos. Una historia compleja, llena incluso de episodios sangrientos. En esta perspectiva, reconstruir el origen y desarrollo de las instituciones de educación superior ligadas a distintas órdenes o grupos religiosos nos ayudaría a comprender mejor su situación actual y al sistema de educación superior en su conjunto. Es una tarea por realizar.7  No obstante, las cifras de los últimos 15 años, como veremos en adelante, nos invitan a reflexionar sobre este tipo de instituciones educativas.

La presencia de los establecimientos con orientación religiosa es significativamente importante en la ZMCM. De las nueve instituciones Seleccionadas, cinco de ellas tienen una adscripción confesional: la Universidad Iberoamericana, La Universidad La Salle, La Universidad Anáhuac, La Universidad Intercontinental y La Universidad Panamericana. Por supuesto que existen diferencias con relación a su filosofía educativa y misión institucional, ya que el abanico va desde los llamados Legionarios de Cristo hasta la los Jesuitas. Independientemente de ello, en 1982 el 59.7% de la matrícula de las instituciones Seleccionadas se concentraba en los cinco establecimientos citados, lo que puede indicarnos ciertas preferencias ideológicas de algunos sectores de jóvenes y sus familias por ligarse a instituciones católicas y/o de la consolidación y prestigio académico de su oferta educativa. Sin embargo, en el transcurso de los últimos tres lustros se manifiesta una notoria disminución de su peso proporcional con relación al resto de las instituciones Seleccionadas, ya que para 1997 representaban el 38.7%. Ciertamente no debemos olvidar que estamos hablando de instituciones que en algunos casos tenían una matrícula de más de 7,000 alumnos, pero en comparación con la Universidad del Valle de México, la Universidad Tecnológica de México y el Tecnológico de Monterrey, su contribución a la generación de nuevos espacios educativos fue claramente menor (Véase Cuadro 6).

¿Se trata de un fenómeno de secularización incipiente de los sectores medios y de élite, motivo que está conduciendo a los jóvenes a preferir otras opciones educativas? 8 ; o más bien ¿el costo de las colegiaturas de algunas de ellas está siendo un factor que influye en el decremento de su población estudiantil?; o acaso ¿se están convirtiendo en instituciones más selectivas, dejando el paso a que otras instituciones privadas Seleccionadas sean las que se "masifiquen"? Resulta difícil, una vez más, contestar estas preguntas y muchas otras que pueden formularse, pero no por ello debemos dejar de hacerlas para invitar a la reflexión y, sobre todo, a la urgencia de abrir un campo de investigación que generalmente ha sido descuidado en México.

CONCLUSIONES
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 La expansión de la educación privada es una realidad de nuestro sistema educativo en el ámbito superior, particularmente en la ZMCM. Su ritmo de crecimiento y la capacidad que han mostrado varias instituciones para captar una importante demanda estudiantil en los últimos 15 años es innegable. Por su parte, las instituciones públicas más importantes de la ZMCM han establecido paulatinamente límites al crecimiento de su matrícula de licenciatura, especialmente en aquellas carreras que cuentan con una mayor demanda, como por ejemplo, Administración, Contaduría, Derecho, Medicina y Odontología. En el futuro próximo no se entrevé un cambio radical a las políticas de crecimiento regulado de la UNAM, IPN y UAM. Ante esta situación, la política del gobierno federal se ha circunscrito a la creación de Institutos Tecnológicos con objeto de reorientar la demanda hacia determinadas carreras del área de ingeniería y tecnología, dando lugar, tácitamente, para que las instituciones privadas compitan entre ellas por la absorción de una demanda no atendida suficientemente por el sector público.

En esta óptica, habrá que estar atentos a la política que al respecto lleve a cabo el gobierno del Distrito Federal encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas, el cual, a casi un año de iniciado su mandato, no ha manifestado abiertamente si tiene contemplada la fundación de una nueva universidad pública. Al parecer, la cuestión de crear una institución de educación superior no forma actualmente parte de la agenda de políticas del gobierno perredista. Sus prioridades están situadas, por el momento, en otros terrenos de la vida pública de la Ciudad de México.

Dentro del universo del "sistema" privado de educación superior, un reducido número de instituciones concentra la mayor parte de la población estudiantil. Sus ritmos de crecimiento, así como la posición que ocupan en el contexto del "sistema" ha sufrido variaciones significativas en los últimos años. Es probable que, de acuerdo a sus tendencias, en poco tiempo otros establecimientos se incorporen al grupo de lo que llamamos instituciones Seleccionadas, como es el caso del Centro Cultural Universitario Justo Sierra, el Centro Universitario Grupo Sol, el Centro Universitario México, la Universidad del Tepeyac y la Universidad de Cuautitlán Izcalli. De ser así, la variación en las ofertas educativas, tanto por los programas de licenciatura en distintas áreas del conocimiento, como por la diversidad de instituciones privadas Seleccionadas, propiciará una mayor competencia entre ellas.

Del resto de las escuelas privadas, probablemente su crecimiento desmedido se vea progresivamente limitado. En primer lugar, debido a los cada vez más exigentes requisitos de ingreso para formar parte de la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIMPES) y de la ANUIES. Es de esperar que al cabo de unos cuantos años, las instituciones que no pertenezcan a una, o a las dos asociaciones, sus posibilidades de ganarse reconocimiento y prestigio tenderán a ser prácticamente nulas, motivo que, conforme la sociedad tenga más información de las instituciones, conducirá a muchas de ellas a la quiebra por falta de demanda. En segundo lugar, los llamados procesos de acreditación institucional ante organismos nacionales y extranjeros, contribuirán a distinguir la calidad de las escuelas y sus programas. En tercer lugar, la paulatina generalización y aceptación que previsiblemente adquirirá los llamados Exámenes Generales para el Egreso de la Licenciatura, al menos en determinadas licenciaturas, será un factor importante en el proceso de diferenciación y segmentación del sistema de educación superior: la eventual desaparición de muchas escuelas privadas que no resistan los efectos de una evaluación negativa de sus egresados se convertirá en una realidad en el futuro.


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