EDUCACIÓN SUPERIOR EN BRASIL Y LOS ESTADOS UNIDOS:
PRIVATIZACIÓN Y ENSEÑANZA DE PAGA1
MARÍA LIGIA PRADO COELHO*
* Departamento de Historia, Universidad de São Paulo, Brasil.
Traducción del portugués por J. Rafael Campos Sánchez.
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El tema de la universidad, su crisis y su futuro, ha sido objeto constante de discusiones dentro y fuera de la academia. Por ejemplo, en los últimos años, la prensa viene dedicando un largo espacio a esos debates. Dos problemas son recurrentes, el de la reforma de los viejos modelos y el de la necesidad de eficiencia y racionalización de los recursos, los que siempre acaban por invocar, de una manera u otra, las problemáticas de la enseñanza de paga y el papel del Estado frente a la educación. Surge así, casi de manera natural el ejemplo de los Estados Unidos como paradigma. En este artículo, me gustaría presentar algunas diferencias entre dos sistemas de educación superior, el brasileño y el norteamericano para abordar inmediatamente y de manera comparativa el tema de la enseñanza de paga.
La universidad en Brasil, creada tardíamente, alió en su origen, la idea de necesidad de investigación desligada de la formación profesional. La influencia francesa fue grande, particularmente en la Facultad de Filosofía de la Universidad de São Paulo, fundada en 1934, con la "misión de formar las élites dirigentes brasileñas", que debían estudiar y buscar las soluciones para los "grandes problemas nacionales"2 Una "misión francesa" fue llamada para iniciar los cursos de Humanidades, mientras que alemanes e italianos se dividían las llamadas ciencias exactas.3 En Río de Janeiro, la Facultad de Filosofía de la Universidad de Brasil tuvo un comienzo muy semejante.4
Con el primer gobierno de Getúlio Vargas —antes de la creación de la Universidad de São Paulo— ya se anunciaba el importante papel del Estado en lo que se refería a la estructuración y organización de la enseñanza superior. La centralización fue la perspectiva dominante en los decretos del gobierno federal, en 1931, sobre educación. Quedaba claro que las futuras universidades deberían de encuadrarse dentro de los límites impuestos por la autoridad del Estado.
La universidad pensada por los liberales y consagrada a la formación de las "élites dirigentes nacionales", vale decir, una universidad para un pequeño grupo de privilegiados, comenzó a ser repensada en los años cincuenta, por educadores brasileños. La necesidad de una reforma encontraba un número creciente de defensores. Asesores internacionales, principalmente norteamericanos, fueron invitados para realizar una evaluación del sistema superior de enseñanza. En 1963, uno de esos grupos de especialistas preparó un diagnóstico, en que se consideraba el sistema "inadecuado cualitativa y cuantitativamente", recibiendo su aprobación, solamente la recién creada Universidad de Brasilia (UNB) y el Instituto Tecnológico de la Aeronáutica (ITA) de Sao José dos Campos. En 1965, fueron firmados los acuerdos entre el Ministerio de Educación y la United States Agency for International Development (USAID), que publicó su informe en 1967.5
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