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No.132 | año 12 | Octubre de 2004 | issn: 1405-2342
  Editorial.
Editorial
  Mayor inversión contribuirá a mejorar la economía, el bienestar social y el fortalecimiento cultural

Los rectores y directores de instituciones afiliadas a la ANUIES, reunidos en la XXXV Sesión Ordinaria de su Asamblea General en la ciudad de Tijuana, Baja California, analizaron el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación correspondiente al año fiscal 2005 y manifestaron su insatisfacción y rechazo por los recortes que conlleva para educación superior y para ciencia y tecnología.
En reuniones sostenidas con diversas instancias del gobierno federal y comisiones del Poder Legislativo, la ANUIES ha hecho patente su inconformidad por la insuficiencia crónica de recursos con que operan las instituciones públicas de educación superior para desarrollar con calidad sus funciones sustantivas.
Como se informó en la Asamblea General, de aprobarse el proyecto de Presupuesto para 2005 en los términos presentados, significaría un fuerte retroceso. No podemos poner en riesgo la pérdida, por obsolescencia, de la infraestructura y los equipos científicos que con enormes dificultades nos hemos dado en el sistema, las transformaciones académicas realizadas por las instituciones públicas en los años recientes, ni cancelar las expectativas de miles de jóvenes que aspiran a una formación de nivel superior.
Tampoco podemos cerrar las puertas a quienes, contando con vocación científica y alta formación, no pueden incorporarse a instituciones académicas, ante la falta de renovación de los puestos de trabajo, contribuyendo con ello a una fuga de cerebros que conlleva altísimos costos para el país.
La inversión que una sociedad realiza en educación y en ciencia y tecnología es un signo inequívoco de su interés, tanto en su fortalecimiento como en su disposición a participar en el concierto de naciones en la superación de los grandes rezagos sociales, educativos, científicos y tecnológicos.
En la ANUIES estamos convencidos de que el financiamiento a estas actividades no debe ser considerado como un gasto sino como una inversión, la mejor inversión que el país puede hacer para apoyar el desarrollo sostenible de la nación. Se trata de una inversión con indudables impactos en el crecimiento económico, en el bienestar social y en el fortalecimiento cultural, como ha quedado demostrado por las experiencias de las sociedades que han definido políticas de apoyo sostenido a la educación superior y la ciencia y la tecnología, y han decidido sustentar su desarrollo en el impulso al conocimiento.
En la Asamblea General se manifestó el rechazo a las reducciones presupuestales previstas en el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, al implicar una caída en el financiamiento federal a la educación superior de casi siete por ciento en términos reales; una reducción de su participación en el Producto Interno Bruto de 0.60 a 0.54 por ciento; una disminución del gasto federal por alumno de educación superior pública en más de cuatro mil pesos; un recorte a los presupuestos de las instituciones y una severa disminución de recursos al CONACYT por más de ochocientos millones de pesos.
El financiamiento a la educación superior pública no puede estar sujeta a coyunturas económicas. Lo que hoy dejemos de hacer para apoyarla desde los diferentes ámbitos de responsabilidad, el día de mañana lo lamentarán las nuevas generaciones de mexicanos y retrocederemos lo avanzado en el camino de mejoramiento de la calidad al que nos hemos comprometido.