didou@mail.cinvestav.mx
Resumen
La fuga de cerebros es hoy día un problema
político y económico en muchos países así como
un tema de discusión para los especialistas internacionales. Tomadores
de decisión y expertos abogan frecuentemente por impulsar acciones
de retorno pero también por constituir bancos de cerebros y organizar
diásporas científicas con el propósito de contrarrestar,
en la medida de lo posible, los efectos negativos del éxodo de
las competencias. A la luz de esas recomendaciones, en este artículo,
examinaremos la problemática de la fuga de cerebros en México,
principalmente en su relación con Estados Unidos, principal país
de destino de la mano de obra altamente calificada. Los objetivos son
proponer un balance exploratorio de situación, habida cuenta de
las carencias de información (cuantitativa y cualitativa), subrayar
cambios emergentes e identificar asuntos que atender, desde el ámbito
de las políticas públicas para aminorar los impactos indeseables
de una dinámica que, probablemente, irá acrecentándose.
Abstract
Brain drain is nowadays a political andeconomic problem in many countries
and a topic of discussion for international experts. Decision makers
and experts frequently support return actions but at the same time strive
for
the creation of brain banks and the organization of scientific diasporas
in order to fight back negative effects of the exodus of competences.
Taking these recommendations into account, this paper analyses the brain
drain
problem in Mexico, particularly towards the US, main destination of highly
qualified resources. The objectives are to suggest an exploratory balance
of the situation taking lack of information (both quantitative and qualitative)
into account, underline emerging changes and identify issues to be coped
with from the standpoint of public policies in order to reduce the undesired
impact of a trend which mayas well increase.
Key words: Public policy, higher education, employment, unemployment, integration.
.
Introducción.
La
fuga de cerebros: entre la polémica
y el desconocimiento
En México, en los últimos años, la fuga de cerebros1
ha sido objeto sólo de un interés episódico. Su
escasa visibilidad contrasta tanto con las preocupaciones que suscitó en
otros momentos como con las inquietudes que genera actualmente en países
de América Latina (principalmente, Argentina (Lema, 2003), Uruguay
(Pellegrino, s.f.), Colombia (Meyer, Kaplan y Charum, 2001, Bolivia _
Seminario sobre las migraciones científicas internacionales- 1996)
y en otros continentes (Asía y África, principalmente-
Mc Donald & Crush, 2002. De esa suerte, hoy día, en México,
no sólo impera un desconocimiento acerca de la magnitud del fenómeno.
También se ignoran cuáles han sido sus cambios recientes,
en lo referente a la circulación de los flujos2, a las profesiones
mayormente concernidas, a las vinculaciones entre migración estudiantil
y laboral, a las rutas y a las estrategias para ejercer en el extranjero,
a las pautas de interacción y de cooperación entre quienes
se fueron y quienes se quedaron y, eventualmente, a sus esquemas de retorno,
recurrentes o definitivo..
En consecuencia, los aportes
sobre la movilidad profesional en México
han sido escasos, en los 90, caso aparte del libro coordinado por H.
Castaños (Castaños Lomnitz, 2004) y de artículos
sueltos (Rodríguez Sala & Álvarez Santiago, 1995; Félix,
2003. Las estadísticas con las cuales se cuenta para abordar la
migración de competencias, pero también el nomadismo o
la circulación de las elites3y para discutir sus alcances son
notoriamente insuficientes. Es más fácil encontrar una
información, pese a que sea fragmentada y puntual, sobre la presencia
de personal altamente calificado en países extranjeros (en el
Instituto Internacional de Educación o en la National Science
Foundation de Estados Unidos, en particular -Finn, 1997; Johnson & Regrets,
1998; Regrets, 1999) que en las instituciones nacionales4. Peor todavía:
aún cuando México sea miembro desde 1994 de la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE),
misma que ha manifestado constantemente su interés en el fenómeno
desde principios de los 90, sus aportaciones a la producción de
datos estandarizadas sobre la movilidad de los profesionistas son irregulares
e incompletas (ver OCDE, Education at a glance, 2003; Salt, 1997).
Sin embargo, en los últimos dos o tres años, con creciente
frecuencia en la prensa, funcionarios universitarios y expertos en educación
superior han manifestado inquietudes acerca de lo que presentaron a la
opinión pública como la des-capitalización del país
en términos de recursos altamente calificados. Tanto las autoridades
educativas como los líderes científicos denunciaron la
salida de sus colegas, principalmente con posgrado, hacia laboratorios
extranjeros que les ofrecían mejores condiciones de trabajo, en áreas
estratégicas como la salud, las ingenierías y la computación.
Pese a su fuerte carga polémica, esas denuncias no implicaron
que se documentara mejor el fenómeno5, ni que se reelaborará la
percepción que se tenía de él a la luz de aportes
teóricos recientes sobre las diásporas científicas6
(Barré & Alt., 2003; Meyer & Brown, 1999; Gaillard & Gaillard,
1998 y 2002). Tampoco desembocaron en el diseño de instrumentos
innovadores ni en lo que concierne el regreso de los científicos,
ni en lo referente a cooperación internacional en áreas
vitales. De hecho, los líderes de opinión en México
incorporaron poco perspectivas internacionales recientes sobre la fuga
de cerebros. No la ubicaron como un objeto a investigar, ni como uno
a reconceptualizar. Por lo común, enfatizaron el drenaje, cuando
no el pillaje, de los cerebros más de lo que evaluaron las posibilidades
de conformar bancos de cerebros y de alimentar dinámicas de brain
gain, aunque esas sean de impacto marginal. Conforme con esa perspectiva,
se abocaron a evaluar las políticas públicas (de ciencia
y tecnología, de reclutamiento y de becas) más que a documentar
las incidencias diferenciadas de la movilidad según las áreas
disciplinarias, las profesiones7y las estructuras de inserción
laboral.
En este artículo y considerando tanto el estado del arte como
el de la discusión nacional, señalaremos primero las políticas
que contribuyeron a que fuesen reunidas condiciones potencialmente favorables
para un recrudecimiento de la movilidad de profesionistas hacia fuera.
Esas dejan entrever que México será cada vez más
un espacio expulsor. Analizaremos luego la información disponible
sobre dos asuntos ligados, la movilidad estudiantil y la fuga de materia
gris. Nos interesaremos después a la circulación de mano
de obra altamente calificada, evaluando la capacidad de México
para atraer tanto a estudiantes como a profesionistas extranjeros. Haremos
finalmente énfasis en las soluciones aplicadas en los 90 para
aminorar el éxodo de competencias e intentaremos identificar los
asuntos a atender en un futuro cercano para aminorar sus repercusiones
negativas.
México, de la recepción a la producción de elites
migrantes: los factores determinantes de una transición
A lo largo del siglo XX, México ha sido insertado en flujos desiguales
de migración intelectual. En diversos momentos de su pasado, abrió sus
puertas a profesionistas y a académicos, debido principalmente
a condiciones de violencia política en sus países de origen.
Dichas migraciones, ligadas a los exilios, tuvieron como momentos cumbres
los 40, con la llegada masiva de los republicanos españoles y
los 70, con el arribo, igualmente intensivo, de sur y centroamericanos,
víctimas de las dictaduras militares (Yankelevich, 2002). Sustentaron
la incorporación, principalmente a las instituciones académicas
y a ciertas profesiones, de recursos humanos, con experiencia y con prestigio
acumulado en sus lugares de procedencia. Esos inmigrantes, en el campo
de la educación superior, asumieron tareas de docencia, pero también
(y quizás, sobre todo) de investigación y de desarrollo
de instituciones.
En contraste, en tanto espacio
de emigración, México buscó tradicionalmente
formar a parte de sus elites (intelectuales y académicas) afuera.
Con ese fin, desde 1971, el gobierno federal implementó un programa
de becas crédito, a cargo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
(CONACYT), en el ámbito de maestría y luego de doctorado.
Este benefició a un poco más de 26 000 jóvenes8 (la
cuarta parte de todos los receptores de apoyo) que estudiaron en extranjero
en las pasadas tres décadas.
Cuadro 1. Becarios apoyados
por CONACYT según
destino
1980-2002
|
En el país |
% |
En el extranjero |
% |
Total |
1980 |
3,049 |
66.0 |
1,569 |
34.0 |
4,618 |
1985 |
2,032 |
77.9 |
576 |
22.1 |
2,608 |
1990 |
1,660 |
77.8 |
475 |
22.2 |
2,135 |
1995 |
12,840 |
79.3 |
3,360 |
20.7 |
16,000 |
2000 |
9,392 |
76.5 |
2,883 |
23.5 |
12,275 |
2002p/ |
9,399 |
76.0 |
2,972 |
24.0 |
12,371 |
p/ Cifras preliminares.
Fuente: CONACyT, Indicadores de actividades científicas y tecnológicas,
1997: 198.
------------- (2003). Informe General del Estado de la Ciencia y la Tecnología.
México 2003.
Según el propio CONACYT, la opción de la formación
al extranjero fue costosa (lo que explica su disminución porcentual
en los 90, a consecuencia de un esfuerzo generalizado de optimización
del gasto) y de dudosa eficacia. Una proporción, estimada en un
5% de los ex becarios, no retornó al país9 . Otros regresaron,
pero sin titularse o sin incorporarse al mercado académico. Con
todos sus límites, el programa contribuyó primero a asentar
una tradición de migración estudiantil que representa,
por sus orientaciones (larga duración/adquisición de un
posgrado) un antecedente favorecedor de una movilidad profesional ulterior10
, segundo a popularizar una movilidad esencialmente dirigida hacia Estados
Unidos, y, después a Europa. Esa preferencia por Estados Unidos
se fue acentuando a partir de 1994, cuando entró en vigencia el
Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), entre
Canadá, México y Estados Unidos.
Las cifras referentes a la movilidad
estudiantil formal, tal como la financiada por CONACYT, muestran también que sus volúmenes
no son suficientes para explicar, por sí solos, la fuga de cerebros.
Es por tanto probable que el vivero de reclutamiento del personal mexicano
altamente calificado que labora en el extranjero sea a la vez el de los
estudiantes migrantes y el de los nacionales, principalmente de posgrado.
La consolidación de capacidades endógenas de formación
en los niveles de pre- y, sobre todo, de posgrado se tradujo en efecto
en un aumento de la matricula en la década pasada y en un repunte
en el porcentaje de los profesionistas en la población mexicana.
Su participación en la Población Económicamente
Activa (PEA) alcanzaba apenas el 10% en 1990. En el 2000, debido a ritmos
diferenciados en su crecimiento y en el de la PEA (respectivamente 129.2%
y 43.1%), casi se duplicó.
Cuadro 2. Profesionales en la PEA, 1990 y 2001
|
|
1990
|
%
|
2001
|
%
|
|
|
|
|
|
|
PEA de 25 años y más |
b |
16,411,512
|
|
29,725,212
|
|
Profesionales |
f |
1,897,377
|
11.6
|
5,768,424
|
19.4
|
PEA de profesionales |
g |
1,561,465
|
9.5
|
4,753,940
|
16.0
|
Fuente: INEGI (1993). Los profesionistas en México. XI Censo General
de Población y Vivienda, 1990.
--------- (2003). Encuesta Nacional de Empleo 2001.
Un cotejo entre el número de estudiantes inscritos en programas
nacionales de doctorado y una estimación de los matriculados en
el extranjero 11indica una consolidación simultánea de uno
y otro grupo. Hay actualmente más estudiantes que cursan un posgrado,
tanto en el extranjero como en el país, que hace 10 años.
Conforme con la hipótesis de que la fuga de cerebros afecta a
los más calificados (Félix, 2001), la expansión
de la matricula de posgrado (que pasó de representar el 4.4% al
7.8% de la de licenciatura) indica que México es ya (y será cada
vez más) una cuenca atractiva para que países desarrollados
recluten una mano de obra calificada, debido a la progresiva consolidación
de sus capacidades de formación de posgraduados. Comprueba ese
cambio de percepciones el que las ferias educativas de proveedores extranjeros
se hayan multiplicado en el país desde hace un lustro. No sólo
México es parte del Latin American MBA tour, sino que es sede
de salones educativos como EduFrance 12y de reuniones de información,
organizadas por los consulados y las embajadas, sobre las facilidades
que países como Canadá y Australia otorgan a los migrantes
calificados.
Pero no todo es cuantitativo.
En el creciente atractivo de México,
jugaron también elementos cualitativos. Entre ellos, la apuesta
gubernamental a favor del aseguramiento de calidad justificó la
adopción de mecanismos de evaluación de conocimientos (mediante
pruebas estandarizadas) y de acreditación de carreras e instituciones,
muy similares a los adoptados por Estados Unidos, principal empleador
de los cerebros mexicanos. Ayudó a conformar un escenario de mayor
seguridad para los empleadores extranjeros interesados en reclutar personal
mexicano.
Otras políticas públicas más incidieron directamente
en el mejoramiento de las condiciones de movilidad de los profesionales
mexicanos. La primera consistió en la remoción paulatina
de los obstáculos a la movilidad de personal altamente calificado,
conforme con las disposiciones contenidas en algunos tratados de libre
comercio (el TLCAN y el Tratado de Libre Comercio con Costa Rica, por
ejemplo) que el gobierno mexicano firmó en los 80 y en los 90
(Didou, García Guadilla y Muñoz, 2004). Así, el
TLCAN asienta el principio de no-discriminación profesional por
razones de residencia o de nacionalidad, en contra los ciudadanos del
bloque, y prevé facilitar la circulación de recursos humanos
altamente calificados. Su capítulo V sobre servicios, inversiones
y asuntos relacionados precisa las condiciones para el ingreso temporal
de personas de negocios: el apéndice 1603 D1, sobre profesionales,
especifica los requisitos educativos o las credenciales alternativas
mínimas para atenerse a lo establecido en ese capítulo,
para las profesiones generales, medicales, científicas y el profesorado
http://www.nafta-sec-alena.org)13 .
Otra política que alentó la movilidad profesional hacia
Estados Unidos y quizás hacia otras regiones fue la del reconocimiento
mutuo de credenciales educativas nacionales. Los acuerdos logrados para
el reconocimiento de los títulos y grados por los Comités
Mexicanos para la Práctica Internacional de las Profesiones con
sus homólogos de Canadá y Estados Unidos 14, la experimentación
de mecanismos para el reconocimiento mutuo de los títulos en profesiones
piloto15 con contrapartes europeas revela que, en pocos años, las
ventajas relativas de los profesionistas mexicanos para ejercer en otro
país se acrecentarán, conforme aumentará la calidad
de los procesos de enseñanza, se formalizarán mecanismos
internacionalmente estandarizados para garantizarla y se multiplicarán
acuerdos negociados para la transferencia de los títulos y de
las competencias. En ese mismo tenor, el desarrollo rápido de
dobles grados (joint degrees) implica que los jóvenes interesados
en hacer carrera en el extranjero podrán preparar un proyecto
migratorio, desde su inscripción en licenciatura: para ello, será preciso
regular esa oferta, anárquica y de desigual calidad,
Conforme con ese escenario de
facilitación de la movilidad profesional,
desde diversos ángulos, y con el patrón de determinantes
de la movilidad de los trabajadores altamente calificados establecido
recientemente por la OCDE16 , es de prever que la remoción progresiva
de las barreras a la movilidad profesional, junto con la transnacionalización
de los servicios de educación superior, con la consolidación
de la oferta nacional de mano de obra altamente calificada y, paradójicamente,
con el acrecentamiento de la histórica dependencia de México
hacia Estados Unidos en cuanto a formación de doctores 17propiciará un
incremento en los flujos de talentos, principalmente hacia Estados Unidos,
a pesar de que ni este país, ni México reformaron sus leyes
migratorias.
Los datos anteriores, por insuficientes
que sean, bastan para subrayar algunas características emergentes
en la fuga de cerebros:
·
México está ante una situación novedosa, al tener
no sólo que confrontar el hecho de que los estudiantes mexicanos
que estudian en el exterior bien pueden no regresar al país sino
el que los posgraduados nacionales serán cada vez más objetos
de propuestas de movilidad, profesional o pre-profesional, in situ.
·
La activación de mecanismos globalizados de reclutamiento de cuadros
profesionales ya afecta el país, aunque no podamos precisar, por
lo pronto, sus alcances. En sí, el hecho corrobora que México
ya representa un terreno de caza de talentos. Esa nueva condición
implica que se debería de re-examinar las interpretaciones imperantes
sobre la fuga de cerebros para diseñar respuestas adecuadas a
la coyuntura.
·
Prospectivamente, el despunte de una tendencia, entre los mexicanos mejor
calificados, a emplearse afuera, principalmente en disciplinas estratégicas
para los países que se benefician de ese tipo de migración,
a su vez, debería orillar a autoridades y especialistas a identificar
las interacciones entre brain drain y brain overflow 18, en las diversas áreas
disciplinarias.
·
No obstante, ese diagnóstico sólo tiene carácter
de probabilidad debido al estado de la información, incompleta
y a veces inconsistente. En efecto, México no dispone o no publica
datos o estudios exploratorios de alcance sobre el tema. Desconocemos
hasta los recorridos de formación de los mexicanos posgraduados,
que están trabajando fuera del país en su ámbito
de competencia laboral, es decir de los que ilustran las modalidades
más tradicionales del “brain drain”, en tanto traslado
físico a otro país por razones profesionales. ¿Cuántas
de esas personas han sido formadas en el extranjero y cuántas
en el país? ¿Cómo y en qué momento de su
carrera han sido invitadas a ejercer su profesión afuera? ¿En
qué sector de actividad han sido reclutadas y bajo qué fórmula
de contratación? ¿Cuál es su perfil profesional
y su área de competencias? Son sin embargo preguntas ineludibles
si se pretende inscribir la fuga de cerebros en la agenda.
ovilidad estudiantil
y profesional. ¿Quiénes se van
y cómo lo hacen?
Una de las hipótesis manejadas en la literatura especializada
consiste en afirmar que la movilidad estudiantil, cuando está orientada
a la adquisición de un doctorado19 es un elemento precursor, en
gran medida, de la movilidad profesional, partiendo de la constatación
de que muchos jóvenes doctores en ciencias e ingenierías
están captados profesionalmente, desde el periodo de la elaboración
de su tesis, por los laboratorios de investigación científica.
Si bien es obvio que, en México, el tamaño de la movilidad
profesional rebasa por mucho el 5% de los becarios CONACYT al extranjero
que el organismo contabiliza como los que no retornaron al país,
abordar la fuga de cerebros a partir de la movilidad estudiantil arroja
luces sobre las dinámicas que le son subyacentes. Para ello, utilizaremos
dos tipos de fuentes, las internacionales de la OCDE y las de Estados
Unidos, principal imán de los estudiantes y de los profesionistas
mexicanos.
En tanto país que envía estudiantes afuera, México
se caracteriza por flujos desequilibrados según el destino, dentro
de un rango de dispersión importante. En 2001, según la
OCDE, 14162 estudiantes mexicanos estaban matriculados afuera, 65.3%
de ellos en Estados Unidos. En orden descendiente, iban después
al Reino Unido, a España, a Francia y a Alemania. Esos 4 países
juntos apenas atraían un número de estudiantes equivalente
a la mitad de los que elegían Estados Unidos. Por preferencias
lingüísticas, diversos estudios adicionales de la OCDE ratifican
que el inglés es prioritario (76.3%)20 . Lo sigue el español,
en un ámbito estructurado esencialmente en torno a España
(que recibe el 8.7% de los estudiantes mexicanos móviles) y, muy
por debajo, a Chile (0.6%).
Cuadro 3. Estudiantes mexicanos en instituciones extranjeras
de educación terciaria según país de destino, 2001
País |
No. |
% |
Australia |
131 |
0.9 |
Austria |
68 |
0.5 |
Bélgica |
76 |
0.5 |
República Checa |
7 |
0.05 |
Dinamarca |
13 |
0.1 |
Finlandia |
16 |
0.1 |
Francia |
961 |
6.8 |
Alemania |
502 |
3.5 |
Hungría |
3 |
0.02 |
Islandia |
1 |
0.01 |
Irlanda |
5 |
0.04 |
Italia |
43 |
0.3 |
Japón |
106 |
0.7 |
Corea |
5 |
0.04 |
Países Bajos |
23 |
0.2 |
Nueva Zelanda |
14 |
0.1 |
Noruega |
23 |
0.2 |
Polonia |
6 |
0.04 |
España |
1,228 |
8.7 |
Suecia |
99 |
0.7 |
Suiza |
85 |
0.6 |
Reino Unido |
1,405 |
9.9 |
Estados Unidos |
9,254 |
65.3 |
Chile |
80 |
0.6 |
India |
1 |
0.01 |
Malasia |
1 |
0.01 |
Filipinas |
6 |
0.04 |
Total |
14,162 |
100.0 |
Fuente: OECD,
Education at a glance, 2003.
Más allá de los patrones de intercambio que demuestran
esos datos (en el caso que nos ocupa, de base macro-regional) y de sus
incongruencias con otros21, revelan otras dos tendencias: por una parte,
el creciente peso de los free movers, entre los estudiantes móviles
y por la otra, el interés de los jóvenes en adquirir una
formación internacional o parcialmente internacionalizada, desde
antes del posgrado. A su vez, el incremento del universo de estudiantes
móviles y su segmentación interna dejan augurar que las
trayectorias de inserción en los mercados de trabajo extranjeros
también se irán diversificando.
Con relación a Estados Unidos, las estadísticas del International
Institute of Education ponen de realce un aumento en el número
de estudiantes mexicanos en Estados Unidos. Entre 1992-1993 y 2002-2003,
creció en un 68.8%.
Cuadro 4. Aumento de la población de estudiantes mexicanos de
educación superior
en Estados Unidos, 1992-93 y 2002-03
Año
|
Número
|
% aumeno
|
1992-93 |
7,581
|
|
1993-94 |
8,021
|
5.80
|
1994-95 |
9,003
|
12.24
|
1995-96 |
8,687
|
-3.51
|
1996-97 |
8,975
|
3.32
|
1997-98 |
9,559
|
6.51
|
1998-99 |
9,641
|
0.86
|
1999-2000 |
10,607
|
10.02
|
2000-2001 |
10,670
|
0.59
|
2001-2002 |
12,518
|
17.32
|
2002-2003 |
12,801
|
2.26
|
Fuente: IIE, Open doors, 2003.
Destacan también el que México ocupe actualmente la séptima
posición entre los países de envío de estudiantes
a Estados Unidos cuando, una década antes, se situaba en la catorceava.
Representa actualmente la principal contraparte hispano hablante en América
Latina, conforme con un modelo de intercambio estudiantil en el cual
asume un papel de país expulsor.
Cuadro 5. Principales países
de procedencia de los estudiantes
extranjeros en Estados Unidos, 1992-93 y 2002-2003
País |
Número |
% |
País |
Número |
% |
China |
45,126 |
7.70 |
India |
74,603 |
12.72 |
Japón |
45,843 |
7.82 |
China |
64,757 |
11.04 |
Taiwan |
37,432 |
6.38 |
Corea |
51,519 |
8.79 |
India |
35,946 |
6.13 |
Japón |
45,960 |
7.84 |
Corea |
35,946 |
6.13 |
Taiwan |
28,017 |
4.78 |
Canadá |
20,968 |
3.58 |
Canadá |
26,513 |
4.52 |
Hong Kong |
14,018 |
2.39 |
México |
12,801 |
2.18 |
Malasia |
12,655 |
2.16 |
Turquía |
11,601 |
1.98 |
Indonesia |
10,923 |
1.86 |
Indonesia |
10,432 |
1.78 |
Tailandia |
8,630 |
1.47 |
Tailandia |
9,982 |
1.70 |
Total |
438,618 |
74.81 |
Total |
586,323 |
100 |
Fuente:IIE, Open doors, 2003.
De acuerdo con esa misma tendencia,
México es el octavo país
de envío de los posgraduados en ciencias e ingenierías
en Estados Unidos, en 2001, contradiciendo la dinámica nacional
promedio. En efecto, el número total de estudiantes que estuvieron
en esa situación disminuyó entre 1992 y 2001 de 9499 a
9188. Sólo creció en América del Norte, gracias
a que el aumento en el número de posgraduados mexicanos (de 115
a 205) contrarrestó incluso el estancamiento en la cifra de canadienses
y la disminución de centroamericanos y caribeños (National
Science Foundation, 2004).
Pero el refuerzo de los flujos
de estudiantes mexicanos y el de los doctores mexicanos formados en
Estados Unidos
no son los únicos
indicios de que la fuga de cerebros es susceptible de acrecentarse en
los próximos años, dentro de un escenario de integración
macro-regional. Una encuesta a este grupo relativa a sus intenciones
de trabajo en Estados Unidos muestra que esas se extienden (del 23.9%
del universo en 1990 al 37.7% en 2001) y que se multiplican las oportunidades
concretas que les son ofrecidas (de un 24% a un 29.3%) (National Science
Foundation, 2003).
El cambio es cuanto más notorio que los doctores mexicanos hasta
fechas recientes manifestaban menos intenciones de permanencia que otras
nacionalidades asiáticas y latino-americanas (Chile, Colombia,
Perú, Argentina). Sin embargo, es congruente con una tendencia
generalizada de no retorno22 , provocada por una estrategia agresiva de
Estados Unidos para reclutar a extranjeros altamente calificados23 , principalmente
para el mercado académico, y por la concentración creciente
de las capacidades de investigación y desarrollo en algunos epicentros,
ubicados en los llamados países de la triada, que hace mucho más
atractivo para los jóvenes investigadores de países emergentes
iniciar y /u consolidar allí su carrera.
Datos sobre las visas otorgadas
a los doctores mexicanos titulados en ciencias e ingenierías en Estados Unidos indican no obstante que,
probablemente, buena parte de ellos laboran en una situación de
inestabilidad migratoria, bajo fórmulas diversas de admisión
en el país con visas TLCAN, trabajadores temporales, visitantes
en intercambio y transferencias de compañías. De hecho,
en el periodo 1992-2001, el porcentaje de los posgraduados mexicanos
que obtuvieron una visa permanente siguió siendo bajo y permanentemente
menor al promedio.
Cuadro 6. Número de jovenes
doctores mexicanos en ciencias e ingenierias, con visa
permanente otorgada por Estados Unidos, 1992-2001.
|
1992 |
1993 |
1994 |
1995 |
1996 |
1997 |
1998 |
1999 |
2000 |
2001 |
Total |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Total mex |
115 |
139 |
142 |
128 |
156 |
133 |
165 |
159 |
208 |
205 |
1550 |
Total gen. |
9,499 |
9,779 |
10,557 |
10,516 |
10,844 |
9,790 |
9,795 |
8,892 |
9,059 |
9,188 |
97,919 |
Visas permanentes |
Mexicanos |
18
|
28
|
19
|
23
|
20
|
23
|
20
|
12
|
18
|
21
|
202
|
Extranjeros |
1,383
|
1641
|
3,021
|
3,509
|
3,009
|
2,281
|
2,019
|
1,652
|
1,414
|
1,263
|
21,192
|
Fuente: National Science Foundation, 2004.
Para obtener una visión completa de la situación profesional
de los posgraduados mexicanos, faltaría contar con información
sobre los que trabajan en otras ramas profesionales o como empresarios24
. En otros países, ellos representan una parte importante de las
diásporas en el extranjero y un interlocutor igualmente relevante
como los propios científicos para los gobiernos nacionales. Desgraciadamente,
en México, si sabemos poco de los científicos, menos sabemos
todavía de los profesionistas que se fueron para ocupar puestos
en empresas, extranjeras o transnacionales o para crear empleos, en sectores
convencionales o innovadores, aún cuando tanto para evaluar el
tamaño de la fuga de cerebros y sus causas como para diseñar
políticas nacionales de re-vinculación, habría que
tener claro cuántos y quiénes se fueron, con qué objetivos
de desarrollo profesional, con qué expectativas y con qué resultados.
Para ello, se requeriría realizar encuestas y entrevistas además
de reunir información congruente sobre la mano de obra altamente
calificada, asentada no sólo en Estados Unidos sino también
en los principales países de Europa y en América Latina25
, para evaluar si los motivos de partida, las ventajas relativas, los
procesos de integración, las formas de organización comunitaria
y de vinculación con el país de origen son similares o
no. En forma precisa, sería asimismo indispensable reflexionar
sobre:
·
La intensificación de las expectativas de permanencia en Estados
Unidos de los jóvenes doctores en ciencia y tecnología,
graduados en Estados Unidos.
·
Sus condiciones de estancias, las que implican diversas modalidades de
contratación y diversos estatutos migratorios, no siempre favorables.
·
La constante dependencia de México hacia Estados Unidos en términos
de adquisición del título de doctorado: entre 1985 y 2001,
Estados Unidos fue uno de los países extranjeros que mayormente
asumió la tarea de formar las elites científicas mexicanas.
Sería imperativo al propósito contar con una información
precisa y comparable sobre los sub campos de formación de doctores
en Estados Unidos y en México, sobre las características
demográficas y académicas de los posgraduados y sobre los
rendimientos en términos de titulación de ambos sistemas
nacionales de formación. Asimismo, urgiría complementar
ese análisis con datos sobre las tasas de retorno versus las de
instalación en el extranjero, a corto, mediano y largo plazo,
sobre las funciones desempeñadas y sobre el recorrido profesional.
·
En el estado actual de la información, nuestro análisis
de la fuga de cerebros en México es sesgado, geográfica,
temática y profesionalmente. Sólo es factible centrarlo
sobre Estados Unidos y sobre las vinculaciones entre obtención
de un posgrado, deseos de trabajar en el extranjero y oportunidades de
inserción. No es posible abarcar otros aspectos, en diacronía
o en otros sectores de empleo, ya que carecemos de las variables básicas
para tener una comprensión integral del fenómeno y, a la
vez, alimentar una toma de decisión informada, en el terreno de
la política pública.
México: ¿un país de atracción?
Debido a la existencia de políticas nacionales destinadas a atraer
doctores, mexicanos o extranjeros, a una emigración altamente
calificada procedente de algunos países europeos y suramericanos
y al reforzamiento de la relación bilateral México-Estados
Unidos, México aparece como un espacio menor de atracción
y, esencialmente, uno de expulsión.
Registra un bajo número de estudiantes extranjeros matriculados,
1943, apenas el 15% de los nacionales que se fueron a estudiar a otro
país: en consecuencia, no sólo el derrame económico
en términos de ingresos y de desarrollo local es reducido, sino
que inhibe la posibilidad de instaurar un esquema equilibrado de venta
y de consumo en el exterior de servicios educativos. Los estudiantes
extranjeros vienen principalmente de Estados Unidos y, después,
de América Latina.
Cuadro 7. Estudiantes extranjeros en instituciones mexicanas
de educación terciaria según región de procedencia,
2001
África |
24
|
1.2
|
Asia |
41
|
2.1
|
Europa |
124
|
6.4
|
Norteamérica |
1,180
|
60.7
|
Oceanía |
6
|
0.3
|
América del Sur |
568
|
29.2
|
Total |
1,943
|
100.0
|
Fuente: OECD, Education at a glance, 2003
No obstante, el flujo total
de estudiantes estadounidenses a México,
sea que busquen obtener un grado o realicen estancias cortas, aumentó en
un 45% en los últimos 10 años (de 4715 a 8078), ocupando
México la quinta posición entre los destinos preferenciales
de ese grupo en el extranjero, en 2002-2003.
Cuadro 8. Principales países de elección de los estudiantes
estadounidenses, matriculados fuera de su país, 2002-2003
País |
Número |
% |
Reino Unido |
30,000 |
18.64 |
España |
17,716 |
11,01 |
Italia |
17,168 |
10.67 |
Francia |
12,274 |
7.63 |
México |
8,078 |
5.02 |
Alemania |
4,856 |
3.02 |
Irlanda |
4,375 |
2.72 |
Costa Rica |
3,781 |
2.35 |
Japón |
3,168 |
1.97 |
Austria |
2,180 |
1.35 |
Total |
160,920 |
100.00 |
Fuente: IIE, American Students study abroad in growing
number, nov.2003 in http.//opendoors.iienetwork.org
Más allá de que las cifras de movilidad evidencien un
refuerzo de la movilidad bilateral, a diferencia de los estudiantes mexicanos
en Estados Unidos, los estadounidenses en México realizan principalmente
estancias cortas, de aprendizaje lingüístico. Los datos de
la ANUIES sobre los estudiantes extranjeros matriculados en instituciones
mexicanas, aunque no correspondan exactamente con los de la OCDE, confirman
que la absorción formal de estudiantes extranjeros en el sistema
de educación superior nacional es escasa. Las condiciones para
la movilidad profesional son por ende totalmente opuestas en uno y en
otro país, si asumimos que la movilidad estudiantil, sólo
cuando está encaminada a la obtención de un diploma de
posgrado en el país de recepción, incentiva directamente
la fuga de cerebros. Bajo ese prisma, si bien es posible defender la
idea de que los estudiantes mexicanos que estudian un doctorado en Estados
Unidos representan un universo preferente de reclutamiento de jóvenes
científicos de alto nivel, es difícil defender la interpretación
inversa. En efecto, las ventajas relativas de ser un país receptor
de estudiantes extranjeros varían no sólo en función
del tamaño del universo, sino también del tipo y de los
propósitos de la movilidad. Y la situación actual no favorece
a México.
Todavía más: en el ámbito laboral, la movilidad
hacia México de emigrantes con alto nivel de educación
(mismos que podrían caber dentro de los cerebros fugados) no sólo
es de baja intensidad sino que no está vinculada directamente
a la movilidad estudiantil. Está más bien predeterminada
por los factores expulsores que afectaron en su lugar de origen a los
emigrantes, en el ámbito individual o colectivo y, en lo que concierne
el mercado académico, por algunas políticas públicas
que analizaremos en el apartado siguiente.
Aunque los organismos productores
de estadísticas sobre los profesionales
extranjeros asentados en el país (el INEGI, la Subsecretaria de
Migración y el Instituto Nacional de Migración) manejan
poco la variable de escolaridad, muestran la existencia de un modelo
de atracción débil de profesionistas. En 2000, México
registraba a 492 617 residentes extranjeros en el país. De ellos,
el 23.2% tenía una escolaridad equivalente o superior a la licenciatura
(lo que representaba un promedio superior al de la población nativa
mexicana), con grandes desproporciones según la región
de origen: mientras que de Canadá, de Europa y de algunos países
de América Latina (Argentina, Colombia, Cuba) procedía
una proporción importante de recursos humanos altamente calificados,
los que provenían tanto de Estados Unidos como de Guatemala eran
menos educados. Desgraciadamente, no existe información adicional
que ayude a precisar en qué medida esos recursos humanos altamente
calificados están ocupados, en qué sector de actividad
lo están (mercado académico, sector productivo), en qué rama
(secundaria/terciaria) y conforme con qué fórmula de contratación
o en qué tipo de estructura (empresas transnacionales, compañías
nacionales, auto-empleo). Al no ser la circulación de cerebros
un problema de interés político, en términos nacionales
ni regionales, menos información hay todavía sobre el puesto
ocupado, sobre la retribución percibida, y sobre las motivaciones
(oportunidades laborales de mayor interés que en el lugar de procedencia,
facilidades fiscales, crisis económicas o políticas en
el país de origen, razones afectivas)26 .
Por lo tanto, con relación a la migración estudiantil
y profesional de extranjeros a México, es preciso recalcar los
siguientes hechos:
·
Es todavía reducida y no genera efectos positivos de suficiente
alcance para contrarrestar los impactos de la emigración de mexicanos
altamente calificados hacia fuera.
·
México, a diferencia de lo que ocurre con los mexicanos que adquirieron
un doctorado en Estados Unidos, no es para los posgraduados estadounidenses
un destino laboral atractivo, siendo los 5 países de su interés
Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia y Japón (Burelli,
junio 2004),
·
La migración de extranjeros altamente calificados hacia México
es un fenómeno espontáneo y escasamente regulado, en el
sentido de que obedece más a los intereses de los inmigrantes
extranjeros de lo que se inserta en un proyecto de desarrollo nacional,
en áreas estratégicas.
·
Es una migración cuyos niveles educativos, pese a que son globalmente
superiores a los de la población mexicana, varían considerablemente
en función de los países de procedencia. De hecho, los
más calificados proceden esencialmente de algunos países
de América del Sur, del Caribe y de Europa.
Las políticas nacionales
ante la fuga de cerebros en los 90: retener, repatriar y atraer.
En los 90, el gobierno federal
ha buscado frenar la fuga de cerebros, ofreciendo a científicos jóvenes y/o de reconocida trayectoria
mejores condiciones de regreso /ingreso al país y de inserción
en el mercado académico, negociando para ello un préstamo
con el Banco Mundial, bajo el principio de la co inversión al
50%. Incluidas inicialmente en el Programa de Apoyo a la Ciencia y a
la Investigación en México (PACIME), esas políticas
públicas tuvieron como propósitos internacionalizar el
mercado académico doméstico, mejorar los grados de escolaridad
de la plantilla académica y canalizar recursos humanos de alta
calidad a universidades de provincia, con planes para desarrollar áreas
de investigación.
Estas políticas fueron de factura clásica27
, al estar orientadas esencialmente a la captación de doctores
para el mercado académico
y pretendieron lograr tres objetivos: a. la repatriación de los
científicos nacionales que habían adquirido un posgrado
en el extranjero, b. el arribo de científicos extranjeros a las
instituciones mexicanas y c. la inscripción en circuitos internacionales
de los científicos nacionales, que cumplían con ciertas
características de inscripción profesional y de formación
escolar, mediante el apoyo a estancias post-doctorales y a sabáticos
en el extranjero, es decir a una movilidad de corta duración para
un regreso ulterior.
Cuadro 9: Número de estancias sabáticas
y posdoctorales
2002
|
Estancias sabáticas
|
Estancias posdoctorales
|
En el país |
11
|
19
|
En el extranjero |
66
|
76
|
Total |
77
|
95
|
Fuente: CONACYT (2003). Informe general del estado de la ciencia y
la tecnología.
México 2003. p. 38
Globalmente, los programas concernidos
fueron fundamentados en la opción
del retorno (o en la captación en su versión para los extranjeros)
más que en la opción diáspora, retomando el binomio
utilizado en fechas recientes por los especialistas28. Representaron una
elección tradicional, cuyos resultados inmediatos son conocidos
pero cuyas resonancias a mediano plazo son ignoradas. No sabemos casi
15 años después del inicio del programa cuantos investigadores
extranjeros permanecen en el país. Tampoco sabemos si México
fue una elección de residencia temporal, en momentos de crisis
nacional (para los científicos de los países de la Ex Europa
del Este) o para hacerse de un curriculum que les permitiera insertarse
ulteriormente en el competido mercado académico de su país
de origen (los jóvenes doctores españoles que llegaron
vía la Agencia Española de Cooperación Internacional).
Desconocemos pues si México fue una segunda patria o una simple
etapa temporal, en una ruta de migración escalonada hacia otros
países.
Cuadro 10. Repatriaciones y retenciones
1991-1996 y 2002
|
1991 |
1992 |
1993 |
1994 |
1995 |
1996 |
2002 |
Investigadores mexicanos 1/ |
96 |
257 |
160 |
267 |
174 |
195 |
172 |
Investigadores extranjeros2/ |
18 |
148 |
175 |
299 |
171 |
134 |
49 |
1/ Antes Repatriaciones y Retenciones
2/ Antes Cátedras Patrimoniales para Residentes en el Extranjero
Fuente: CONACYT (1996). PACIME Programa de Apoyo a la Ciencia en México.
CONACYT (2003). Informe general del estado de la ciencia y la tecnología.
México 2003. p. 38
En cambio, el gobierno mexicano
no apoyó medidas novedosas, las
cuales, más que pretender un retorno definitivo de los científicos
expatriados, apuntan a una re-vinculación por áreas disciplinarias
entre los que se quedaron en el país y los que están afuera,
con el fin de instaurar una cooperación preferente en torno a
la formación de recursos humanos, a la circulación y a
la actualización permanente de científicos, a la procuración
de fondos y a la investigación compartida.
De hecho, si bien, en México, existen algunas experiencias que
se asemejan a esas redes disciplinarias (por ejemplo, el Fondo Mario
Molina para las ciencias ambientales administrado por el CONACYT y co-financiado
bajo un esquema de donación y de aportes gubernamentales), son
menos comunes que en otros países de América Latina. No
hay ni movilización desde abajo de los científicos nacionales,
para articular las comunidades científicas aquí y afuera,
similares a las redes de argentinos, organizadas en varios momentos,
incluyendo el actual (http://www.conicet.gov.ar/NOTICIAS/ACTUALIDAD/2004/junio/nota73.php),
ni interés expreso de las autoridades en impulsar medidas de reconexión29
. Tampoco hay apoyo gubernamental a iniciativas como el Programa Talentos
Venezolanos en el exterior (TALVEN), Conectándonos al Futuro en
el Salvador, Red Académica Uruguaya, Red científica Peruana
(Meyer & Brown, 1999) o la Red Caldas de Colombia, la cual está enfocada
a establecer “una comunidad virtual del conocimiento” (http://www.colciencias.gov.co/herramientas/impresión.php).
De esa manera, la eventual participación de los mexicanos en redes
de esa índole se concreta, no con base en iniciativas nacionales,
sino a través de programas generales como el de la Red Inter.-
Regional de Científicos de América Latina y del Caribe
o la Asociación latino-americana de científicos.
En consecuencia, nos parece
importante llamar la atención sobre
los siguientes puntos:
·
Seria provechoso complementar la convencional política de retorno
de los cerebros por dispositivos destinados a organizar una diáspora
mexicana del conocimiento, con base en programas de identificación
de los expatriados y de re-vinculación
·
Para ello, sería necesario reflexionar sobre las condiciones que
hacen del retorno una opción fructífera y de las políticas
de reconexión una estrategia exitosa
·
Sería también útil examinar experiencias similares
en curso de implementación en otros países de América
latina o en otros continentes
·
En función de lo anterior, sería indispensable inscribir
la cuestión de la fuga de cerebros en las negociaciones sobre
cooperación internacional, con el fin de instaurar condiciones
para un co-desarrollo, compartiendo recursos e información, recurriendo
a la experiencia acumulada en organismos como la CEPAL, la UNESCO, la
OIT o el PNUD o en países como Filipinas, China, Tailandia, India,
Sudáfrica y negociando programas transnacionales de investigación
o de incorporación de jóvenes científicos, nacionales
o extranjeros.
Conclusiones: la fuga de cerebros ¿una oportunidad o una pérdida
bruta?
Retomando la clasificación de Gallart & Gallart (2002), es
probable que México pueda volverse, a corto plazo, un país
que saca provecho de la circulación de competencias, a partir
de una posición inicial desfavorable, debido a que, pese a una
importante emigración de sus elites calificadas, ha desarrollado
ya un sistema nacional de ciencia y de tecnología 30. Siendo tenue
la frontera entre los países que pierden y los que acaban por
ganar, el logro de ese objetivo dependerá de la reunión
de condiciones favorables.
Para ello, se requeriría primero de una voluntad política
que, a la fecha, se ha manifestado cuando mucho declarativamente. Considerando
la complejidad de la fuga de cerebros hoy día, esa “voluntad
política” habría de traducirse en nuevas alianzas
que permitan documentar la extensión del fenómeno, sus
pautas y sus características; sobre todo, habría de plasmarse
en la puesta en marcha de programas ad hoc, que faciliten con flexibilidad
el retorno de quiénes lo deseen y que restauren vínculos
permanentes con los que residen fuera. Por su relevancia para el futuro
del país,31 la fuga de cerebros debería convocar no solamente
a los organismos oficiales de ciencia y tecnología, sino también
a los diplomáticos, los actores colectivos regionales, los tomadores
de decisión económicos y políticos, las instancias
legislativas y las comunidades de científicos. Es ya un tema
de la agenda política de los organismos macro-regionales en
América Latina e internacionales ¿Se volverá un
punto de la agenda nacional o seguirá siendo un objeto de polémicas,
puntuales y superficiales? ¿Apostará México por
la inteligencia o por el fatalismo?
Adicionalmente, la instalación de mecanismos para observar el
fenómeno, la organización de grupos expertos y la producción
de reportes sobre asuntos específicos permitirán responder
a cuestiones fundamentales. Entre esas, destacan las que conciernen la
extensión del fenómeno, (¿mito o realidad? (Francois
Poncet J, 2000), ¿derrame o evaporación?), la polarización
de los perfiles de migración en América Latina entre los
más calificados y los menos (Pellegrino 2003; Pellegrino & Martínez
2001) y los cambios posibles en la geopolítica, tradicional y
emergente, de los intercambios desde y hacia México. En suma,
no interesa tanto discutir éticamente el problema de la fuga de
cerebros, sean percibidos estos como “exiliados del saber” (Halary,
1994) o “globe-trotters altamente calificados” (Mahroum,
1999), sino construirlo como una urgencia política.
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YANKELEVICH, P.(Coord.) (2002). México, país refugio: experiencias
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Pies
1 Entenderemos
por fuga de cerebros la permanencia por motivos laborales en un país
extranjero, durante un periodo significativo del recorrido profesional.
No abarcaremos en esa categoría a los científicos nacionales
que, al no encontrar trabajo en su área profesional, se quedaron
en el país, ocupando puestos que no tienen que ver con su perfil
de formación. Utilizaremos por tanto la definición de Salt “Brain
Exchange (including brain gain and brain drain). The essence of this multi –faceted
concept is that those who move take a job in the new location broadly commensurate
with their skills and qualifications. Brain exchange implies a two way flow
of expertise between origin and destination. Where the net flow is heavily
in one direction, the term “brain gain” or “brain drain” tend
to be used. Brain exchanges in some forma are characteristics of all economies
and are one component in the complex of flows of goods, information, finance,
etc between economies. Although the notion of brain drain was originally
addressed to migration of Europe (specially the UK) to North America in
the 1960´s, it is now used to describe the net loss of highly skilled
labour from Third World countries and, more recently, from East to West
in Europe” (Salt, 1997:5). «volver«.
2 “La
migración de competencias ha pasado a ser multilateral y policéntrica,
aunque no del todo multidireccional, pues los flujos parecen ir siempre
de los
lugares menos desarrollados a los sitios más competitivos de la economía
mundial del conocimiento (Meyer, Kaplan & Charum, 2001:2). «volver«
3 Utilizaremos
como referentes de ambos conceptos los de Meyer por una parte, de Tarrieu
por la otra.”Se ha escogido el concepto de nomadismo por razones
significativas. Las conductas nómadas conllevan una movilidad
espacial,
social e intelectual, como señaló Gilles Deleuze en su obra filosófica.
Es sabido que los nómadas no son entidades aisladas sino que en general
forman sociedades muy complejas, siguen rutas aprendidas, interactúan
con los contextos problemáticas por los que pasan, a veces de manera competitiva ….Es
este enfoque de la movilidad, que abarca la inculturación, el aprendizaje,
los procesos iterativos y los vínculos colectivos, el que resume la noción
de nomadismo”. (Meyer Kaplan y Charun, op.cit:2-3) .
«volver«
4Regrets,
por ejemplo, indica que, en 1993, los PHDS en ciencias e ingeniería
de origen extranjero y empleados en Estados Unidos procedían esencialmente
de Asía. Sólo 10 000 eran oriundos de algún país
de América Latina, de los cuales solamente 1000 de México.
Indica
asimismo que en 1995, de los 194 doctores en ciencia y tecnología mexicanos
titulados en 1990-91 en universidades de Estrados Unidos, sólo 30% trabajaban
en 1995 en Estados Unidos, lo que representa un porcentaje bajo con respecto
del promedio -47% (Regrets, 1999:188 y 193). En 2001, en el estudio anteriormente
mencionado sobre tendencias de la migración, la SOPEMI registra que ,
aunque México no sea entre los países más afectados por
el fenómeno, algo más de 40% de los doctores que obtuvieron su
grado en Estados desearían quedarse, teniendo propuestas firmes poco menos
del 30%.. Con esas cifras, México se sitúa en la cuarta posición
entre los países de América Latina concernidos, muy por debajo
de Perú, Argentina y Chile. Sólo los brasileños están
menos interesados que los mexicanos en quedarse, con proporciones respectivas
de 28% y 20%.(SOPIME, 2001:96). «volver«
5No
ha habido por ejemplo ningún trabajo sobre las diásporas
científicas en el marco de NAFTA, siendo el tema de baja intensidad
en comparación con su visibilidad en otros macro-bloques como
el de MERCOSUR: En septiembre,
por ejemplo, se celebrará un Seminario Multidisciplinario entre el Instituto
Pasteur y el Instituto de Altos Estudios de América Latina, respecto de
las “diásporas científicas en el interior de MERCOSUR” http://www.mercociudades.org/documentos/doc/actas/doc/consejo_21_BuenosAires_2004.pdf). «volver«
6“L´option
diaspora prend pour acquis que la plupart des expatriés ont fort
peu de chances de revenir au pays, quoiqu´il en soit. Ils se sont
, en effet, souvent établis à l´étranger et y
ont construits leur vie professionnelle et personnelle. Pourtant, ils peuvent
se
sentir toujours très concernés par le développement de leur
pays d´origine, du fait de leurs liens culturels, familiaux ou autres.
L´objectif par conséquent est de créer des liens à travers
lesquels ils pourraient être connectés effectivement et productivement à son
développement, sans retour physique permanent. Un avantage crucial de
l´option diaspora réside dans l´absence d´ une nécessité d´investissement
infrastructurel préalable massif puisqu´elle consiste. à capitaliser
sur des ressources préexistantes. Elle est donc à la disposition
de n´importe quel pays qui serait prêt à faire l´effort
social, politique organisationnel et technique pour mobiliser une telle diaspora.
Une perspective prometteuse dans une telle stratégie est que le pays,
a travers les expatriés, peut avoir accès non seulement à leurs
connaissances incorporées individuelles mais aussi aux réseaux
socioprofessionnels dans lesquels ils sont insérés à l´étranger » (Meyer & Brown,
1999 :10 -11). «volver«
7“The
literature on the migration and mobility of the highly skilled people is
generally grouped into several categories. Firstly, there are studies that
look into the international movement of highly skilled personnel in general
and
detect theirs inwards and outwards flows for the various countries [….]
Another group of studies focuses on individual professions within highly skilled
categories [], such as medical practitioners[] , bankers [], scientists [] and
academics []or individuals nationalities []. In this group of studies, some stress
the impact of scientist migration of the sending countries (…)and others
are concerned with the impact of these on the receiving countries” (Mahroun,
1999:170). «volver«
8Según
los datos de CONACYT, en los 30 años del programa, 100 021 becas
fueron otorgadas, de las cuales 26% fueron para estudios en el extranjero
(SEP-CONACYT, 2000: 15. «volver«
9“Al
momento de levantar la encuesta, se encontró que aproximadamente
5% de los ex becarios viven y trabajan fuera del país. Este dato
nos da
una visión de la magnitud de la “fuga de talentos”.El país
que mayor atracción tiene para los ex becarios es Estados Unidos, casi
las dos terceras partes residen ahí. En Europa está el 26% y en
Canadá el 5 por ciento. Las dos terceras partes de los que optaron por
trabajar fuera del país provienen principalmente de los campos de ciencias
básicas y naturales, ingeniería y aplicadas a la biología”.
SEP-CONACYT, 2000: 22). «volver«
10“Adicionalmente,
se encontró que las dos terceras partes de los que recibieron
ofertas de trabajo (fuera) habían estudiado en el extranjero y
la tercera parte realizó su posgrado en el país” (SEP-CONACYT,
2000:23). «volver«
11Más
allá del universo cubierto por el sistema de becas CONACYT, es
difícil estimar cuántos estudiantes mexicanos están
matriculados afuera, debido a la inconsistencia de las diversas fuentes.
Por ejemplo, menciónese
que según el IIE de Estados Unidos, el 33.8% de los 12801 estudiantes
mexicanos que están registrados en el país estudian maestría
y doctorado, lo que duplica la cifra global de becarios en el extranjero registrados
por el CONACYT y casi cuadruplica la de becarios que ese organismo apoya en Estados
Unidos. . «volver«
12Según
el discurso pronunciado por la Ministra encargada de la Investigación
y de las Nuevas Tecnologías de Francia, el 28 de agosto de 2002, “la
agencia Edufrance vio recientemente sus actividades centradas para promover
la oferta universitaria francesa y atraer a Francia estudiantes de alto
nivel en
las maestrías y doctorado y en paralelo para garantizar una recepción
de calidad a los estudiantes extranjeros “in http.//www.recherche.gouv.fr/discours/2002/dambassadeurs.htm. «volver«
13Las
profesiones contempladas en el TLCAN son: actuaría, arquitectura,
análisis de sistemas computacionales, ajustador de seguros, economía,
ingeniería, agronomía forestal, diseño gráfico,
administración
hotelera, diseño industrial, diseño de interiores, arquitectura
de paisaje, land surveyor, arquitectura de paisaje, derecho, librero, consultor
en gestión, matemáticas, conservación, tecnología
científica, trabajo social, silvicultura, planificación urbana,
conserjería de orientación, para las profesiones generales, Para
las del área de la salud, se contemplan las siguientes especialidades:
Odontología, dietética, técnico de laboratorio, nutrición,
terapia ocupacional, farmacia, médico, fisioterapeuta, psicólogo,
terapia recreativa, enfermería, veterinaria; en las científicas,
agricultura, nutrición animal, apicultura, astronomía, bioquímica,
biología, química, entomología, epidemiología, genética,
geología, geoquímica, geofísica y oceanografía, horticultura,
meteorología, farmacología, física, mecánica de suelos,
zoología, plantas y pollos. «volver«
14“Para
responder a las disposiciones del anexo 1210.5 del capítulo XII
de TLCAÑ sobre servicios profesionales, en 1994, en México,
la Dirección General de Profesiones adscrita a la Secretaria de
Educación
Pública instaló 12 COMPI para que determinen de común acuerdo
con sus contrapartes de Canadá y de Estados Unidos los criterios para
el reconocimiento mutuo de los diplomas, pese a las asimetrías en materia
de escolaridad, certificación de las competencias, formación profesional,
experiencia, ética profesional y normas jurídicas. Diez años
después de su instalación, los COMPI en ingeniería, derecho,
actuaría y contabilidad llegaron a acuerdos con sus homólogos” (Didou,
García Guadilla y Muñoz, 2004: 9).
El proyecto 6 por 4 del Centro Nacional de Evaluación A. C. (CENEVAL)
con el Programa . «volver«
15Columbus
y la UEALC pretende construir un dispositivo de reconocimiento mutuo
en administración, ingeniería electrónica, medicina,
química, historia y matemáticas entre universidades latinoamericanas
y europeas, construyendo acuerdos en torno a las competencias profesionales,
los créditos académicos, la acreditación y las evaluación-formación
para la innovación y la investigación. . «volver«
16“The
international mobility of skilled workers within the framework of provision
of traded services internationally is another form of labour migration
that is increasing sharply. The movements are usually for short periods,
though
they may extend for several months or recur at frequent intervals” (OCDE,
2002). «volver«
17Entre
1985 y 2000, el número de mexicanos que obtuvieron un doctorado en Estados-Unidos
fue de 2501.En el mismo lapso, México registró a 7356 egresados
del sistema nacional de doctorado (National Science Foundation, 2003 y ANUIES,
anuarios estadísticos correspondientes al año). «volver«
18“Es
en efecto posible afirmar que, entre los numerosos fenómenos
que acompañan las migraciones intelectuales, los países africanos
conocen lo que en la literatura se conoce como « brain overflow »,
término que indica una sobre producción de personal calificado
un empleo de los cerebros disponibles en esos países. Algunos de esos
trabajadores altamente calificados pueden no ser del todo absorbidos y constituyen
un exceso, debido a una insuficiente oferta de trabajo o a un exceso de recursos
humanos en los países en cuestión. Dichos recursos humanos encuentran
una salida natural en otros países, incorporándose a mercados extranjeros. » (Worku
Anglane, 2002). «volver«
19La SOPEMI,
en su reporte anual de 2001 para la OCDE sobre las Tendencias en la
migración internacional, dedica un apartado a “Student migrations,
form and prerequisites of migrations of HRST”. Allí, remarca que,
aunque haría falta cálculos sobre la incidencia del fenómeno
a escala internacional, “Thus, it can easily be seen how student migrations
can be a precursor to subsequent migrations of qualified workers” (SOPEMI,
2002:95). «volver«
20Aunque
uno de los problemas para abordar la cuestión de la migración
de talentos sea el de la calidad, consistencia y comparación de los
datos,
en el caso de los sesgos lingüísticos, otras fuentes arrojan diagnósticos
similares. Por ejemplo, según la SOPEMI; 92.7% de los estudiantes mexicanos
inscritos en el extranjero estudiaban en un idioma diferente al nativo: 88% en
ingles y 10% en francés. (SOPEMI, 2001:111). «volver«
21La OCDE
registra por ejemplo 9254 estudiantes mexicanos en Estados Unidos mientras
el International Institute of Education contabiliza a 12218. «volver«
22Según datos sobre el conjunto de ese universo, en 1983, el 59.8% de los
doctores extranjeros no consideraban quedarse en Estados Unidos; en 2001, la
proporción había descendido a 25.1% (National Science Foundation,
Science &Engineering Indicators, 2004). «volver«
23Entre
1975 y 2001, el porcentaje de extranjeros empleados por instituciones académicas
pasó de 12% a 21%, con picos en ciencias computacionales (39%), ingenierías
(35%) y matemáticas (28%). “En 2001, foreign students earned a
larger `proportion of degrees at the doctoral level than at any other degree
level,
more than one third of all S&E doctoral degree awarded. Their proportion
in some fields was considerably higher in 2001; foreign students earned 49% of
doctoral degrees in mathematics and computer science and 56 percent in engineering.
In particular subfields, foreign doctoral recipients were in an even higher proportion
of the total (e.g. 65 percent in electrical engineering) (National Science Foundation,
Science &Engineering Indicators, 2004 in http://www.nsf.gov/sbe/srs/seind04/c2/c2s3.htm
). «volver«
24En 2003,
9257000 personas censadas en Estados Unidos habían nacido en
América Central. De ellos 609 0000 tenían un grado de estudios
igual o superior a bachillerato. Según una anotación del propio
censo, la mayoría de las personas de América Central era mexicanos.
Esa cifra deja entrever la migración a Estados Unidos de un número
importante de profesionistas que no laboran en el sector académico, pese
a que la proporción de profesionistas con respecto de los demás
migrantes sea en América Central mucho menor (6.6%) a los porcentajes
respectivos en las poblaciones caribeñas (18.1%) y sur americanas (28.2%)
(US Census Bureau, Current Population Survey, 2003, internet release date 5 august
2003). «volver«
25Existe
una base de datos sobre la movilidad de profesionales latino-americanos, en
el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía de la CEPAL.
Los datos de los censos correspondientes indican un crecimiento entre 1980
y
1990 de 11.8% de la migración de profesionales y técnicos latino-americanos
en el interior de la región y de 53.9% hacia Estados Unidos. México
tenía en esas fechas y en comparación con otros países de
la región un bajo porcentaje de profesionales y técnicos por cada
mil inmigrantes activos en Estados Unidos (26.1 contra 191.4 en Argentina, 156.1
en Chile, 138.1 en Panamá, por ejemplo) (Pellegrino, sf, cuadros 1 y 2). «volver«
26En ese
sentido, llama la atención por ejemplo que en los países
más desarrollados (que están en una situación de mayor equilibrio
relativo en cuanto a expulsión- atracción) tengan mayor información,
cualitativa y cuantitativa, que los países más afectados. En Francia,
por ejemplo, a lo largo de los 90, fueron producidos bajo la iniciativa de los
organismos legislativos, de grupos de investigación y de instancias regionales
diversos estudios exploratorios sobre la fuga de cerebros que permitieron tomar,
desde varios ángulos, la medida del fenómeno. «volver«
27De hecho,
como rasgo general, las políticas de retorno para la transferencia
de tecnología suelen ser dirigidas a los cien tíficos de alto
nivel
más que a los personales altamente calificados, los cuales están
en mayor medida sujetos a obligaciones de reserva y de confidencialidad. “El
diseño de políticas de vinculación exige una identificación
de las características de diferentes grupos de migrantes calificados:
Un primer grupo estaría constituido por profesionales que trabajan en
compañías transnacionales. En este caso, los migrantes difícilmente
pueden optar por la colaboración por sus países de origen, en la
medida en que las empresas exigen una fidelidad empresarial que impide a sus
funcionarios participar en actividades que puedan implicar transferencia de habilidad
o de tecnología[………]Un segundo grupo incluye a migrantes
que se desplazan de manera autónoma, en periplos que en muchos casos incluyen
etapas iniciales destinadas a la realización de estudios universitarios,
En este grupo estarían incluidos los científicos básicos
y sociales y. más en general, los investigadores y docentes que pertenecen
al medio académico así como profesionales que se encuentran en
proyectos migratorios que pueden tener diferentes expectativas de duración
(Pellegrino, 2001:3.2.14). «volver«
28“Ese
esquema ha recibido el nombre de “opción diáspora” en
oposición a “opción retorno”; esta busca la vuelta
física de los expatriados altamente capacitados a su país de
origen,
mientras la primera sólo pretende movilizarlos y conectarlos (donde quiera
que estén) con su país natal. La opción retorno se basa
en el enfoque tradicional del capital humano, en el que el objetivo es recuperar
el conocimiento acumulado por un individuo. La opción diáspora
es mucho más afín a las nuevas nociones de redes y refleja una
manera de pensar abierta a los contactos, en la que no sólo se puede aprovechar
ese conocimiento sino también las amplias redes socio-profesionales y
los recursos humanos, materiales y cognitivos asociados a él” (Meyer,
Kaplan & Charún, op.cit:10). «volver«
29“En
1999 fue creado por iniciativa del gobierno de la ciudad de Buenos Aires,
la Universidad de Buenos Aires y el Programa Red Inter. Regional de Científicos
de América Latina y el Caribe de la UNESCO, el programa cre@r
, una estructura destinada a generar bases de datos de emigrantes profesionales
argentinos en
el exterior y de necesidades urbanas en cooperación técnica. En
2000, un programa de características similares es creado en la Secretaria
de Ciencia y Tecnología e Innovación Productiva en la República
Argentina, RAICES cuyos métodos de trabajo son similares a los de cre@r
pero destinados al ámbito nacional” (Lema, 2003) . «volver«
30La
clasificación de países afectados por la fuga de cerebros
propuesta
por Gallart y Gallart, en 2002, se organiza en tres categorías, las naciones
que están en una situación de pérdida neta, las que se benefician
de la emigración de recursos humanos altamente calificadas y las que están
en una situación de pérdida-ganancia. Dentro de esos últimos,
los autores diferencian los países como México, los que han invertido
sus flujos migratorios, gracias a la consolidación de los sistemas de
investigación y al crecimiento económico (países del sureste
asiático) y los que, beneficiándose de comunidades científicas
y técnicas desarrolladas, han instalado redes para reconectarse con sus
elites expatriadas.(Gaillard & Gaillard in http://www.arts.uwa.edu.au/MotsPluriels/MP2002ajg.html
). «volver«
31“However,
international migration of highly skilled workers is on the rise and has
emerged as an issue of increasing relevance, not just to immigration ministries
but also to higher education and research ministries as well as economic
ministries” (OECD, 2002) . «volver«
. Los programas de atraccción de trabajo altamente
calificado de América del Norte y su impacto para México
Elia Marúm Espinosa
correo-e:emarum@cencar.udg.mx
Resumen
Se describe el contexto en el que se desempeñarán los egresados
del sistema de educación superior mexicana como trabajadores especializados
y como recursos humanos de alta calificación, en México,
Estados Unidos y Canadá, bajo la perspectiva de una región
norteamericana de libre mercado de servicios profesionales, en especial
dentro del marco del TLCAN. Se estudia el caso de los programas de atracción
para alentar la migración mexicana hacia Estados Unidos y Canadá,
de fuerza de trabajo altamente calificada, como los egresados de los
niveles correspondientes a la educación superior. Se reflexiona
sobre la necesidad de compensar la asimetría de México
con fondos especiales proporcionados por los otros dos países
miembros del TLCAN, para que el libre tránsito de profesionales
sea beneficioso y no promueva la fuga de talentos y la erosión
de la fuerza de trabajo mexicana de alta calificación.
Palabras clave: Migración, mercado profesional, TLCAN, movilidad
laboral, certificación.
Abstract
t his paper looks for a panoramic view of the context in which alumni
of the higher education system in Mexico perform as specialized work
force in Mexico, the United States and Canada under the perspective of
the professional service free trade North American region market, in
particular within NAFTA. The case of attraction programs is studied in
order to sponsor Mexican migration towards the US and Canada of highly
qualified labor such as graduate students from higher education institutions.
Reflection is made on the need to compensate asymmetries of Mexico with
funds specially provided by the other two NAFTA member countries in order
to have a beneficial transit of professionals without fostering brain
drain and the erosion of the Mexican highly qualified labor market.
Key words: Migration, professional market, NAFTA, labor mobility, certification.
Introducción y premisas
En el presente trabajo se busca dar una visión panorámica
del contexto en el que se desempeñarán los egresados del
sistema de educación superior mexicana, como trabajadores especializados
y como recursos humanos altamente calificados en México, Estados
Unidos y Canadá, bajo la perspectiva de una región norteamericana
de libre mercado de servicios profesionales, en especial dentro del marco
del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Se
parte de la premisa del surgimiento de nuevas relaciones sociales en
torno al trabajo, que deben articularse de una manera diferente de como
se articulaban antes, ya que “para la mayoría de la humanidad
el mundo del trabajo, con la nueva situación social neoliberal,
se convierte en un campo potencial de lucha (De la Garza, 2001).
Aunque se hace énfasis en el caso mexicano, no podemos abstraerlo
del resto de América Latina y el Caribe, ni de la dinámica
de América del Norte, porque no pueden eludirse los esfuerzos
realizados por Estados Unidos para impulsar el Acuerdo de Libre Comercio
de las Américas (ALCA) y en este nuevo contexto cobran especial
relevancia los avances que se tengan en la parte norte del continente.
En el subcontinente latinoamericano la Población Económicamente
Activa (PEA) asalariada en relación con la PEA total ha disminuido.
Los técnicos asalariados en relación con la PEA asalariada
han venido disminuyendo al igual que los administrativos asalariados
en relación con la PEA asalariada, y estas proporciones han sido
menor o igual a 20%, por lo que el trabajo altamente calificado (OIT,
2002) no es el que encabeza el crecimiento del mercado laboral, y el
trabajo de alta especialización no es cuantitativamente el más
importante, de modo que no será el mercado de servicios profesionales
uno de los aspectos prioritarios o mayoritarios a negociar en el ALCA,
aunque las implicaciones de su negociación son muy fuertes para
el sistema de educación superior mexicano, como se verá en
la parte final de este trabajo.
En el mercado laboral se han producido cambios en la concepción
y relación social con los trabajadores, donde al tradicional concepto
de productividad, se le ha incorporado el de competencia laboral. “Las
competencias contienen la idea de que un asalariado debe someterse a
una validación permanente y probar constantemente su adecuación
al puesto, su derecho a una promoción o a una movilidad profesional.
La movilización de individuos trabajadores se da sobre la base
de la búsqueda de la eficiencia económica, pedagógica
y productiva, con lo que se requieren mecanismos de acreditación
y certificación que permitan constatar esta eficiencia y la validación
permanente de su adecuación al puesto de trabajo” (Tanguy,
2001; Mallet, 1997). Esto lleva a necesitar el análisis del medio
en el que se producen las competencias y, por tanto, a crear las bases
para la acreditación de las instituciones educativas que las forman.
El correlato laboral que corresponde a las competencias genera una situación
donde se pasa de una fórmula de que a igual puesto, igual salario,
por otra, de a cada quien según su competencia.
Sin embargo, las diferencias salariales se dan por algo más que
la competencia. El salario promedio por hora en la industria manufacturera
de los países desarrollados es mayor al que se paga en las industrias
manufactureras de América Latina, como se ilustra en el Cuadro
1. A pesar de que la globalización ha profundizado la internacionalización
del capital, México y otros países, siguen compitiendo
con bajos salarios y con escasa fuerza laboral altamente calificada.
Cuadro 1
Salario promedio por hora
en la industria manufacturera por país
(en dólares americanos)
Alemania |
31.88 |
Japón |
23.66 |
Francia |
19.34 |
Estados Unidos |
17.20 |
Canadá |
16.03 |
México |
2.10 |
India |
0.25 |
China |
0.25 |
Fuente: Organización Internacional
de Trabajo (OIT), 2002.
Es en este nuevo contexto y en esta nueva conceptualización donde
se ubican los egresados de la educación superior, tanto del nivel
licenciatura como del posgrado, y es esta la perspectiva que se ha consolidado
en la integración económica y comercial de América
del Norte, en particular en los supuestos subyacentes en los artículos
XII y XVI del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)
relativos al mercado de servicios profesionales trinacional y en un futuro
continental, si se acuerda el ALCA.
La integración asimétrica
Los niveles educativos de la población de los tres países
de América del Norte muestran la clara asimetría con México,
que como país no desarrollado (o emergente), fue considerado como
tal al dársele la categoría de asimétrico en la
firma del protocolo del Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT
por sus siglas en inglés) en 1986 cuando inició su apertura
económica y comercial, pero fue desconocida al signar el TLCAN,
donde se le dio trato de país desarrollado, esto es, no se reconoció la
asimetría existente entre México y los otros dos países
de América del Norte, como lo señalaba el protocolo del
GATT y como ha sucedido en el caso de integraciones económicas
entre países de distintos niveles de desarrollo, como el caso
europeo, invalidando con ello la premisa del libre comercio como factor
de desarrollo entre iguales. Los países que decidieron formar
primero un mercado común y avanzarlo hacia una unión económica
en Europa, reconocieron que países como España, Portugal,
Grecia y Turquía tenían condiciones de menor desarrollo
que debían reconocerse, pues el libre comercio sólo es
benéfico cuando se da entre iguales, por lo que debían
proporcionar fondos para el desarrollo general y regional de estos países.
La condición de asimétricos o menos desarrollados obligó a
los países europeos de mayor desarrollo a asignar fondos de apoyo
al desarrollo de sus futuros socios. Así, con base en el protocolo
del antiguo GATT se crearon tres fondos: el Fondo Social Europeo, para
impulsar la educación y el empleo en países que están
por debajo del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita promedio
y de la renta media; el Fondo de Desarrollo Regional (FEDER) para la
reconversión industrial y el apoyo a regiones poco desarrolladas
dentro de un país y el Fondo Agrícola (FEOGA) para subvencionar
a la producción agrícola de los países de la Unión
Europea32. Con estos apoyos otorgados durante varios años, los
países y las regiones menos desarrolladas contarían con
las condiciones de infraestructura, educación y apoyos necesarios
para competir en igualdad de condiciones. Adicionalmente se cuenta con
el Fondo Europeo de Inversiones, que es una institución financiera
especializada en proveer capital de riesgo e instrumentos de garantía
para la creación, crecimiento y desarrollo de pequeñas
y medianas empresas33.
Todos estos apoyos a la integración de desiguales, ha permitido
que los países menos desarrollados, o las regiones menos favorecidas
dentro de cada país, contaran con los recursos necesarios por
el tiempo suficiente requerido para impulsar estrategias y acciones que
los lleven a equiparar sus condiciones de desarrollo y competitividad
con los demás países asociados, plataforma que asegura
los beneficios del libre comercio para todos.
El caso de integración de América del Norte resulta un
hecho inusitado en las formas de integración económica
y comercial, porque asocia y pone a competir en un comercio liberalizado
a países con profundas desigualdades que se acentúan en
el caso de México, pero sin que haya mediado el reconocimiento
a su asimetría, y sin que haya existido fondo alguno para ayudar
a subsanar esta desigualdad, como sucedió en el caso europeo,
por lo que las bases de la premisa del libre comercio como benéfico
para quienes lo realizan no se ha cumplido.
Impactos de la integración del mercado de servicios profesionales
en América del Norte
Se espera que para el año 2005 entre en plena vigencia el libre
tránsito de profesionales y personas de negocios entre los tres
países de América del Norte, de acuerdo con lo signado
en 1994 en los artículos XII y XVI del mencionado tratado, lo
que ha fortalecido en México el impulso de lineamientos de políticas
públicas para mejorar y asegurar un alto nivel de calidad de los
planes y programas de estudio del nivel superior (técnico superior
o profesional asociado, licenciatura y posgrado), de manera que cuenten
con la acreditación que facilite el reconocimiento de títulos
y grados mexicanos en los otros dos países signantes del TLCAN
y de otros tratados y acuerdos comerciales en general que incluyen el
libre comercio de servicios profesionales.
A las políticas de búsqueda y aseguramiento de la calidad
en la formación de las profesiones en el nivel superior y en el
posgrado, se han sumado esfuerzos gubernamentales por integrar el financiamiento
extraordinario más allá del presupuesto irreductible correspondiente
al subsidio ordinario, en la integración de programas que si bien
ya existían parcial y desarticuladamente en años anteriores,
a partir de 2003 se han integrado en el Programa Integral de Fortalecimiento
Institucional (PIFI), que si bien no responde sólo y únicamente
a la apertura comercial y económica del país, sí busca
contribuir en la construcción de condiciones que aseguren el libre
tránsito de profesionales y posgraduados, apoyando procesos de
acreditación o fe pública de la calidad, como credibilidad
social para el reconocimiento y confiabilidad social del trabajo de los
profesionales. A este programa buscan articularse también los
esfuerzos del Consejo Nacional de Ciencia y tecnología (CONACyT),
para impulsar de manera especial la calidad de los programas de posgrado,
desde el nivel de Especialidad hasta el Doctorado, a través del
reconocimiento y financiamiento del Programa Integral de Fortalecimiento
del Posgrado (PIFOP), para aquellos programas que puedan ser considerados
de alta calidad en 2006 y del Programa Nacional de Posgrado (PNP) para
los que ya lo sean34.
De igual manera se ha alentado la formación de organizaciones
acreditadoras de la calidad de los planes y programas, de manera que
pueda contarse, además de con la fe pública de su calidad,
con las bases para el reconocimiento de títulos y grados, cuya
aceptación automática no fue establecida en el capítulo
XVI y sus anexo del TLCAN, y se ha creado el Consejo para la Acreditación
de la Educación Superior (COPAES) como organismo no gubernamental,
que reconoce a estas instancias acreditadoras.
Se ha adicionado a los requisitos de acreditación institucional
de procesos académicos, la certificación para procesos
administrativos con las reglas del ISO9001-2000, por lo que se ha creado
ya el grupo IW2 (International Workshop Agreement) para establecer este
nuevo ISO sectorial especial para instituciones educativas, incluyendo
a las de educación superior35. La acreditación académica
y la certificación de procesos administrativos buscan equiparar
y homologar procesos y resultados académicos, para garantizar
la estandarización y cumplimiento de los procesos involucrados
en dicha formación, asegurar la asignación de recursos
públicos para procesos confiables y a su vez apoyar y facilitar
la movilidad de trabajadores calificados, provenientes de instituciones
con programas acreditados y proceso certificados.
A su vez, se encuentran ya muy avanzados los estudios para la reforma
constitucional del artículo V, que podría introducir cierta
obligatoriedad de niveles de calidad antes de otorgar las cédulas
para el ejercicio profesional en algunas carreras, y se han creado organismos
especiales para la evaluación y acreditación de la calidad
de los programas que ofrecen las instituciones de educación superior
mexicanas.
Programas de migración y estrategias para atraer migrantes de
alta calificación
Estados Unidos y Canadá, han diseñado programas de migración
para atraer a egresados de la educación superior mexicana para
facilitar su incorporación a su mercado de trabajo en áreas
que para ellos son estratégicas. Esto no plantea la reflexión
sobre la inversión en educación en un país pobre,
asimétrico, que beneficia a países con mayores niveles
de desarrollo y con mayores recursos para la educación.
Esta situación hace impostergable volver a poner en la mesa de
las discusiones y de las negociaciones la necesidad de compensar la asimetría
de México con fondos especiales proporcionados por los otros dos
países miembros del TLCAN, para que el libre tránsito de
profesionales sea beneficioso y no promueva una integración subordinada
que impediría al libre comercio ser un mecanismo de desarrollo
y no un elemento para postergar la conformación de una población
educada y con una fuerza de trabajo en condiciones equiparables a la
de los países competidores del norte del continente.
El trabajo calificado en Canadá, EU y México. Una visión
panorámica de sus diferencias
Dado que el libre tránsito de trabajadores sólo se negoció para
el trabajo altamente calificado, comenzaremos por estudiar cuál
es la situación de este segmento del mercado de trabajo. Los trabajadores
de alta calificación en México representan un porcentaje
pequeño de la fuerza laboral, en tanto que en los países
competidores del norte son un porcentaje importante de la población
total, lo que dificulta y dificultará el tránsito hacia
una sociedad del conocimiento y hacia una integración que no sea
subordinada a los dos países desarrollados del norte, Estados
Unidos y Canadá, como se observa en el Cuadro 2.
Cuadro 2
Nivel educativo de la población total (nacional y extranjera)
como %
Nivel Educativo |
Canadá |
Estados Unidos |
México* |
Bachillerato o menos |
|
|
|
a) Extranjeros |
22.2 |
35 |
|
b) Nacionales |
22.5 |
17 |
75.3 |
Más que Bachillerato |
|
|
|
a) Extranjeros |
- |
24 |
|
b) Nacionales |
48.5 |
35 |
15.7 |
Educación Superior |
|
|
|
a) Extranjeros |
29.9 |
40.9 |
|
b) Nacionales |
29.1 |
49.3 |
9 |
Fuente: OCDE(2002) Trends in International Migration, Labour force survey
(Eurostat), Statistics Canada, US Bureau of the Census. INEGI, STPS,
1996.
*Para México no está disponible la información del
nivel educativo para nacionales y extranjeros y los porcentajes se refieren
a Fuerza de Trabajo y no a Población Total.
Tanto Canadá como Estados Unidos alientan la inmigración
de personas de alta calificación, en general, y aunque en el TLCAN
se acordaron los lineamientos básicos sobre los cuales se elaborarían
las normas para dar facilidades migratorias a profesionales y posgraduados
de los tres países, aún no se concluye su elaboración;
a partir de 1994 el mercado de servicios profesionales ha estado funcionando
con reglas casuísticas de movilidad y sobre la base de despachos
o bufetes que operan en el nivel transnacional y sobre la demanda de
las grandes organizaciones.
De manera informal, la Subsecretaría de Población y Servicios
Migratorios del gobierno mexicano36 ha mencionado que entre 1995 y 2000
ingresaron a México más de 16,000 profesionales de América
del Norte, en especial Contadores, Abogados, Mercadólogos, especialistas
en Finanzas y Administración, Ingenieros, Arquitectos y en menor
medida Médicos y especialistas de otras áreas. Por el contrario,
también sin ser datos oficiales, se ha mencionado que la emigración
de mexicanos altamente calificados a esos países se ha dado en
cantidades similares, pero en las áreas de Medicina, Educación
Básica, Ingeniería, Enfermería y Odontología,
sin que hasta ahora se hayan concluido las negociaciones para el reconocimiento
de títulos y grados y sin que exista reciprocidad en el trato
ni el reconocimiento de la asimetría, ni el compromiso de proporcionar
fondos para el desarrollo a México.
Condiciones migratorias para trabajadores calificados
en Canadá,
Estados Unidos y México
A continuación resumiremos los programas y condiciones de trabajo
para extranjeros que existen en EU y Canadá, de acuerdo con la
OCDE (2002), y daremos alguna información puntual para el caso
de México, señalando, una vez más, el interés
que existe por atraer sólo migrantes de alta calificación.
Canadá
Tiene un programa de inmigración permanente y otro de inmigración
temporal. Las principales categorías de trabajadores que se aceptan
para la inmigración permanente son: 1) trabajadores calificados
o bien, 2) personas de negocios como inversionistas, empresarios, trabajadores
por cuenta propia. Es importante resaltar que no se ha buscado la ampliación
de un tratado de libre comercio hacia la de un mercado común que
permita el libre tránsito de mercancías, capital y trabajadores,
sino que sólo se aprueba la facilidad migratoria para personas
altamente calificadas, esto es, con capital educativo ya invertido en
ellas y no de trabajadores no calificados o con escasa calificación,
que son el la verdadera presión sobre el mercado laboral transfronterizo.
El programa de inmigración temporal tiene las siguientes categorías
: 1) trabajadores temporales altamente calificados; 2) profesionales
desarrolladores de software para proyectos piloto especiales y 3) trabajadores
temporales en el marco del TLCAN o del Tratado de Libre Comercio Canadá-Chile.
Las condiciones de admisión generales para la residencia permanente
son: un nivel comprobable de educación post-secundaria (más
allá del bachillerato o preparatoria), pasar una prueba de selección
que otorga puntos con base en criterios tales como el nivel de educación,
conocimiento lingüístico, habilidades y experiencia. A los
aspirantes con familiares ya establecidos en Canadá, se les dan
puntos adicionales. Para los casos específicos de los inversionistas, éstos
deben hacer un mínimo de inversión en un negocio canadiense
y para el caso de los empresarios y auto empleados, éstos deben
ser capaces de generar trabajos en Canadá.
Referente a la inmigración temporal, las condiciones de admisión
son establecidas por el empleador según estándares canadienses
para el caso de trabajadores altamente calificados los cuales puede ser
rechazados con base en la disponibilidad de trabajadores locales (aunque
hay muchas excepciones); por cierto, esta restricción no está vigente
para ningún otro tipo de inmigrante.
Para desarrolladores de software y trabajadores en el marco de tratados
comerciales firmados por Canadá, la condición general de
admisión temporal es un nivel de educación post-secundaria
(mas allá del bachillerato o preparatoria), aunque para éstos últimos
existe un lista de ocupaciones específicas.
Canadá no tiene una cuota límite de inmigración,
como lo tiene Estados Unidos, sin embargo, se dan rangos de planeación
para cada categoría de inmigración dentro de los trabajadores
calificados que buscan residencia permanente.
Para los inmigrantes temporales, trabajadores altamente calificados,
así como profesionales en Ciencias de la Información, la
duración de permanencia autorizada es de tres años y de
solamente un año para el caso de los trabajadores sin calificación
dentro del marco de los tratados comerciales. Existe la posibilidad de
renovación del permiso en todas las categorías.
En lo que se refiere a la posibilidad de reunificación familiar,
Canadá ofrece apoyo a los familiares cercanos de los aspirantes
a la residencia permanente para que acompañen a éste, ya
sea desde un principio o bien durante un tiempo posterior. Este también
es el caso para los inmigrantes temporales, aunque los familiares de
trabajadores altamente calificados, en algunos casos, requieran aplicar
para autorización de empleo (no se requiere validación).
Los familiares de los profesionales del software y los de los trabajadores
dentro del marco de tratados comerciales también son apoyados
para que acompañen a éstos, sin embargo, no reciben el
derecho a realizar actividades laborales.
Estados Unidos
Al igual que Canadá, los Estados Unidos de Norteamérica
tienen un programa de inmigración permanente y otro de inmigración
temporal. Para la inmigración permanente, la categoría
principal de trabajadores cae dentro del sistema de la Tarjeta Verde
(Green Card) para profesionales con grados avanzados en ciencias, artes
o negocios; o bien, para trabajadores con prioridad y otros trabajadores
con altas competencias. La información sobre las condiciones generales
o específicas de admisión para estos inmigrantes no están
disponibles; sin embargo, su aplicación puede ser rechazada con
el argumento de que existan trabajadores locales disponibles, o bien,
que ya se haya excedido la cuota anual máxima de 140,000 solicitudes
(incluyendo miembros de la familia). Los inmigrantes permanentes son
apoyados para la reunificación con familiares cercanos con posibilidad
de autorización de trabajo para éstos.
En relación con la inmigración temporal, se tienen trabajadores
dentro del programa H-1B, o bien, el de los inmigrantes temporales aceptados
en el marco del TLCAN. La condición general de admisión
para estos inmigrantes es tener grado de licenciatura o cuatro años
de estudios de nivel universitario, en este programa tres años
de experiencia relevante cuentan como un año de licenciatura.
Para el caso específico de los trabajadores dentro del programa
H-1B, se requiere tener un ofrecimiento de empleo en las mismas condiciones
que los nacionales. La disponibilidad de trabajadores locales no es argumento
para rechazar a los aspirantes a estos casos de inmigración a
los EU. Este país plantea una cuota de 195,000 permisos de trabajo,
que no incluyen a los universitarios ni a los trabajadores de organizaciones
sin fines de lucro. Hay una cuota especial de 5,500 profesionales mexicanos
a partir del 1 de enero de 2004, en el marco del TLCAN.
Para los inmigrantes temporales se autorizan seis años de estancia
y se puede otorgar la categoría de residente cuando procede la
aplicación o solicitud. Para los trabajadores calificados aceptados
en el marco del TLCAN, esto es, de alguna de las 60 profesiones reconocidas
en el Anexo II del artículo XVI de este tratado, se autoriza la
estancia de un año, renovable indefinidamente y se tiene la posibilidad
de reunificación familiar.
México
En México las condiciones generales de inmigración para
trabajadores son estipuladas por el Instituto Nacional de Migración,
dependiente de la Subsecretaría de Población y Servicios
Migratorios de la Secretaría de Gobernación, y se sustentan
en una serie de trámites y requisitos para otorgar la licencia
de trabajo en el país, especialmente para quienes trabajarán
por cuenta propia, y para los que serán empleados por organismos
o empresas en el país, se requiere la propuesta de trabajo. Para
los trabajadores extranjeros de alta calificación amparados por
un Tratado de Libre Comercio, se aplican los acuerdos negociados. En
el TLCAN, México firmó el acuerdo de igualar la cuota que
pusiera EU dos años después que este país para profesionales
norteamericanos, plazo que vence el 1 de enero de 2006.
En el caso de profesionales canadienses no hay cuota y sólo se
aplican los requisitos de acreditación que acuerde la comisión
especial formada para este aspecto, cuyos trabajos siguen en proceso,
a pesar de que los plazos originalmente pactados ya se vencieron.
Atracción de trabajadores de alta calificación en América
del Norte
Una estrategia eficiente para allegarse de trabajadores
altamente calificados para cubrir las crecientes necesidades que tiene
EU, ha sido promover
que los mejores estudiantes de otros países que cursen estudios
de posgrado en ramas claves para la economía norteamericana. De
acuerdo con Science and Engineering Indicators, en el año 2000
de los estudiantes canadienses que terminaron su doctorado en EU, 58
% hicieron trámites para residir en ese país y 49% se quedaron
finalmente; de los estudiantes mexicanos que terminaron su doctorado
en EU, 42% planeó residir en ese país y sólo 39%
se quedó porque obtuvo una propuesta de empleo de alguna empleador
norteamericano. Estas cifras contrastan con el 81% de estudiantes de
la India que terminaron su doctorado en EU y planearon quedarse a trabajar
ahí, sólo el 60 % de ellos obtuvieron una oferta de empleo
en dicho país, o el 71% de los estudiantes peruanos graduados
en EU que planearon o solicitaron residir sólo 49% lo logró.
Estas cifras no existen o no se han publicado para México ni para
Canadá, por lo que no pueden hacerse comparaciones, pero la información
revela que no hay una influencia directa del TLCAN para que los patrones
norteamericanos deseen contratar doctores canadienses o mexicanos, y
que las facilidades migratorias aludidas en el Tratado de América
del Norte no son un incentivo fundamental para el empleo de alta calificación
de personas de esa región.
Canadá es uno de los países más dependientes del
comercio exterior en el mundo; uno de cada tres de sus empleos están
relacionados con el comercio exterior. Sin embargo, las cualificaciones
de sus gerentes y administradores internacionales son cuestionables y
a pesar de que Canadá necesita líderes de negocios más
orientados hacia la globalización, muy pocas empresas tienen un
sistema para desarrollarlos (Church, 1999), de ahí que también
busquen completar sus requerimientos de trabajadores altamente calificados
con la contratación y apoyo a la inmigración de profesionales
y posgraduados de otros países, especialmente de EU y México
en el marco de las facilidades migratorias del TLCAN y en el apoyo de
sus políticas de población a través de su Ministerio
de Ciudadanía e Inmigración.
Esto lleva a que un área especial de atracción de migrantes
de alta calificación sean los expertos en software y computación,
que es donde México tiene mayor proporción de graduados
que Canadá.
Graduados de educación superior
y posgrado en computación
como % del total
Estados Unidos |
2.6 |
Canadá |
3.4 |
México |
6.6 |
Fuente: OCDE (2002).
En México estamos invirtiendo recursos escasos que pueden solucionar
las múltiples necesidades y carencias que hay en el país,
en especial promoviendo la matrícula en ingenierías y áreas
claves para el desarrollo tecnológico, para dedicarlos a formar
expertos de alto nivel en cómputo, que aseguren la competitividad
de nuestra economía, pero estos recursos humanos y talentos cultivados
irán a resolver las necesidades del mercado laboral estadounidense
y canadiense, favorecidos por los programas de migración y por
el marco del TLCAN, lo que erosiona las bases del desarrollo y competitividad
de México y son, además, un factor de ahorro para el gasto
público y las familias de dichos países que ya no invierten
en formarlos, porque los obtienen de otros países, entre ellos
el nuestro.
Si bien no puede impedirse el flujo migratorio de fuerza de trabajo altamente
calificada, ni pueden imponerse pagos por la educación que recibieron
quienes dejan el país, sí deben reconocerse los profundos
rezagos y la enorme asimetría con Estados Unidos y Canadá para
apoyar a nuestro país con fondos especiales para el desarrollo
educativo y no con préstamos o endeudamiento, en compensación
por la extracción de recursos humanos altamente calificados que
propicia la apertura económica y comercial.
No podemos continuar indiferentes a las consecuencias que está teniendo
la emigración de talentos mexicanos en los que se invirtieron
importantes recursos públicos y privados, ni a las consecuencias
de una integración subordinada que conjurará los beneficios
del libre comercio al poner a competir sistemas educativos desiguales,
como tampoco debemos continuar con la competencia desigual de profesionales
extranjeros en nuestro país, como se verá más adelante.
El escenario de integración de América del Norte para
la educación superior en México
El esquema del Tratado de Libre Comercio de América del Norte,
signado entre México, Estados Unidos y Canadá (TLCAN),
dentro de su apartado de Comercio de Servicios, en el capítulo
XII estipula las normas para el Comercio Transfronterizo de Servicios,
limitando la posibilidad de movilidad de la fuerza de trabajo sólo
al comercio de servicios profesionales; el capítulo XVI presenta
las reglas negociadas en cuanto a Entrada Temporal de Personal de Negocios,
con la restricción también sólo a profesionales,
esto es, permite la libre movilidad únicamente de mano de obra
altamente calificada.
Con base en los principios del antiguo Acuerdo General sobre Aranceles
y Comercio (GATT), ahora Organización Mundial del Comercio (OMC),
los tres países signatarios del TLCAN se obligaron a eliminar
los requisitos de nacionalidad y residencia permanente para la prestación
de servicios profesionales a quienes quisieran trabajar en uno de esos
países y tuvieran la nacionalidad de alguno de los otros dos,
además de darles trato de nacional y negociar el reconocimiento
de cédulas, títulos y certificados, ya que no se mencionó el
reconocimiento automático de estos comprobantes. Para realizar
dicho reconocimiento se firmó el compromiso de formar un grupo
de trabajo que acordara las formas en que se iban a reconocer los mismos.
La agenda trilateral de negociaciones en materia de licencias profesionales
de trabajo incluyó, desde sus inicios, varios temas como la definición
del tipo, perfil y duración de los estudios para ser considerados
profesionales; el establecimiento de exámenes de acreditación
y actualización (certificación y re certificación),
tipo y duración de la experiencia profesional previa, ámbito
de acción de las profesiones; conocimiento legal del ámbito
profesional en el país donde se prestarán los servicios
profesionales; casos en los que proceda fijar fianzas, seguros y reembolsos
a los consumidores de estos servicios y la negociación de aspectos
sobre acreditación de instituciones, acreditación de planes
y programas de estudio que hayan expedido los títulos y grados
que buscaran ser reconocidos trinacionalmente, así como normas éticas
de conducta profesional y medidas disciplinarias para quienes incurrieran
en ilícitos.
El esquema de reconocimiento de títulos y grados que predominó desde
los inicios de las negociaciones fue el modelo de acreditación
social por agencias u organismos de la sociedad civil, especializados
en evaluación institucional y de programas, y organismos expertos
en realizar exámenes de capacidad profesional y en constatar la
credibilidad de quienes poseen un título de educación superior.
Este esquema se sustenta en la existencia de Colegios, Barras y Asociaciones
de Profesionales sólidos y con alta capacidad y compromiso académico
en la operación y reconocimiento social de agencias acreditadoras
que constatan los auto estudios y en una amplia participación
de la sociedad civil.
Estas premisas se cumplen en Estados Unidos y parcialmente en Canadá,
pero escasamente se dan en México, donde el Estado, a través
del gobierno (la Secretaría de Educación Pública),
expide y certifica títulos y grados, se responsabiliza directamente
de una parte importante de la oferta educativa y tiene un papel protagónico
en la definición de las políticas públicas sobre
educación superior, donde la sociedad civil tiene todavía
espacios limitados; muchas profesiones carecen de colegiación
y, en numerosos casos, los colegios de profesionales son organizaciones
políticas que difieren de las características que impone
la certificación, además de que existe la autonomía
universitaria con rango constitucional, lo que faculta a las universidades
autónomas a expedir títulos y grados que permiten el acceso
directo al mercado de trabajo, y en 20 casos de profesiones controladas
por ley, el acceso mediado por el registro de estos documentos ante la
SEP, situaciones que no se dan ni en Estados Unidos ni en Canadá (aunque
en este último el Estado juega un papel fundamental en la educación
superior), por lo que resulta difícil y poco deseable copiar o
trasladar mecánicamente los esquemas de acreditación norteamericanos
al caso mexicano.
Sin embargo, el TLCAN impone una equiparación y reconocimiento
mutuo de títulos y grados para poder comercial libremente los
servicios profesionales; al no tener todavía una propuesta alternativa
que convenza a los países contraparte, el escenario donde prevalezca
el modelo norteamericano de acreditación es altamente probable
por ser el mercado más grande y atractivo.
Las implicaciones para la educación superior en México
Con la prestación de servicios profesionales transfronterizos
busca incentivar con políticas y estrategias para estimular a
los organismos pertinentes, en sus respectivos territorios, para que
desarrollen normas y criterios mutuamente aceptables para la acreditación
y certificación de los prestadores de servicios profesionales.
Hasta ahora, de acuerdo con información de la Dirección
General de Profesiones de la Secretaría de Educación Pública
(SEP, 2000), los profesionales mexicanos han constituido Comités
para la Práctica Internacional de las Profesiones para entrar
en contacto con sus contrapartes en Estados Unidos y Canadá. Por
el momento, tienen avanzados sus procesos de negociación, aunque
todavía no los han concluido ante las instancias oficiales.
Se espera que para el año 2005 entre en plena vigencia el libre
tránsito de profesionales y personas de negocios entre los tres
países de América del Norte, por lo que se espera que la
acreditación académica de programas y la certificación
de procesos administrativos permitan o faciliten equiparar u homologar
procesos y resultados académicos, para facilitar la movilidad
de trabajadores calificados. A su vez, se encuentran ya muy avanzados
los estudios para la reforma constitucional del artículo V, que
podría introducir cierta obligatoriedad a nuevos niveles de calidad
antes de otorgar las cédulas para el ejercicio profesional en
algunas carreras.
Estos retos plantean escenarios de gran complejidad para las universidades
de México, América Latina y el Caribe.
Las instituciones de educación superior tienen clara conciencia
de los cambios ineludibles que se avecinan y de las nuevas exigencias
que tendrán que enfrentar, y se preparan para responder de mejor
manera a su compromiso social, aunque con escaso margen de influencia
en las decisiones sobre los criterios y normas de evaluación y
acreditación, dominadas por el modelo norteamericano.
Los colegios, asociaciones profesionales, los comités para la
acreditación y para la enseñanza de las profesiones, así como
las instituciones de educación superior, fortalecerán sus
criterios y capacidades, manteniendo una estrecha relación con
sus homólogos de Canadá, Estados Unidos y otros países
dentro y fuera del continente, pero deben siempre tener presente las
especificidades de la sociedad mexicana y los retos que significa responder
a necesidades de millones de mexicanos en condiciones de pobreza y de
pobreza extrema, que no son las necesidades del mercado globalizado;
teniendo siempre presente que, a pesar de ser miembros de la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, somos un
país pobre, no desarrollado, con profundas asimetrías con
los otros países de América del Norte, con los de Europa
y con los del Sudeste Asiático.
Para que el intercambio entre socios desiguales sea beneficioso y equilibrado,
se requiere de un conocimiento explícito de todas estas asimetrías,
pues no se puede esperar que el principio de estricta reciprocidad signado
con Costa Rica o el de Cooperación signado con Europa sea una
base realista para un esfuerzo genuino de cooperación en América
del Norte, si no se reconoce la particularidad de México como
país asimétrico y si no se encuentra una nueva formula
o mecanismo especial de reciprocidad compensatoria, acorde con los principios
de fondos para el desarrollo señalados por la OMC.
Si al amparo del TLCAN y ante la supremacía económica de
Estados Unidos se sigue promoviendo una integración subordinada,
y no se reconoce el menor grado de desarrollo de nuestro país,
se profundizarán las asimetrías y se empobrecerá más
a México como socio más débil, lo que a la larga
será inconveniente para todo el subcontinente. Esto se empieza
a ver al constatar que en la rama de la construcción, la competencia
extranjera comienza a entrar al mercado mexicano con bajos precios porque
vienen ligados a financiamientos que obligan a su contratación: “un
número importante de empresas extranjeras de consultoría
y de construcción, de manera independiente o asociadas con empresas
mexicanas, ya realizan obras y trabajos en territorio nacional, con profesionales
extranjeros, sin que Estados Unidos haya establecido las bases de reciprocidad
que se consideran en los acuerdos trilaterales” (Méndez,
2002).
De igual manera, aunque se requiere modificar y adecuar normas para el
ejercicio de contadores extranjeros, el Código Fiscal de la Federación
ya autoriza a los contadores de Estados Unidos y Canadá a suscribir
dictámenes para efectos fiscales, sin que tampoco exista reciprocidad
ni cooperación compensatoria para México, lo que sin duda
nos empobrecerá más y cada vez tendremos menos posibilidades
de ser clientes fuertes para Estados Unidos y Canadá.
La superioridad económica de las empresas de prestación
de servicios profesionales, sobre todo las de Estados Unidos, junto con
las limitaciones financieras del gobierno mexicano para invertir en infraestructura,
salud, educación, y vivienda, ponen a México en una situación
vulnerable, donde no se ve claro cómo el libre comercio va a ayudar
a revertir la brecha con sus socios del norte, por lo que nuestro país
debe reclamar sus derechos de país asimétrico frente a
Estados Unidos y Canadá, y conjurar el riesgo del primer escenario
que llevaría a la definición de modelos educativos y académicos
basados en criterios y estándares de acreditación y certificación
válidos para la realidad norteamérica, pero que con el
riesgo de no considerar las prioridades y necesidades de México,
ni de la urgente necesidad de fortalecer nuestro mercado interno y eliminar
nuestras crecientes desigualdades .
La parte IV del GATT de 1994 y la decisión de 28 de noviembre
de 1979 sobre trato diferenciado y más favorable, reciprocidad
y mayor participación de los países en desarrollo; la decisión
de la Ronda de Uruguay relativa a las medidas en favor de los países
menos adelantados, y todas las demás disposiciones pertinentes
en relación con el apoyo a estos países son retomadas y
ratificadas en la Declaración Ministerial de la Organización
Mundial del Comercio (OMC). Esta Declaración en su punto cinco
reconoce que: “somos conscientes de que no es posible hacer frente
sólo con medidas adoptadas en el campo del comercio a los desafíos
que se plantean a los Miembros en un entorno internacional en rápida
evolución”.
A su vez, en el punto 24 señalan “reconocemos las necesidades
de los países en desarrollo y menos adelantados de potenciar el
apoyo a la asistencia técnica y la creación de capacidades
en esta esfera, incluidos el análisis y la formulación
de políticas para que puedan evaluar mejor las consecuencias de
una cooperación multilateral más estrecha para sus políticas
y objetivos de desarrollo institucional y humano”; este planteamiento
es retomado con énfasis en el punto 42, donde reconocen: “la
integración de los países menos adelantados (PMA) en el
sistema multilateral de comercio exige un acceso a los mercados significativo,
ayuda para la diversificación de su base de producción
y de exportación, así como asistencia técnica relacionada
con el comercio y creación de capacidad. Coincidimos en que la
integración significativa de los PMA en el sistema de comercio
y la economía mundial conllevará esfuerzos por parte de
todos los miembros de la OMC”37.
No hay duda que se tienen los elementos básicos para iniciar una
negociación exitosa que permita al pueblo y gobierno de México
recuperar sus recursos invertidos en la formación de trabajadores
altamente calificados que dejan el país para ir a apoyar el desarrollo
de otras naciones, y para comenzar también a contar fondos especiales
suficientes para el desarrollo educativo y para compensar la asimetría
económica, que permitan ampliar la posibilidad de formación
de nuestros jóvenes talentos y contribuir, con otras medidas de
política económica, para que no siga erosionándose
la base del potencial y la capacidad de desarrollo que nos dan los trabajadores
altamente calificados en la educación superior mexicana.
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Pie
32 http://europea.eu.int/index_es.htm.
Recuperado el 17 de junio de 2001.
. «volver«
33Ibid.«volver«
34 Véase
http://www.sesic.sep.gob.mx y http://www.conacyt.mx Recuperados sep. 2003.. «volver«
35Taller
de Acuerdo Internacional 2. IWA2. Sistemas de gestión de la calidad
para organizaciones educativas. Aplicación de la norma ISO 9001:2000.
Basado en ISO 9001:2000. «volver«
36No
se ha hecho pública la información sobre el número
de inmigrantes y emigrantes con niveles educativos de educación superior
o más, ni de las áreas de sus formación ni los campos
profesionales donde se ubican en los países de destino en América
del Norte. «volver«
37http://wto.org/spanish/thewtos/minists/min01/mindecls.htm
Recuperada 20/08/2003 . «volver
.
se aceptan colaboraciones