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Mayor
inversión contribuirá a mejorar la economía,
el bienestar social y el fortalecimiento cultural
Los rectores y directores de instituciones afiliadas a la ANUIES, reunidos en
la XXXV Sesión Ordinaria de su Asamblea General en la ciudad de Tijuana,
Baja California, analizaron el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación
correspondiente al año fiscal 2005 y manifestaron su insatisfacción
y rechazo por los recortes que conlleva para educación superior y para
ciencia y tecnología.
En reuniones sostenidas con diversas instancias del gobierno federal y comisiones
del Poder Legislativo, la ANUIES ha hecho patente su inconformidad por la insuficiencia
crónica de recursos con que operan las instituciones públicas de
educación superior para desarrollar con calidad sus funciones sustantivas.
Como se informó en la Asamblea General, de aprobarse el proyecto de Presupuesto
para 2005 en los términos presentados, significaría un fuerte retroceso.
No podemos poner en riesgo la pérdida, por obsolescencia, de la infraestructura
y los equipos científicos que con enormes dificultades nos hemos dado
en el sistema, las transformaciones académicas realizadas por las instituciones
públicas en los años recientes, ni cancelar las expectativas de
miles de jóvenes que aspiran a una formación de nivel superior.
Tampoco podemos cerrar las puertas a quienes, contando con vocación científica
y alta formación, no pueden incorporarse a instituciones académicas,
ante la falta de renovación de los puestos de trabajo, contribuyendo con
ello a una fuga de cerebros que conlleva altísimos costos para el país.
La inversión que una sociedad realiza en educación y en ciencia
y tecnología es un signo inequívoco de su interés, tanto
en su fortalecimiento como en su disposición a participar en el concierto
de naciones en la superación de los grandes rezagos sociales, educativos,
científicos y tecnológicos.
En la ANUIES estamos convencidos de que el financiamiento a estas actividades
no debe ser considerado como un gasto sino como una inversión, la mejor
inversión que el país puede hacer para apoyar el desarrollo sostenible
de la nación. Se trata de una inversión con indudables impactos
en el crecimiento económico, en el bienestar social y en el fortalecimiento
cultural, como ha quedado demostrado por las experiencias de las sociedades que
han definido políticas de apoyo sostenido a la educación superior
y la ciencia y la tecnología, y han decidido sustentar su desarrollo en
el impulso al conocimiento.
En la Asamblea General se manifestó el rechazo a las reducciones presupuestales
previstas en el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, al
implicar una caída en el financiamiento federal a la educación
superior de casi siete por ciento en términos reales; una reducción
de su participación en el Producto Interno Bruto de 0.60 a 0.54 por ciento;
una disminución del gasto federal por alumno de educación superior
pública en más de cuatro mil pesos; un recorte a los presupuestos
de las instituciones y una severa disminución de recursos al CONACYT por
más de ochocientos millones de pesos.
El financiamiento a la educación superior pública no puede estar
sujeta a coyunturas económicas. Lo que hoy dejemos de hacer para apoyarla
desde los diferentes ámbitos de responsabilidad, el día de mañana
lo lamentarán las nuevas generaciones de mexicanos y retrocederemos lo
avanzado en el camino de mejoramiento de la calidad al que nos hemos comprometido.
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