LA LICENCIATURA DE BIOLOGÍA EN LA
ENEP-IZTACALA DE LA UNAM

ARLETTE LÓPEZ TRUJILLO*
MARTHA SAUCEDO*

* Profesoras de la ENEP-Iztacala de la UNAM.

Contenido del Artículo:


INTRODUCCIÓN
ANTECEDENTES
CONCLUSIÓN Y ESPECTATIVAS
CONSIDERACIONES FINALES
REFERENCIAS


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CONCLUSIONES Y EXPECTATIVAS

En el tiempo actual es prioritario y necesario llevar a cabo la revisión y/o transformación de los planes de estudio de acuerdo al escenario de nuestro tiempo para una mejor formación profesional. Este proceso debe ser acorde a las necesidades sociales del país y a la demanda real en materia del ejercicio profesional, teniendo áreas en auge como biotecnología, ingeniería genética, educación y contaminación ambiental, preservación y explotación de recursos naturales y biodiversidad.

Marín (1993) propone como estrategia de cambio para lograr la formación de profesionales flexibles, con amplio dominio de métodos y que impulse la cultura científica: el diversificar la formación teórico-práctica, lograr una formación multidisciplinaria, amplia información de contenidos y una formación en métodos y actitudes para el trabajo y la producción, propiciar el trabajo tanto individual como grupal, el autoaprendizaje y la actualización permanente. Por esto, el plan de estudios de la carrera de biología que aquí presentamos ha sido el resultado del análisis de los planes anteriores, priorizando y abordando módulos que benefician a las áreas en auge, actuales y futuras. Se considera la formación e información tanto práctica como teórica para que el egresado tenga dominio de los diversos conocimientos y métodos para la resolución de problemas. Además, con este plan se favorece el trabajo grupal a través de la metodología de la enseñanza principalmente en los módulos de Metodología Científica, lo cual propicia la multidisciplina, el autoaprendizaje y la investigación permanente, ya que los alumnos plantean durante la carrera problemas biológicos que tienen que resolver obteniendo así habilidades, conocimientos, actitudes y valores que estén vinculados con la realidad, con el aparato productivo y con la investigación del país.

La situación social y económica actual plantea retos a la educación superior, otorgándole un papel muy importante, por lo que, una vez establecido el plan de estudios a partir del año escolar de 1995, se inició la evaluación integral, a través de diversos indicadores como conocimientos que se están impartiendo, la manera de abordar el trabajo académico, sus limitaciones y los logros alcanzados, los cambios del desarrollo actual en el ejercicio de la profesión, el contexto histórico-social, no olvidando que se requiere una formación para el ejercicio de una práctica profesional en constante transformación pero también una formación para insertarse en la investigación y, sobre todo, en las áreas de vanguardia que impulsen el desarrollo económico, cultural, científico y tecnológico nacional (Pallán, 1990 citado por Marín, 1993). Lo anterior implica una actualización continua, para obtener nuevos conocimientos y habilidades.

La estructura de este plan se concibió considerando lo que comenta Gómez (1990): que el alumno cuide sus calificaciones, además de luchar por obtener las siguientes habilidades: capacidad de aprendizaje continuo, adaptabilidad a nuevas ocupaciones y demandas productivas, capacidad de conceptualización y abstracción, capacidad de solución de problemas nuevos y complejos, articulación de habilidades y actitudes propicias al trabajo en equipo, desarrollo del ejercicio consciente de los códigos éticos, propios del ejercicio de la profesión.

Esto implicará desarrollar una serie de acciones como lo es la formación y actualización de los docentes, para enfatizar las estrategias usadas en el aula para un mejor desarrollo del conocimiento crítico, de un aprendizaje significativo y de la construcción del conocimiento requerido por el plan; los profesores tendrán que participar en cursos, talleres, diplomados o incluso estudios de posgrado para enfrentar el nuevo reto. Asimismo, se le deberá ofrecer un espacio académico institucional al profesor para el análisis y reflexión en cuanto a la formación profesional para que haya una concientización de su labor en el aula.

En conclusión, se busca formar profesionales con una conciencia clara de nuestra cultura, de la realidad social y económica nacional, no olvidando, la ética en el ejercicio profesional para favorecer en la práctica los intereses de nuestro país.

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