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La
agenda ante los nuevos retos de la educación superior
Una nueva generación de reformas legales y de políticas públicas
permitirán transitar con rapidez y sin obstáculos a una educación
superior de calidad, pertinente, incluyente y equitativa hacia el siglo XXI.
Así fue planteado por el Secretario General Ejecutivo de la ANUIES ante
el pleno del Consejo de Universidades Públicas e Instituciones Afines,
en su XXIV Sesión Ordinaria, celebrada en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez,
teniendo como sede a la Universidad Autónoma de Chiapas.
Esa conclusión, que marca un rumbo por el que se deberá transitar,
plantea un principio de respuesta a los retos actuales de la educación
superior: la necesidad de una mejor planeación y coordinación de
la oferta educativa, la creación de nuevas instituciones, el impulso de
nuevos modelos educativos y pedagógicos, la movilidad de estudiantes y
profesores, la internacionalización, la rendición de cuentas, la
transparencia, la conducción y gestión del sistema, y la precisión
de la autonomía, entre otros temas.
La revisión de estos asuntos redefinirá el papel que juegan todos
los actores, propiciará cambios al interior de las instituciones, ajustes
y reorientaciones de las políticas públicas, y abrirá un
nuevo esquema de vinculación y cooperación entre el sistema universitario,
las instituciones que lo representan y los poderes del Estado.
La agenda del colectivo de instituciones de estudios superiores agrupado en la
ANUIES, atiende a estos asuntos por ser parte de una visión de largo alcance
de la educación superior, no obstante que la atención se centre
ahora en una preocupación más inmediata, pero que a la vez ha sido
una constante para la Asociación: el financiamiento.
Este tema ha otorgado una función distinta y novedosa a la Asociación,
al asumir un papel protagónico en la gestión de los recursos federales
para la educación superior. Ello ha permitido en ejercicios anteriores
la apertura de nuevos fondos, destacadamente el que se creó para enfrentar
las cargas derivadas por pensiones y jubilaciones, y sentar las bases para el
diseño de un nuevo modelo de asignación presupuestal que culminó con
su aprobación unánime en el seno del CUPIA.
El modelo de asignación adicional al subsidio federal ordinario –que
será sometido a una permanente evaluación y ajuste para evitar
distorsiones, y contará con un esquema de acopio, verificación
y certificación de información– ha sido un elemento fundamental
en el novedoso papel asignado a la ANUIES en la historia reciente, la de ser
agente de gestión y negociación ante el Poder Legislativo para
que el presupuesto para la educación superior crezca o, al menos, se mantenga
en términos reales.
En ello está también implícito el compromiso de que los
recursos obtenidos tendrán el mejor destino posible, producirán
impactos notables y positivos en las instituciones, se manejarán con total
transparencia y se sujetarán a la rendición de cuentas.
Enfrentado así el problema del financiamiento, su solución se asume
como uno más de los temas esenciales –si bien uno de los más
importantes–, enunciados ya como parte de la agenda de nuestra Asociación,
y para los que se busca la definición de políticas de Estado que
den seguridad a nuestras instituciones con una visión de largo plazo.
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