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LECCIONES DE LA REFORMA CURRICULAR
EN LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE TAMAULIPAS
Marco Aurelio Navarro
Iván Sánchez Rodríguez
Universidad Autónoma de Tamaulipas.
Correo e: mnavarro@uat.edu.mx
Presentación
Diversos estudios han advertido que muchas reformas
e innovaciones quedan en la historia de los fracasos de las instituciones
educativas al no
alcanzar un funcionamiento pleno, no por falta de relevancia, sino por
el descuido de estrategias adecuadas para su implantación (Sarason,
1990).
En el marco de las políticas gubernamentales orientadas hacia
el mejoramiento de la calidad y la rendición de cuentas, en la
segunda mitad de la década de los noventa la Universidad Autónoma
de Tamaulipas se sumó a los esfuerzos de reforma, emprendidos
también por instituciones como la Universidad de Guadalajara y
la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla a las cuales,
posteriormente, se agregarían también las de Baja California,
la Autónoma del Estado de Hidalgo y la Veracruzana, entre otras.
El eje de arranque consistía en la reforma curricular. El avance
de ésta traería consigo un impacto en otros aspectos de
la vida institucional, como los servicios escolares, las actividades
docentes, los procesos administrativos y la legislación institucional;
una reforma cuya sedimentación tardaría varios años,
pero que produciría cambios en procesos sostenidos por la institución
durante sus casi 50 años de existencia.
Básicamente, los propósitos de la reforma curricular fueron
contribuir al mejoramiento de la calidad académica y de la eficiencia
interna, al proponerse: a) Una actualización permanente de sus
contenidos, b) Recuperación de aprendizajes relevantes de niveles
educativos previos, c) Introducción de temáticas emergentes,
y d) Flexibilizar secuencias formativas, velocidad de terminación
y horarios, mediante la utilización del sistema de créditos
curriculares.
La experiencia fue valiosa por las lecciones que arroja, pero el presente
reporte, de manera ex post, la revisa desde la perspectiva de su aplicación.
El análisis parte del establecimiento de un marco referencial
en el que se pasa revista de distintas estrategias de establecer el cambio
organizacional. Específicamente, lo que aquí se plantea
es un cuestionamiento a la idoneidad de las estrategias para llevar a
cabo la reforma, desde el punto de vista del cambio organizacional. Este
análisis permite cierta reflexión para derivar algunas
lecciones.
Antes de seguir adelante, se hace necesario advertir que en este artículo
no se analiza la naturaleza de la transformación curricular, ni
la estructura o contenidos del nuevo currículo; estos temas merecen
reportes distintos al presente; este estudio pertenece más bien
al ámbito de la organización educativa. La originalidad
del presente análisis reside en la identificación de aquellos
elementos y procedimientos que permiten una disección del proceso
de reforma, desde su fase de inicio hasta la de su institucionalización;
el esquema producido permite un análisis sistemático del
caso en cuestión y derivar lecciones para aquellos involucrados
con los procesos de reforma de la educación superior ya que, si
bien el caso de la Universidad Autónoma de Tamaulipas puede considerarse
de relativo éxito, los problemas y resistencias encontrados permiten
identificar aspectos pendientes de retroalimentación y ajuste.
Cambio, reforma e innovación
El término reforma hace referencia a un cambio planeado, deliberado,
voluntario (Huberman, 1973: 6 y Morrish, 1976: 22). Paulston (1976: 1)
intenta una distinción: “vemos la innovación sólo
como alteraciones programáticas o técnicas relativamente
aisladas o como un cambio de bajo nivel, en tanto que la reforma involucra
un cambio estructural, normativo y amplio”. Nosotros creemos que
el factor común entre reforma e innovación es el cambio
planeado, y que la reforma tiene que ver con los cambios planeados que
afectan la vasta estructura de un sistema educativo, mientras que la
innovación implica aquellos cambios planeados que son de menor
escala y sobre algunos elementos de una estructura organizacional mayor.
Huberman (1973) desarrolló una “rejilla” donde los
tipos de cambio se pueden apreciar en términos de la cantidad
relativa de dificultad y de tiempo involucrados (Fig.1). Se asume que
es más fácil y toma menos tiempo cambiar conocimientos
que actitudes, porque es más sencillo estar informado sobre una
innovación que estar dispuesto a adoptarla. Supone también
que ofrece menos dificultades cambiar la conducta de un individuo que
la de un grupo. Opinamos que esta es una afirmación a priori,
ya que la conducta de un grupo puede ser fuertemente determinada por
el comportamiento de un individuo o subgrupo dominante, o se puede dar
el caso de que la conducta de un individuo particular sea el resultado
de su interacción con el grupo. No obstante, la “rejilla” ayuda
a identificar dificultades al planear el cambio para organizaciones complejas,
como una universidad.
Figura 1
Dificultad y tiempos relativos en producir cambios
Conducta Grupal |
Conducta Individual |
|
Actitudes |
|
Conocimientos |
|
Fuente: Huberman: 1973
Definimos a la reforma educativa como un cambio
planeado amplio, destinado a alterar la estructura y normatividad de
un sistema educativo, en nuestro
caso a escala institucional. La reforma curricular se ocupa, de manera
especial, de las alteraciones en los fines operativos del proceso de
enseñanza-aprendizaje, como de los contenidos, métodos,
evaluación, materiales y organización interna de la docencia,
lo que a su vez producirá cambios en la organización y
en la administración de la universidad. Su diferencia con la innovación
será la escala de operaciones. Una reforma contiene innovaciones,
pero innovar no significa precisamente reformar. Asumiendo la diferencia
de escala de operaciones, la bibliografía sobre innovación
también es útil para nuestros fines.
El proceso de cambio
Quienes han estudiado el cambio organizacional,
lo han hecho desde distintas perspectivas. Algunos hacen hincapié en los motivos de su iniciación,
otros establecen diferencias entre procesos individuales y colectivos,
otros más lo enfocan desde un punto de vista gerencial. Probablemente,
uno de los modelos más difundidos es el elaborado por D. Clark
y E. Guba (1967), que supone una secuencia lineal de cuatro grupos de
actividades: investigación, desarrollo, difusión y adopción.
Este modelo asigna un papel activo sólo a los iniciadores, promotores
y difusores del cambio, mientras que los supuestos usuarios se limitan
a funciones pasivas, como si la tarea de llevar a cabo un cambio consistiera
simplemente en persuadir al público para que compre un producto.
Quizás el modelo más ilustrativo sea el de Gross et al.
(1971: 17) quienes distinguen, en términos generales, tres etapas
básicas o periodos de tiempo en el proceso de cambio: a) El de
iniciación; b) El de intento de ejecución; y c) El periodo
durante el cual la innovación o reforma se incorpora a la organización.
La etapa de iniciación (exógena o endógena), comprende
el lapso de tiempo en que se reconoce la existencia de un problema y
se diseña y selecciona la innovación que lo solucionará,
ya sea por expertos, autoridades, o colectivamente. La etapa de intento
de ejecución comienza con la planificación de estrategias
y tácticas operativas, e incluye un lapso de adaptación
mutua, durante el cual se ajusta la innovación a las necesidades
del grupo, o el grupo se ajusta a la innovación, o se producen
ambos procesos. La etapa de incorporación empieza desde la adopción
inicial de la innovación por los miembros hasta que ésta
es totalmente asumida, empleada y mantenida a través del tiempo.
Estrategias de implantación
del cambio
El éxito o fracaso de un cambio, sea reforma o innovación,
en buena medida depende de las estrategias previstas para su implantación.
A este respecto se han orientado distintas tipologías que enfatizan
las fuerzas motivadoras empleadas, tales como mecanismos de poder o coerción,
el convencimiento racional, entre otras.
La visión de Hurst (1978) de un “continuum” que va
desde una estrategia altamente directiva hasta otra estrategia de muy
baja directividad, permite organizar esquemáticamente las distintas
tipologías presentadas por distintos autores. Este esquema perceptivo
proporciona un campo de análisis más amplio (Fig. 2), en
el que identificamos cuatro grupos de estrategias:
Estrategias de poder o “estrategias político-
administrativas”
Con esta etiqueta se engloban aquellas estrategias
basadas en el poder coercitivo y en la utilización de métodos caracterizados
por promesas, o por la aplicación de recompensas y castigos(Havelock
y Huberman, 1977). Este tipo de estrategias son quizá las más
utilizadas para efectuar cambios, especialmente en países u organizaciones
con estructuras de gobierno centralizadas, donde las reformas son comúnmente
dirigidas “desde arriba”; el caso típico son los cambios “por
decreto”.
Figura 2 Las tipologías de Zaltman
y de Hurst en el marco de las tipologías presentadas por Hoyle
(1970)
Directivo
Chin
|
Jones
|
Miles
|
Walton
|
Zaltman
|
Hurst
|
Poder Coercitivo
|
Coercitivo
|
Poder-Solución
|
Poder
|
Poder
|
Poder
|
Normativo Re-educativo
|
Normativo
|
Relación-Actitud
|
Amor-Confianza
|
Manipulación
|
Comunicación
|
Empírico Racional
|
Utilitario
|
Procesamiento de Problemas
|
Solución de Problemas
|
Racional
|
Agente de Cambio
|
|
Participativo
|
No Directivo
Sin embargo, los riesgos implicados en el empleo de estas estrategias
están escasamente justificados. Primero, porque a pesar de que
parecen asegurar los resultados deseados, éstos pueden ser sólo
temporales o superficiales; una vez que la recompensa ha sido obtenida,
o la amenaza del castigo retirada, el pretendido compromiso con la
innovación o reforma cesará. Segundo, los individuos
ya cansados de las estrategias tradicionales, pueden simplemente eludir
o combatir el cambio.
Estrategias de comunicación y difusión
Este conjunto es llamado también estrategias de diseminación
o empírico-racionales. Incluye todos los casos de cambios de generación
exógena, cuando las acciones de comunicación, información,
diseminación o difusión del cambio se presentan como la
etapa final del proceso, suponiendo que existirá disposición
de los miembros de la organización para adoptar la innovación
tan sólo por la forma en que ésta se les da a conocer.
La crítica a estas estrategias se basa en la suposición
de que existe un consumidor más o menos pasivo pero racional,
que acepta y adopta innovaciones si se las presentan en el momento y
en la forma adecuadas.
Estrategias de agente de cambio
Las diferencias entre las estrategias de comunicación y las de
agentes de cambio, residen, primero, en que mientras que en las primeras
un grupo externo de investigadores identifica las necesidades de la organización,
estudian y elaboran la innovación que luego propondrán;
en las segundas, los usuarios potenciales son los que definen sus problemas,
buscan las soluciones alternativas y hacen sus propias elecciones (o
al menos las perciben como propias) con la ayuda de un agente de cambio.
Estrategias participativas
La principal característica de este grupo de estrategias es la
ausencia de utilización de poder, influencia o asistencia externa;
en su lugar se fomenta la participación de los miembros de la
organización en el control de los destinos de la institución,
suponiendo que lo consideran como su propio destino.
Todas las estrategias aquí analizadas tienen sus propios atributos,
de acuerdo con el grado de control externo requerido para introducir
cambios en las organizaciones educativas. Además, es útil
señalar que, en el contexto de las organizaciones complejas esas
estrategias pueden no ser recíprocamente excluyentes, sino complementarias,
según las características y diferencias de cultura y clima
organizacional.
La reforma curricular de la UAT
La reforma curricular ha sido concebida como
un proceso permanente y participativo de revisión y actualización de los planes
y programas de estudio y que asentado en un modelo curricular organizado
por núcleos de formación, permita la oferta y administración
de programas académicos vigentes, relevantes y pertinentes en
sus contenidos. Esta reforma es parte del proyecto general de la Universidad
Autónoma de Tamaulipas denominado Misión XXI, encaminado
a la concreción de un nuevo modelo organizacional, sustentado
en la transformación de sus estructuras académicas y administrativas
que permitan atender y dar respuesta a las exigencias y desafíos
de los nuevos tiempos.
Las principales características de la reforma curricular son las
siguientes: El diseño de un currículo flexible, centrado
en el estudiante, que permita responder a las necesidades de actualización
en función de las necesidades sociales de nuevas especialidades
y los intereses y necesidades del alumno. La flexibilidad curricular
se entiende en tres sentidos: flexibilidad en el tiempo de terminación
de estudios; flexibilidad en la especialización o acentuación,
en donde las materias optativas estarán cambiando e incorporando
lo más actual de cada profesión; flexibilidad en la rectificación,
es decir, que ofrece la oportunidad de cambiar de carrera mediante un
sistema de créditos; y además permite que el estudiante
participe en su programación, ya que tiene la opción de
elegir los cursos de su interés, recibiendo orientación
y apoyo de un tutor. Adicionalmente, se introdujo un conjunto de cursos
comunes con propósitos varios, como recuperar aprendizajes de
niveles educativos previos, habilitación instrumental para el
trabajo académico, ubicación en la problemática
de su contexto.
Esta reforma curricular entró en operación a partir del
mes de enero de 2000, con los estudiantes de nuevo ingreso a las licenciaturas
de la universidad. La operación de este nuevo esquema curricular
trajo consigo procedimientos diferentes respecto a los servicios escolares
y la elaboración de nóminas de los profesores, además
de los consiguientes ajustes en la normatividad institucional.
Estrategias de implantación
de la reforma curricular
Los procesos relacionados con la reforma curricular
se llevaron a cabo a través de tres etapas de trabajo: etapa de preparación,
etapa de rediseño y etapa de operación; en cada una de
estas etapas se procedió con estrategias diferentes.
Etapa de preparación
Para efectos de realizar coordinadamente distintas
tareas relacionadas con el Plan de Desarrollo Institucional, desde
inicios de la década
de los noventa, al interior de cada una de las facultades y unidades
académicas multidisciplinarias (UAM) se integraron Comités
de Planeación con la participación del secretario académico
y coordinadores de carrera. Hacia fines de 1996 y principios de 1997,
para promover la cultura de la evaluación y en preparación
para la evaluación externa, la Coordinación de Planeación
y Desarrollo Institucional preparó para ellos un Diplomado en
Evaluación de Programas Académicos.
Los trabajos realizados pusieron al descubierto un conjunto de problemas
de índole curricular, tales como: carencia de una estructura orientadora
para la construcción de los planes de estudio, programas sin actualizar,
programas con igual denominación y enfoques y contenidos diferentes,
falta de dosificación lógica y pedagógica de los
contenidos disciplinarios de los programas académicos, alta seriación
de asignaturas y rigidez secuencial de los contenidos, heterogeneidad
en la forma y contenidos de los programas de estudio; se detectó también
la necesidad de continuar con una cierta formación de los comités
que les permitiera fundamentar propuestas innovadoras de reestructuración
curricular. Esto marcó el arranque de la fase de iniciación
de la reforma. Tabla 1 Docentes Participantes en el diplomado en evaluación de programas
académicos
Zona |
Localidad |
UAM y/o Facultades |
Docentes Participantes |
|
Nvo. Laredo |
- UAM de Comercio, Admón. y C. Soc. |
5 |
|
- Fac. de Enfermería |
5 |
Norte |
Reynosa |
- UAM Reynosa Aztlán |
6 |
|
|
- UAM Reynosa Rodhe |
5 |
|
Matamoros |
- UAM Matamoros-UAT |
5 |
|
|
- UAM C. de la Salud y Tecnología |
3 |
Centro |
Victoria |
- UAM Ciencias, Educación y H. |
8 |
|
|
- UAM Comercio y Administración |
5 |
|
|
- UA Trabajo Social y C. Des. Humano |
4 |
|
|
- UAM Agronomía y Ciencias |
3 |
|
|
- UAM "Francisco Hdz. García" |
3 |
|
|
- Fac. de Enfermería |
2 |
|
|
- Fac. Medicina Veterinaria y Zootecnia |
2 |
|
Mante |
- UAM Mante - Centro |
6 |
|
|
- UAM Ciencias Jurídicas y Sociales |
6 |
|
|
- Fac. Ingeniería Arturo Narro Siller |
5 |
Sur |
Tampico |
- UAM Arq., Diseño y Urbanismo |
4 |
|
Madero |
- Fac. de Comercio y Administración |
4 |
|
|
- Fac. de Enfermería |
7 |
|
|
- Fac. de Medicina |
4 |
|
|
- Fac. de Odontologia |
3 |
|
|
-Fac. de Música |
4 |
Total |
|
22 |
99 |
Etapa de rediseño
En el entendido de que los miembros de los Comités de Planeación
serían quienes al interior de sus facultades apoyarían
las reformas, hacia 1998 se decidió organizar un nuevo ciclo formativo
sobre “flexibilización curricular”, en el que se invitó a
participar a personal de otras universidades que se encontraban en procesos
de reforma similares, además de que se preparó un conjunto
de materiales relevantes. Una estrategia de “agentes de cambio” ya
se encontraba para entonces perfilada. Aunque simultáneamente,
el entonces rector de la universidad, durante sus visitas a las facultades,
estuvo promoviendo la idea de que en la actualización de los planes
de estudio se adoptaran esquemas flexibles y por créditos, al
tiempo que se incluyeran algunos cursos de instrumentación en
idiomas y tecnologías de la información. Este llamado de
la autoridad permitió disuadir a quienes todavía se mostraban
renuentes a la reforma.
También durante 1998, se inició una experiencia piloto
con la Facultad de Arquitectura, aprovechando su reciente evaluación
y recomendaciones de los Comités Interinstitucionales para la
Evaluación de la Educación Superior (CIEES). Esta experiencia
permitió definir lineamientos y actividades para preparar la siguiente
fase de la reforma con metodologías de trabajo, instrumentos sistematizadores
e integradores de información, estructura del modelo curricular,
elementos normativos para la integración de los núcleos
de formación, clasificación y definición de los
tipos de asignaturas curriculares (obligatorias y optativas) y cocurriculares
(con validez curricular pero sin asignación de créditos),
criterios para la asignación de cargas mínimas y máximas
de horas y créditos y su dosificación por periodos escolares,
y aspectos orientadores para la elaboración de los programas de
estudio.
De manera sintética, en el siguiente esquema se muestra la estructura
curricular que orientó de forma institucional la nueva organización
de los programas académicos y que ha permitido homogeneizar la
diversidad de planes de estudio que hasta antes de la reforma existían
en la universidad.
Lo anterior permitió que al iniciar 1999, con el nombre de Misión
XXI, se presentara a los Comités de Planeación el esquema
general de la reforma curricular, su sustento conceptual y operativo,
e iniciándose una serie de talleres en los que, aprovechando las
evaluaciones previamente realizadas, se iniciaron los trabajos de rediseño
del nuevo curriculum universitario. En estos talleres participaron un
mínimo de cinco profesores por carrera.
Como resultado de los trabajos de rediseño se puede apreciar en
la Tabla 2 que de 65 programas existentes antes de la reforma, se redujeron
a 45, dada la fusión de algunos de ellos, así como por
la redenominación y creación de algunos otros.
Etapa de operación
La reforma curricular se puso en marcha con los
estudiantes que tuvieron su nuevo ingreso en enero de 2000, para ellos
se elaboraron dos documentos
informativos sobre el nuevo esquema curricular, uno en multimedia y otro
impreso con ilustraciones. Asimismo, se establecieron las normas para
estudiantes en este nuevo régimen curricular, mismas que para
el 2002 pasaron a formar parte del Reglamento General de Estudiantes.
En esta misma etapa de operación, se plantearon tres momentos
para la implantación total de la reforma curricular. Fase local
año 2000: en la cual los nuevos programas académicos habría
de iniciarse y ofertarse exclusivamente para los propios estudiantes
de cada facultad y unidad académica; en esta fase la movilidad
estudiantil hubo de darse exclusivamente entre las carreras y al interior
de cada facultad y unidad académica. Fase intracampus 2001: posibilidad
de movilidad entre programas y facultades integrados a un campus e inicio
del periodo escolar de verano, para que los estudiantes avancen o recuperen
créditos. Fase general año 2002: todos los programas académicos
de la universidad se ofertan a la totalidad de los estudiantes y la movilidad
estudiantil es total en la UAT.
La operación del nuevo modelo curricular no ha sido fácil,
diversas resistencias se han venido encontrando: de tipo administrativo,
tales como el tránsito de alumnos entre facultades, el cambio
de adscripción de programa académico, el uso compartido
de infraestructura, y de tipo académico como el rol de tutor entre
los docentes. No obstante, también se han presentado oportunidades
para mejorar los sistemas de ingreso, inscripciones y reinscripciones,
así como los sistemas de elaboración y aprobación
de nóminas de personal académico tuvieron que cambiar para
dar paso a las oportunidades de movilidad de estudiantes y profesores,
integrando grupos de distintas carreras y facultades; la elaboración
de los horarios de clase para estudiantes que ya no pertenecen a generaciones
semestrales convencionales; la introducción de un nuevo periodo
escolar en verano, para aquellos estudiantes que deseen adelantar cursos;
la organización de academias de profesores para diseñar
y aplicar exámenes “departamentales”.
Tabla 2, Programa Académico de licenciatura por área
de conocimiento
|
|
Programas Académicos Existentes |
|
Áreas |
Subáreas |
Antes |
Déspues |
|
Veterinaria |
Ing. Agrónomo (2) |
Ing. Agrónomo (1) |
|
|
Ing. en Alimentos |
|
|
|
Médico Veterinario Zootecnista |
Médico Veterinario Zootecnista |
Ciencias sociales y humanidades |
Ciencias sociales |
Lic. Derecho (3) |
Lic. Derecho (1) |
|
|
Lic. Criminología |
Lic. Criminología |
|
|
Lic. Economía |
Lic.Economía |
|
|
Lic. Sociología |
Lic. Sociología |
|
|
|
Lic. Historia |
|
|
Lic. Trabajo Social |
Lic. Trabajo Social |
|
|
Lic. Psicología (2) |
Lic. Psicología (1) |
|
|
Lic. Admón. y Planeación Educ. |
LCE. Admón. y Planeación Educ. |
|
|
LCE. Ciencias Sociales |
LCE. Ciencias Sociales |
|
|
LCE. Químico Biológicas |
LCE. Químico Biológicas |
|
|
Lic. Desarrollo Educativo |
LCE. Tecnología Educativa |
|
|
|
Lic. Idioma Inglés |
|
|
Lic. Desarrollo Educativo |
LCE. Tecnología Educativa |
|
|
|
Lic. Idioma Inglés |
|
|
Lic. C. de la Comunicación |
Lic. C. de la Comunicación |
|
|
Lic. Comunicación y Relaciones Públicas |
|
|
Administración, comercio y contaduría |
Lic. Administración de Empresas (2) |
|
|
|
Lic. Comercio Exterior (2) |
Lic. Comercio Exterior |
|
|
Lic. Hotelería y Turismo |
Lic. Turismo (1) |
|
|
Lic. Administración |
Lic. Administración |
|
|
Lic. Finanzas y Turismo (2) |
Lic. Turismo (1) |
|
|
Lic. Administración |
Lic. Administración |
|
|
Lic. Finanzas y Banca |
Lic. Finanzas y Banca |
|
|
Lic. Comercialización |
Lic. Comercialización |
|
|
Contador Público y Auditor (2) |
Contador Público (1) |
|
|
Lic. Relaciones Internacionales |
Lic. Relaciones Internacionales |
|
Artísticas |
Lic. Educación Artística |
Lic. Educación Artística |
|
|
Lic. Música |
Lic. Música |
Salud |
Odontología |
Médico Cirujano Dentista |
Médico Cirujano Dentista |
|
Medicina |
Médico Cirujano (2) |
Médico Cirujano (1) |
|
Enfermería |
Lic. Enfermería (4) |
Lic. Enfermería |
|
|
Lic. Seguridad e Higiene Industrial |
Lic. Seguridad e Higiene Industrial |
|
|
|
Lic. Nutrición y C. de los Alimentos |
Naturales y exactas y |
Química |
Bioquímico |
|
|
|
Químico Fármaco Biólogo |
Químico Farmacéutico Biólogo |
|
Ecología-ambientales |
|
Ing. Ambiental |
|
|
|
Ing. Ciencias Ambientales |
Ingenierías |
Ingeniería |
Ing. Industrial Administrador |
Ing. Industrial |
|
|
Ing. Industrial y de Sistemas |
|
|
|
Ing. Químico |
Ing. Químico |
|
|
Ing. Químico Industrial |
Químico Industrial |
|
|
|
Ing. Bioquímico Industrial |
|
|
Ing. Civil |
Ing. Civil |
|
|
Ing. en Sistemas Prod. y Mercadotecnia |
Ing. de Sistemas de mercadotecnia |
|
|
|
Ing. Sistemas de Producción |
Computación |
Ingenierías |
Ing. Electrónica y Computación |
Ing. Electrónica |
|
|
Ing. Sistemas Computacionales (3) |
Ing. Sistemas Computacionales (1) |
|
|
Ing. Telemática |
Ing. Telemática |
|
|
Lic. Computación Administrativa (2) |
|
|
|
Lic. Informática Administrativa (2) |
Lic. Informática |
Diseño |
Arquitectura |
Arquitecto |
Arquitecto |
|
Diseño |
Lic. Diseño Gráfico |
Lic. Diseño Gráfico |
Aunado a lo anterior, la puesta en operación de la reforma y con
ello el nuevo modelo académico ha permitido que bajo su principio
de flexibilidad se haya podido en el camino crear una nueva modalidad
de atención de la demanda educativa denominada Unidades Académicas
de Educación a Distancia (UNAED), las cuales se han establecido
en aquellas poblaciones de baja concentración poblacional pero
con una fuerte infraestructura educativa y con demanda permanente de
educación superior.
En nuestra percepción, los procesos de reforma han encontrado
menos resistencia en los grupos académicos que en los administrativos,
de tal manera que la reforma curricular encuentra una operación
completa hacia finales del año 2004, una vez que egresan los últimos
estudiantes de los planes de estudio anteriores.
Sumariamente se pueden señalar algunos logros de orden cualitativo
que el proceso de la reforma curricular ha permitido concretizar pero
que también requieren de su consolidación en la vida universitaria:
nuevas formas de transitar por los planes de estudio, nuevas formas de
participación docente, nuevas formas de organización en
las facultades y unidades académicas, nuevos sistemas de gestión
escolar, producción editorial del profesorado y actualización
de la legislación universitaria. Por otra parte, entre las tareas
pendientes se encuentran la formación del profesorado en teorías
educativas y modelos pedagógicos emergentes a fin de estar acordes
con el nuevo modelo académico, la institucionalización
del trabajo tutorial como función del docente, la formación
del personal administrativo, y la evaluación del impacto institucional,
educativo y social de la reforma curricular en lo general y de los programas
académicos en particular. Las lecciones
Sin lugar a dudas la reforma curricular representa
para la universidad una gran experiencia que deja aprendizajes institucionales
para continuar
avanzando en su transformación. Internamente, tanto para la vida
de las facultades y unidades académicas, como para la institución,
las lecciones son variadas. De estas, deseamos compartir con los lectores
aquellas que consideramos de mayor relevancia:
La reforma curricular tiene un efecto dominó
En términos de los estudios sobre el cambio organizacional, el
cambio curricular en la UAT se considera como una reforma y no como una
innovación, en tanto que se trata de una intervención que
no solo incide en un aspecto particular, aislado y limitado sino también
en todos aquellos aspectos relacionados con la enseñanza, el aprendizaje,
la evaluación, la formación de profesores, los procesos
y servicios escolares, la organización interna de las facultades
y unidades académicas, la forma de organizar los horarios y el
calendario escolar, la elaboración de las nóminas para
el pago a profesores, una reorganización en la administración
de la planta física, así como cambios en el Estatuto Orgánico
y diversos reglamentos.
Se requieren estrategias múltiples
Por la complejidad organizacional de la universidad,
tanto como por la complejidad de la materia de esta reforma, se hubo
de recurrir a distintas
estrategias, la más notoria de ellas fue la de “formación
de agentes de cambio”, mediante la cual se involucró y entrenó al
personal académico que, a través de la figura de Comités
de Planeación, se encargarían de preparar los cambios específicos
en los planes de estudio de cada una de los programas, así como
de la operacionalización de la reforma en cada una de las facultades;
las estrategias de mayor directividad estuvieron también presentes
a través de la disuasión por parte de la autoridad hacia
aquellos núcleos o elementos universitarios que pusieron mayor
resistencia; las estrategias de comunicación-difusión permitieron
prever la necesidad de diseñar y distribuir información
suficiente y oportuna tanto para profesores como para estudiantes.
Se requiere involucrar a todos los sectores universitarios
El grueso de las actividades relacionadas con
las distintas fases de la reforma, desde su preparación hasta la operación, estuvieron
dirigidas tanto hacia el personal académico de tiempo completo,
como hacia el personal directivo de facultades y unidades académicas,
como se puede corroborar de la narración anterior, sin embargo
consideramos que faltó realizar un trabajo mayor tanto con los
profesores de asignatura, como con el personal administrativo y secretarial,
no solo para vencer resistencias a los cambios, sino también por
su potencial de apoyo y orientación que no pudieron ofrecer a
los estudiantes, especialmente en procesos y servicios escolares como
la inscripción, la selección de asignaturas o la elaboración
de horarios. El personal administrativo y secretarial debe también
apropiarse de los procesos de reforma.
La reforma curricular
requiere casi una década
Si bien en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, el tema de
la actualización curricular estuvo presente en el discurso oficial
y planes institucionales desde la década de los ochenta, fue hasta
finales de 1996 cuando se dieron los primeros pasos hacia su preparación,
mediante un diplomado en Evaluación de Programas para los miembros
de los Comités de Planeación de las facultades y unidades
académicas. La operación del nuevo currículo se
inició en el año 2000 y las primeras generaciones de la
reforma inician su egreso hacia el 2004. A este lapso de tiempo se debe
añadir otra fase que permita un seguimiento de los egresados y
su consecuente retroalimentación, por lo que en conjunto estamos
frente a un proceso cuya duración es de casi diez años,
por lo que deben preverse aquellos mecanismos que aseguren que la reforma
trascienda los periodos rectorales que en las universidades mexicanas
son regularmente de cuatro años.
Referencias
CLARK, D. and E. Guba (1967). “An Examination of Potential Change
Roles in Education”, in Rational Planning in Curriculum and Instruction.
Old Sand, Washington.
FULLAN, Michael y Suzanne Stiegelbauer (1991). The new meaning of educational
change, New York, Teachers College Press.
GROSS, et al. (1971). Implementing Organizational Innovations. A Sociological
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Estudios
e Investigaciones
Syvie
Didou Aupetit
¿Fuga de Cerebros o diásporas?,
inmigración y emigración de personal altamente calificado en
México.
Elia Marúm Espinosa
Los programas de
atraccción de trabajo altamente calificado de América del
Norte y su impacto para México
Ensayos Jorge Dettmer G.,
Globalización, convergencia
y diferenciación de la educación superior: Una revisión
teórico-conceptual
Eduardo Sánchez Martínez
Opciones de financiamiento
en la educación superior.
Susana Fernández
Alfaro y Sara Fernández López.
Modelos de financiación
de las universidades públicas en América Latina: el caso
de Argentina, México y Brasil
Reformas e Innovaciones
Marco Aurelio Navarro Leal e Iván
Sánchez Rodríguez.
Lecciones de la implementación
de la reforma curricular en la UAT.
Mirador
Mario Hernández Chirinos
El debate sobre la digitalización
de las universidades británicas: impacto y consecuencia
Estados del Conocimiento
José Luis Ramírez
Romero, Armando Alcántara Santuario y Rebeca Caballero.
La investigación
educativa en México
Estela
Ruiz Larraguivel
Representaciónes, imaginarios e identidad. Actores
de la educación superior
Lista de dictaminadores del aņo
2004
se aceptan colaboraciones
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