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Vol. XXXII(4), No. 132, Octubre-Diciembre de 2004.
ISSN: 0185-2760

Octubre- Diciembre
.......................................... Contenido
Consejo Editorial
Estudios e Investigaciones
¿Fuga de Cerebros o Diasporas?
Inmigración y emigración de personal altamente calificado en México

Sylvie Didou Aupetit
Correo-e:didou@mail.cinvestav.mx
Resumen

La fuga de cerebros es hoy día un problema político y económico en muchos países así como un tema de discusión para los especialistas internacionales. Tomadores de decisión y expertos abogan frecuentemente por impulsar acciones de retorno pero también por constituir bancos de cerebros y organizar diásporas científicas con el propósito de contrarrestar, en la medida de lo posible, los efectos negativos del éxodo de las competencias. A la luz de esas recomendaciones, en este artículo, examinaremos la problemática de la fuga de cerebros en México, principalmente en su relación con Estados Unidos, principal país de destino de la mano de obra altamente calificada. Los objetivos son proponer un balance exploratorio de situación, habida cuenta de las carencias de información (cuantitativa y cualitativa), subrayar cambios emergentes e identificar asuntos que atender, desde el ámbito de las políticas públicas para aminorar los impactos indeseables de una dinámica que, probablemente, irá acrecentándose.

Abstract

Brain drain is nowadays a political andeconomic problem in many countries and a topic of discussion for international experts. Decision makers and experts frequently support return actions but at the same time strive for the creation of brain banks and the organization of scientific diasporas in order to fight back negative effects of the exodus of competences. Taking these recommendations into account, this paper analyses the brain drain problem in Mexico, particularly towards the US, main destination of highly qualified resources. The objectives are to suggest an exploratory balance of the situation taking lack of information (both quantitative and qualitative) into account, underline emerging changes and identify issues to be coped with from the standpoint of public policies in order to reduce the undesired impact of a trend which mayas well increase.

Key words: Public policy, higher education, employment, unemployment, integration.
.

Introducción.

La fuga de cerebros: entre la polémica y el desconocimiento

En México, en los últimos años, la fuga de cerebros1 ha sido objeto sólo de un interés episódico. Su escasa visibilidad contrasta tanto con las preocupaciones que suscitó en otros momentos como con las inquietudes que genera actualmente en países de América Latina (principalmente, Argentina (Lema, 2003), Uruguay (Pellegrino, s.f.), Colombia (Meyer, Kaplan y Charum, 2001, Bolivia _ Seminario sobre las migraciones científicas internacionales- 1996) y en otros continentes (Asía y África, principalmente- Mc Donald & Crush, 2002. De esa suerte, hoy día, en México, no sólo impera un desconocimiento acerca de la magnitud del fenómeno. También se ignoran cuáles han sido sus cambios recientes, en lo referente a la circulación de los flujos2, a las profesiones mayormente concernidas, a las vinculaciones entre migración estudiantil y laboral, a las rutas y a las estrategias para ejercer en el extranjero, a las pautas de interacción y de cooperación entre quienes se fueron y quienes se quedaron y, eventualmente, a sus esquemas de retorno, recurrentes o definitivo..

En consecuencia, los aportes sobre la movilidad profesional en México han sido escasos, en los 90, caso aparte del libro coordinado por H. Castaños (Castaños Lomnitz, 2004) y de artículos sueltos (Rodríguez Sala & Álvarez Santiago, 1995; Félix, 2003. Las estadísticas con las cuales se cuenta para abordar la migración de competencias, pero también el nomadismo o la circulación de las elites3y para discutir sus alcances son notoriamente insuficientes. Es más fácil encontrar una información, pese a que sea fragmentada y puntual, sobre la presencia de personal altamente calificado en países extranjeros (en el Instituto Internacional de Educación o en la National Science Foundation de Estados Unidos, en particular -Finn, 1997; Johnson & Regrets, 1998; Regrets, 1999) que en las instituciones nacionales4. Peor todavía: aún cuando México sea miembro desde 1994 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), misma que ha manifestado constantemente su interés en el fenómeno desde principios de los 90, sus aportaciones a la producción de datos estandarizadas sobre la movilidad de los profesionistas son irregulares e incompletas (ver OCDE, Education at a glance, 2003; Salt, 1997).

Sin embargo, en los últimos dos o tres años, con creciente frecuencia en la prensa, funcionarios universitarios y expertos en educación superior han manifestado inquietudes acerca de lo que presentaron a la opinión pública como la des-capitalización del país en términos de recursos altamente calificados. Tanto las autoridades educativas como los líderes científicos denunciaron la salida de sus colegas, principalmente con posgrado, hacia laboratorios extranjeros que les ofrecían mejores condiciones de trabajo, en áreas estratégicas como la salud, las ingenierías y la computación.

Pese a su fuerte carga polémica, esas denuncias no implicaron que se documentara mejor el fenómeno5, ni que se reelaborará la percepción que se tenía de él a la luz de aportes teóricos recientes sobre las diásporas científicas6 (Barré & Alt., 2003; Meyer & Brown, 1999; Gaillard & Gaillard, 1998 y 2002). Tampoco desembocaron en el diseño de instrumentos innovadores ni en lo que concierne el regreso de los científicos, ni en lo referente a cooperación internacional en áreas vitales. De hecho, los líderes de opinión en México incorporaron poco perspectivas internacionales recientes sobre la fuga de cerebros. No la ubicaron como un objeto a investigar, ni como uno a reconceptualizar. Por lo común, enfatizaron el drenaje, cuando no el pillaje, de los cerebros más de lo que evaluaron las posibilidades de conformar bancos de cerebros y de alimentar dinámicas de brain gain, aunque esas sean de impacto marginal. Conforme con esa perspectiva, se abocaron a evaluar las políticas públicas (de ciencia y tecnología, de reclutamiento y de becas) más que a documentar las incidencias diferenciadas de la movilidad según las áreas disciplinarias, las profesiones7y las estructuras de inserción laboral.

En este artículo y considerando tanto el estado del arte como el de la discusión nacional, señalaremos primero las políticas que contribuyeron a que fuesen reunidas condiciones potencialmente favorables para un recrudecimiento de la movilidad de profesionistas hacia fuera. Esas dejan entrever que México será cada vez más un espacio expulsor. Analizaremos luego la información disponible sobre dos asuntos ligados, la movilidad estudiantil y la fuga de materia gris. Nos interesaremos después a la circulación de mano de obra altamente calificada, evaluando la capacidad de México para atraer tanto a estudiantes como a profesionistas extranjeros. Haremos finalmente énfasis en las soluciones aplicadas en los 90 para aminorar el éxodo de competencias e intentaremos identificar los asuntos a atender en un futuro cercano para aminorar sus repercusiones negativas.

México, de la recepción a la producción de elites migrantes: los factores determinantes de una transición

A lo largo del siglo XX, México ha sido insertado en flujos desiguales de migración intelectual. En diversos momentos de su pasado, abrió sus puertas a profesionistas y a académicos, debido principalmente a condiciones de violencia política en sus países de origen. Dichas migraciones, ligadas a los exilios, tuvieron como momentos cumbres los 40, con la llegada masiva de los republicanos españoles y los 70, con el arribo, igualmente intensivo, de sur y centroamericanos, víctimas de las dictaduras militares (Yankelevich, 2002). Sustentaron la incorporación, principalmente a las instituciones académicas y a ciertas profesiones, de recursos humanos, con experiencia y con prestigio acumulado en sus lugares de procedencia. Esos inmigrantes, en el campo de la educación superior, asumieron tareas de docencia, pero también (y quizás, sobre todo) de investigación y de desarrollo de instituciones.

En contraste, en tanto espacio de emigración, México buscó tradicionalmente formar a parte de sus elites (intelectuales y académicas) afuera. Con ese fin, desde 1971, el gobierno federal implementó un programa de becas crédito, a cargo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), en el ámbito de maestría y luego de doctorado. Este benefició a un poco más de 26 000 jóvenes8 (la cuarta parte de todos los receptores de apoyo) que estudiaron en extranjero en las pasadas tres décadas.

Cuadro 1. Becarios apoyados por CONACYT según destino
1980-2002
En el país
%
En el extranjero
%
Total
1980
3,049
66.0
1,569
34.0
4,618
1985
2,032
77.9
576
22.1
2,608
1990
1,660
77.8
475
22.2
2,135
1995
12,840
79.3
3,360
20.7
16,000
2000
9,392
76.5
2,883
23.5
12,275
2002p/
9,399
76.0
2,972
24.0
12,371

p/ Cifras preliminares.

Fuente: CONACyT, Indicadores de actividades científicas y tecnológicas, 1997: 198.
------------- (2003). Informe General del Estado de la Ciencia y la Tecnología. México 2003.

Según el propio CONACYT, la opción de la formación al extranjero fue costosa (lo que explica su disminución porcentual en los 90, a consecuencia de un esfuerzo generalizado de optimización del gasto) y de dudosa eficacia. Una proporción, estimada en un 5% de los ex becarios, no retornó al país9 . Otros regresaron, pero sin titularse o sin incorporarse al mercado académico. Con todos sus límites, el programa contribuyó primero a asentar una tradición de migración estudiantil que representa, por sus orientaciones (larga duración/adquisición de un posgrado) un antecedente favorecedor de una movilidad profesional ulterior10 , segundo a popularizar una movilidad esencialmente dirigida hacia Estados Unidos, y, después a Europa. Esa preferencia por Estados Unidos se fue acentuando a partir de 1994, cuando entró en vigencia el Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), entre Canadá, México y Estados Unidos.

Las cifras referentes a la movilidad estudiantil formal, tal como la financiada por CONACYT, muestran también que sus volúmenes no son suficientes para explicar, por sí solos, la fuga de cerebros. Es por tanto probable que el vivero de reclutamiento del personal mexicano altamente calificado que labora en el extranjero sea a la vez el de los estudiantes migrantes y el de los nacionales, principalmente de posgrado. La consolidación de capacidades endógenas de formación en los niveles de pre- y, sobre todo, de posgrado se tradujo en efecto en un aumento de la matricula en la década pasada y en un repunte en el porcentaje de los profesionistas en la población mexicana. Su participación en la Población Económicamente Activa (PEA) alcanzaba apenas el 10% en 1990. En el 2000, debido a ritmos diferenciados en su crecimiento y en el de la PEA (respectivamente 129.2% y 43.1%), casi se duplicó.

Cuadro 2. Profesionales en la PEA, 1990 y 2001

   
1990
%
2001
%
           
PEA de 25 años y más b
16,411,512
29,725,212
Profesionales f
1,897,377
11.6
5,768,424
19.4
PEA de profesionales g
1,561,465
9.5
4,753,940
16.0

Fuente: INEGI (1993). Los profesionistas en México. XI Censo General de Población y Vivienda, 1990.
--------- (2003). Encuesta Nacional de Empleo 2001.

Un cotejo entre el número de estudiantes inscritos en programas nacionales de doctorado y una estimación de los matriculados en el extranjero 11indica una consolidación simultánea de uno y otro grupo. Hay actualmente más estudiantes que cursan un posgrado, tanto en el extranjero como en el país, que hace 10 años. Conforme con la hipótesis de que la fuga de cerebros afecta a los más calificados (Félix, 2001), la expansión de la matricula de posgrado (que pasó de representar el 4.4% al 7.8% de la de licenciatura) indica que México es ya (y será cada vez más) una cuenca atractiva para que países desarrollados recluten una mano de obra calificada, debido a la progresiva consolidación de sus capacidades de formación de posgraduados. Comprueba ese cambio de percepciones el que las ferias educativas de proveedores extranjeros se hayan multiplicado en el país desde hace un lustro. No sólo México es parte del Latin American MBA tour, sino que es sede de salones educativos como EduFrance 12y de reuniones de información, organizadas por los consulados y las embajadas, sobre las facilidades que países como Canadá y Australia otorgan a los migrantes calificados.

Pero no todo es cuantitativo. En el creciente atractivo de México, jugaron también elementos cualitativos. Entre ellos, la apuesta gubernamental a favor del aseguramiento de calidad justificó la adopción de mecanismos de evaluación de conocimientos (mediante pruebas estandarizadas) y de acreditación de carreras e instituciones, muy similares a los adoptados por Estados Unidos, principal empleador de los cerebros mexicanos. Ayudó a conformar un escenario de mayor seguridad para los empleadores extranjeros interesados en reclutar personal mexicano.

Otras políticas públicas más incidieron directamente en el mejoramiento de las condiciones de movilidad de los profesionales mexicanos. La primera consistió en la remoción paulatina de los obstáculos a la movilidad de personal altamente calificado, conforme con las disposiciones contenidas en algunos tratados de libre comercio (el TLCAN y el Tratado de Libre Comercio con Costa Rica, por ejemplo) que el gobierno mexicano firmó en los 80 y en los 90 (Didou, García Guadilla y Muñoz, 2004). Así, el TLCAN asienta el principio de no-discriminación profesional por razones de residencia o de nacionalidad, en contra los ciudadanos del bloque, y prevé facilitar la circulación de recursos humanos altamente calificados. Su capítulo V sobre servicios, inversiones y asuntos relacionados precisa las condiciones para el ingreso temporal de personas de negocios: el apéndice 1603 D1, sobre profesionales, especifica los requisitos educativos o las credenciales alternativas mínimas para atenerse a lo establecido en ese capítulo, para las profesiones generales, medicales, científicas y el profesorado http://www.nafta-sec-alena.org)13 .

Otra política que alentó la movilidad profesional hacia Estados Unidos y quizás hacia otras regiones fue la del reconocimiento mutuo de credenciales educativas nacionales. Los acuerdos logrados para el reconocimiento de los títulos y grados por los Comités Mexicanos para la Práctica Internacional de las Profesiones con sus homólogos de Canadá y Estados Unidos 14, la experimentación de mecanismos para el reconocimiento mutuo de los títulos en profesiones piloto15 con contrapartes europeas revela que, en pocos años, las ventajas relativas de los profesionistas mexicanos para ejercer en otro país se acrecentarán, conforme aumentará la calidad de los procesos de enseñanza, se formalizarán mecanismos internacionalmente estandarizados para garantizarla y se multiplicarán acuerdos negociados para la transferencia de los títulos y de las competencias. En ese mismo tenor, el desarrollo rápido de dobles grados (joint degrees) implica que los jóvenes interesados en hacer carrera en el extranjero podrán preparar un proyecto migratorio, desde su inscripción en licenciatura: para ello, será preciso regular esa oferta, anárquica y de desigual calidad,

Conforme con ese escenario de facilitación de la movilidad profesional, desde diversos ángulos, y con el patrón de determinantes de la movilidad de los trabajadores altamente calificados establecido recientemente por la OCDE16 , es de prever que la remoción progresiva de las barreras a la movilidad profesional, junto con la transnacionalización de los servicios de educación superior, con la consolidación de la oferta nacional de mano de obra altamente calificada y, paradójicamente, con el acrecentamiento de la histórica dependencia de México hacia Estados Unidos en cuanto a formación de doctores 17propiciará un incremento en los flujos de talentos, principalmente hacia Estados Unidos, a pesar de que ni este país, ni México reformaron sus leyes migratorias.

Los datos anteriores, por insuficientes que sean, bastan para subrayar algunas características emergentes en la fuga de cerebros:
· México está ante una situación novedosa, al tener no sólo que confrontar el hecho de que los estudiantes mexicanos que estudian en el exterior bien pueden no regresar al país sino el que los posgraduados nacionales serán cada vez más objetos de propuestas de movilidad, profesional o pre-profesional, in situ.
· La activación de mecanismos globalizados de reclutamiento de cuadros profesionales ya afecta el país, aunque no podamos precisar, por lo pronto, sus alcances. En sí, el hecho corrobora que México ya representa un terreno de caza de talentos. Esa nueva condición implica que se debería de re-examinar las interpretaciones imperantes sobre la fuga de cerebros para diseñar respuestas adecuadas a la coyuntura.
· Prospectivamente, el despunte de una tendencia, entre los mexicanos mejor calificados, a emplearse afuera, principalmente en disciplinas estratégicas para los países que se benefician de ese tipo de migración, a su vez, debería orillar a autoridades y especialistas a identificar las interacciones entre brain drain y brain overflow 18, en las diversas áreas disciplinarias.
· No obstante, ese diagnóstico sólo tiene carácter de probabilidad debido al estado de la información, incompleta y a veces inconsistente. En efecto, México no dispone o no publica datos o estudios exploratorios de alcance sobre el tema. Desconocemos hasta los recorridos de formación de los mexicanos posgraduados, que están trabajando fuera del país en su ámbito de competencia laboral, es decir de los que ilustran las modalidades más tradicionales del “brain drain”, en tanto traslado físico a otro país por razones profesionales. ¿Cuántas de esas personas han sido formadas en el extranjero y cuántas en el país? ¿Cómo y en qué momento de su carrera han sido invitadas a ejercer su profesión afuera? ¿En qué sector de actividad han sido reclutadas y bajo qué fórmula de contratación? ¿Cuál es su perfil profesional y su área de competencias? Son sin embargo preguntas ineludibles si se pretende inscribir la fuga de cerebros en la agenda.

ovilidad estudiantil y profesional. ¿Quiénes se van y cómo lo hacen?

Una de las hipótesis manejadas en la literatura especializada consiste en afirmar que la movilidad estudiantil, cuando está orientada a la adquisición de un doctorado19 es un elemento precursor, en gran medida, de la movilidad profesional, partiendo de la constatación de que muchos jóvenes doctores en ciencias e ingenierías están captados profesionalmente, desde el periodo de la elaboración de su tesis, por los laboratorios de investigación científica. Si bien es obvio que, en México, el tamaño de la movilidad profesional rebasa por mucho el 5% de los becarios CONACYT al extranjero que el organismo contabiliza como los que no retornaron al país, abordar la fuga de cerebros a partir de la movilidad estudiantil arroja luces sobre las dinámicas que le son subyacentes. Para ello, utilizaremos dos tipos de fuentes, las internacionales de la OCDE y las de Estados Unidos, principal imán de los estudiantes y de los profesionistas mexicanos.

En tanto país que envía estudiantes afuera, México se caracteriza por flujos desequilibrados según el destino, dentro de un rango de dispersión importante. En 2001, según la OCDE, 14162 estudiantes mexicanos estaban matriculados afuera, 65.3% de ellos en Estados Unidos. En orden descendiente, iban después al Reino Unido, a España, a Francia y a Alemania. Esos 4 países juntos apenas atraían un número de estudiantes equivalente a la mitad de los que elegían Estados Unidos. Por preferencias lingüísticas, diversos estudios adicionales de la OCDE ratifican que el inglés es prioritario (76.3%)20 . Lo sigue el español, en un ámbito estructurado esencialmente en torno a España (que recibe el 8.7% de los estudiantes mexicanos móviles) y, muy por debajo, a Chile (0.6%).

Cuadro 3. Estudiantes mexicanos en instituciones extranjeras
de educación terciaria según país de destino, 2001

País No. %
Australia 131 0.9
Austria 68 0.5
Bélgica 76 0.5
República Checa 7 0.05
Dinamarca 13 0.1
Finlandia 16 0.1
Francia 961 6.8
Alemania 502 3.5
Hungría 3 0.02
Islandia 1 0.01
Irlanda 5 0.04
Italia 43 0.3
Japón 106 0.7
Corea 5 0.04
Países Bajos 23 0.2
Nueva Zelanda 14 0.1
Noruega 23 0.2
Polonia 6 0.04
España 1,228 8.7
Suecia 99 0.7
Suiza 85 0.6
Reino Unido 1,405 9.9
Estados Unidos 9,254 65.3
Chile 80 0.6
India 1 0.01
Malasia 1 0.01
Filipinas 6 0.04
Total 14,162 100.0

Fuente: OECD,

Education at a glance, 2003.

Más allá de los patrones de intercambio que demuestran esos datos (en el caso que nos ocupa, de base macro-regional) y de sus incongruencias con otros21, revelan otras dos tendencias: por una parte, el creciente peso de los free movers, entre los estudiantes móviles y por la otra, el interés de los jóvenes en adquirir una formación internacional o parcialmente internacionalizada, desde antes del posgrado. A su vez, el incremento del universo de estudiantes móviles y su segmentación interna dejan augurar que las trayectorias de inserción en los mercados de trabajo extranjeros también se irán diversificando.

Con relación a Estados Unidos, las estadísticas del International Institute of Education ponen de realce un aumento en el número de estudiantes mexicanos en Estados Unidos. Entre 1992-1993 y 2002-2003, creció en un 68.8%.

Cuadro 4. Aumento de la población de estudiantes mexicanos de educación superior
en Estados Unidos, 1992-93 y 2002-03

Año
Número
% aumeno
1992-93
7,581
1993-94
8,021
5.80
1994-95
9,003
12.24
1995-96
8,687
-3.51
1996-97
8,975
3.32
1997-98
9,559
6.51
1998-99
9,641
0.86
1999-2000
10,607
10.02
2000-2001
10,670
0.59
2001-2002
12,518
17.32
2002-2003
12,801
2.26

Fuente: IIE, Open doors, 2003.

Destacan también el que México ocupe actualmente la séptima posición entre los países de envío de estudiantes a Estados Unidos cuando, una década antes, se situaba en la catorceava. Representa actualmente la principal contraparte hispano hablante en América Latina, conforme con un modelo de intercambio estudiantil en el cual asume un papel de país expulsor.

Cuadro 5. Principales países de procedencia de los estudiantes
extranjeros en Estados Unidos, 1992-93 y 2002-2003

País Número % País Número %
China 45,126 7.70 India 74,603 12.72
Japón 45,843 7.82 China 64,757 11.04
Taiwan 37,432 6.38 Corea 51,519 8.79
India 35,946 6.13 Japón 45,960 7.84
Corea 35,946 6.13 Taiwan 28,017 4.78
Canadá 20,968 3.58 Canadá 26,513 4.52
Hong Kong 14,018 2.39 México 12,801 2.18
Malasia 12,655 2.16 Turquía 11,601 1.98
Indonesia 10,923 1.86 Indonesia 10,432 1.78
Tailandia 8,630 1.47 Tailandia 9,982 1.70
Total 438,618 74.81 Total 586,323 100

Fuente:IIE, Open doors, 2003.

De acuerdo con esa misma tendencia, México es el octavo país de envío de los posgraduados en ciencias e ingenierías en Estados Unidos, en 2001, contradiciendo la dinámica nacional promedio. En efecto, el número total de estudiantes que estuvieron en esa situación disminuyó entre 1992 y 2001 de 9499 a 9188. Sólo creció en América del Norte, gracias a que el aumento en el número de posgraduados mexicanos (de 115 a 205) contrarrestó incluso el estancamiento en la cifra de canadienses y la disminución de centroamericanos y caribeños (National Science Foundation, 2004).

Pero el refuerzo de los flujos de estudiantes mexicanos y el de los doctores mexicanos formados en Estados Unidos no son los únicos indicios de que la fuga de cerebros es susceptible de acrecentarse en los próximos años, dentro de un escenario de integración macro-regional. Una encuesta a este grupo relativa a sus intenciones de trabajo en Estados Unidos muestra que esas se extienden (del 23.9% del universo en 1990 al 37.7% en 2001) y que se multiplican las oportunidades concretas que les son ofrecidas (de un 24% a un 29.3%) (National Science Foundation, 2003).

El cambio es cuanto más notorio que los doctores mexicanos hasta fechas recientes manifestaban menos intenciones de permanencia que otras nacionalidades asiáticas y latino-americanas (Chile, Colombia, Perú, Argentina). Sin embargo, es congruente con una tendencia generalizada de no retorno22 , provocada por una estrategia agresiva de Estados Unidos para reclutar a extranjeros altamente calificados23 , principalmente para el mercado académico, y por la concentración creciente de las capacidades de investigación y desarrollo en algunos epicentros, ubicados en los llamados países de la triada, que hace mucho más atractivo para los jóvenes investigadores de países emergentes iniciar y /u consolidar allí su carrera.

Datos sobre las visas otorgadas a los doctores mexicanos titulados en ciencias e ingenierías en Estados Unidos indican no obstante que, probablemente, buena parte de ellos laboran en una situación de inestabilidad migratoria, bajo fórmulas diversas de admisión en el país con visas TLCAN, trabajadores temporales, visitantes en intercambio y transferencias de compañías. De hecho, en el periodo 1992-2001, el porcentaje de los posgraduados mexicanos que obtuvieron una visa permanente siguió siendo bajo y permanentemente menor al promedio.

Cuadro 6. Número de jovenes doctores mexicanos en ciencias e ingenierias, con visa
permanente otorgada por Estados Unidos, 1992-2001.

  1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 Total
                       
Total mex 115 139 142 128 156 133 165 159 208 205 1550
Total gen. 9,499 9,779 10,557 10,516 10,844 9,790 9,795 8,892 9,059 9,188 97,919
Visas permanentes
Mexicanos
18
28
19
23
20
23
20
12
18
21
202
Extranjeros
1,383
1641
3,021
3,509
3,009
2,281
2,019
1,652
1,414
1,263
21,192

Fuente: National Science Foundation, 2004.

Para obtener una visión completa de la situación profesional de los posgraduados mexicanos, faltaría contar con información sobre los que trabajan en otras ramas profesionales o como empresarios24 . En otros países, ellos representan una parte importante de las diásporas en el extranjero y un interlocutor igualmente relevante como los propios científicos para los gobiernos nacionales. Desgraciadamente, en México, si sabemos poco de los científicos, menos sabemos todavía de los profesionistas que se fueron para ocupar puestos en empresas, extranjeras o transnacionales o para crear empleos, en sectores convencionales o innovadores, aún cuando tanto para evaluar el tamaño de la fuga de cerebros y sus causas como para diseñar políticas nacionales de re-vinculación, habría que tener claro cuántos y quiénes se fueron, con qué objetivos de desarrollo profesional, con qué expectativas y con qué resultados. Para ello, se requeriría realizar encuestas y entrevistas además de reunir información congruente sobre la mano de obra altamente calificada, asentada no sólo en Estados Unidos sino también en los principales países de Europa y en América Latina25 , para evaluar si los motivos de partida, las ventajas relativas, los procesos de integración, las formas de organización comunitaria y de vinculación con el país de origen son similares o no. En forma precisa, sería asimismo indispensable reflexionar sobre:
· La intensificación de las expectativas de permanencia en Estados Unidos de los jóvenes doctores en ciencia y tecnología, graduados en Estados Unidos.
· Sus condiciones de estancias, las que implican diversas modalidades de contratación y diversos estatutos migratorios, no siempre favorables.
· La constante dependencia de México hacia Estados Unidos en términos de adquisición del título de doctorado: entre 1985 y 2001, Estados Unidos fue uno de los países extranjeros que mayormente asumió la tarea de formar las elites científicas mexicanas. Sería imperativo al propósito contar con una información precisa y comparable sobre los sub campos de formación de doctores en Estados Unidos y en México, sobre las características demográficas y académicas de los posgraduados y sobre los rendimientos en términos de titulación de ambos sistemas nacionales de formación. Asimismo, urgiría complementar ese análisis con datos sobre las tasas de retorno versus las de instalación en el extranjero, a corto, mediano y largo plazo, sobre las funciones desempeñadas y sobre el recorrido profesional.
· En el estado actual de la información, nuestro análisis de la fuga de cerebros en México es sesgado, geográfica, temática y profesionalmente. Sólo es factible centrarlo sobre Estados Unidos y sobre las vinculaciones entre obtención de un posgrado, deseos de trabajar en el extranjero y oportunidades de inserción. No es posible abarcar otros aspectos, en diacronía o en otros sectores de empleo, ya que carecemos de las variables básicas para tener una comprensión integral del fenómeno y, a la vez, alimentar una toma de decisión informada, en el terreno de la política pública.

México: ¿un país de atracción?

Debido a la existencia de políticas nacionales destinadas a atraer doctores, mexicanos o extranjeros, a una emigración altamente calificada procedente de algunos países europeos y suramericanos y al reforzamiento de la relación bilateral México-Estados Unidos, México aparece como un espacio menor de atracción y, esencialmente, uno de expulsión.

Registra un bajo número de estudiantes extranjeros matriculados, 1943, apenas el 15% de los nacionales que se fueron a estudiar a otro país: en consecuencia, no sólo el derrame económico en términos de ingresos y de desarrollo local es reducido, sino que inhibe la posibilidad de instaurar un esquema equilibrado de venta y de consumo en el exterior de servicios educativos. Los estudiantes extranjeros vienen principalmente de Estados Unidos y, después, de América Latina.

Cuadro 7. Estudiantes extranjeros en instituciones mexicanas
de educación terciaria según región de procedencia, 2001

África
24
1.2
Asia
41
2.1
Europa
124
6.4
Norteamérica
1,180
60.7
Oceanía
6
0.3
América del Sur
568
29.2
Total
1,943
100.0

Fuente: OECD, Education at a glance, 2003

No obstante, el flujo total de estudiantes estadounidenses a México, sea que busquen obtener un grado o realicen estancias cortas, aumentó en un 45% en los últimos 10 años (de 4715 a 8078), ocupando México la quinta posición entre los destinos preferenciales de ese grupo en el extranjero, en 2002-2003.

Cuadro 8. Principales países de elección de los estudiantes estadounidenses, matriculados fuera de su país, 2002-2003

País Número %
Reino Unido 30,000 18.64
España 17,716 11,01
Italia 17,168 10.67
Francia 12,274 7.63
México 8,078 5.02
Alemania 4,856 3.02
Irlanda 4,375 2.72
Costa Rica 3,781 2.35
Japón 3,168 1.97
Austria 2,180 1.35
Total 160,920 100.00

Fuente: IIE, American Students study abroad in growing number, nov.2003 in http.//opendoors.iienetwork.org

Más allá de que las cifras de movilidad evidencien un refuerzo de la movilidad bilateral, a diferencia de los estudiantes mexicanos en Estados Unidos, los estadounidenses en México realizan principalmente estancias cortas, de aprendizaje lingüístico. Los datos de la ANUIES sobre los estudiantes extranjeros matriculados en instituciones mexicanas, aunque no correspondan exactamente con los de la OCDE, confirman que la absorción formal de estudiantes extranjeros en el sistema de educación superior nacional es escasa. Las condiciones para la movilidad profesional son por ende totalmente opuestas en uno y en otro país, si asumimos que la movilidad estudiantil, sólo cuando está encaminada a la obtención de un diploma de posgrado en el país de recepción, incentiva directamente la fuga de cerebros. Bajo ese prisma, si bien es posible defender la idea de que los estudiantes mexicanos que estudian un doctorado en Estados Unidos representan un universo preferente de reclutamiento de jóvenes científicos de alto nivel, es difícil defender la interpretación inversa. En efecto, las ventajas relativas de ser un país receptor de estudiantes extranjeros varían no sólo en función del tamaño del universo, sino también del tipo y de los propósitos de la movilidad. Y la situación actual no favorece a México.

Todavía más: en el ámbito laboral, la movilidad hacia México de emigrantes con alto nivel de educación (mismos que podrían caber dentro de los cerebros fugados) no sólo es de baja intensidad sino que no está vinculada directamente a la movilidad estudiantil. Está más bien predeterminada por los factores expulsores que afectaron en su lugar de origen a los emigrantes, en el ámbito individual o colectivo y, en lo que concierne el mercado académico, por algunas políticas públicas que analizaremos en el apartado siguiente.

Aunque los organismos productores de estadísticas sobre los profesionales extranjeros asentados en el país (el INEGI, la Subsecretaria de Migración y el Instituto Nacional de Migración) manejan poco la variable de escolaridad, muestran la existencia de un modelo de atracción débil de profesionistas. En 2000, México registraba a 492 617 residentes extranjeros en el país. De ellos, el 23.2% tenía una escolaridad equivalente o superior a la licenciatura (lo que representaba un promedio superior al de la población nativa mexicana), con grandes desproporciones según la región de origen: mientras que de Canadá, de Europa y de algunos países de América Latina (Argentina, Colombia, Cuba) procedía una proporción importante de recursos humanos altamente calificados, los que provenían tanto de Estados Unidos como de Guatemala eran menos educados. Desgraciadamente, no existe información adicional que ayude a precisar en qué medida esos recursos humanos altamente calificados están ocupados, en qué sector de actividad lo están (mercado académico, sector productivo), en qué rama (secundaria/terciaria) y conforme con qué fórmula de contratación o en qué tipo de estructura (empresas transnacionales, compañías nacionales, auto-empleo). Al no ser la circulación de cerebros un problema de interés político, en términos nacionales ni regionales, menos información hay todavía sobre el puesto ocupado, sobre la retribución percibida, y sobre las motivaciones (oportunidades laborales de mayor interés que en el lugar de procedencia, facilidades fiscales, crisis económicas o políticas en el país de origen, razones afectivas)26 .

Por lo tanto, con relación a la migración estudiantil y profesional de extranjeros a México, es preciso recalcar los siguientes hechos:
· Es todavía reducida y no genera efectos positivos de suficiente alcance para contrarrestar los impactos de la emigración de mexicanos altamente calificados hacia fuera.
· México, a diferencia de lo que ocurre con los mexicanos que adquirieron un doctorado en Estados Unidos, no es para los posgraduados estadounidenses un destino laboral atractivo, siendo los 5 países de su interés Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia y Japón (Burelli, junio 2004),
· La migración de extranjeros altamente calificados hacia México es un fenómeno espontáneo y escasamente regulado, en el sentido de que obedece más a los intereses de los inmigrantes extranjeros de lo que se inserta en un proyecto de desarrollo nacional, en áreas estratégicas.
· Es una migración cuyos niveles educativos, pese a que son globalmente superiores a los de la población mexicana, varían considerablemente en función de los países de procedencia. De hecho, los más calificados proceden esencialmente de algunos países de América del Sur, del Caribe y de Europa.

Las políticas nacionales ante la fuga de cerebros en los 90: retener, repatriar y atraer.

En los 90, el gobierno federal ha buscado frenar la fuga de cerebros, ofreciendo a científicos jóvenes y/o de reconocida trayectoria mejores condiciones de regreso /ingreso al país y de inserción en el mercado académico, negociando para ello un préstamo con el Banco Mundial, bajo el principio de la co inversión al 50%. Incluidas inicialmente en el Programa de Apoyo a la Ciencia y a la Investigación en México (PACIME), esas políticas públicas tuvieron como propósitos internacionalizar el mercado académico doméstico, mejorar los grados de escolaridad de la plantilla académica y canalizar recursos humanos de alta calidad a universidades de provincia, con planes para desarrollar áreas de investigación.

Estas políticas fueron de factura clásica27 , al estar orientadas esencialmente a la captación de doctores para el mercado académico y pretendieron lograr tres objetivos: a. la repatriación de los científicos nacionales que habían adquirido un posgrado en el extranjero, b. el arribo de científicos extranjeros a las instituciones mexicanas y c. la inscripción en circuitos internacionales de los científicos nacionales, que cumplían con ciertas características de inscripción profesional y de formación escolar, mediante el apoyo a estancias post-doctorales y a sabáticos en el extranjero, es decir a una movilidad de corta duración para un regreso ulterior.

Cuadro 9: Número de estancias sabáticas y posdoctorales
2002

 
Estancias sabáticas
Estancias posdoctorales
En el país
11
19
En el extranjero
66
76
Total
77
95

Fuente: CONACYT (2003). Informe general del estado de la ciencia y la tecnología.
México 2003. p. 38

Globalmente, los programas concernidos fueron fundamentados en la opción del retorno (o en la captación en su versión para los extranjeros) más que en la opción diáspora, retomando el binomio utilizado en fechas recientes por los especialistas28. Representaron una elección tradicional, cuyos resultados inmediatos son conocidos pero cuyas resonancias a mediano plazo son ignoradas. No sabemos casi 15 años después del inicio del programa cuantos investigadores extranjeros permanecen en el país. Tampoco sabemos si México fue una elección de residencia temporal, en momentos de crisis nacional (para los científicos de los países de la Ex Europa del Este) o para hacerse de un curriculum que les permitiera insertarse ulteriormente en el competido mercado académico de su país de origen (los jóvenes doctores españoles que llegaron vía la Agencia Española de Cooperación Internacional). Desconocemos pues si México fue una segunda patria o una simple etapa temporal, en una ruta de migración escalonada hacia otros países.

Cuadro 10. Repatriaciones y retenciones
1991-1996 y 2002

  1991 1992 1993 1994 1995 1996 2002
Investigadores mexicanos 1/ 96 257 160 267 174 195 172
Investigadores extranjeros2/ 18 148 175 299 171 134 49

1/ Antes Repatriaciones y Retenciones
2/ Antes Cátedras Patrimoniales para Residentes en el Extranjero

Fuente: CONACYT (1996). PACIME Programa de Apoyo a la Ciencia en México.
CONACYT (2003). Informe general del estado de la ciencia y la tecnología. México 2003. p. 38

En cambio, el gobierno mexicano no apoyó medidas novedosas, las cuales, más que pretender un retorno definitivo de los científicos expatriados, apuntan a una re-vinculación por áreas disciplinarias entre los que se quedaron en el país y los que están afuera, con el fin de instaurar una cooperación preferente en torno a la formación de recursos humanos, a la circulación y a la actualización permanente de científicos, a la procuración de fondos y a la investigación compartida.

De hecho, si bien, en México, existen algunas experiencias que se asemejan a esas redes disciplinarias (por ejemplo, el Fondo Mario Molina para las ciencias ambientales administrado por el CONACYT y co-financiado bajo un esquema de donación y de aportes gubernamentales), son menos comunes que en otros países de América Latina. No hay ni movilización desde abajo de los científicos nacionales, para articular las comunidades científicas aquí y afuera, similares a las redes de argentinos, organizadas en varios momentos, incluyendo el actual (http://www.conicet.gov.ar/NOTICIAS/ACTUALIDAD/2004/junio/nota73.php), ni interés expreso de las autoridades en impulsar medidas de reconexión29 . Tampoco hay apoyo gubernamental a iniciativas como el Programa Talentos Venezolanos en el exterior (TALVEN), Conectándonos al Futuro en el Salvador, Red Académica Uruguaya, Red científica Peruana (Meyer & Brown, 1999) o la Red Caldas de Colombia, la cual está enfocada a establecer “una comunidad virtual del conocimiento” (http://www.colciencias.gov.co/herramientas/impresión.php). De esa manera, la eventual participación de los mexicanos en redes de esa índole se concreta, no con base en iniciativas nacionales, sino a través de programas generales como el de la Red Inter.- Regional de Científicos de América Latina y del Caribe o la Asociación latino-americana de científicos.

En consecuencia, nos parece importante llamar la atención sobre los siguientes puntos:
· Seria provechoso complementar la convencional política de retorno de los cerebros por dispositivos destinados a organizar una diáspora mexicana del conocimiento, con base en programas de identificación de los expatriados y de re-vinculación
· Para ello, sería necesario reflexionar sobre las condiciones que hacen del retorno una opción fructífera y de las políticas de reconexión una estrategia exitosa
· Sería también útil examinar experiencias similares en curso de implementación en otros países de América latina o en otros continentes
· En función de lo anterior, sería indispensable inscribir la cuestión de la fuga de cerebros en las negociaciones sobre cooperación internacional, con el fin de instaurar condiciones para un co-desarrollo, compartiendo recursos e información, recurriendo a la experiencia acumulada en organismos como la CEPAL, la UNESCO, la OIT o el PNUD o en países como Filipinas, China, Tailandia, India, Sudáfrica y negociando programas transnacionales de investigación o de incorporación de jóvenes científicos, nacionales o extranjeros.

Conclusiones: la fuga de cerebros ¿una oportunidad o una pérdida bruta?

Retomando la clasificación de Gallart & Gallart (2002), es probable que México pueda volverse, a corto plazo, un país que saca provecho de la circulación de competencias, a partir de una posición inicial desfavorable, debido a que, pese a una importante emigración de sus elites calificadas, ha desarrollado ya un sistema nacional de ciencia y de tecnología 30. Siendo tenue la frontera entre los países que pierden y los que acaban por ganar, el logro de ese objetivo dependerá de la reunión de condiciones favorables.

Para ello, se requeriría primero de una voluntad política que, a la fecha, se ha manifestado cuando mucho declarativamente. Considerando la complejidad de la fuga de cerebros hoy día, esa “voluntad política” habría de traducirse en nuevas alianzas que permitan documentar la extensión del fenómeno, sus pautas y sus características; sobre todo, habría de plasmarse en la puesta en marcha de programas ad hoc, que faciliten con flexibilidad el retorno de quiénes lo deseen y que restauren vínculos permanentes con los que residen fuera. Por su relevancia para el futuro del país,31 la fuga de cerebros debería convocar no solamente a los organismos oficiales de ciencia y tecnología, sino también a los diplomáticos, los actores colectivos regionales, los tomadores de decisión económicos y políticos, las instancias legislativas y las comunidades de científicos. Es ya un tema de la agenda política de los organismos macro-regionales en América Latina e internacionales ¿Se volverá un punto de la agenda nacional o seguirá siendo un objeto de polémicas, puntuales y superficiales? ¿Apostará México por la inteligencia o por el fatalismo?

Adicionalmente, la instalación de mecanismos para observar el fenómeno, la organización de grupos expertos y la producción de reportes sobre asuntos específicos permitirán responder a cuestiones fundamentales. Entre esas, destacan las que conciernen la extensión del fenómeno, (¿mito o realidad? (Francois Poncet J, 2000), ¿derrame o evaporación?), la polarización de los perfiles de migración en América Latina entre los más calificados y los menos (Pellegrino 2003; Pellegrino & Martínez 2001) y los cambios posibles en la geopolítica, tradicional y emergente, de los intercambios desde y hacia México. En suma, no interesa tanto discutir éticamente el problema de la fuga de cerebros, sean percibidos estos como “exiliados del saber” (Halary, 1994) o “globe-trotters altamente calificados” (Mahroum, 1999), sino construirlo como una urgencia política.

Referencias
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Pies

1 Entenderemos por fuga de cerebros la permanencia por motivos laborales en un país extranjero, durante un periodo significativo del recorrido profesional. No abarcaremos en esa categoría a los científicos nacionales que, al no encontrar trabajo en su área profesional, se quedaron en el país, ocupando puestos que no tienen que ver con su perfil de formación. Utilizaremos por tanto la definición de Salt “Brain Exchange (including brain gain and brain drain). The essence of this multi –faceted concept is that those who move take a job in the new location broadly commensurate with their skills and qualifications. Brain exchange implies a two way flow of expertise between origin and destination. Where the net flow is heavily in one direction, the term “brain gain” or “brain drain” tend to be used. Brain exchanges in some forma are characteristics of all economies and are one component in the complex of flows of goods, information, finance, etc between economies. Although the notion of brain drain was originally addressed to migration of Europe (specially the UK) to North America in the 1960´s, it is now used to describe the net loss of highly skilled labour from Third World countries and, more recently, from East to West in Europe” (Salt, 1997:5). «volver«.

2 “La migración de competencias ha pasado a ser multilateral y policéntrica, aunque no del todo multidireccional, pues los flujos parecen ir siempre de los lugares menos desarrollados a los sitios más competitivos de la economía mundial del conocimiento (Meyer, Kaplan & Charum, 2001:2). «volver«

3 Utilizaremos como referentes de ambos conceptos los de Meyer por una parte, de Tarrieu por la otra.”Se ha escogido el concepto de nomadismo por razones significativas. Las conductas nómadas conllevan una movilidad espacial, social e intelectual, como señaló Gilles Deleuze en su obra filosófica. Es sabido que los nómadas no son entidades aisladas sino que en general forman sociedades muy complejas, siguen rutas aprendidas, interactúan con los contextos problemáticas por los que pasan, a veces de manera competitiva ….Es este enfoque de la movilidad, que abarca la inculturación, el aprendizaje, los procesos iterativos y los vínculos colectivos, el que resume la noción de nomadismo”. (Meyer Kaplan y Charun, op.cit:2-3) . «volver«

4Regrets, por ejemplo, indica que, en 1993, los PHDS en ciencias e ingeniería de origen extranjero y empleados en Estados Unidos procedían esencialmente de Asía. Sólo 10 000 eran oriundos de algún país de América Latina, de los cuales solamente 1000 de México. Indica asimismo que en 1995, de los 194 doctores en ciencia y tecnología mexicanos titulados en 1990-91 en universidades de Estrados Unidos, sólo 30% trabajaban en 1995 en Estados Unidos, lo que representa un porcentaje bajo con respecto del promedio -47% (Regrets, 1999:188 y 193). En 2001, en el estudio anteriormente mencionado sobre tendencias de la migración, la SOPEMI registra que , aunque México no sea entre los países más afectados por el fenómeno, algo más de 40% de los doctores que obtuvieron su grado en Estados desearían quedarse, teniendo propuestas firmes poco menos del 30%.. Con esas cifras, México se sitúa en la cuarta posición entre los países de América Latina concernidos, muy por debajo de Perú, Argentina y Chile. Sólo los brasileños están menos interesados que los mexicanos en quedarse, con proporciones respectivas de 28% y 20%.(SOPIME, 2001:96). «volve

5No ha habido por ejemplo ningún trabajo sobre las diásporas científicas en el marco de NAFTA, siendo el tema de baja intensidad en comparación con su visibilidad en otros macro-bloques como el de MERCOSUR: En septiembre, por ejemplo, se celebrará un Seminario Multidisciplinario entre el Instituto Pasteur y el Instituto de Altos Estudios de América Latina, respecto de las “diásporas científicas en el interior de MERCOSUR” http://www.mercociudades.org/documentos/doc/actas/doc/consejo_21_BuenosAires_2004.pdf). «volver«

6“L´option diaspora prend pour acquis que la plupart des expatriés ont fort peu de chances de revenir au pays, quoiqu´il en soit. Ils se sont , en effet, souvent établis à l´étranger et y ont construits leur vie professionnelle et personnelle. Pourtant, ils peuvent se sentir toujours très concernés par le développement de leur pays d´origine, du fait de leurs liens culturels, familiaux ou autres. L´objectif par conséquent est de créer des liens à travers lesquels ils pourraient être connectés effectivement et productivement à son développement, sans retour physique permanent. Un avantage crucial de l´option diaspora réside dans l´absence d´ une nécessité d´investissement infrastructurel préalable massif puisqu´elle consiste. à capitaliser sur des ressources préexistantes. Elle est donc à la disposition de n´importe quel pays qui serait prêt à faire l´effort social, politique organisationnel et technique pour mobiliser une telle diaspora. Une perspective prometteuse dans une telle stratégie est que le pays, a travers les expatriés, peut avoir accès non seulement à leurs connaissances incorporées individuelles mais aussi aux réseaux socioprofessionnels dans lesquels ils sont insérés à l´étranger » (Meyer & Brown, 1999 :10 -11). «volver«

7“The literature on the migration and mobility of the highly skilled people is generally grouped into several categories. Firstly, there are studies that look into the international movement of highly skilled personnel in general and detect theirs inwards and outwards flows for the various countries [….] Another group of studies focuses on individual professions within highly skilled categories [], such as medical practitioners[] , bankers [], scientists [] and academics []or individuals nationalities []. In this group of studies, some stress the impact of scientist migration of the sending countries (…)and others are concerned with the impact of these on the receiving countries” (Mahroun, 1999:170). «volver«

8Según los datos de CONACYT, en los 30 años del programa, 100 021 becas fueron otorgadas, de las cuales 26% fueron para estudios en el extranjero (SEP-CONACYT, 2000: 15. «volver«

9“Al momento de levantar la encuesta, se encontró que aproximadamente 5% de los ex becarios viven y trabajan fuera del país. Este dato nos da una visión de la magnitud de la “fuga de talentos”.El país que mayor atracción tiene para los ex becarios es Estados Unidos, casi las dos terceras partes residen ahí. En Europa está el 26% y en Canadá el 5 por ciento. Las dos terceras partes de los que optaron por trabajar fuera del país provienen principalmente de los campos de ciencias básicas y naturales, ingeniería y aplicadas a la biología”. SEP-CONACYT, 2000: 22). «volver«

10“Adicionalmente, se encontró que las dos terceras partes de los que recibieron ofertas de trabajo (fuera) habían estudiado en el extranjero y la tercera parte realizó su posgrado en el país” (SEP-CONACYT, 2000:23). «volver«

11Más allá del universo cubierto por el sistema de becas CONACYT, es difícil estimar cuántos estudiantes mexicanos están matriculados afuera, debido a la inconsistencia de las diversas fuentes. Por ejemplo, menciónese que según el IIE de Estados Unidos, el 33.8% de los 12801 estudiantes mexicanos que están registrados en el país estudian maestría y doctorado, lo que duplica la cifra global de becarios en el extranjero registrados por el CONACYT y casi cuadruplica la de becarios que ese organismo apoya en Estados Unidos. . «volver«

12Según el discurso pronunciado por la Ministra encargada de la Investigación y de las Nuevas Tecnologías de Francia, el 28 de agosto de 2002, “la agencia Edufrance vio recientemente sus actividades centradas para promover la oferta universitaria francesa y atraer a Francia estudiantes de alto nivel en las maestrías y doctorado y en paralelo para garantizar una recepción de calidad a los estudiantes extranjeros “in http.//www.recherche.gouv.fr/discours/2002/dambassadeurs.htm. «volver«

13Las profesiones contempladas en el TLCAN son: actuaría, arquitectura, análisis de sistemas computacionales, ajustador de seguros, economía, ingeniería, agronomía forestal, diseño gráfico, administración hotelera, diseño industrial, diseño de interiores, arquitectura de paisaje, land surveyor, arquitectura de paisaje, derecho, librero, consultor en gestión, matemáticas, conservación, tecnología científica, trabajo social, silvicultura, planificación urbana, conserjería de orientación, para las profesiones generales, Para las del área de la salud, se contemplan las siguientes especialidades: Odontología, dietética, técnico de laboratorio, nutrición, terapia ocupacional, farmacia, médico, fisioterapeuta, psicólogo, terapia recreativa, enfermería, veterinaria; en las científicas, agricultura, nutrición animal, apicultura, astronomía, bioquímica, biología, química, entomología, epidemiología, genética, geología, geoquímica, geofísica y oceanografía, horticultura, meteorología, farmacología, física, mecánica de suelos, zoología, plantas y pollos. «volver«

14“Para responder a las disposiciones del anexo 1210.5 del capítulo XII de TLCAÑ sobre servicios profesionales, en 1994, en México, la Dirección General de Profesiones adscrita a la Secretaria de Educación Pública instaló 12 COMPI para que determinen de común acuerdo con sus contrapartes de Canadá y de Estados Unidos los criterios para el reconocimiento mutuo de los diplomas, pese a las asimetrías en materia de escolaridad, certificación de las competencias, formación profesional, experiencia, ética profesional y normas jurídicas. Diez años después de su instalación, los COMPI en ingeniería, derecho, actuaría y contabilidad llegaron a acuerdos con sus homólogos” (Didou, García Guadilla y Muñoz, 2004: 9).
El proyecto 6 por 4 del Centro Nacional de Evaluación A. C. (CENEVAL) con el Programa . «volver«

15Columbus y la UEALC pretende construir un dispositivo de reconocimiento mutuo en administración, ingeniería electrónica, medicina, química, historia y matemáticas entre universidades latinoamericanas y europeas, construyendo acuerdos en torno a las competencias profesionales, los créditos académicos, la acreditación y las evaluación-formación para la innovación y la investigación. . «volver«

16“The international mobility of skilled workers within the framework of provision of traded services internationally is another form of labour migration that is increasing sharply. The movements are usually for short periods, though they may extend for several months or recur at frequent intervals” (OCDE, 2002). «volver«

17Entre 1985 y 2000, el número de mexicanos que obtuvieron un doctorado en Estados-Unidos fue de 2501.En el mismo lapso, México registró a 7356 egresados del sistema nacional de doctorado (National Science Foundation, 2003 y ANUIES, anuarios estadísticos correspondientes al año). «volver«

18“Es en efecto posible afirmar que, entre los numerosos fenómenos que acompañan las migraciones intelectuales, los países africanos conocen lo que en la literatura se conoce como « brain overflow », término que indica una sobre producción de personal calificado un empleo de los cerebros disponibles en esos países. Algunos de esos trabajadores altamente calificados pueden no ser del todo absorbidos y constituyen un exceso, debido a una insuficiente oferta de trabajo o a un exceso de recursos humanos en los países en cuestión. Dichos recursos humanos encuentran una salida natural en otros países, incorporándose a mercados extranjeros. » (Worku Anglane, 2002). «volver«

19La SOPEMI, en su reporte anual de 2001 para la OCDE sobre las Tendencias en la migración internacional, dedica un apartado a “Student migrations, form and prerequisites of migrations of HRST”. Allí, remarca que, aunque haría falta cálculos sobre la incidencia del fenómeno a escala internacional, “Thus, it can easily be seen how student migrations can be a precursor to subsequent migrations of qualified workers” (SOPEMI, 2002:95). «volver«

20Aunque uno de los problemas para abordar la cuestión de la migración de talentos sea el de la calidad, consistencia y comparación de los datos, en el caso de los sesgos lingüísticos, otras fuentes arrojan diagnósticos similares. Por ejemplo, según la SOPEMI; 92.7% de los estudiantes mexicanos inscritos en el extranjero estudiaban en un idioma diferente al nativo: 88% en ingles y 10% en francés. (SOPEMI, 2001:111). «volver«

21La OCDE registra por ejemplo 9254 estudiantes mexicanos en Estados Unidos mientras el International Institute of Education contabiliza a 12218. «volver«

22Según datos sobre el conjunto de ese universo, en 1983, el 59.8% de los doctores extranjeros no consideraban quedarse en Estados Unidos; en 2001, la proporción había descendido a 25.1% (National Science Foundation, Science &Engineering Indicators, 2004). «volver«

23Entre 1975 y 2001, el porcentaje de extranjeros empleados por instituciones académicas pasó de 12% a 21%, con picos en ciencias computacionales (39%), ingenierías (35%) y matemáticas (28%). “En 2001, foreign students earned a larger `proportion of degrees at the doctoral level than at any other degree level, more than one third of all S&E doctoral degree awarded. Their proportion in some fields was considerably higher in 2001; foreign students earned 49% of doctoral degrees in mathematics and computer science and 56 percent in engineering. In particular subfields, foreign doctoral recipients were in an even higher proportion of the total (e.g. 65 percent in electrical engineering) (National Science Foundation, Science &Engineering Indicators, 2004 in http://www.nsf.gov/sbe/srs/seind04/c2/c2s3.htm ). «volver«

24En 2003, 9257000 personas censadas en Estados Unidos habían nacido en América Central. De ellos 609 0000 tenían un grado de estudios igual o superior a bachillerato. Según una anotación del propio censo, la mayoría de las personas de América Central era mexicanos. Esa cifra deja entrever la migración a Estados Unidos de un número importante de profesionistas que no laboran en el sector académico, pese a que la proporción de profesionistas con respecto de los demás migrantes sea en América Central mucho menor (6.6%) a los porcentajes respectivos en las poblaciones caribeñas (18.1%) y sur americanas (28.2%) (US Census Bureau, Current Population Survey, 2003, internet release date 5 august 2003). «volver«

25Existe una base de datos sobre la movilidad de profesionales latino-americanos, en el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía de la CEPAL. Los datos de los censos correspondientes indican un crecimiento entre 1980 y 1990 de 11.8% de la migración de profesionales y técnicos latino-americanos en el interior de la región y de 53.9% hacia Estados Unidos. México tenía en esas fechas y en comparación con otros países de la región un bajo porcentaje de profesionales y técnicos por cada mil inmigrantes activos en Estados Unidos (26.1 contra 191.4 en Argentina, 156.1 en Chile, 138.1 en Panamá, por ejemplo) (Pellegrino, sf, cuadros 1 y 2). «volver«

26En ese sentido, llama la atención por ejemplo que en los países más desarrollados (que están en una situación de mayor equilibrio relativo en cuanto a expulsión- atracción) tengan mayor información, cualitativa y cuantitativa, que los países más afectados. En Francia, por ejemplo, a lo largo de los 90, fueron producidos bajo la iniciativa de los organismos legislativos, de grupos de investigación y de instancias regionales diversos estudios exploratorios sobre la fuga de cerebros que permitieron tomar, desde varios ángulos, la medida del fenómeno. «volver«

27De hecho, como rasgo general, las políticas de retorno para la transferencia de tecnología suelen ser dirigidas a los cien tíficos de alto nivel más que a los personales altamente calificados, los cuales están en mayor medida sujetos a obligaciones de reserva y de confidencialidad. “El diseño de políticas de vinculación exige una identificación de las características de diferentes grupos de migrantes calificados: Un primer grupo estaría constituido por profesionales que trabajan en compañías transnacionales. En este caso, los migrantes difícilmente pueden optar por la colaboración por sus países de origen, en la medida en que las empresas exigen una fidelidad empresarial que impide a sus funcionarios participar en actividades que puedan implicar transferencia de habilidad o de tecnología[………]Un segundo grupo incluye a migrantes que se desplazan de manera autónoma, en periplos que en muchos casos incluyen etapas iniciales destinadas a la realización de estudios universitarios, En este grupo estarían incluidos los científicos básicos y sociales y. más en general, los investigadores y docentes que pertenecen al medio académico así como profesionales que se encuentran en proyectos migratorios que pueden tener diferentes expectativas de duración (Pellegrino, 2001:3.2.14). «volver«

28“Ese esquema ha recibido el nombre de “opción diáspora” en oposición a “opción retorno”; esta busca la vuelta física de los expatriados altamente capacitados a su país de origen, mientras la primera sólo pretende movilizarlos y conectarlos (donde quiera que estén) con su país natal. La opción retorno se basa en el enfoque tradicional del capital humano, en el que el objetivo es recuperar el conocimiento acumulado por un individuo. La opción diáspora es mucho más afín a las nuevas nociones de redes y refleja una manera de pensar abierta a los contactos, en la que no sólo se puede aprovechar ese conocimiento sino también las amplias redes socio-profesionales y los recursos humanos, materiales y cognitivos asociados a él” (Meyer, Kaplan & Charún, op.cit:10). «volver«

29“En 1999 fue creado por iniciativa del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, la Universidad de Buenos Aires y el Programa Red Inter. Regional de Científicos de América Latina y el Caribe de la UNESCO, el programa cre@r , una estructura destinada a generar bases de datos de emigrantes profesionales argentinos en el exterior y de necesidades urbanas en cooperación técnica. En 2000, un programa de características similares es creado en la Secretaria de Ciencia y Tecnología e Innovación Productiva en la República Argentina, RAICES cuyos métodos de trabajo son similares a los de cre@r pero destinados al ámbito nacional” (Lema, 2003) . «volver«

30La clasificación de países afectados por la fuga de cerebros propuesta por Gallart y Gallart, en 2002, se organiza en tres categorías, las naciones que están en una situación de pérdida neta, las que se benefician de la emigración de recursos humanos altamente calificadas y las que están en una situación de pérdida-ganancia. Dentro de esos últimos, los autores diferencian los países como México, los que han invertido sus flujos migratorios, gracias a la consolidación de los sistemas de investigación y al crecimiento económico (países del sureste asiático) y los que, beneficiándose de comunidades científicas y técnicas desarrolladas, han instalado redes para reconectarse con sus elites expatriadas.(Gaillard & Gaillard in http://www.arts.uwa.edu.au/MotsPluriels/MP2002ajg.html ). «volver«

31“However, international migration of highly skilled workers is on the rise and has emerged as an issue of increasing relevance, not just to immigration ministries but also to higher education and research ministries as well as economic ministries” (OECD, 2002) . «volver«

. Los programas de atraccción de trabajo altamente calificado de América del Norte y su impacto para México
Elia Marúm Espinosa
correo-e:emarum@cencar.udg.mx

Resumen


Se describe el contexto en el que se desempeñarán los egresados del sistema de educación superior mexicana como trabajadores especializados y como recursos humanos de alta calificación, en México, Estados Unidos y Canadá, bajo la perspectiva de una región norteamericana de libre mercado de servicios profesionales, en especial dentro del marco del TLCAN. Se estudia el caso de los programas de atracción para alentar la migración mexicana hacia Estados Unidos y Canadá, de fuerza de trabajo altamente calificada, como los egresados de los niveles correspondientes a la educación superior. Se reflexiona sobre la necesidad de compensar la asimetría de México con fondos especiales proporcionados por los otros dos países miembros del TLCAN, para que el libre tránsito de profesionales sea beneficioso y no promueva la fuga de talentos y la erosión de la fuerza de trabajo mexicana de alta calificación.

Palabras clave: Migración, mercado profesional, TLCAN, movilidad laboral, certificación.

Abstract

t his paper looks for a panoramic view of the context in which alumni of the higher education system in Mexico perform as specialized work force in Mexico, the United States and Canada under the perspective of the professional service free trade North American region market, in particular within NAFTA. The case of attraction programs is studied in order to sponsor Mexican migration towards the US and Canada of highly qualified labor such as graduate students from higher education institutions. Reflection is made on the need to compensate asymmetries of Mexico with funds specially provided by the other two NAFTA member countries in order to have a beneficial transit of professionals without fostering brain drain and the erosion of the Mexican highly qualified labor market.

Key words: Migration, professional market, NAFTA, labor mobility, certification.


Introducción y premisas

En el presente trabajo se busca dar una visión panorámica del contexto en el que se desempeñarán los egresados del sistema de educación superior mexicana, como trabajadores especializados y como recursos humanos altamente calificados en México, Estados Unidos y Canadá, bajo la perspectiva de una región norteamericana de libre mercado de servicios profesionales, en especial dentro del marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Se parte de la premisa del surgimiento de nuevas relaciones sociales en torno al trabajo, que deben articularse de una manera diferente de como se articulaban antes, ya que “para la mayoría de la humanidad el mundo del trabajo, con la nueva situación social neoliberal, se convierte en un campo potencial de lucha (De la Garza, 2001).
Aunque se hace énfasis en el caso mexicano, no podemos abstraerlo del resto de América Latina y el Caribe, ni de la dinámica de América del Norte, porque no pueden eludirse los esfuerzos realizados por Estados Unidos para impulsar el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y en este nuevo contexto cobran especial relevancia los avances que se tengan en la parte norte del continente.
En el subcontinente latinoamericano la Población Económicamente Activa (PEA) asalariada en relación con la PEA total ha disminuido. Los técnicos asalariados en relación con la PEA asalariada han venido disminuyendo al igual que los administrativos asalariados en relación con la PEA asalariada, y estas proporciones han sido menor o igual a 20%, por lo que el trabajo altamente calificado (OIT, 2002) no es el que encabeza el crecimiento del mercado laboral, y el trabajo de alta especialización no es cuantitativamente el más importante, de modo que no será el mercado de servicios profesionales uno de los aspectos prioritarios o mayoritarios a negociar en el ALCA, aunque las implicaciones de su negociación son muy fuertes para el sistema de educación superior mexicano, como se verá en la parte final de este trabajo.
En el mercado laboral se han producido cambios en la concepción y relación social con los trabajadores, donde al tradicional concepto de productividad, se le ha incorporado el de competencia laboral. “Las competencias contienen la idea de que un asalariado debe someterse a una validación permanente y probar constantemente su adecuación al puesto, su derecho a una promoción o a una movilidad profesional. La movilización de individuos trabajadores se da sobre la base de la búsqueda de la eficiencia económica, pedagógica y productiva, con lo que se requieren mecanismos de acreditación y certificación que permitan constatar esta eficiencia y la validación permanente de su adecuación al puesto de trabajo” (Tanguy, 2001; Mallet, 1997). Esto lleva a necesitar el análisis del medio en el que se producen las competencias y, por tanto, a crear las bases para la acreditación de las instituciones educativas que las forman. El correlato laboral que corresponde a las competencias genera una situación donde se pasa de una fórmula de que a igual puesto, igual salario, por otra, de a cada quien según su competencia.
Sin embargo, las diferencias salariales se dan por algo más que la competencia. El salario promedio por hora en la industria manufacturera de los países desarrollados es mayor al que se paga en las industrias manufactureras de América Latina, como se ilustra en el Cuadro 1. A pesar de que la globalización ha profundizado la internacionalización del capital, México y otros países, siguen compitiendo con bajos salarios y con escasa fuerza laboral altamente calificada.

Cuadro 1
Salario promedio por hora
en la industria manufacturera por país
(en dólares americanos)

Alemania 31.88
Japón 23.66
Francia 19.34
Estados Unidos 17.20
Canadá 16.03
México 2.10
India 0.25
China 0.25

Fuente: Organización Internacional de Trabajo (OIT), 2002.

Es en este nuevo contexto y en esta nueva conceptualización donde se ubican los egresados de la educación superior, tanto del nivel licenciatura como del posgrado, y es esta la perspectiva que se ha consolidado en la integración económica y comercial de América del Norte, en particular en los supuestos subyacentes en los artículos XII y XVI del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) relativos al mercado de servicios profesionales trinacional y en un futuro continental, si se acuerda el ALCA.

La integración asimétrica

Los niveles educativos de la población de los tres países de América del Norte muestran la clara asimetría con México, que como país no desarrollado (o emergente), fue considerado como tal al dársele la categoría de asimétrico en la firma del protocolo del Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT por sus siglas en inglés) en 1986 cuando inició su apertura económica y comercial, pero fue desconocida al signar el TLCAN, donde se le dio trato de país desarrollado, esto es, no se reconoció la asimetría existente entre México y los otros dos países de América del Norte, como lo señalaba el protocolo del GATT y como ha sucedido en el caso de integraciones económicas entre países de distintos niveles de desarrollo, como el caso europeo, invalidando con ello la premisa del libre comercio como factor de desarrollo entre iguales. Los países que decidieron formar primero un mercado común y avanzarlo hacia una unión económica en Europa, reconocieron que países como España, Portugal, Grecia y Turquía tenían condiciones de menor desarrollo que debían reconocerse, pues el libre comercio sólo es benéfico cuando se da entre iguales, por lo que debían proporcionar fondos para el desarrollo general y regional de estos países.
La condición de asimétricos o menos desarrollados obligó a los países europeos de mayor desarrollo a asignar fondos de apoyo al desarrollo de sus futuros socios. Así, con base en el protocolo del antiguo GATT se crearon tres fondos: el Fondo Social Europeo, para impulsar la educación y el empleo en países que están por debajo del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita promedio y de la renta media; el Fondo de Desarrollo Regional (FEDER) para la reconversión industrial y el apoyo a regiones poco desarrolladas dentro de un país y el Fondo Agrícola (FEOGA) para subvencionar a la producción agrícola de los países de la Unión Europea32. Con estos apoyos otorgados durante varios años, los países y las regiones menos desarrolladas contarían con las condiciones de infraestructura, educación y apoyos necesarios para competir en igualdad de condiciones. Adicionalmente se cuenta con el Fondo Europeo de Inversiones, que es una institución financiera especializada en proveer capital de riesgo e instrumentos de garantía para la creación, crecimiento y desarrollo de pequeñas y medianas empresas33.
Todos estos apoyos a la integración de desiguales, ha permitido que los países menos desarrollados, o las regiones menos favorecidas dentro de cada país, contaran con los recursos necesarios por el tiempo suficiente requerido para impulsar estrategias y acciones que los lleven a equiparar sus condiciones de desarrollo y competitividad con los demás países asociados, plataforma que asegura los beneficios del libre comercio para todos.
El caso de integración de América del Norte resulta un hecho inusitado en las formas de integración económica y comercial, porque asocia y pone a competir en un comercio liberalizado a países con profundas desigualdades que se acentúan en el caso de México, pero sin que haya mediado el reconocimiento a su asimetría, y sin que haya existido fondo alguno para ayudar a subsanar esta desigualdad, como sucedió en el caso europeo, por lo que las bases de la premisa del libre comercio como benéfico para quienes lo realizan no se ha cumplido.


Impactos de la integración del mercado de servicios profesionales en América del Norte

Se espera que para el año 2005 entre en plena vigencia el libre tránsito de profesionales y personas de negocios entre los tres países de América del Norte, de acuerdo con lo signado en 1994 en los artículos XII y XVI del mencionado tratado, lo que ha fortalecido en México el impulso de lineamientos de políticas públicas para mejorar y asegurar un alto nivel de calidad de los planes y programas de estudio del nivel superior (técnico superior o profesional asociado, licenciatura y posgrado), de manera que cuenten con la acreditación que facilite el reconocimiento de títulos y grados mexicanos en los otros dos países signantes del TLCAN y de otros tratados y acuerdos comerciales en general que incluyen el libre comercio de servicios profesionales.
A las políticas de búsqueda y aseguramiento de la calidad en la formación de las profesiones en el nivel superior y en el posgrado, se han sumado esfuerzos gubernamentales por integrar el financiamiento extraordinario más allá del presupuesto irreductible correspondiente al subsidio ordinario, en la integración de programas que si bien ya existían parcial y desarticuladamente en años anteriores, a partir de 2003 se han integrado en el Programa Integral de Fortalecimiento Institucional (PIFI), que si bien no responde sólo y únicamente a la apertura comercial y económica del país, sí busca contribuir en la construcción de condiciones que aseguren el libre tránsito de profesionales y posgraduados, apoyando procesos de acreditación o fe pública de la calidad, como credibilidad social para el reconocimiento y confiabilidad social del trabajo de los profesionales. A este programa buscan articularse también los esfuerzos del Consejo Nacional de Ciencia y tecnología (CONACyT), para impulsar de manera especial la calidad de los programas de posgrado, desde el nivel de Especialidad hasta el Doctorado, a través del reconocimiento y financiamiento del Programa Integral de Fortalecimiento del Posgrado (PIFOP), para aquellos programas que puedan ser considerados de alta calidad en 2006 y del Programa Nacional de Posgrado (PNP) para los que ya lo sean34.
De igual manera se ha alentado la formación de organizaciones acreditadoras de la calidad de los planes y programas, de manera que pueda contarse, además de con la fe pública de su calidad, con las bases para el reconocimiento de títulos y grados, cuya aceptación automática no fue establecida en el capítulo XVI y sus anexo del TLCAN, y se ha creado el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior (COPAES) como organismo no gubernamental, que reconoce a estas instancias acreditadoras.
Se ha adicionado a los requisitos de acreditación institucional de procesos académicos, la certificación para procesos administrativos con las reglas del ISO9001-2000, por lo que se ha creado ya el grupo IW2 (International Workshop Agreement) para establecer este nuevo ISO sectorial especial para instituciones educativas, incluyendo a las de educación superior35. La acreditación académica y la certificación de procesos administrativos buscan equiparar y homologar procesos y resultados académicos, para garantizar la estandarización y cumplimiento de los procesos involucrados en dicha formación, asegurar la asignación de recursos públicos para procesos confiables y a su vez apoyar y facilitar la movilidad de trabajadores calificados, provenientes de instituciones con programas acreditados y proceso certificados.
A su vez, se encuentran ya muy avanzados los estudios para la reforma constitucional del artículo V, que podría introducir cierta obligatoriedad de niveles de calidad antes de otorgar las cédulas para el ejercicio profesional en algunas carreras, y se han creado organismos especiales para la evaluación y acreditación de la calidad de los programas que ofrecen las instituciones de educación superior mexicanas.

Programas de migración y estrategias para atraer migrantes de alta calificación

Estados Unidos y Canadá, han diseñado programas de migración para atraer a egresados de la educación superior mexicana para facilitar su incorporación a su mercado de trabajo en áreas que para ellos son estratégicas. Esto no plantea la reflexión sobre la inversión en educación en un país pobre, asimétrico, que beneficia a países con mayores niveles de desarrollo y con mayores recursos para la educación.
Esta situación hace impostergable volver a poner en la mesa de las discusiones y de las negociaciones la necesidad de compensar la asimetría de México con fondos especiales proporcionados por los otros dos países miembros del TLCAN, para que el libre tránsito de profesionales sea beneficioso y no promueva una integración subordinada que impediría al libre comercio ser un mecanismo de desarrollo y no un elemento para postergar la conformación de una población educada y con una fuerza de trabajo en condiciones equiparables a la de los países competidores del norte del continente.

El trabajo calificado en Canadá, EU y México. Una visión panorámica de sus diferencias

Dado que el libre tránsito de trabajadores sólo se negoció para el trabajo altamente calificado, comenzaremos por estudiar cuál es la situación de este segmento del mercado de trabajo. Los trabajadores de alta calificación en México representan un porcentaje pequeño de la fuerza laboral, en tanto que en los países competidores del norte son un porcentaje importante de la población total, lo que dificulta y dificultará el tránsito hacia una sociedad del conocimiento y hacia una integración que no sea subordinada a los dos países desarrollados del norte, Estados Unidos y Canadá, como se observa en el Cuadro 2.

Cuadro 2
Nivel educativo de la población total (nacional y extranjera) como %

Nivel Educativo Canadá Estados Unidos México*
Bachillerato o menos      
a) Extranjeros 22.2 35  
b) Nacionales 22.5 17 75.3
Más que Bachillerato      
a) Extranjeros - 24  
b) Nacionales 48.5 35 15.7
Educación Superior      
a) Extranjeros 29.9 40.9  
b) Nacionales 29.1 49.3 9

Fuente: OCDE(2002) Trends in International Migration, Labour force survey (Eurostat), Statistics Canada, US Bureau of the Census. INEGI, STPS, 1996.
*Para México no está disponible la información del nivel educativo para nacionales y extranjeros y los porcentajes se refieren a Fuerza de Trabajo y no a Población Total.

Tanto Canadá como Estados Unidos alientan la inmigración de personas de alta calificación, en general, y aunque en el TLCAN se acordaron los lineamientos básicos sobre los cuales se elaborarían las normas para dar facilidades migratorias a profesionales y posgraduados de los tres países, aún no se concluye su elaboración; a partir de 1994 el mercado de servicios profesionales ha estado funcionando con reglas casuísticas de movilidad y sobre la base de despachos o bufetes que operan en el nivel transnacional y sobre la demanda de las grandes organizaciones.
De manera informal, la Subsecretaría de Población y Servicios Migratorios del gobierno mexicano36 ha mencionado que entre 1995 y 2000 ingresaron a México más de 16,000 profesionales de América del Norte, en especial Contadores, Abogados, Mercadólogos, especialistas en Finanzas y Administración, Ingenieros, Arquitectos y en menor medida Médicos y especialistas de otras áreas. Por el contrario, también sin ser datos oficiales, se ha mencionado que la emigración de mexicanos altamente calificados a esos países se ha dado en cantidades similares, pero en las áreas de Medicina, Educación Básica, Ingeniería, Enfermería y Odontología, sin que hasta ahora se hayan concluido las negociaciones para el reconocimiento de títulos y grados y sin que exista reciprocidad en el trato ni el reconocimiento de la asimetría, ni el compromiso de proporcionar fondos para el desarrollo a México.

Condiciones migratorias para trabajadores calificados en Canadá, Estados Unidos y México

A continuación resumiremos los programas y condiciones de trabajo para extranjeros que existen en EU y Canadá, de acuerdo con la OCDE (2002), y daremos alguna información puntual para el caso de México, señalando, una vez más, el interés que existe por atraer sólo migrantes de alta calificación.

Canadá

Tiene un programa de inmigración permanente y otro de inmigración temporal. Las principales categorías de trabajadores que se aceptan para la inmigración permanente son: 1) trabajadores calificados o bien, 2) personas de negocios como inversionistas, empresarios, trabajadores por cuenta propia. Es importante resaltar que no se ha buscado la ampliación de un tratado de libre comercio hacia la de un mercado común que permita el libre tránsito de mercancías, capital y trabajadores, sino que sólo se aprueba la facilidad migratoria para personas altamente calificadas, esto es, con capital educativo ya invertido en ellas y no de trabajadores no calificados o con escasa calificación, que son el la verdadera presión sobre el mercado laboral transfronterizo.
El programa de inmigración temporal tiene las siguientes categorías : 1) trabajadores temporales altamente calificados; 2) profesionales desarrolladores de software para proyectos piloto especiales y 3) trabajadores temporales en el marco del TLCAN o del Tratado de Libre Comercio Canadá-Chile.
Las condiciones de admisión generales para la residencia permanente son: un nivel comprobable de educación post-secundaria (más allá del bachillerato o preparatoria), pasar una prueba de selección que otorga puntos con base en criterios tales como el nivel de educación, conocimiento lingüístico, habilidades y experiencia. A los aspirantes con familiares ya establecidos en Canadá, se les dan puntos adicionales. Para los casos específicos de los inversionistas, éstos deben hacer un mínimo de inversión en un negocio canadiense y para el caso de los empresarios y auto empleados, éstos deben ser capaces de generar trabajos en Canadá.
Referente a la inmigración temporal, las condiciones de admisión son establecidas por el empleador según estándares canadienses para el caso de trabajadores altamente calificados los cuales puede ser rechazados con base en la disponibilidad de trabajadores locales (aunque hay muchas excepciones); por cierto, esta restricción no está vigente para ningún otro tipo de inmigrante.
Para desarrolladores de software y trabajadores en el marco de tratados comerciales firmados por Canadá, la condición general de admisión temporal es un nivel de educación post-secundaria (mas allá del bachillerato o preparatoria), aunque para éstos últimos existe un lista de ocupaciones específicas.
Canadá no tiene una cuota límite de inmigración, como lo tiene Estados Unidos, sin embargo, se dan rangos de planeación para cada categoría de inmigración dentro de los trabajadores calificados que buscan residencia permanente.
Para los inmigrantes temporales, trabajadores altamente calificados, así como profesionales en Ciencias de la Información, la duración de permanencia autorizada es de tres años y de solamente un año para el caso de los trabajadores sin calificación dentro del marco de los tratados comerciales. Existe la posibilidad de renovación del permiso en todas las categorías.
En lo que se refiere a la posibilidad de reunificación familiar, Canadá ofrece apoyo a los familiares cercanos de los aspirantes a la residencia permanente para que acompañen a éste, ya sea desde un principio o bien durante un tiempo posterior. Este también es el caso para los inmigrantes temporales, aunque los familiares de trabajadores altamente calificados, en algunos casos, requieran aplicar para autorización de empleo (no se requiere validación). Los familiares de los profesionales del software y los de los trabajadores dentro del marco de tratados comerciales también son apoyados para que acompañen a éstos, sin embargo, no reciben el derecho a realizar actividades laborales.

Estados Unidos

Al igual que Canadá, los Estados Unidos de Norteamérica tienen un programa de inmigración permanente y otro de inmigración temporal. Para la inmigración permanente, la categoría principal de trabajadores cae dentro del sistema de la Tarjeta Verde (Green Card) para profesionales con grados avanzados en ciencias, artes o negocios; o bien, para trabajadores con prioridad y otros trabajadores con altas competencias. La información sobre las condiciones generales o específicas de admisión para estos inmigrantes no están disponibles; sin embargo, su aplicación puede ser rechazada con el argumento de que existan trabajadores locales disponibles, o bien, que ya se haya excedido la cuota anual máxima de 140,000 solicitudes (incluyendo miembros de la familia). Los inmigrantes permanentes son apoyados para la reunificación con familiares cercanos con posibilidad de autorización de trabajo para éstos.
En relación con la inmigración temporal, se tienen trabajadores dentro del programa H-1B, o bien, el de los inmigrantes temporales aceptados en el marco del TLCAN. La condición general de admisión para estos inmigrantes es tener grado de licenciatura o cuatro años de estudios de nivel universitario, en este programa tres años de experiencia relevante cuentan como un año de licenciatura. Para el caso específico de los trabajadores dentro del programa H-1B, se requiere tener un ofrecimiento de empleo en las mismas condiciones que los nacionales. La disponibilidad de trabajadores locales no es argumento para rechazar a los aspirantes a estos casos de inmigración a los EU. Este país plantea una cuota de 195,000 permisos de trabajo, que no incluyen a los universitarios ni a los trabajadores de organizaciones sin fines de lucro. Hay una cuota especial de 5,500 profesionales mexicanos a partir del 1 de enero de 2004, en el marco del TLCAN.
Para los inmigrantes temporales se autorizan seis años de estancia y se puede otorgar la categoría de residente cuando procede la aplicación o solicitud. Para los trabajadores calificados aceptados en el marco del TLCAN, esto es, de alguna de las 60 profesiones reconocidas en el Anexo II del artículo XVI de este tratado, se autoriza la estancia de un año, renovable indefinidamente y se tiene la posibilidad de reunificación familiar.

México

En México las condiciones generales de inmigración para trabajadores son estipuladas por el Instituto Nacional de Migración, dependiente de la Subsecretaría de Población y Servicios Migratorios de la Secretaría de Gobernación, y se sustentan en una serie de trámites y requisitos para otorgar la licencia de trabajo en el país, especialmente para quienes trabajarán por cuenta propia, y para los que serán empleados por organismos o empresas en el país, se requiere la propuesta de trabajo. Para los trabajadores extranjeros de alta calificación amparados por un Tratado de Libre Comercio, se aplican los acuerdos negociados. En el TLCAN, México firmó el acuerdo de igualar la cuota que pusiera EU dos años después que este país para profesionales norteamericanos, plazo que vence el 1 de enero de 2006.
En el caso de profesionales canadienses no hay cuota y sólo se aplican los requisitos de acreditación que acuerde la comisión especial formada para este aspecto, cuyos trabajos siguen en proceso, a pesar de que los plazos originalmente pactados ya se vencieron.

Atracción de trabajadores de alta calificación en América del Norte

Una estrategia eficiente para allegarse de trabajadores altamente calificados para cubrir las crecientes necesidades que tiene EU, ha sido promover que los mejores estudiantes de otros países que cursen estudios de posgrado en ramas claves para la economía norteamericana. De acuerdo con Science and Engineering Indicators, en el año 2000 de los estudiantes canadienses que terminaron su doctorado en EU, 58 % hicieron trámites para residir en ese país y 49% se quedaron finalmente; de los estudiantes mexicanos que terminaron su doctorado en EU, 42% planeó residir en ese país y sólo 39% se quedó porque obtuvo una propuesta de empleo de alguna empleador norteamericano. Estas cifras contrastan con el 81% de estudiantes de la India que terminaron su doctorado en EU y planearon quedarse a trabajar ahí, sólo el 60 % de ellos obtuvieron una oferta de empleo en dicho país, o el 71% de los estudiantes peruanos graduados en EU que planearon o solicitaron residir sólo 49% lo logró. Estas cifras no existen o no se han publicado para México ni para Canadá, por lo que no pueden hacerse comparaciones, pero la información revela que no hay una influencia directa del TLCAN para que los patrones norteamericanos deseen contratar doctores canadienses o mexicanos, y que las facilidades migratorias aludidas en el Tratado de América del Norte no son un incentivo fundamental para el empleo de alta calificación de personas de esa región.
Canadá es uno de los países más dependientes del comercio exterior en el mundo; uno de cada tres de sus empleos están relacionados con el comercio exterior. Sin embargo, las cualificaciones de sus gerentes y administradores internacionales son cuestionables y a pesar de que Canadá necesita líderes de negocios más orientados hacia la globalización, muy pocas empresas tienen un sistema para desarrollarlos (Church, 1999), de ahí que también busquen completar sus requerimientos de trabajadores altamente calificados con la contratación y apoyo a la inmigración de profesionales y posgraduados de otros países, especialmente de EU y México en el marco de las facilidades migratorias del TLCAN y en el apoyo de sus políticas de población a través de su Ministerio de Ciudadanía e Inmigración.
Esto lleva a que un área especial de atracción de migrantes de alta calificación sean los expertos en software y computación, que es donde México tiene mayor proporción de graduados que Canadá.

Graduados de educación superior
y posgrado en computación
como % del total

Estados Unidos 2.6
Canadá 3.4
México 6.6

Fuente: OCDE (2002).

En México estamos invirtiendo recursos escasos que pueden solucionar las múltiples necesidades y carencias que hay en el país, en especial promoviendo la matrícula en ingenierías y áreas claves para el desarrollo tecnológico, para dedicarlos a formar expertos de alto nivel en cómputo, que aseguren la competitividad de nuestra economía, pero estos recursos humanos y talentos cultivados irán a resolver las necesidades del mercado laboral estadounidense y canadiense, favorecidos por los programas de migración y por el marco del TLCAN, lo que erosiona las bases del desarrollo y competitividad de México y son, además, un factor de ahorro para el gasto público y las familias de dichos países que ya no invierten en formarlos, porque los obtienen de otros países, entre ellos el nuestro.
Si bien no puede impedirse el flujo migratorio de fuerza de trabajo altamente calificada, ni pueden imponerse pagos por la educación que recibieron quienes dejan el país, sí deben reconocerse los profundos rezagos y la enorme asimetría con Estados Unidos y Canadá para apoyar a nuestro país con fondos especiales para el desarrollo educativo y no con préstamos o endeudamiento, en compensación por la extracción de recursos humanos altamente calificados que propicia la apertura económica y comercial.
No podemos continuar indiferentes a las consecuencias que está teniendo la emigración de talentos mexicanos en los que se invirtieron importantes recursos públicos y privados, ni a las consecuencias de una integración subordinada que conjurará los beneficios del libre comercio al poner a competir sistemas educativos desiguales, como tampoco debemos continuar con la competencia desigual de profesionales extranjeros en nuestro país, como se verá más adelante.

El escenario de integración de América del Norte para la educación superior en México

El esquema del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, signado entre México, Estados Unidos y Canadá (TLCAN), dentro de su apartado de Comercio de Servicios, en el capítulo XII estipula las normas para el Comercio Transfronterizo de Servicios, limitando la posibilidad de movilidad de la fuerza de trabajo sólo al comercio de servicios profesionales; el capítulo XVI presenta las reglas negociadas en cuanto a Entrada Temporal de Personal de Negocios, con la restricción también sólo a profesionales, esto es, permite la libre movilidad únicamente de mano de obra altamente calificada.
Con base en los principios del antiguo Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT), ahora Organización Mundial del Comercio (OMC), los tres países signatarios del TLCAN se obligaron a eliminar los requisitos de nacionalidad y residencia permanente para la prestación de servicios profesionales a quienes quisieran trabajar en uno de esos países y tuvieran la nacionalidad de alguno de los otros dos, además de darles trato de nacional y negociar el reconocimiento de cédulas, títulos y certificados, ya que no se mencionó el reconocimiento automático de estos comprobantes. Para realizar dicho reconocimiento se firmó el compromiso de formar un grupo de trabajo que acordara las formas en que se iban a reconocer los mismos.
La agenda trilateral de negociaciones en materia de licencias profesionales de trabajo incluyó, desde sus inicios, varios temas como la definición del tipo, perfil y duración de los estudios para ser considerados profesionales; el establecimiento de exámenes de acreditación y actualización (certificación y re certificación), tipo y duración de la experiencia profesional previa, ámbito de acción de las profesiones; conocimiento legal del ámbito profesional en el país donde se prestarán los servicios profesionales; casos en los que proceda fijar fianzas, seguros y reembolsos a los consumidores de estos servicios y la negociación de aspectos sobre acreditación de instituciones, acreditación de planes y programas de estudio que hayan expedido los títulos y grados que buscaran ser reconocidos trinacionalmente, así como normas éticas de conducta profesional y medidas disciplinarias para quienes incurrieran en ilícitos.
El esquema de reconocimiento de títulos y grados que predominó desde los inicios de las negociaciones fue el modelo de acreditación social por agencias u organismos de la sociedad civil, especializados en evaluación institucional y de programas, y organismos expertos en realizar exámenes de capacidad profesional y en constatar la credibilidad de quienes poseen un título de educación superior. Este esquema se sustenta en la existencia de Colegios, Barras y Asociaciones de Profesionales sólidos y con alta capacidad y compromiso académico en la operación y reconocimiento social de agencias acreditadoras que constatan los auto estudios y en una amplia participación de la sociedad civil.
Estas premisas se cumplen en Estados Unidos y parcialmente en Canadá, pero escasamente se dan en México, donde el Estado, a través del gobierno (la Secretaría de Educación Pública), expide y certifica títulos y grados, se responsabiliza directamente de una parte importante de la oferta educativa y tiene un papel protagónico en la definición de las políticas públicas sobre educación superior, donde la sociedad civil tiene todavía espacios limitados; muchas profesiones carecen de colegiación y, en numerosos casos, los colegios de profesionales son organizaciones políticas que difieren de las características que impone la certificación, además de que existe la autonomía universitaria con rango constitucional, lo que faculta a las universidades autónomas a expedir títulos y grados que permiten el acceso directo al mercado de trabajo, y en 20 casos de profesiones controladas por ley, el acceso mediado por el registro de estos documentos ante la SEP, situaciones que no se dan ni en Estados Unidos ni en Canadá (aunque en este último el Estado juega un papel fundamental en la educación superior), por lo que resulta difícil y poco deseable copiar o trasladar mecánicamente los esquemas de acreditación norteamericanos al caso mexicano.
Sin embargo, el TLCAN impone una equiparación y reconocimiento mutuo de títulos y grados para poder comercial libremente los servicios profesionales; al no tener todavía una propuesta alternativa que convenza a los países contraparte, el escenario donde prevalezca el modelo norteamericano de acreditación es altamente probable por ser el mercado más grande y atractivo.

Las implicaciones para la educación superior en México

Con la prestación de servicios profesionales transfronterizos busca incentivar con políticas y estrategias para estimular a los organismos pertinentes, en sus respectivos territorios, para que desarrollen normas y criterios mutuamente aceptables para la acreditación y certificación de los prestadores de servicios profesionales. Hasta ahora, de acuerdo con información de la Dirección General de Profesiones de la Secretaría de Educación Pública (SEP, 2000), los profesionales mexicanos han constituido Comités para la Práctica Internacional de las Profesiones para entrar en contacto con sus contrapartes en Estados Unidos y Canadá. Por el momento, tienen avanzados sus procesos de negociación, aunque todavía no los han concluido ante las instancias oficiales.
Se espera que para el año 2005 entre en plena vigencia el libre tránsito de profesionales y personas de negocios entre los tres países de América del Norte, por lo que se espera que la acreditación académica de programas y la certificación de procesos administrativos permitan o faciliten equiparar u homologar procesos y resultados académicos, para facilitar la movilidad de trabajadores calificados. A su vez, se encuentran ya muy avanzados los estudios para la reforma constitucional del artículo V, que podría introducir cierta obligatoriedad a nuevos niveles de calidad antes de otorgar las cédulas para el ejercicio profesional en algunas carreras.
Estos retos plantean escenarios de gran complejidad para las universidades de México, América Latina y el Caribe.
Las instituciones de educación superior tienen clara conciencia de los cambios ineludibles que se avecinan y de las nuevas exigencias que tendrán que enfrentar, y se preparan para responder de mejor manera a su compromiso social, aunque con escaso margen de influencia en las decisiones sobre los criterios y normas de evaluación y acreditación, dominadas por el modelo norteamericano.
Los colegios, asociaciones profesionales, los comités para la acreditación y para la enseñanza de las profesiones, así como las instituciones de educación superior, fortalecerán sus criterios y capacidades, manteniendo una estrecha relación con sus homólogos de Canadá, Estados Unidos y otros países dentro y fuera del continente, pero deben siempre tener presente las especificidades de la sociedad mexicana y los retos que significa responder a necesidades de millones de mexicanos en condiciones de pobreza y de pobreza extrema, que no son las necesidades del mercado globalizado; teniendo siempre presente que, a pesar de ser miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, somos un país pobre, no desarrollado, con profundas asimetrías con los otros países de América del Norte, con los de Europa y con los del Sudeste Asiático.
Para que el intercambio entre socios desiguales sea beneficioso y equilibrado, se requiere de un conocimiento explícito de todas estas asimetrías, pues no se puede esperar que el principio de estricta reciprocidad signado con Costa Rica o el de Cooperación signado con Europa sea una base realista para un esfuerzo genuino de cooperación en América del Norte, si no se reconoce la particularidad de México como país asimétrico y si no se encuentra una nueva formula o mecanismo especial de reciprocidad compensatoria, acorde con los principios de fondos para el desarrollo señalados por la OMC.
Si al amparo del TLCAN y ante la supremacía económica de Estados Unidos se sigue promoviendo una integración subordinada, y no se reconoce el menor grado de desarrollo de nuestro país, se profundizarán las asimetrías y se empobrecerá más a México como socio más débil, lo que a la larga será inconveniente para todo el subcontinente. Esto se empieza a ver al constatar que en la rama de la construcción, la competencia extranjera comienza a entrar al mercado mexicano con bajos precios porque vienen ligados a financiamientos que obligan a su contratación: “un número importante de empresas extranjeras de consultoría y de construcción, de manera independiente o asociadas con empresas mexicanas, ya realizan obras y trabajos en territorio nacional, con profesionales extranjeros, sin que Estados Unidos haya establecido las bases de reciprocidad que se consideran en los acuerdos trilaterales” (Méndez, 2002).
De igual manera, aunque se requiere modificar y adecuar normas para el ejercicio de contadores extranjeros, el Código Fiscal de la Federación ya autoriza a los contadores de Estados Unidos y Canadá a suscribir dictámenes para efectos fiscales, sin que tampoco exista reciprocidad ni cooperación compensatoria para México, lo que sin duda nos empobrecerá más y cada vez tendremos menos posibilidades de ser clientes fuertes para Estados Unidos y Canadá.
La superioridad económica de las empresas de prestación de servicios profesionales, sobre todo las de Estados Unidos, junto con las limitaciones financieras del gobierno mexicano para invertir en infraestructura, salud, educación, y vivienda, ponen a México en una situación vulnerable, donde no se ve claro cómo el libre comercio va a ayudar a revertir la brecha con sus socios del norte, por lo que nuestro país debe reclamar sus derechos de país asimétrico frente a Estados Unidos y Canadá, y conjurar el riesgo del primer escenario que llevaría a la definición de modelos educativos y académicos basados en criterios y estándares de acreditación y certificación válidos para la realidad norteamérica, pero que con el riesgo de no considerar las prioridades y necesidades de México, ni de la urgente necesidad de fortalecer nuestro mercado interno y eliminar nuestras crecientes desigualdades .
La parte IV del GATT de 1994 y la decisión de 28 de noviembre de 1979 sobre trato diferenciado y más favorable, reciprocidad y mayor participación de los países en desarrollo; la decisión de la Ronda de Uruguay relativa a las medidas en favor de los países menos adelantados, y todas las demás disposiciones pertinentes en relación con el apoyo a estos países son retomadas y ratificadas en la Declaración Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Esta Declaración en su punto cinco reconoce que: “somos conscientes de que no es posible hacer frente sólo con medidas adoptadas en el campo del comercio a los desafíos que se plantean a los Miembros en un entorno internacional en rápida evolución”.
A su vez, en el punto 24 señalan “reconocemos las necesidades de los países en desarrollo y menos adelantados de potenciar el apoyo a la asistencia técnica y la creación de capacidades en esta esfera, incluidos el análisis y la formulación de políticas para que puedan evaluar mejor las consecuencias de una cooperación multilateral más estrecha para sus políticas y objetivos de desarrollo institucional y humano”; este planteamiento es retomado con énfasis en el punto 42, donde reconocen: “la integración de los países menos adelantados (PMA) en el sistema multilateral de comercio exige un acceso a los mercados significativo, ayuda para la diversificación de su base de producción y de exportación, así como asistencia técnica relacionada con el comercio y creación de capacidad. Coincidimos en que la integración significativa de los PMA en el sistema de comercio y la economía mundial conllevará esfuerzos por parte de todos los miembros de la OMC”37.
No hay duda que se tienen los elementos básicos para iniciar una negociación exitosa que permita al pueblo y gobierno de México recuperar sus recursos invertidos en la formación de trabajadores altamente calificados que dejan el país para ir a apoyar el desarrollo de otras naciones, y para comenzar también a contar fondos especiales suficientes para el desarrollo educativo y para compensar la asimetría económica, que permitan ampliar la posibilidad de formación de nuestros jóvenes talentos y contribuir, con otras medidas de política económica, para que no siga erosionándose la base del potencial y la capacidad de desarrollo que nos dan los trabajadores altamente calificados en la educación superior mexicana.

Referencias

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Pie

32 http://europea.eu.int/index_es.htm. Recuperado el 17 de junio de 2001. . «volver«

33Ibid.«volver«

34 Véase http://www.sesic.sep.gob.mx y http://www.conacyt.mx Recuperados sep. 2003.. «volver«

35Taller de Acuerdo Internacional 2. IWA2. Sistemas de gestión de la calidad para organizaciones educativas. Aplicación de la norma ISO 9001:2000. Basado en ISO 9001:2000. «volver«

36No se ha hecho pública la información sobre el número de inmigrantes y emigrantes con niveles educativos de educación superior o más, ni de las áreas de sus formación ni los campos profesionales donde se ubican en los países de destino en América del Norte. «volver«

37http://wto.org/spanish/thewtos/minists/min01/mindecls.htm Recuperada 20/08/2003 . «volver

. se aceptan colaboraciones

 
Estudios e Investigaciones

Syvie Didou Aupetit
¿Fuga de Cerebros o diásporas?, inmigración y emigración de personal altamente calificado en México.

Elia Marúm Espinosa
Los programas de atraccción de trabajo altamente calificado de América del Norte y su impacto para México


Ensayos

Jorge Dettmer G.,
Globalización, convergencia y diferenciación de la educación superior: Una revisión teórico-conceptual
Eduardo Sánchez Martínez
Opciones de financiamiento en la educación superior.
Susana Fernández Alfaro y Sara Fernández López.
Modelos de financiación de las universidades públicas en América Latina: el caso de Argentina, México y Brasil

Reformas e Innovaciones
Marco Aurelio Navarro Leal e Iván Sánchez Rodríguez.
Lecciones de la implementación de la reforma curricular en la UAT.
Mirador
Mario Hernández Chirinos
El debate sobre la digitalización de las universidades británicas: impacto y consecuencia
  Estados del Conocimiento
José Luis Ramírez Romero, Armando Alcántara Santuario y Rebeca Caballero.
La investigación educativa en México
Estela Ruiz Larraguivel
La investigación educativa en México

Lista de dictaminadores del año 2004
Información para Colaboradores